¡La primera eyaculación del hombre! Probablemente todos la recordamos como algo importante, pero no sabemos cómo se llama. La espermarquia tiene lugar alrededor de los 12 o 14 años, al iniciar la pubertad, aunque es factible que se presente antes o de forma tardía. Invita a tus hijos que estén en esta edad a leer contigo este artículo sobre espermarquia: que es y cuándo ocurre. Lo que todo varón debe saber.
Las niñas tienen un episodio muy significativo en sus vidas que es la llegada de la menstruación o menarquia. Eso marca -de forma simbólica- su entrada a “la mujerez”, aunque sabemos que el desarrollo emocional es un proceso mucho más lento.
Lo que sí indica el primer periodo de las niñas, es la maduración de sus glándulas sexuales: los ovarios, por lo que la menarquia podría ser el inicio de la fertilidad
-esto lo explicaremos a detalle más adelante-.
Los chicos también tenemos una entrada a esta etapa, pero ocurre de forma menos visible. De hecho, pocos saben que nuestra primera expulsión de semen tiene un nombre: espermarquia.
Aunque la variación en edad individual es amplia, a la generalidad le ocurre a la misma edad en que las niñas tienen su primera regla, entre los 12 y los 14 años, pero hay casos donde esta primera eyaculación llega a los 9 o 10 años, o bien, ya entrada la adolescencia, alrededor de los 16, sin que ello implique una anomalía del desarrollo.
¿Qué es la espermarquia?
La espermarquia es la primera eyaculación de un varón. Ocurre durante la pubertad y llega junto con las manifestaciones características del desarrollo masculino:
- Aumento en la velocidad de crecimiento y de la masa muscular.
- Cambios en la forma del cuerpo.
- Crecimiento de la longitud del pene y del volumen de los testículos y el escroto.
- Agrandamiento de las vesículas seminales y la próstata.
- Crecimiento de vello en el pubis.
- Crecimiento de vello facial y axilar (alrededor de 2 años después de aparecer en el pubis).
- Posible aparición de acné.
- Puede producirse un crecimiento de las mamas (ginecomastia) en los adolescentes jóvenes, ésta suele desaparecer en 1 año.
- Cambios en la esfera psicológica y conductual.
De acuerdo con el médico urólogo Irvin H. Hirsch del Sidney Kimmel Medical College of Thomas Jefferson University, la espermarquia no significa necesariamente el inicio de la fertilidad, pues ésta se alcanza hasta más tarde en la adolescencia.
Por su parte el Hospital Sant Joan de Déu (Barcelona), informa: “al igual que en las niñas con la primera menstruación, la espermarquia no es sinónimo de fertilidad, pues suele tener lugar antes de que se complete la maduración testicular y por tanto, la concentración de espermatozoides en el semen suele ser muy baja.”
Según esta misma Institución, la edad en que los niños empiezan a producir espermatozoides y el momento de la primera eyaculación, son más difíciles de establecer.
Cambios en la adolescencia
La espermarquia suele aparecer de forma involuntaria, durante el sueño con la tumescencia peneana nocturna.
Como ya mencionamos, esto no les pasa a todos a una edad específica, ya que cada niño es diferente. Tiene más que ver con el estadio de desarrollo puberal que se mide con la llamada escala de Tanner.
La escala de Tanner evalúa los cambios que se producen en la pubertad en los genitales y el vello púbico, en niveles del 1 a 5:
Estadío 1. Testículos y pene infantiles sin vello púbico.
Estadío 2. Aumento del escroto y testículos, piel del escroto enrojecida y arrugada, pene infantil. Vello escaso en la base del pene.
Estadío 3. Alargamiento y engrosamiento del pene. Aumento de tamaño de testículos y escroto. Vello rizado, grueso y oscuro sobre el pubis.
Estadío 4. Ensanchamiento del pene y del glande. Aumento de tamaño de los testículos, aumento y oscurecimiento del escroto. Vello púbico adulto que no cubre los muslos.
Estadío 5. Genitales adultos. Vello púbico adulto que se extiende a la zona medial de los muslos.
Los estudios indican que es entre los estadíos 2 y 3 cuando el mayor porcentaje de niños presenta detección de espermatozoides en la orina.
Explica el Dr. Irvin Hirsch que la pubertad “es la etapa en que se alcanza la capacidad reproductora completa y se desarrollan las características adultas propias de cada sexo.”
En los chicos, las características de la pubertad aparecen entre los 10 y los 14 años, aunque no es extraño que se manifieste antes, a los 9 años, o se alargue hasta los 16 años.
La pubertad y los genitales
Durante la pubertad, los testículos aumentan la producción de testosterona, hormona masculina encargada de la maduración de los órganos reproductores, el crecimiento muscular y óseo, la aparición del vello (púbico, facial y corporal) y el engrosamiento de la voz.
Las glándulas reproductoras o gónadas son las principales fuentes de las hormonas sexuales. Las gónadas masculinas son los testículos. Éstos segregan las hormonas llamadas andrógenos, de las cuales, la más importante es la testosterona.
La testosterona actúa junto con otras hormonas producidas en la hipófisis y el hipotálamo.
El hipotálamo (ubicado en la parte central inferior del cerebro) es el que une el sistema endocrino con el sistema nervioso, así lo explica KidsHealth.org.
Las células nerviosas del hipotálamo producen sustancias químicas que controlan la liberación de hormonas en la hipófisis. La información que recibe el cerebro (la temperatura ambiental, la exposición a la luz y los sentimientos, entre otros datos) es recogida por el hipotálamo e incide en las hormonas que fabrica y que, posteriormente, libera la hipófisis.
También indica al cuerpo del niño que ha llegado el momento de fabricar semen en los testículos.
La hipófisis es nada menos que la “glándula maestra”, pues las hormonas que produce controlan muchas otras glándulas endocrinas: hormona del crecimiento (estimula el crecimiento de los huesos y otros tejidos; influye en cómo el cuerpo gestiona los nutrientes y los minerales); prolactina (produce leche), tirotropina (estimula la glándula tiroidea para que fabrique hormonas) corticotropina (estimula la glándula suprarrenal), la hormona antidiurética, que ayuda a controlar el equilibrio hídrico a través de los riñones, endorfinas, que actúan sobre el sistema nervioso y reducen la sensibilidad al dolor; y oxitocina, que desencadena las contracciones del útero durante en parto, entre otras funciones.
La hipófisis también segrega hormonas que indican a los órganos reproductores que fabrican hormonas sexuales.
En resumen: el hipotálamo secreta la hormona liberadora de hormona luteinizante, que estimula la hipófisis para que secrete la hormona luteinizante (lutropina) y la hormona foliculoestimulante.
La hormona luteinizante hace que los testículos produzcan testosterona. La foliculoestimulante, junto con la testosterona, hace que los testículos produzcan esperma.
Wet dreams o Sueños húmedos: las primeras eyaculaciones
En el varón, la espermarquia y presencia de espermatozoides en orina, ocurre por lo general un año y medio después del inicio del desarrollo puberal.
Las primeras eyaculaciones conscientes ocurren a la mitad de la pubertad, entre los 13,5 años, lo que supone la posibilidad de procrear si se tiene actividad sexual no protegida en este período, según indica la Universidad de Chile.
Las erecciones
- A las erecciones espontáneas, como ya mencionamos, se les conoce como tumescencia peneana nocturna, y se definen como la erección fisiológica y espontánea, no relacionada con estímulos eróticos, que se produce en todos los varones potentes durante la fase del sueño profundo (REM).
- Las erecciones nocturnas espontáneas son un indicador de salud sexual, pues el sistema circulatorio, el endotelio y en general, los mecanismos que producen la erección, funcionan adecuadamente de forma automática.
- Dichas erecciones pueden ocurrir en adolescentes o adultos sin que necesariamente terminan en eyaculación.
De acuerdo con el equipo médico de Boston Medical Group, clínica líder en salud sexual masculina, se trata de un mecanismo natural debido a la relajación -durante el sueño- de la musculatura de los cuerpos cavernosos y las arterias del pene, lo que permite una mayor afluencia de sangre y oxígeno al órgano.
- Las erecciones espontáneas nocturnas ayudan a la regeneración de los tejidos elásticos del miembro, manteniéndolo en buenas condiciones y poco tienen que ver con la obsesión por el sexo o los sueños eróticos.
- Los hombres, en este caso, los adolescentes, ni siquiera se dan cuenta de que las tienen, ya que no son activadas por el apetito sexual o como respuesta a algún estímulo.
Sueños húmedos
En la adolescencia, el varón pasa alrededor del 30% de sus horas de sueño con el pene erecto.
En el sueño profundo se presenta una alta actividad fisiológica general. Por ejemplo, se elevan los niveles de testosterona, los cuales llegan a su máximo por la mañana . Puede leer más aquí: ¿Es cierto que todos los hombres se despiertan con erección? Te desvelamos el porqué
Pero habrás oído hablar de los famosos “wet dreams (sueños húmedos)”. En términos médicos se conocen como polución nocturna.
La polución nocturna es una eyaculación involuntaria durante la etapa de sueño profundo.
Cuando un joven en la pubertad o primera adolescencia, le ocurre una eyaculación nocturna, puede llegar a ser motivo de vergüenza.
Al despertarse y ver sus sábanas mojadas, si el joven no tiene suficiente información acerca de los cambios que ocurren en su cuerpo o ha recibido una educación muy conservadora, puede pensar que ha hecho algo “incorrecto”.
Las poluciones nocturnas son, como dijimos, involuntarias. No es culpa de nadie. De hecho, son señal de un desarrollo sano y normal. Así que no debe ser motivo de preocupación, más allá de la molestia de cambiar las sábanas.
Las poluciones nocturnas son causadas por el aumento en los niveles de testosterona y son parte del ciclo natural del desarrollo sexual masculino.
Debido a la testosterona, el niño o adolescente empieza a experimentar deseo sexual, a través de incesantes fantasías sexuales que se presentan por la noche, de formas inconsciente, en sueños eróticos, por lo que es natural que el wet dream termine con una eyaculación involuntaria.
¿Cómo explicar la espermarquia a los hijos?
Algunos padres suelen confiar en que “la educación sexual” de sus hijos, correrá por parte de la escuela. Pero la educación sexual incluye mucho más que la anatomía y la biología.
Efectivamente, los libros de texto incluyen lecciones sobre el aparato reproductor, pero entrar en la pubertad y experimentar cambios tan significativos en el cuerpo, tiene repercusiones a nivel emocional.
El joven adolescente puede sentirse desconcertado, temeroso, confundido…los padres serán el apoyo fundamental durante esta etapa.
Consejos para abordar la espermarquia con los adolescentes
KidsHealth.org proporciona algunos consejos sobre cómo abordar la espermarquia con los adolescentes.
- Explica a tu hijo o familiar adolescente sobre los cambios que atravesará su cuerpo antes de que éstos ocurran. Infórmate sobre la pubertad y explícale con palabras que él pueda entender, pero sin eufemismos (ya no estamos en la época de “las abejitas”). Despeja sus dudas, tranquilízate hablando abiertamente.
Los cambios físicos y la sexualidad incipiente son parte de un desarrollo normal y saludable. Escucha sus preguntas y aclárale que hablarán de eso cuando se sienta listo. El pediatra puede ser un buen aliado para abordar este tema.
- No le tengas miedo a las conversaciones tempranas sobre temas que hoy, más que nunca, son tan importantes. Los chicos están expuestos a demasiada información en internet, lo cual los hace vulnerables, les informa mal o incluso, los pone en peligro.
- Mantén una comunicación abierta sobre relaciones sexuales saludables, deseo, sexo, definiciones de género, el consentimiento para practicar las primeras relaciones sexuales y desde luego, infórmale todo sobre protección.
- Enséñale a usar un condón, cómo prevenir embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y uso de drogas y alcohol.
Estas conversaciones deben iniciarse durante la adolescencia temprana, edad a la que llega la espermarquia. Sienta las bases para conversaciones futuras donde siempre exista la confianza.
Hablen sobre conductas peligrosas y sus consecuencias. La adolescencia puede ser una montaña rusa. Pero mantener relaciones positivas, respetuosas y abiertas con tus hijos durante esta etapa, puede hacer más fácil este recorrido.
¡Esperamos que este artículo te haya servido para saber un poco más sobre este tema, muchas gracias por tu lectura!
¡Hasta el próximo artículo!
Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, epidemiólogo, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.
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