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¿Problemas sexuales a los 30? Soluciones y tratamiento para la falta de deseo en personas jóvenes

¿La edad tiene relación con la falta de deseo sexual? En teoría, cuantos más años tiene una persona, la libido disminuye al bajar también progresivamente los niveles de hormonas sexuales. Sin embargo, la falta de deseo en personas jóvenes, suele asociarse a algún problema de salud o de carácter psicológico. La tercera década de vida debería ser la etapa en que un hombre está en el pico de su desempeño. Pero, a veces no ocurre así. 

 

¿Tienes problemas sexuales a los 30? En este artículo te damos soluciones y opciones de tratamiento para la falta de deseo en personas jóvenes. ¡Sigue leyendo para enterarte, tenemos mucha información para ti!

 

Edad y deseo sexual

 

Es un hecho que nuestra vida sexual cambia según la edad. Conforme pasan los años, debemos irnos adaptando a diferentes circunstancias de vida, condiciones de salud, situación de pareja o hasta al estado de nuestras emociones. Las relaciones sexuales serán más o menos frecuentes y de mayor o menor calidad, dependiendo de todos estos factores.

 

El portal de salud CuídatePlus menciona un estudio realizado por la empresa de juguetes sexuales Lelo, en el cual participaron más de 10.000 personas de diferentes nacionalidades. Dicha investigación revela que el rango de edad en el que más sexo se practica, es entre los 30 y los 40 años

 

Tiene lógica si consideramos que, cuanto más nos conocemos a nosotros mismos, a la pareja y cómo funciona nuestro cuerpo, mejores seremos en las artes amatorias.

 

Cabe aclarar que en esta encuesta no se consideró a las personas entre 50 y 60 años o mayores. Se da por hecho que los hombres y mujeres en la etapa de andropausia y menopausia, respectivamente, tendrán menos relaciones sexuales y tal vez, de menor calidad. Esto no se puede tomar como algo cierto, ya que cada pareja -y cada ser humano- vive su sexualidad de forma diferente.

 

De los encuestados, sólo el 1% admitió no haber llegado nunca al orgasmo o haberlo hecho muy pocas veces -especialmente las mujeres-. La sexóloga y embajadora de la firma de juguetes sexuales, Valerié Tasso, opina que este porcentaje es mucho mayor, entre 25 y 30%, debido al gran desconocimiento del cuerpo femenino y falta de educación sexual. 

Por otra parte, el sexo es el mejor relajante, un antiestrés y antidepresivo natural por la gran cantidad de químicos neurotransmisores que genera. Paradójicamente, el estrés podría ser la causa más importante de problemas sexuales a los 30. Así lo refleja el estudio de Lelo: 57,46% de los encuestados manifestó que el estrés es el factor que más perjudica y afecta el deseo sexual, seguido de la preocupación por la imagen (30%). El tercer elemento responsable de la falta de deseo en personas jóvenes según este estudio, es nada más ni nada menos que ¡el teléfono celular!

¿Problemas sexuales a los 30? ¿Cuáles son las causas?

De acuerdo con datos de Boston Medical Group, trastornos como la disfunción eréctil en jóvenes se han incrementado hasta 15% en los últimos años. ¿A qué se debe esto?

La generación millennial es considerada como la más ansiosa de la historia. Estos jóvenes se preocupan por todo: el medio ambiente, la economía, la falta de oportunidades, la inclusión, el futuro económico y profesional, conseguir independencia y muy particularmente, por algo que a las generaciones anteriores nos era desconocido y ajeno: figurar dentro del mundo digital a través de las redes sociales; lo cual coincide con el estudio de Lelo.

Recordemos que detrás de problemas sexuales como la falta de deseo, la eyaculación precoz o la disfunción eréctil, especialmente en jóvenes, está la ansiedad. Este es un factor al que tal vez no se le ha dado toda la importancia debida. La ansiedad y la depresión son muy comunes en la generación millennial.

Los trastornos mentales son, por sí mismos, causas de falta de deseo sexual, pero lo son también los medicamentos para tratarlos.

 

Los antidepresivos y ansiolíticos tienen como efecto secundario la baja de deseo o incluso, problemas de erección. Al actuar principalmente sobre el neurotransmisor que controla las emociones (serotonina), conduce a un estado de relajación y calma que ayuda a curar la depresión, pero afecta seriamente la función sexual.

 

Bajo ninguna circunstancia recomendamos abandonar la medicación. Sólo el especialista podrá indicar cuál es la forma de aminorar estos efectos no deseados sin poner en peligro la salud física y mental del paciente.

 

A los problemas psicológicos, sumemos los hábitos de vida: mala alimentación, descanso insuficiente o baja calidad de sueño, consumo de sustancias y falta de actividad física. Boston Medical Group indica que 70% de los varones de entre 26 y 35 años tratados por disfunción eréctil en sus clínicas, beben alcohol. 40% de éstos, además, son fumadores. 

 

Dichos factores pueden explicar las disfunciones sexuales fisiológicas en jóvenes, ya que son causa de problemas circulatorios, alteraciones hormonales y/o afectaciones a nivel de química cerebral. 

 

No es común que un hombre, a una edad tan temprana, padezca problemas sexuales -con excepción de la eyaculación precoz-. Lo que nos lleva a pensar que los problemas sexuales a los 30 obedecen, en la mayoría de los casos, a causas psicosociales como depresión, malos aprendizajes, autoexigencia (en el desempeño sexual), una percepción equivocada de la propia imagen o presión por parte de su entorno, entre otros.

 

Pensemos, por ejemplo, en las formas de relacionarse con otras personas. Las clasificaciones y tipos de amor nunca habían sido tan diversos: gay, bisexual, straight, poliamoroso, de género no binario, pansexual, asexual, cisgénero, queer, “todes”, transgénero, transexual… ¿cómo no sentirse confundido acerca de la propia sexualidad?

 

Por otro lado, un joven de 30 está en plena construcción de su vida. La mayoría ya han adquirido cierta independencia económica, tienen trabajos estables o incluso, emprendimientos; muchos de ellos ya viven fuera de la casa paterna, tienen pareja, viajan, se enfiestan y experimentan con todo, porque YOLO (You Only Live Once). 

 

Así es como muchos entran al consumo de sustancias: alcohol, drogas recreativas o medicamentos para el desempeño sexual (Viagra) con el fin de tener largas sesiones de sexo, buscar más placer o experimentar sensaciones desconocidas a través de prácticas sexuales de alto riesgo. Desde luego, no podemos generalizar, pero según datos duros de investigaciones de mercado e información de psicólogos, éstas son prácticas comunes en jóvenes.

 

Otro comportamiento significativo es el consumo excesivo de pornografía desde la adolescencia. El cerebro se acostumbra a los estímulos intensos y pide cada vez más. Desde luego, la realidad siempre les parecerá poca cosa. Además, la autoimagen de estos jóvenes se ve afectada cuando el parámetro de tamaño y duración que establecen los actores de cine erótico, es tan inalcanzable. 

 

Soluciones y tratamiento para la falta de deseo en personas jóvenes

 

El sexo es cuestión de física, química y de voluntad. Además de una necesidad fisiológica, es una forma de conexión emocional.

 

En los hombres, ese instinto básico casi nunca desaparece -a menos que exista una anomalía de salud-. Por eso cuesta trabajo creer que existan hombres que no sienten apetito sexual, especialmente cuando están en la plenitud de sus capacidades físicas y sexuales.

 

A los 30, las hormonas están de fiesta, no como en la adolescencia, sino respondiendo al instinto natural de preservación de la especie. Además, los hombres y mujeres de esta edad ya cuentan con cierta madurez e inteligencia emocional, que hace los vínculos interpersonales más fuertes y duraderos.

 

Afirma la psicóloga Nieves Álvarez (Madrid, España) que “la presión de tener que ser buenos en todo nos lleva a ocultar este tipo de carencia -la falta de deseo sexual-, ya que no cumpliríamos los estándares que marca la sociedad”. Y esto pesa mucho a los jóvenes varones. 

 

A lo largo de la vida, la intensidad del deseo sexual es variable. Es normal que éste disminuya, por ejemplo, ante un incremento de la actividad laboral o los estudios, que requieren de mucha concentración y generan estrés. Pero si conoces a una persona que te gusta, el deseo sin duda se elevará y permanecerá en un punto alto, al menos en los primeros años de relación. 

 

Si la baja de libido se prolonga, podemos considerarlo un problema sexual con consecuencias tanto físicas (disfunción eréctil) como psicológicas (depresión, ansiedad, baja autoestima). 

 

¿Qué hacer? Estas son algunas posibles soluciones y tratamientos para la falta de deseo en personas jóvenes

 

  • Valoración médica. Acude con un especialista en salud sexual masculina. Dado que la falta de deseo a los 30 no es normal, lo primero es descartar las causas físicas. Éstas pueden ser bajos niveles hormonales (hipogonadismo), diabetes mellitus, enfermedades de las glándulas suprarrenales, obesidad, depresión o algunos medicamentos, entre otras. Un diagnóstico clínico será necesario para darte tratamiento, ya sea terapia de reemplazo hormonal, control de la enfermedad asociada, cambios en la dieta o ajustes en la medicación que tomas.

 

  • Asesoría sexológica. Es una parte indispensable del tratamiento integral que te guiará para lograr una mejor práctica de las relaciones sexuales, ampliar tu universo erótico, manejar acertadamente tus emociones y modificar hábitos que te están impidiendo alcanzar tu máximo potencial en la cama. Un psicólogo especializado en sexología clínica, te enseñará técnicas en consulta para que después las practiques en privado. La asesoría sexológica es aún más importante para quienes padecen problemas sexuales a los 30, ya que la mayoría de las veces, la falta de deseo en personas jóvenes se debe a factores emocionales y/o la falta de comunicación íntima con la pareja.

 

  • Cambios en el estilo de vida. Todo el mundo lo sabe, pero muy pocos lo llevan a cabo, ya que requiere de un gran esfuerzo y sobre todo, disciplina. Más que una dieta para bajar de peso, es -literalmente- un cambio de vida. Necesitarás de un coach nutricional. Recuerda que lo que comes tiene un fuerte impacto en tu salud sexual. El sobrepeso duplica el riesgo de padecer disfunciones sexuales e influye en la autoestima. La alimentación es la mejor medicina para mantenerte sano, en forma y sexualmente activo. Busca también un entrenador para que te diseñe un programa de ejercicios personalizado y te ayude a alcanzar tus metas. Si te aplicas, pronto verás el cambio en tu imagen corporal, tus niveles de energía y tu desempeño sexual.

 

  • Di no a las sustancias tóxicas. El cigarro es el peor enemigo del placer, no sólo porque daña todos los órganos de tu cuerpo, sino porque el olor es sumamente desagradable. El alcohol no es malo si se consume con moderación, pero el exceso es un gran factor de riesgo para padecer disfunciones sexuales. Las bebidas alcohólicas y drogas como la marihuana, son depresoras del sistema nervioso, responsable del proceso de respuesta sexual. Contrario a lo que se piensa, las drogas recreativas no son estimulantes del deseo, a la larga, lo que ocasiona es la ausencia de apetito sexual.

 

  • Terapia de ondas de choque focales. No es sólo un tratamiento de primera línea para disfunción eréctil o enfermedad de Peyronie. La aplicación de ondas acústicas de baja energía, promueven la oxigenación, mejoran la circulación sanguínea y estimulan las células para regenerar tejidos. Está comprobado que la terapia de ondas de choque focales (no las radiales) tiene un efecto muy positivo sobre la capacidad de erección. Cada vez más hombres jóvenes acuden a este tratamiento para conseguir mejores erecciones.

 

  • Cuida tus relaciones interpersonales. Procura mantener una comunicación más abierta y profunda con tu pareja, si es que la tienes; pero también cuida la forma de relacionarte sexualmente con otras personas. Como seres humanos, buscamos estar conectados; está comprobado que los lazos afectivos encienden el deseo. Tampoco está de más recomendarte que evites las prácticas sexuales de riesgo. 

 

Consideraciones finales

 

A los hombres, la falta de deseo sexual les afecta de modo distinto a las mujeres, que suelen cuestionarse menos al respecto. A ellos, el “no tener ganas” les provoca un grave conflicto interno, pues se asocia con su masculinidad. El miedo al fracaso y la falta de confianza en sí mismos como “verdaderos hombres” les causa una crisis personal seria, que termina por afectar el ámbito laboral, social y afectivo. 

 

Los problemas sexuales a los 30 requieren atención profesional. Siempre hay soluciones y opciones de tratamiento para la falta de deseo en personas jóvenes.

 

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¡Hasta pronto!

 

Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, epidemiólogo, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.

 

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