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¿Por qué no eyacular en mucho tiempo puede ser peligroso?

La falta de relaciones sexuales a largo plazo, puede traer complicaciones en la salud y el estado emocional de una persona. En el caso específico de los hombres, no eyacular por un tiempo prolongado, incrementa el riesgo de padecer disfunciones sexuales o incluso, enfermedades graves como el cáncer de próstata. ¿Por qué no eyacular en mucho tiempo puede ser peligroso? Los expertos nos explican cómo la falta de eyaculación puede repercutir en tu cuerpo y en tu salud mental. Acompáñanos a lo largo de todo el artículo para descubrir cómo el sexo puede salvar tu vida.

 

Erróneamente, se cree que la abstinencia sexual es una elección. Existen personas que, por decisión propia, no mantienen relaciones sexuales. Pero la mayoría de los seres humanos, necesitamos del sexo para tener una buena calidad de vida, formar lazos con la pareja a un nivel más profundo, disfrutar de un placer que no se compara con ningún otro y desde luego, reproducirnos.

 

El sexo es una necesidad básica. La falta de relaciones sexuales afecta nuestra salud física y psicológica. Cuando por cualquier razón, no podemos obtener o brindar placer sexual, experimentamos una sensación de pérdida. 

 

Para los hombres, el sexo es particularmente importante, ya que, además de las consecuencias en la salud por no tener una vida sexual activa, tenemos la presión social de estar siempre dispuestos a responder a los estímulos sexuales. De lo contrario, “no somos tan hombres”.

 

La abstinencia sexual puede obedecer a muy diversas causas, pero es un hecho que casi nunca es voluntaria. Un hombre puede dejar de tener relaciones sexuales por creencias religiosas, por falta de una pareja, porque padece alguna disfunción sexual, tiene problemas de salud, el sexo no está en sus prioridades, por algún aspecto psicológico como un trauma del pasado o para evitar que su pareja se embarace, entre muchos otros motivos. 

 

Sin embargo, es importante conocer las consecuencias, a nivel físico y emocional, de no eyacular en mucho tiempo. 

Cáncer de próstata

Según informó Mayo Clinic, no existe evidencia concluyente de que la eyaculación frecuente reduzca el riesgo de cáncer de próstata. Sin embargo, se han realizado estudios que sugieren una relación entre el funcionamiento de la próstata y la actividad sexual constante.

 

El portal de Quirón Salud, hace referencia a un estudio publicado en el European Urology, revista especializada en urología reconocida mundialmente. Dicha investigación plantea la teoría de que “la frecuencia eyaculatoria puede estar inversamente relacionada con el riesgo de cáncer de próstata.” Esto con base en “la supuesta implicación de la acumulación de secreciones prostáticas potencialmente carcinógenas en el desarrollo de este cáncer.” 

 

El estudio incluyó a 31.925 hombres a los que se consultó acerca de su frecuencia eyaculatoria mensual, en un período de 18 años (1992 a 2010). De estos varones, 3.839 fueron diagnosticados con cáncer de próstata. 

 

“El estudio concluyó que el cáncer de próstata estuvo menos presente en los hombres con frecuencias de eyaculación mayores: los hombres con un número de eyaculaciones superior a 21 al mes, en todos los grupos de edad, tuvieron un riesgo significativamente menor de cáncer de próstata frente a los grupos de menos eyaculación.”

 

Por otra parte, la Journal of the American Medical Association (JAMA), revista médica publicada por la Asociación Médica Estadounidense, publica otro estudio prospectivo en hombres entre 46-81 años con el fin de establecer una relación entre la frecuencia de eyaculación y riesgo de cáncer de próstata. En el artículo se menciona que “la actividad sexual ha sido asociada a riesgo aumentado de cáncer de próstata. Pero existe otra hipótesis alternativa que sugiere lo contrario: la disminución en la eyaculación constituye un factor de riesgo, debido a la retención de sustancias potencialmente carcinogénicas.” 

 

Los investigadores de la Division of Cancer Epidemiology and Genetics, National Cancer Institute, Bethesda, desarrollaron un análisis de la asociación entre la frecuencia de eyaculación, que incluye actividad sexual, masturbación, frecuencia de emisiones nocturnas y riesgo de aparición de cáncer de próstata. 

 

Los resultados del estudio mostraron que, entre las 222.426 personas investigadas, se detectaron 1,449 casos nuevos de cáncer de próstata. “Un dato de especial interés fue que la elevada frecuencia de eyaculación, se asoció con menor riesgo de cáncer de próstata.”

 

Aunque los estudios son insuficientes y las conclusiones, ambivalentes, la evidencia recabada a la fecha, podría indicar por qué no eyacular en mucho tiempo puede ser peligroso para la salud de la próstata.

 

¿Por qué no eyacular en mucho tiempo puede ser peligroso para la salud de la próstata?

Tiene lógica si comparamos el cuerpo humano con una olla de presión. Después de tanto tiempo de estar contenido, el semen necesita salir y lo hará al menor estímulo. 

 

Recordemos que detrás de la eyaculación precoz, siempre hay un cuadro de ansiedad. La tensión sexual acumulada por mucho tiempo, produce malestar en el hombre, una imperiosa necesidad de tener que descargar testosterona, dopamina y noradrenalina. 

 

El deseo no satisfecho produce anticipación ansiosa de la eyaculación, especialmente en personas que tienen miedo a fallar o tienen baja autoestima.

 

No eyacular en mucho tiempo puede ser peligroso para el pene 

La falta de relaciones sexuales a largo plazo puede afectar la elasticidad de este órgano. 

 

El pene está hecho de un complejo sistema de vasos sanguíneos y tejido rico en colágeno que tienden a deteriorarse cuando no se ejercitan. La actividad sexual constante llena de sangre el pene, lo que mantiene su característica eréctil. 

 

Si un hombre no tiene una erección durante mucho tiempo, los tejidos del pene podrían debilitarse, lo que hará muy difícil lograr una erección de forma natural. Pero, al igual que cualquier otro órgano que sufra daños, el pene puede rehabilitarse. 

 

Los expertos en salud sexual recomiendan algunos métodos para promover las erecciones en hombres que hayan pasado por una cirugía de próstata o tratamientos para el cáncer, por ejemplo. A esto se le conoce como rehabilitación peneana o eréctil.

El paciente debe asegurarse de que puede tener erecciones normales y rígidas. Lo ideal sería poder lograr una erección de dos a tres veces por semana. Así, los tejidos en el pene se mantendrán sanos.

En caso de no lograr la erección de forma natural, se puede recurrir a medicamentos orales en dosis reducidas para estimular el flujo sanguíneo; también se puede recurrir a la terapia de ondas de focales, que ha demostrado gran efectividad y seguridad en pacientes con curvatura peneana y disfunción eréctil, la farmacoterapia intracavernosa o en casos más radicales, las bombas de vacío.

Sistema inmune más débil

 

A través de varios estudios, se ha comprobado que las personas que mantienen relaciones sexuales frecuentes, producen niveles «significativamente más altos» de inmunoglobulina A, el anticuerpo más importante (presente en las secreciones corporales). 

 

Los bajos niveles de dicho anticuerpo, producen un mayor riesgo de contraer gripes o infecciones virales, entre otros problemas. 

Gracias a la liberación de endorfinas y otros neurotransmisores que intervienen durante el sexo, las relaciones sexuales frecuentes mejoran el sistema inmunológico y preparan al cuerpo para combatir enfermedades, según lo indica un estudio denominado Sex Hormones Determine Immune Response, publicado en la revista médica Frontiers in Immunology.

Baja autoestima

 

No eyacular en mucho tiempo puede ser peligroso para nuestra autoestima. Desde luego no a nivel fisiológico, pero sí emocional.

 

La falta de relaciones sexuales puede hacernos sentir que no somos atractivos, apreciados o dignos de recibir amor y placer. 

 

Además, el sexo activa los neurotransmisores del bienestar en nuestro cerebro. La falta de intimidad con otro ser humano, puede hacer que bajen nuestros niveles de serotonina y oxitocina, lo que nos hará sentir deprimidos.

 

Afirma la sexóloga clínica y ginecóloga del Departamento de Gineco-Sexo-Estética de Halitus Instituto Médico, Beatriz Literat: “sentirse validado, seguro, comprendido y el hecho de tener la posibilidad de poder brindar lo mismo a un compañero (a través de la experiencia sexual) genera un estado de enorme bienestar.” Este es uno de los grandes beneficios del sexo: la elevación de la autoestima.

 

Hipertensión del epidídimo

También conocida como epididimaria o “síndrome de las bolas azules”. Este último es el término coloquial para describir el dolor en los testículos cuando la excitación sexual no culmina en la eyaculación. 

Cabe aclarar que las llamadas “bolas azules” -inflamadas- pueden ser incómodas, pero el malestar es pasajero. No representan ningún peligro para la salud general del hombre ni para su pene.

Los síntomas pueden ser dolor, inflamación, sensación de pesadez y un leve color azulado por la sangre que llena los genitales para producir la erección. 

Hipertensión del epidídimo es el nombre correcto para describir la congestión de la próstata y la vasocongestión de los testículos por retención de líquido linfático y sangre que aumenta cuando el hombre se excita. Al mismo tiempo, los músculos se tensan con fuerza y se contraen. Durante la erección, el tamaño de los testículos puede aumentar hasta un 50%.

Si el hombre logra eyacular, los músculos volverán a relajarse y la sangre que ha llenado los órganos genitales, saldrá para volver a la etapa de reposo. Pero cuando no logra concluirse este proceso, es decir, si la persona permanece excitada por mucho tiempo sin terminar el coito o masturbación, los testículos duelen. 

Pero no te preocupes, nadie muere de eso. El dolor y el color azul desaparecerán cuando la erección baje sola o logres eyacular.

Acné e Insomnio

Las relaciones sexuales producen progesterona, una hormona que ayuda a mantener la piel limpia.  

 

Explica Ana Molina, dermatóloga del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid): “cuando tenemos relaciones sexuales se secretan hormonas como la serotonina y la dopamina que producen felicidad, placer y relajación, lo que disminuye los niveles de estrés, y por lo tanto, de cortisol. Sabemos que éste es uno de los factores que influye en el envejecimiento de la piel, así como la falta de sueño. Podríamos afirmar de forma indirecta que las relaciones sexuales tienen un impacto positivo en la salud de la piel a corto y largo plazo”, 

Por su parte, la dermatóloga Mar Llamas Velasco, afirma que la actividad sexual frecuente ayuda a regular los niveles de testosterona y de estrógenos, lo cual tiene un efecto positivo en la hidratación, elasticidad y capacidad de reparación de la piel. 

 

Además, “tras el orgasmo, se liberan hormonas como la vasopresina, la oxitocina, la norepinefrina, la prolactina o la serotonina que pueden favorecer el sueño. Un mejor descanso y una mejor calidad de la piel contribuyen positivamente a disminuir la aparición de ojeras y arrugas”, concluye Llamas.

Disminución del apetito sexual

Cuando dejas de hacer algo por mucho tiempo, deja de hacerte falta. 

Los expertos en salud sexual masculina afirman que, a mayor frecuencia de relaciones sexuales, más se incrementa el deseo sexual; y por el contrario, una abstinencia larga, tiende a disminuir la libido. 

 

Durante el sexo, el cerebro produce endorfinas, uno de los muchos neurotransmisores del bienestar y la felicidad. Las personas que practican relaciones sexuales frecuentemente, se habitúan a este nivel de químicos en el sistema nervioso. Esa sensación de extremo placer está presente y, por lo tanto, queremos repetirlo. 

 

Pero cuando alguien pasa mucho tiempo sin contacto sexual, esa sensación se pierde, el cuerpo lo olvida. La libido va desapareciendo poco a poco o se canaliza en otras direcciones. 

Conclusiones

El buen sexo es, además de un indicador de salud, una forma de manifestar afecto hacia el otro, de fortalecer la autoestima, de relajarse, de conectarse con la pareja, disminuir el estrés y hasta de mantener una buena condición física.

Es por esto que no eyacular en mucho tiempo puede ser peligroso no sólo para el organismo, sino para el corazón, en el sentido más romántico de la palabra.

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¡Hasta pronto!


Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, epidemiólogo, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.

 

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