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¿Es aconsejable tener sexo después de un infarto? Tiempos y recomendaciones médicas

Después de sufrir un infarto, el paciente puede tener muchas dudas y temores acerca de su vida sexual. No debe existir vergüenza de preguntar al médico. El sexo es un pilar fundamental en las relaciones de pareja y el bienestar general de una persona. Estos miedos y ansiedades se explican por la creencia de que las relaciones sexuales suponen un gran esfuerzo físico. Está demostrado que el gasto de energía durante el acto sexual, es equivalente a subir dos pisos de escaleras, así que podemos afirmar que el esfuerzo físico para practicar sexo es moderado. ¿Es recomendable tener sexo después de un infarto? Claro que es recomendable, seguro e incluso, puede ayudar a la recuperación total, si se siguen los tiempos y recomendaciones médicas. ¡Continúa leyendo lo que sigue porque te va a interesar, sin dudas!

Antecedentes

Un infarto llega sin aviso, aunque cabe aclarar que sí pueden existir señales previas, pero las personas desconocen estos síntomas o no los asocian a un próximo ataque al corazón.

  • Debilidad y fatiga.
  • Dolor en el pecho.
  • Latidos cardíacos fuertes o irregulares.
  • Tos al estar acostado.
  • Inflamación en las piernas, tobillos y pies.
  • Dificultad para respirar (sobre todo al hacer ejercicio).
  • Mareos o desmayos.
  • Distensión en el abdomen por acumulación de líquido.

Pero hay un síntoma en particular que no debe pasar inadvertido: problemas de erección. No es una regla, pero sí es bastante factible que un hombre con dificultad para alcanzar o mantener la erección, sea propenso a un infarto. La razón es que la disfunción eréctil en la mayoría de los casos, puede ser un síntoma de enfermedades no detectadas como diabetes, hipertensión, aterosclerosis o cardiopatías, todas ellas asociadas a problemas circulatorios. Al no haber un flujo sanguíneo adecuado, la función eréctil también se ve afectada.

Los factores de riesgo son muy conocidos: tabaquismo, colesterol alto (debido al consumo excesivo de grasas saturadas, sal o alcohol), diabetes o hipertensión. También pueden considerarse los antecedentes familiares o condiciones genéticas, tejidos dañados por ataques al corazón previos, frecuencia cardíaca acelerada, defectos en la válvula cardíaca, trastornos metabólicos como obesidad o tiroides, falta de vitaminas y minerales esenciales (vitamina B-1), alcoholismo (aún después de haber dejado de beber muchos años antes), uso de drogas como cocaína, anfetaminas o esteroides anabólicos, fármacos quimioterapéuticos y radiación por cáncer, infecciones que hayan dañado el corazón o desórdenes en el tejido conectivo y en la acumulación de proteínas anormales.

Es indispensable que, al presentar problemas de erección, se acuda inmediatamente al médico, así como realizar todos los exámenes pertinentes. Si la causa de la disfunción eréctil fuese un problema cardiovascular (lo que ocurre en la mayoría de los casos), es necesario derivar al paciente a un cardiólogo o angiólogo.

Sexo después de un infarto

El infarto al miocardio tiene una tasa de supervivencia superior a 60%. El pronóstico dependerá de la cantidad de tejido cardiaco dañado. El mejor escenario es que la zona afectada sea pequeña y que no se altere el funcionamiento eléctrico del corazón. Superar un infarto y llevar una vida más o menos normal después del episodio, es posible si se recibe atención médica a tiempo, se sigue el tratamiento indicado por el médico y se realizan cambios significativos en el estilo de vida. Con esto no nos referimos a quedarse quieto sin hacer nada. ¡Es todo lo contrario! Una persona a la que se le da una segunda oportunidad de vivir, tiene que hacerlo mucho mejor. Si no se cuidó en el pasado, este aviso debe producir un cambio radical de hábitos y una nueva forma de ver la vida. El sexo es una parte importantísima que se puede y debe disfrutar, tanto o más intensamente que antes.

Un hombre que ha sobrevivido a un ataque cardíaco, deberá pasar por un periodo de recuperación antes de retomar su vida normal. Si los problemas de erección estaban presentes antes del infarto y no se buscó tratamiento, habrá que consultar con un uroandrólogo para que, a partir de la historia clínica con la que ya se cuenta, se determinen las causas y se ofrezcan alternativas.  

También es probable que, aun cuando el paciente no tuviera ninguna señal de disfunción eréctil antes del infarto, la llegue a tener después debido a los medicamentos y al estado psicológico causado por un evento tan fuerte. Si es así, no hay de qué preocuparse, se tomarán las medidas necesarias para devolver la función eréctil, una vez que se esté totalmente recuperado. Sin embargo, es importante que sea un experto en salud sexual masculina quien ayude a la persona en la convalecencia sexual. Muchas veces el médico internista o el cardiólogo, priorizan la salud del corazón antes que la vida sexual, y si el paciente no pregunta, los problemas de erección podrían volverse permanentes.

 No está de más advertir que, bajo ninguna circunstancia, sin excepción, el hombre debe automedicarse o tomar suplementos “naturales” para el desempeño sexual por su cuenta. Muchos de estos productos contienen ingredientes desconocidos que pueden interferir con los medicamentos para el corazón o que provoquen graves consecuencias a nivel cardiaco, tal es el caso de la maca, ginseng, ginkgo biloba, yumbina o L-Arginina, entre otros. Únicamente los médicos -cardiólogo y uroandrólogo- pueden indicar al paciente el tratamiento más adecuado para él.

Una vez dicho esto, respondamos a la pregunta, ¿es recomendable tener sexo después de un infarto?

Después de un ataque al corazón, es posible reanudar la actividad sexual cuando el paciente se sienta listo y una vez que el médico le dé el alta. ¿Cuánto tiempo? No olvidemos que cada paciente es diferente y que el nivel de gravedad del infarto, determinará la duración de la recuperación. Una guía para saber si se está listo para volver a tener relaciones sexuales después de un infarto, es ir incorporando actividades gradualmente, de forma leve a moderada: subir y bajar escaleras, caminar, volver al trabajo, hacer ejercicio -moderado- o manejar sin temor a que algo le suceda. 

Seguramente el médico indicará hasta dónde es seguro someterse a ciertos esfuerzos físicos o estrés. Esto último es muy importante, ya que el episodio habrá dejado secuelas emocionales como depresión, miedo, ansiedad o inseguridad. La terapia psicológica debería incluirse en el tratamiento post-infarto, para que el individuo pueda superar totalmente estos temores y le sea más fácil retomar su vida normal.

Habla con tu médico y haz la prueba: ¿puedes realizar una caminata enérgica sin tener síntomas de angina de pecho (dolor)? ¿Puedes subir dos tramos de escaleras sin sentir que se acelera el corazón o falta el aire? ¡Pues adelante! Estás listo para volver a disfrutar los placeres del sexo.

Un electrocardiograma será la guía perfecta para conocer el estado del corazón y seguir adelante.

En el caso de una angioplastia (una cirugía para restaurar el flujo de sangre en arterias bloqueadas o estrechas) o una operación a corazón abierto, el paciente debe esperar algunas semanas a que sanen las incisiones. 

¿Me puedo morir durante el acto sexual?

Este es uno de los miedos más grandes de un hombre que ha tenido un infarto. Tal vez esté viendo demasiadas películas. Para su tranquilidad, diremos que los casos de fallecimiento durante el acto sexual, tienen un porcentaje bajísimo; son casos muy aislados en los que el factor principal de la muerte, no es tanto el esfuerzo físico, sino otras causas como estrés o la falta de seguimiento al tratamiento posterior al ataque.

Tiempos y recomendaciones médicas para volver a tener relaciones sexuales después de un infarto.

Al igual que cualquier otra parte del cuerpo, el corazón debe pasar por un periodo de rehabilitación después de sufrir un traumatismo. Según la Fundación Española del Corazón, los programas de rehabilitación cardiovascular se estructuran en tres fases:

 

  • Primera fase: el tiempo que el paciente permanece en el hospital.
  • Segunda fase: comienza tras recibir el alta y es cuando el paciente se integra activamente en un programa multidisciplinario que incluye “entrenamiento físico supervisado, actuaciones psicológicas, consejos sobre alimentación, control de factores de riesgo, programa educativo y optimización del tratamiento farmacológico.”
  • Tercera fase: comienza con el alta de la anterior pero no termina, ya que el paciente deberá continuar practicando durante el resto de su vida todas las recomendaciones que ha recibido, entre ellas, no fumar, hacer ejercicio y llevar una dieta adecuada.

Posterior a estas tres fases, el paciente deberá monitorear periódicamente el desempeño de su corazón a través de chequeos médicos.

Las personas que han tenido un ataque al corazón, pueden sentir temor de que volver demasiado pronto a tener sexo, repercuta negativamente sobre su salud.

Para responder a esta cuestión, un equipo de científicos de la Universidad de Tel Aviv (Israel), llevó a cabo un estudio publicado en European Journal on Preventive Cardiology, en septiembre 2020 titulado: “Resumption of sexual activity after acute myocardial infarction and long-term survival” que analiza cómo influye la vuelta a la actividad sexual en la probabilidad de morir en los 20 años posteriores al infarto. Se trató de un estudio observacional en el que se recabaron los datos de 495 personas que tuvieron un infarto entre 1992 y 1993, cuando contaban menos de 65 años de edad. Se siguió a los pacientes durante más de 20 años.

Cada uno de estos participantes respondió a una serie de preguntas sobre su actividad sexual, tanto en el año previo a su ataque al corazón como entre 3 y 6 meses después. A los 22 años del infarto, habían muerto 211 participantes (43%). Las causas eran muy diversas y no todas relacionadas con enfermedades cardíacas. 

Se comprobó que aquellos que mantuvieron o aumentaron la frecuencia de su actividad sexual en los seis meses posteriores al infarto, se relacionaban con una mortalidad 35% más baja que la de quienes se abstuvieron o redujeron mucho sus encuentros.

La teoría que se desprende de estudios como éste, además de la experiencia de los médicos con pacientes cardíacos, es que la actividad física -como las relaciones sexuales- favorece la circulación de la sangre; si a esto sumamos menores niveles de estrés, una vida más plena y feliz y cuidados médicos regulares, podemos afirmar que el sexo no sólo es posible después de sufrir un infarto, sino que ayuda a una mejor y más pronta recuperación de la salud en general.

Consejos para reactivar la vida sexual

Además de hacerlo de manera gradual, los médicos especialistas en salud sexual masculina recomiendan:

  • Se puede empezar con expresiones íntimas “ligeras” para el corazón, como besos y caricias. Dicen por ahí, “si se te antoja, no te hace daño”. Exceptuando todas aquellas comidas y bebidas que estarán prohibidas después de un ataque cardíaco, lo demás se puede ir realizando sin temor a provocar otro problema de salud que ponga en riesgo la vida. El cuerpo avisa.
  • Habla con tu pareja acerca de tus preocupaciones y sentimientos. Ella puede tener las mismas inquietudes que tú. También pregúntale a tu médico ¡sin pena! Nadie te va a juzgar por querer tener una vida completa y feliz.
  • Elige un momento en el que te sientas relajado, contento y cómodo, en un lugar donde no haya interrupciones o sobresaltos. Será como vivir otra “primera vez”.
  • Espera de 1 a 3 horas después de haber ingerido alimentos, para hacer la digestión.
  • La ansiedad (de ella o tuya) puede ser un obstáculo para la excitación y el desempeño sexual. No hay por qué tener miedo, si ya tienes la aprobación de tu médico y es algo que has hecho toda la vida.
  • Si detectas alguna señal inusual durante el encuentro sexual como dolor el pecho, palpitaciones rápidas o falta de aire, detente, descansa y llama a emergencias. Esto es más una medida de prevención. Pero si estos síntomas no desaparecen después de unos minutos (5, a lo mucho) y después de haber tomado una dosis de nitroglicerina o el medicamento indicado, llama a una ambulancia o que te lleven al hospital de inmediato. No te preocupes, es muy poco probable que ocurra por tener sexo.
  • Informa a tu médico sobre todo lo que sientas, especialmente si son síntomas de dolor de pecho durante las relaciones sexuales.

Consideraciones finales

En resumen, es recomendable tener sexo después de un infarto, siempre y cuando se haga de forma paulatina y siguiendo al pie de la letra los tiempos y recomendaciones médicas.

Hazlo con la guía de un especialista en la materia. El cuerpo mismo indicará cuándo se siente preparado para volver a la acción, después de un periodo de entrenamiento físico y emocional. Disciplinas como el yoga pueden ayudar mucho a controlar la respiración, recuperar la elasticidad y encontrar nuevamente el equilibrio interno. 

Es muy probable que la función sexual reaparezca por sí sola si los factores que causaron el infarto -todos ellos relacionados con la circulación sanguínea- están siendo controlados. Pide a tu médico que, de ser posible, te prescriba medicamentos que no interfieran con la función sexual. Pero si fuera el caso, hay alternativas de tratamiento para los problemas de erección muy seguros y eficaces para recuperar tu vida sexual después de un infarto.

 

¡Hasta la próxima entrada!

 

Artículo validado por el Dr. Jesse Jarrod Jimenez, Médico Especialista en Cirugía General, Urología, Andrología y Medicina Sexual de Boston Medical Group en México, Monterrey. 

 

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