Hiperplasia de próstata

La próstata es una glándula que se encuentra en los hombres justo debajo de la vejiga, está junto con las vesículas seminales produce gran parte del líquido que forma el semen en el hombre.

Existen afecciones que alteran el normal funcionamiento de esta glándula y una de ellas es la hiperplasia de próstata. A continuación, conocerás todo lo relacionado con la hiperplasia de próstata: causas, síntomas, diagnóstico y cómo tratarla.

¡Te invitamos a que continúes con la lectura de este artículo!

¿Qué es la hiperplasia de próstata?

La hiperplasia de la próstata se conoce como un aumento de tamaño en la misma, esto se presenta con frecuencia a medida que los hombres aumentan en edad. Este incremento proporcional de la próstata puede ocasionar la aparición de síntomas urinarios molestos, incluso problemas de las vías urinarias, vejiga y riñón y disfunciones sexuales.

Causas de la hiperplasia de próstata

Las causas capaces de provocar hiperplasia de próstata aún no están claras, sin embargo, se piensa que se puede presentar por disminución de los niveles de testosterona o envejecimiento.

Síntomas de hiperplasia de próstata

La hiperplasia de próstata se hace evidente a través de los siguientes síntomas:

Necesidad de orinar frecuentemente y con urgencia.
Aumento de la frecuencia urinaria por la noche.
Dificultad para comenzar a orinar.
Incapacidad para vaciar completamente la vejiga.
Goteo después de orinar.
Dolor después de eyacular u orinar.
Infección urinaria.
Sangre en la orina.

Factores de riesgo de la hiperplasia de próstata

El agrandamiento de la glándula prostática es generado por algunos factores de riesgo entre los que se encuentran:

Envejecimiento: un tercio de los hombres a partir de los 60 años de edad presentan síntomas de moderados a intensos de la hiperplasia de próstata.

Antecedentes familiares: un pariente de sangre como un padre o un hermano con problemas de próstata significa que a la larga tienes el riesgo de padecer de esta afección.

Diabetes y enfermedad cardíaca: estas enfermedades pueden aumentar el riesgo de padecer hiperplasia de próstata.

Estilo de vida: la obesidad aumenta el riesgo de padecer hiperplasia prostática.

¿Cómo se hace el diagnóstico de hiperplasia de próstata?

El diagnóstico de la hiperplasia de próstata lo hará el médico especialista en Urología por medio de:

Tacto rectal: el médico se encargará de realizar este tacto para verificar tamaño y consistencia de la próstata.

Análisis de orina: este es solicitado para descartar una infección urinaria u otras alteraciones que pueden ocasionar síntomas similares.

Exámenes de sangre para solicitar el Antígeno prostático específico: el antígeno prostático específico es una sustancia que se produce en la próstata; cuando esta sustancia aumenta, indica un agrandamiento de la próstata.

El médico complementará estos exámenes con otras pruebas adicionales como la de flujo urinario y el examen de orina residual posterior al vaciado.

También se puede solicitar:

Ecografía prostática.
Biopsia de próstata.
Estudios urodinámicos y de presión de flujo.
Cistoscopia.

Tratamiento de la hiperplasia de próstata

Cuando los síntomas son leves, no se necesita tratamiento; el médico recomendará observar la aparición de síntomas que indiquen la presencia de esta afección y el control periódico con la consulta médica regular para evitar que esta afección empeore.

Medicamentos: los más frecuentemente utilizados para relajar el cuello de la vejiga y al mismo tiempo reducen la tensión de la uretra son:

Tamsulosina.
Terazosina.
Doxazosina.
Alfuzosina.
Silodosina.

Existen medicamentos que son indicados en casos de próstatas muy grandes como:

Finasteride.
Dutasterida.

Cirugía: cuando los medicamentos no son efectivos se recurre a la cirugía, esta ofrece un mayor alivio de los síntomas pero puede causar complicaciones, el procedimiento más utilizado es la resección transuretral de próstata (RTUP). Este lo realiza el médico especialista en Urología, consiste en pasar un endoscopio (tubo para observar) a través de la uretra, además de un instrumento quirúrgico que se usa para extirpar parte de la próstata.

Tratamientos mínimamente invasivos: existen otros tratamientos quirúrgicos alternativos que ofrecen alivio de los síntomas, aunque son menos rápidos que la resección transuretral de próstata. Sin embargo, el riesgo de complicaciones con estos procedimientos es menor. Estos procedimientos se llevan a cabo por medio de instrumentos insertados en la uretra y se encargan de destruir el tejido prostático con:

Una aguja, lo que se conoce como ablación transuretral con aguja.
Calor termoterapia transuretral por microondas o hipertermia
Ondas de radiofrecuencia (vaporización por radiofrecuencia).
Electrovaporización transuretral.
Terapia con láser.

Conclusiones

Después de hacer esta revisión, se puede concluir que la hiperplasia de próstata es un padecimiento benigno no canceroso que se presenta en los hombres de edad avanzada, este puede causar dificultad para la micción.

Esta afección se acompaña de una serie de síntomas característicos como aumento de tamaño en el mencionado órgano, dificultad para la micción presentando disminución del volumen y de la fuerza urinaria además de aumentar la frecuencia durante la noche.

Afortunadamente, la hiperplasia de próstata tiene tratamiento que va desde la toma de medicamentos hasta la realización de procedimientos quirúrgicos como la resección transuretral de próstata o de otros mínimamente invasivos con menos riesgos de complicaciones.

Si padeces de hiperplasia de próstata acude con un médico experto en salud sexual masculina, él hará el diagnóstico e indicará el tratamiento a seguir según la sintomatología que presentes.

Esperamos que este artículo te ayude a esclarecer tus dudas al igual que a comprender un poco más del tema, nos volvemos a encontrar en el próximo artículo.

¡Hasta pronto!

Artículo validado por el Dr. Jesse Jarrod Jimenez, Médico Especialista en Cirugía General, Urología, Andrología y Medicina Sexual de Boston Medical Group en México, Monterrey.