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Vigorizante sexual: los suplementos naturales, ¿pueden mejorar las relaciones sexuales?

Un vigorizante sexual es un suplemento alimenticio que se utiliza para potenciar el rendimiento en las relaciones sexuales. Puede ser consumido por hombres y mujeres, aunque la mayoría son varones con problemas de erección o baja de deseo sexual. Los componentes de estos potenciadores son básicamente extractos de plantas a las que se atribuyen propiedades afrodisíacas. Los suplementos naturales ¿pueden mejorar las relaciones sexuales? Expertos en salud sexual masculina, explican qué es un vigorizante sexual y si realmente son una alternativa de tratamiento para la disfunción eréctil o el desempeño masculino.

¡Comencemos con el desarrollo del día!

¿Qué es un vigorizante sexual?

Desde bebidas energizantes hasta pastillas negras o doradas, pasando por ungüentos, tés, super alimentos o ingredientes exóticos como el buche de totoaba, huevos de tortuga, aleta de tiburón o cuerno de rinoceronte. Todo se ha usado con tal de tener mejores erecciones y durar más en la cama.

Un vigorizante sexual o potenciadores sexuales son usados por hombres de todo el mundo con la esperanza de combatir los problemas de erección, prolongar las relaciones sexuales (eyaculación precoz), tener mayor cantidad de semen o incluso, aumentar el tamaño del pene. 

A decir de los fabricantes y distribuidores, sus ingredientes favorecen las relaciones íntimas, avivan el deseo y devuelven la vitalidad perdida por el envejecimiento o los malos hábitos de vida. Muchos de estos productos prometen mejorar el rendimiento físico o incrementar los niveles de testosterona. Su publicidad, en la cual se invierten millones de dólares al año, puede parecer muy convincente. Pero, ¿puede un suplemento natural, mejorar las relaciones sexuales o curar la disfunción eréctil?

Maca, ginseng, gingko biloba, zinc, L-Arginina y vitaminas del grupo B, figuran entre los vigorizantes sexuales más comunes. Si bien algunos de ellos han sido investigados por científicos, la mayoría basa su fama en costumbres ancestrales o tendencias alimentarias como el veganismo, los superfoods o las dietas de los famosos. Habrás oído hablar de la dieta cetogénica o keto que siguió la cantante Adele.

Los vigorizantes sexuales son tan antiguos como la humanidad. El sexo mueve al mundo y como sabemos, la sexualidad es un pilar fundamental de las relaciones de pareja y de la salud. Una vida sexual activa y satisfactoria es indicador de buen estado físico, nos proporciona felicidad, equilibrio y eleva la autoestima. 

Cuando el desempeño sexual se altera por una disfunción del organismo o problemas psicológicos, todos los otros aspectos de la vida cotidiana resultan afectados. Por eso es tan importante para el ser humano, encontrar caminos para una vida sexual más plena.

Sexualidad

La sexualidad podría definirse médicamente como “el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológico-afectivas que caracterizan a cada sexo. Asimismo, es el conjunto de conductas y prácticas que el hombre realiza en la búsqueda del placer sexual.” (EcuRed). Esta definición, si bien es acertada en parte, podría limitar la sexualidad humana a un mero instinto. Pero el sexo es mucho más complejo que la necesidad de placer o de reproducción.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sexualidad humana es

“un aspecto central del ser humano presente a lo largo de su vida. Abarca el sexo, las identidades y los roles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas y relaciones interpersonales, aunque no todas ellas se manifiestan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales.”

Es por eso que en cada cultura, cada país y en cada persona, el sexo se vive de formas tan diversas, pero todas con un factor común: la sensación de placer físico más intenso conocido por el ser humano.

Podríamos decir que la sexualidad humana se compone de cuatro características: el erotismo, la vinculación afectiva, la reproducción y el sexo genético (masculino o femenino). 

Para fines de este artículo sobre vigorizantes sexuales, nos centraremos en el erotismo, que es la capacidad de sentir placer a través de la respuesta sexual (deseo, excitación, meseta y orgasmo). 

¿Por qué los hombres se obsesionan con el desempeño sexual? ¿No saben cómo encontrar más placer sin recurrir a suplementos? 

La alta demanda de potenciadores sexuales, ¿significa que los problemas de salud sexual masculina van en aumento? 

La disfunción eréctil afecta al 53% de los varones adultos con una media de edad entre los 50 y 70 años. La eyaculación precoz se presenta en 1 de cada 3 hombres y la baja de deseo ocurre más frecuentemente en adultos que rebasan los 50, aunque existen casos de hombres jóvenes con niveles bajos de testosterona o con padecimientos psicológicos como depresión o ansiedad.

Las causas de estas patologías pueden ser físicas o psicológicas y cada vez existe más información acerca de tratamientos médicos efectivos para superarlas. A pesar de esto, aún son muchos los hombres que no aceptan sus problemas sexuales y mucho menos acuden a un especialista para diagnóstico y tratamiento. 

Medicamentos vs. vigorizantes sexuales

¿Quién no está familiarizado con el nombre Viagra? La pastilla azul abrió el camino para hablar de disfunción eréctil en medios masivos. Sin embargo, pocos saben cómo funcionan éste y otros fármacos vasodilatadores. Su acción consiste en incrementar los niveles de óxido nítrico en el cuerpo para que los músculos y vasos sanguíneos del pene se relajen y así, el flujo sanguíneo aumente hasta lograr la erección. Cabe aclarar que los medicamentos orales para disfunción eréctil no funcionan si no existe estimulación sexual. 

En México por ejemplo, desde 2013 (cuando se liberó la patente de Viagra),existen más de 30 versiones genéricas de sildenafilo, principio activo de la pastilla azul. Según informa la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), a partir de que salió a la venta este genérico, los precios se redujeron notablemente, lo que aumentó el consumo incluso en el sector de salud pública, que invierte hasta 65 millones de pesos anuales para la adquisición de este medicamento, mientras en el privado, las compras son por 723 millones de pesos.

Con ese tamaño de mercado: alrededor de 40 mil dosis diarias recetadas por médicos para tratar la disfunción eréctil. ¿Cómo no iba a aprovecharse esta enorme oportunidad? 

Los distribuidores de suplementos naturales para el desempeño sexual, encontraron camino libre para comercializar productos de venta sin receta, que no implican un diagnóstico previo y lo mejor, sin efectos secundarios.

Si bien los fármacos vasodilatadores son aceptablemente seguros, los efectos secundarios como dolor de cabeza, mareos, sofocos, dolor de espalda, sensación de congestión, posible enrojecimiento de la piel o incluso desmayos, son la principal causa de abandono. Productos como la pastilla negra, Prinex o Penirium, entre muchos otros, han echado mano de esta desventaja para crear un mercado de suplementos que prometen los mismos resultados sin haber sido probados en ensayos clínicos.

Los vigorizantes sexuales naturales han surgido como una alternativa para recuperar la vida sexual “sin consecuencias”, muchas veces sin regulación sanitaria y disponibles sólo al presionar una tecla. El mercado negro de fármacos o la venta libre de suplementos, representa la ilusión de solucionar los problemas de erección y otras disfunciones para los hombres que sienten vergüenza de hablar con la pareja, con el médico, de llegar a surtir la receta en una farmacia o que esperan un tratamiento fácil, rápido y “barato” -estos productos son todo menos económicos-.

De la misma forma que buscamos una pastilla mágica que nos baje de peso sin hacer ejercicio o una crema que elimine las arrugas en una sola aplicación, los potenciadores naturales prometen ayudar a aumentar el vigor sexual, tener un miembro más grande o experimentar un mayor placer con la supuesta garantía de magníficos resultados y cero consecuencias.

Vigorizante sexual: los suplementos naturales, ¿pueden mejorar las relaciones sexuales? 

Los expertos en salud sexual masculina, consideran las disfunciones sexuales un problema serio, no sólo por las afectaciones emocionales que sufren sus pacientes, sino porque las causas fisiológicas son graves y si no se atienden de forma integral, la vida de la persona está en juego.

La diabetes mellitus, por ejemplo, es una de las enfermedades de mayor incidencia en México y una de las causas más frecuentes de disfunción eréctil, junto con los padecimientos cardiacos, hipertensión, sobrepeso y enfermedades circulatorias. Todas ellas ligadas entre sí. El sistema de salud estima que entre 50% y 76% de los pacientes de diabetes, presentan problemas de erección.

Si la “solución” a esta condición tan delicada de salud es un vigorizante sexual, el hombre puede morir de diabetes, de un accidente cerebrovascular o una falla cardiaca que nunca se le detectó. La mayoría de las veces, la disfunción eréctil no es una enfermedad, es el síntoma de otra patología más grave.

¿Entendemos ahora la importancia de este tema? Los vigorizantes sexuales no son malos per se, pero además de derramar un presupuesto considerable en algo que no le servirá, el paciente pierde un tiempo valiosísimo para su recuperación con ayuda profesional y un tratamiento efectivo indicado por un médico. 

Hay muchas alternativas para tratar las disfunciones sexuales o simplemente, encontrar más placer. La terapia de ondas de choque es una opción muy segura  para pacientes con erecciones débiles, disfunción eréctil severa, curvatura peneana o como medio de prevención. También se puede contar con asesoría sexológica, si lo que se busca son nuevas formas de placer o renovar la relación de pareja. La terapia sexológica puede ayudar mucho a los hombres que se sienten deprimidos, estresados o con baja autoestima.

Tratamientos hay, lo que no existe es la voluntad de trabajar, de ser disciplinado y de modificar conductas que nos impiden disfrutar del sexo en toda su plenitud.

Suplementos sexuales que sí funcionan como vigorizante sexual

En el entendido de que los suplementos naturales son sólo un complemento a un tratamiento integral, no la solución en sí, vale la pena mencionar un ingrediente natural que sí se ha investigado científicamente y puede ser una alternativa, siempre y cuando esté indicado por un médico calificado.

La L-Arginina es un aminoácido que forma parte de las proteínas en el organismo y está asociado a muchas de las funciones de las glándulas endócrinas. Está involucrada también en la síntesis del ADN y la creatina (ácido orgánico nitrogenado propio de los músculos y células nerviosas). La L-Arginina es un extraordinario librador de óxido nítrico. Esta es la clave para comprender por qué puede ser una alternativa para tratar la disfunción eréctil. 

Es un vasodilatador natural utilizado desde hace tiempo para tratar trastornos cardiovasculares y se está investigando a profundidad como un auxiliar en el tratamiento de la disfunción eréctil. El cuerpo produce de forma natural la cantidad necesaria de L-Arginina. También la consumimos en alimentos como la carne roja, el pescado, pollo, cereales integrales, lácteos, huevo, leguminosas y todas las fuentes de proteína animal y vegetal. Como suplemento alimenticio, se comercializa en cápsulas, polvo o ungüentos. Sin embargo, en algunas personas puede provocar síntomas como diarrea, náuseas, dolor abdominal, reacciones alérgicas, hinchazón, gota o inflamación de las vías respiratorias, lo que resulta riesgoso para personas con asma. Tampoco es recomendable administrar a pacientes que hayan sufrido un ataque cardíaco o alguna enfermedad viral como herpes, ya que en dosis altas, puede reactivar el virus y las lesiones.

En combinación con ciertos medicamentos, la L-Arginina puede producir efectos adversos. Antes de agregarla a algún tratamiento a manera de suplemento, es conveniente consultar con el médico.

Conclusiones

El sexo es vida y más allá del placer físico, es un vehículo muy importante para la vinculación afectiva; nos permite establecer relaciones interpersonales significativas. 

Según la OMS, la salud sexual

es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.”

Los suplementos naturales pueden mejorar las relaciones sexuales al funcionar como un placebo o como parte de una dieta sana, rutina de actividad física, control de peso y abandono de adiciones como el tabaco y el alcohol. El hábito hace al monje, reza el refrán. En este caso, los hábitos de vida sanos, hacen buenos amantes. Un vigorizante sexual no es necesario si tenemos una buena salud física y mental.

Recuerda que puedes realizar el test online y gratuito sobre disfunción eréctil disponible en este espacio. 

¡Hasta la próxima entrada!

Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.

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