La terapia de ondas de choque es la alternativa a los medicamentos para disfunción eréctil

Basada en el hecho de que las ondas de choque promueven la neovascularización, se llegó a la hipótesis de que esta terapia podría ser útil para hombres con disfunción eréctil de origen vascular. 

El factor vascular desempeña un papel muy importante como causa de la disfunción eréctil. De hecho, esta patología comparte casi todos los factores de riesgo con la enfermedad arterial coronaria: hipertensión, hipercolesterolemia, hiperlipidemia, diabetes mellitus, tabaquismo o arteriosclerosis. 

En la Segunda Conferencia de Consenso de Princeton (New Jersey, EEUU. Año 2000), se informó que la disfunción eréctil es síntoma de enfermedad vascular no detectada. Por lo tanto, un hombre con disfunción eréctil, aun cuando no presente síntomas cardíacos, debe someterse a una revisión médica para descartar (o confirmar, en el peor de los casos) enfermedades cardíacas o vasculares. Los estudios han demostrado que una proporción significativa de los pacientes con enfermedad coronaria presentan disfunción eréctil. La gravedad de la misma está relacionada con la extensión de la enfermedad coronaria. Esto posiblemente se deba a que la arteriosclerosis y la disfunción endotelial son afecciones generales que afectan tanto a las arterias coronarias como a las del pene.

Sobre esta base y con la experiencia probada con los medicamentos vasodilatadores como el Viagra, se determinó que la terapia de ondas de choque era una alternativa viable para expandir los vasos sanguíneos del pene y lograr así, erecciones más potentes y duraderas.

Hoy sabemos que las ondas de presión emitidas en la terapia de ondas de choque, son capaces de crear microrrupturas capilares en los tejidos. Así, el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF por sus siglas en inglés) o la proteína morfogenética ósea (que estimula las células del tejido conectivo perivascular), entre otros factores de crecimientos en el organismo, se incrementa lo suficiente para regenerar tejidos y vasos sanguíneos. Es así como las arteriolas se reconstruyen y los nuevos vasos sanguíneos mejoran el suministro de oxígeno y sangre en la zona donde se apliquen las ondas de choque, en este caso, el pene. 

El doctor José Benitez explica que “a partir de 5 o 6 ciclos consecutivos de terapia de ondas de choque, se logra una gran mejoría y magníficos resultados en disfunción eréctil, ya que las ondas de baja frecuencia mejoran la vascularización en los cuerpos cavernosos del pene, afectados por dificultades en la circulación. Las ondas consiguen un caudal sanguíneo mayor para lograr la erección”.

La alternativa a la cirugía para la enfermedad de Peyronie

De la misma forma que la terapia de ondas de choque evita la cirugía en pacientes con lesiones musculares, los médicos de Boston Medical Group eligieron esta forma de fisioterapia para tratar a hombres que padecen curvatura peneana.

La curvatura en el pene o enfermedad de Peyronie, es resultado de microtraumatismos a nivel del pene causados por golpes bruscos en las relaciones sexuales, por actividades deportivas o por causas congénitas. Durante la erección, el pene se curva de forma dolorosa debido a la formación anormal de tejido fibroso, una cicatriz en los tejidos estructurales del miembro viril. Ese tejido cicatricial o nódulos (quistes benignos, no cancerosos) provocan que las erecciones se tornen curvas y dolorosas.

La enfermedad de Peyronie podría definirse como una fibroesclerosis del pene causada por microtraumas de la capa fibrosa que envuelve a los cuerpos cavernosos, concretamente en la túnica albugínea. Con el tiempo, esas lesiones se convierten en placas de calcio que reducen la elasticidad, producen inflamación y en algunos casos, acortamiento del pene.  

Hasta hace algunos años, se planteaba como única alternativa la cirugía. Sin embargo, la fibrosis puede empeorar al causar un nuevo traumatismo (la cirugía), especialmente si el paciente no tiene buena cicatrización. 

La terapia de ondas de choque es una alternativa tecnológica para tratar la curvatura peneana, aunque no han demostrado una gran efectividad en reducir el tamaño de la cicatriz o de la curvatura, pueden colaborar en evitar la progresión de la enfermedad durante su fase aguda o activa, además ayudan al disminuir notablemente el dolor y lograr que las erecciones sean más firmes, actuando sobre las placas fibrosas y el tejido eréctil.

Ya dijimos cómo es que las ondas de choque promueven la neovascularización. Además, este tratamiento de alta tecnología intenta la disolución de placas calcificadas gracias a su acción bioquímica que reblandece los nódulos de calcio y posteriormente son eliminados por el sistema linfático.

 Por otra parte, el dolor producido por la tensión del tejido en la erección, disminuye significativamente. ¿Cómo? 

Los nódulos palpables en bandas tensas de las fibras musculares y sarcómeros, se contraen con mucha fuerza. El sarcómero es la unidad anatómica y funcional del músculo estirado regulada por la intervención nerviosa y la participación del calcio (Wikipedia). La acumulación de calcio irrita las terminaciones nerviosas sensoriales, provocando aún mayor contracción. La energía emitida por las ondas de choque, desbloquea las acumulaciones de calcio. Al mismo tiempo, promueve la producción de colágeno que devuelve la elasticidad y acelera la autocuración del tejido.

Tipos de ondas de choque

Existen dos tipos diferenciados de ondas de choque: focales y no focales. 

• Las primeras se propagan dentro del tejido, concentrando el máximo de energía en un punto focal, es decir, tienen un campo de acción focalizado. Se pueden producir por inducción electromagnética, piezoeléctrica, entre otros. Este tipo de energía crea una fuerza eléctrica que a su vez genera ondas. Las ondas son propulsadas con fuerza hasta penetrar profundamente en los tejidos y producir efectos a nivel celular o incluso la destrucción de algunos tipos de cálculos. Una característica importante es que se producen a través de la electricidad. Pueden ser de diferentes niveles de energía, las de alta energía se aplican en tratamientos más agresivos como la desintegración de cálculos renales y pancreáticos; las de baja energía se utilizan para la regeneración de tejidos. 

• Las ondas radiales, se producen por medios neumáticos (aire comprimido). Estas ondas no se utilizan para atacar un punto concreto, sino zonas más amplias, pues no se focalizan. El objetivo es reactivar la creación de tejido y mejorar la circulación sanguínea. El manejo del dolor es una de las funciones más exitosas de este tipo de ondas. 

Son muy utilizadas para estimular la recuperación muscular (fisioterapia y medicina deportiva). La disfunción eréctil es otro de los campos en los que las terapias de choque tienen mayor éxito. La mala circulación sanguínea es una de las razones por las que no se produce o no se puede mantener una erección. Las ondas de choque reactivan la circulación e incluso ayudan a la creación de nuevos vasos sanguíneos. Gracias a este tratamiento, los cuerpos cavernosos del pene recibirán y mantendrán suficiente sangre como para que se produzca una erección duradera. 

En el caso de la enfermedad de Peyronie, también se emplea la terapia de ondas de choque. La curvatura del pene es producida por la formación de una placa en los cuerpos cavernosos. Se pierde la elasticidad en la zona y durante la erección se produce dolor. Si el ángulo es superior a los 30º, se imposibilita la relación sexual con penetración. 

Consideraciones finales

• Las ondas de choque activan la regeneración de los tejidos ayudando a evitar la progresión de la placa y a recuperar la elasticidad en la zona. 
• La aplicación de ondas de choque para tratar disfunciones sexuales es no invasiva. La sensación es apenas perceptible, no genera molestias, no requiere anestesia, sedación o periodo de recuperación, por lo que después de recibir su sesión de terapia, el paciente puede regresar a sus actividades normales. 
• La terapia de ondas de choque es una tecnología de punta al servicio de la salud sexual del hombre. Pero a pesar de presentar tantas ventajas, si las ondas no se aplican en el lugar adecuado o con la intensidad exacta, pueden no tener el efecto deseado.
• Es por eso que este tipo de tratamiento sólo debe ser indicado por un médico después de una revisión exhaustiva del estado de salud y a partir de las causas de la disfunción eréctil (únicamente aplica en casos de origen vascular).
• Es importante señalar que si la disfunción eréctil se asocia a enfermedades como tabaquismo, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, diabetes y/o sobrepeso, deben abordarse también estos padecimientos. La terapia de ondas de choque actuará sólo de forma local. Si la enfermedad que dio origen a los problemas de erección no se controla, tampoco lo hará la disfunción eréctil.
• Las ondas de choque tampoco funcionan en casos de disfunción eréctil neurológica u hormonal.
• Con estas excepciones, la terapia de ondas de choque es la alternativa a los medicamentos para disfunción eréctil y una de las formas menos invasivas para tratar la enfermedad de Peyronie.
• Como parte de un tratamiento integral que incluya asesoría sexológica y un buen control de la enfermedad subyacente, muchos pacientes tratados en Boston Medical Group han vuelto a disfrutar de relaciones sexuales completas y satisfactorias.

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¡Nos reencontramos en la próxima entrada!

Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.