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Falta de deseo en los hombres. ¿Cómo recuperarlo?

Los hombres estamos condicionados a responder siempre a la estimulación sexual. Es difícil creer que un hombre no tenga ganas. La falta de deseo afecta tanto al sexo masculino como al femenino, aunque las causas pueden ser diferentes. La falta de deseo sexual en hombres, ¿es normal? ¿Cómo recuperarlo? Te lo decimos en este artículo con información proporcionada por expertos.

 

La falta de deseo sexual

La falta de deseo sexual se conoce médicamente como deseo sexual hipoactivo o disminución de la libido y se define como un bajo o nulo interés en las relaciones sexuales. Quien lo padece, tiene dificultad o es incapaz de responder a los estímulos que solían provocar deseo.

 

La falta de deseo rara vez se debe a una sola causa, normalmente es una combinación de factores físicos (disfunciones sexuales), psicológicos y/o sociales. 

Según los expertos de Boston Medical Group, la falta de deseo sexual puede ocurrir:

  • De forma general: cuando se carece de interés sexual hacia cualquier persona.
  • Con la pareja: cuando se pierde el interés únicamente por esa persona. 

La falta de deseo sexual también puede ser:

  • Primaria: cuando nunca se ha sentido. Estos son casos raros, pero existen si hay algún problema hormonal, de desarrollo o de salud mental.
  • Secundaria: cuando el deseo sexual ha sido normal y desaparece en algún momento de la vida.

La socióloga, sexóloga y terapeuta de parejas Delfina Mieville (Madrid, España) opina que “tener sexo es un mandato masculino muy fuerte, de modo que parece que la pérdida de erección es un gran problema, porque se espera una erección visible del hombre. Las mujeres, al contrario y de forma general, no han sido educadas en el sexo.”

A pesar de que hoy en día existe una mayor apertura para hablar de disfunciones sexuales, el hombre sigue sintiéndose temeroso de que se cuestione su virilidad por no sentir deseo. 

 

Esto puede deberse a que las mujeres ahora son más demandantes y no tienen problema en tomar la iniciativa. Por otro lado, a los varones se les ha educado en una sexualidad genital, enfocada en su pene, por eso se espera que éste responda de manera automática. 

 

El deseo es la “antesala” de la práctica sexual, no el coito en sí. Es un proceso mental, no fisiológico, donde las fantasías son el detonador de la excitación. Cuando un hombre deja de pensar en sexo o de tener fantasías sexuales, debe sentirse presionado, desconcertado, o bien, puede considerarlo algo transitorio, una etapa que pasará en cuanto baje el estrés o el cansancio.

Y tal vez sea así en algunos casos, pero vale la pena observar algunos síntomas que ayudarán a diferenciar si se trata de una disfunción que requiera atención profesional.

Síntomas de falta de deseo sexual

  • Apatía ante la idea de tener relaciones sexuales.
  • Desinterés por toda conducta sexual (masturbación, fantasías sexuales, material erótico, percepción del atractivo en personas que podrían ser compañeros sexuales, etc.).
  • Imposibilidad para alcanzar la erección (no siempre).

¿Por qué un hombre deja de sentir deseo?

El deseo sexual está estrechamente ligado a procesos psicológicos. El manejo poco asertivo de la afectividad y las emociones, repercuten de forma negativa en la vida sexual.

 

El deseo sexual se experimenta porque lo asociamos a experiencias de placer vividas con anterioridad, y ese recuerdo es un estimulante para experiencias sucesivas.

 

Si no existen experiencias sexuales placenteras previas o éstas son negativas, pueden resultar en una inhibición del deseo.

Las causas de inapetencia sexual pueden ser orgánicas, psicológicas o una combinación de ambas

Entre las orgánicas se pueden mencionar:

  • Alteraciones hormonales y problemas neuroendocrinos.
  • Uso de algunos medicamentos.
  • Enfermedades metabólicas o crónicas.
  • Tratamientos de enfermedades como cáncer o insuficiencia renal, por ejemplo.
  • Consumo de sustancias (alcohol o drogas).
  • Envejecimiento (andropausia).
  • Malos hábitos alimenticios.

Entre los factores psicológicos más comunes, están:

  • Problemas de pareja (falta de atracción, conflictos, rutina).
  • Disfunciones sexuales masculinas, como disfunción eréctil, eyaculación precoz o enfermedad de Peyronie. 
  • Trastornos del estado de ánimo como ansiedad o depresión.
  • Estrés.
  • Cansancio.
  • Miedo a no satisfacer a la pareja.
  • Vida sexual poco satisfactoria.
  • Monotonía.
  • Baja autoestima.
  • Ideas negativas sobre el sexo.
  • Miedo a un embarazo no deseado.
  • Experiencias sexuales traumáticas del pasado.

También es un hecho que el deseo cambia con el tiempo. No es lo mismo una pareja en etapa inicial de enamoramiento, que una con muchos años de convivencia. Tampoco podemos esperar que un hombre mayor de 60 años, sienta el mismo impulso sexual que uno de 20, aunque hay sus excepciones.

El tipo de prácticas sexuales que un hombre ha llevado en la adolescencia, no serán las mismas que en la adultez, cuando sus circunstancias de vida han cambiado.

 

Si bien las relaciones tienden a volverse más estables, también se tornan monótonas. Pocas cosas despiertan tanto el deseo como la novedad.

 

Cuando el deseo disminuye, especialmente de forma general, es necesario buscar ayuda profesional. El diagnóstico clínico es indispensable para determinar las causas y encontrar soluciones.

 

El sexo es una parte fundamental del equilibrio humano. Privarse del placer sexual, tarde o temprano, disminuirá nuestra calidad de vida.

 

¿Cómo recuperar el deseo sexual?

A diferencia de las mujeres, la falta de deseo en los hombres no es un problema que pueda solucionarse sólo con terapia de reemplazo hormonal.

La testosterona, hormona masculina responsable de la función y la respuesta sexual, nunca desaparece del todo, como los estrógenos en las mujeres. Además, los efectos secundarios son muy fuertes. Por eso los urólogos no lo consideran una opción de tratamiento, mucho menos un “rejuvenecedor”.

La primera opción, una vez descartadas las causas fisiológicas, es la asesoría sexológica.

La falta de deseo en los hombres, en la mayoría de los casos, se debe a factores psicológicos, que deben ser tratados por especialistas en la materia.

Los fármacos pueden ser un complemento del tratamiento, y si fuese la causa, el médico podría ofrecer, ya sea un cambio en la medicación o ajuste en la dosis. Pero sólo el proveedor de salud sexual es el indicado para hacerlo, nunca el mismo paciente.

Los especialistas en salud sexual masculina, brindan algunas recomendaciones para reactivar el deseo sexual.

  • Consulta a tu médico

Partir de un diagnóstico es el primer paso para la recuperación del deseo. Si las causas de inapetencia sexual son físicas, se debe revisar el estado de salud general del paciente, realizar análisis clínicos que incluyan perfil hormonal, hábitos de vida, toma de medicamentos o sustancias tóxicas, tratamientos médicos a los que ha sido sometido, estado de las emociones, si existe alguna otra disfunción sexual paralela y prácticas sexuales, entre otros datos.

Con base en esta información, el uroandrólogo indicará cuál es la mejor solución para el paciente. Recordemos que cada caso es único y, por lo tanto, el tratamiento debe ser personalizado. 

También será necesaria la intervención de otros profesionales, además del urólogo. La falta de deseo siempre conlleva alteración de las emociones y muy probablemente, conflictos de pareja. Por lo que el psicoterapeuta y/o sexólogo, son los indicados para atender estos aspectos.

  • Medicamentos

Existen fármacos que restauran la producción hormonal y que contribuyen a recuperar el apetito sexual. 

También los antidepresivos pueden ayudar, si la causa de la inapetencia sexual fueran depresión, ansiedad o algún otro trastorno mental. Es importante saber que los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina -los antidepresivos más comunes- tienen como efecto secundario, precisamente la disminución del deseo; por lo que el médico tratante deberá considerar algún otro medicamento que no interfiera con el apetito sexual.

Es indispensable que sea un médico quien recete cualquier tipo de fármaco. Tómalo en cuenta.

  • Terapia psicológica

Si las causas son de origen emocional, lo más indicado es la terapia con un experto. Está demostrado que el apoyo psicológico y sexológico, es sumamente efectivo para un alto porcentaje de pacientes. 

En la medida de lo posible, se recomienda la participación de la pareja, si ambos lo desean y es positivo para la recuperación. 

  • Comunicación con la pareja

Como ya explicamos, en ocasiones la pareja puede ser la causa de la falta de interés sexual; en otras, puede ser el mejor aliado para encontrar una solución. En ambos casos, la comunicación abierta y la disposición a entender, pueden ser el mejor camino hacia la cura. 

Cabe aclarar que no es la pareja -ambas personas-, quienes encontrarán la solución. El diálogo es importante para obtener información, apoyo y dar el primer paso. Sin embargo, no debe esperarse que con sólo hablar, los problemas se solucionen. 

La terapia tanto individual como de pareja es necesaria, además de las técnicas que pueden aprender con el terapeuta sexual.

  • Hábitos sanos

Una alimentación sana es clave para recuperar los niveles hormonales y mejorar la circulación sanguínea. Las grasas saturadas y otros alimentos con alto contenido de colesterol, obstruye las arterias e impiden la correcta irrigación hacia el pene. 

Cuidar lo que comemos puede hacer la gran diferencia. No nos referimos a consumir alimentos afrodisíacos, pero sí saludables. Incluir en la dieta omegas, proteínas de buena calidad y bajas en grasa, frutos secos, vegetales y frutas, mantendrá el organismo en buen estado y la libido en niveles altos.

También se debe incorporar el ejercicio a la vida diaria. La actividad física estimula la producción de testosterona y de los neurotransmisores que despiertan el apetito sexual.

El descanso adecuado ayuda a que la falta de deseo sexual se vuelva crónica. El cansancio físico o las horas de sueño insuficientes, son causa directa de la baja en la libido. 

  • Controla el estrés

Es muy común que el estrés elevado afecte el deseo. Actividades como el yoga y la meditación pueden ayudar. Tomar vacaciones, practicar un pasatiempo y atender los motivos de preocupación, son excelentes formas de liberar la tensión acumulada.

El sexo también es un magnífico relajante, siempre y cuando no te genera ansiedad. Una vez superada la falta de deseo, trata de mantener actividad sexual con frecuencia y dale variedad a tus encuentros sexuales. Verás cómo te sientes más tranquilo y feliz.

Consideraciones finales

El sexo y la buena comunicación, son la mejor forma de fortalecer los vínculos afectivos con la pareja. 

La falta de deseo en los hombres no siempre es algo pasajero, no te conformes con una vida sexual poco satisfactoria. Trabaja en equipo con tu médico y tu pareja. Juntos, encontrarán la manera de recuperar el deseo, sea cual sea la causa.

Si necesitas ayuda no dudes en solicitar asesoría experta en el tema, podemos ayudarte con mucho gusto, haz clic aquí

¡Hasta pronto!

 

Artículo validado por el Dr. Jesse Jarrod Jimenez, Médico Especialista en Cirugía General, Urología, Andrología y Medicina Sexual de Boston Medical Group en México, Monterrey. 

 

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