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Tipos de eyaculación masculina. Las disfunciones eyaculatorias, ¿tienen solución?

No todos eyaculamos igual. Existen disfunciones eyaculatorias que pueden solucionarse o no, dependiendo del problema. La eyaculación masculina suele asociarse al orgasmo, aunque como ya hemos explicado en otros artículos, se trata de mecanismos diferentes. La eyaculación es un proceso fisiológico. 

 

Sin embargo, no todos los problemas de eyaculación se deben a causas físicas. En este artículo te explicaremos los diferentes tipos de eyaculación masculina y si las disfunciones eyaculatorias, tienen solución. ¡Continúa leyendo!

 

El aparato genital masculino

De acuerdo con el portal ELSEVIER, “el aparato genital masculino consta, básicamente, de un sistema secretor (testículos, vesículas seminales, próstata y glándulas uretrales) que se encargan de formar el eyaculado, y de un sistema excretor (vía seminal), que se encarga de expulsarlo adecuadamente.”

 

El semen se produce en los testículos. Por encima de estos, a nivel interno, existe una estructura llamada epidídimo, que recibe los espermatozoides inmaduros de las glándulas y los almacena ahí por varios días. Cuando el hombre eyacula, el semen es expulsado desde una extremidad del epidídimo hacia el llamado conducto deferente. 

 

El semen se desplaza a través de este conducto hacia el cordón espermático, ubicado en la cavidad pélvica, detrás de la vejiga. Allí se une con la vesícula seminal para formar el conducto eyaculatorio, el cual atraviesa la próstata y se vacía por la uretra. Los movimientos musculares rítmicos que ocurren en el orgasmo, impulsan el esperma hacia afuera.

 

Esto es lo que pasa cuando el hombre eyacula normalmente.

 

Pero, ¿qué pasa si la salida del semen es poco abundante o nula, si no hay eyaculación a pesar de experimentar el orgasmo o si se eyacula de inmediato al menor estímulo? Estos son trastornos de la eyaculación masculina o disfunciones eyaculatorias.

 

¿Qué son las disfunciones eyaculatorias?

 

Los trastornos de la eyaculación son uno de los motivos más frecuentes de consulta en las clínicas de urología especializadas en salud sexual masculina, como Boston Medical Group. Todo aquello que afecte la forma en que el hombre eyacula, se considera una alteración de la eyaculación.

 

Además de su alta prevalencia, las disfunciones eyaculatorias derivan siempre en afectaciones psicológicas y la calidad de vida de quienes la padecen, así como de sus parejas, no sólo por la insatisfacción que producen a ambas personas, sino porque también son causa de infertilidad

 

Al ser multicausal, las disfunciones eyaculatorias necesitan ser abordadas de manera integral, es decir, atendiendo tanto los aspectos físicos como biopsicosociales del trastorno. Para esto es indispensable partir de un diagnóstico clínico, tanto para descartar causas físicas, como para explicar al paciente que no hay nada malo en él, así como para ofrecer soluciones farmacológicas y terapéuticas que puedan ayudar a resolver el problema, aun cuando éste se deba a factores emocionales o a un aprendizaje inadecuado de las prácticas sexuales.

 

Uroandrólogo, psicólogo y sexólogo han de trabajar en conjunto. El abordaje multidisciplinario permitirá al paciente contar con mayores oportunidades de recuperación.

 

Tipos de eyaculación masculina

 

Para los hombres, la eyaculación es el punto climático de una relación sexual. Para la pareja, es el indicador de que su compañero ha llegado al orgasmo y, por lo tanto, está satisfecho. 

 

Cuando no se eyacula de forma normal, las consecuencias pueden ir desde la insatisfacción hasta la imposibilidad de procrear.

 

Según el artículo “Trastornos de la eyaculación” de la Revista Médica Clínica Las Condes, (Chile) las disfunciones eyaculatorias podrían clasificarse:

 

Según su duración: 

  • Eyaculación precoz
  • Eyaculación retardada

 

Según la forma o volumen: 

  • Eyaculación retrógrada
  • Aneyaculación 
  • Hipoespermia
  • Eyaculación babeante

 

Según la sensación: 

  • Eyaculación dolorosa
  • Eyaculación insensible o anhedonia eyaculatoria

 

En cuanto a la etiología, los trastornos eyaculatorios también podrían dividirse por causas neurológicas (neuropatías por enfermedades periféricas como diabetes o el uso de algunos fármacos, entre otras); causas anatómicas (enfermedad, tratamiento o cirugía prostática, uretral), malformaciones congénitas o causas psicógenas como temor al desempeño, trastornos de personalidad, condicionamientos educativos creencias religiosas y/o culturales, ansiedad o problemas de pareja, entre otras.

 

Para efectos de este artículo, nos enfocaremos en las más comunes.

 

Eyaculación precoz

Los expertos de Boston Medical Group aportan datos reveladores:

  • Uno de cada tres hombres de entre 26 y 45 años, padece eyaculación precoz
  • Sólo el 25% de hombres con eyaculación precoz primaria (presente a lo largo de la vida del paciente) acude a un médico experto. 
  • Una vez solucionada, la eyaculación precoz casi nunca vuelve a presentarse.

La eyaculación precoz se define como la eyaculación sin control; ocurre antes de desearlo con una mínima estimulación sexual. Se considera un problema cuando esto pasa de forma regular, en la mayoría de los encuentros sexuales.

 

Los principales síntomas son:

  • Incapacidad para controlar la eyaculación.
  • Ocurre antes o inmediatamente después de la penetración (entre uno y dos minutos).
  • Se eyacula con un mínimo de estimulación sexual.
  • Se eyacula antes de desearlo o de haber satisfecho a la pareja.

 

Algunas de sus causas:

 

  • Hipersensibilidad en el glande. Sensaciones físicas muy intensas en la cabeza del pene, lo que provoca la eyaculación al menor contacto.


Ansiedad. La tensión que puede producir el miedo a fallar, hace que el hombre eyacule antes de tiempo.

 

  • Aprendizaje defectuoso. Este es un hábito difícil de cambiar cuando el hombre se acostumbró a apresurar el orgasmo desde el inicio de su vida sexual. El control eyaculatorio se aprende con la práctica.


  • Disfunción eréctil. Ambas disfunciones pueden estar muy relacionadas. Ante el temor de perder la erección, el hombre apresura el momento del clímax. 

 

Tratamiento para la eyaculación precoz

 

Sea cual sea la causa del problema, la terapia integral, que combina fármacos con ejercicios para aprender a retardar el momento de la eyaculación y la terapia sexológica, logran resultados muy positivos.

 

  • Fármacos. Normalmente, se recurre a inhibidores selectivos de la serotonina (antidepresivos) durante cada encuentro sexual para combatir el síntoma.
  • Anestésicos. Su función es adormecer el glande para reducir la hipersensibilidad. Aunque son efectivos durante las relaciones sexuales, tienen algunos efectos secundarios no tan convenientes, como perder la sensación de placer. 
  • Terapia sexológica. Consiste en frecuentes sesiones con un terapeuta experto en el tema, que ayude al paciente a descubrir las causas psicológicas de su padecimiento y tratarlas. 
  • Ejercicios. El objetivo es aprender a controlar el cuerpo y la mente y con ello, el tiempo en que se eyacula. Algunos de estos ejercicios pueden practicarse en solitario y otros, requieren de la participación de la pareja:
  • Ejercicios de Kegel. Consiste en lograr el fortalecimiento y control de los músculos pubocoxígeos. Con la práctica constante, el hombre aprende a manejar la contracción y la relajación, evitando voluntariamente el reflejo de eyacular demasiado rápido. 
  • Masturbación. A través de la técnica de parada y arranque, el paciente aprende a reconocer las sensaciones que suceden en su cuerpo durante las relaciones sexuales y así, dominarlas.
  • Ejercicios en pareja. Se practican durante la penetración. La misma técnica de parada y arranque, se aplica en pareja durante la penetración. El sexólogo explica estas técnicas en el consultorio para que el paciente las practique en su espacio privado y en el momento de mayor relajación.
  • Técnicas de respiración. Ayudan a detenerse un momento y concentrarse en las sensaciones del cuerpo para retomar una vez pasado el impulso de eyacular.

 

Eyaculación retrógrada

 

El semen, en lugar de ser expulsado al exterior por la uretra, se desvía hacia la vejiga para después ser desechado junto con la orina.

 

En la eyaculación retrógrada, el hombre no ve alterada su capacidad de tener una erección ni de llegar al orgasmo, aunque la cantidad de semen que expulsa es muy poca o nula. Por eso también se le llama orgasmo seco

 

La eyaculación retrógrada no representa un problema para quien la padece, salvo que esté buscando procrear, ya que es causa de infertilidad masculina. El hombre con eyaculación retrógrada sí produce espermatozoides y semen, pero la fecundación se imposibilita.

 

Causas de la eyaculación retrógrada

 

Se debe al mal funcionamiento o la falta de tono en el músculo del cuello vesical, un músculo que se encuentra en la entrada de la vejiga y funciona como una “compuerta” que cierra el esfínter al momento de la eyaculación para que la orina no salga junto con el semen.

 

Hay casos en los que el músculo vesical no se tensa adecuadamente y la vejiga no se cierra durante la eyaculación, esto puede ocurrir por:

 

  • Cirugías: en la próstata, el cuello vesical o en los ganglios linfáticos de la zona por cáncer de testículo.
  • Lesiones en los nervios en pacientes con Parkinson, esclerosis múltiple, diabetes o con lesiones de la médula espinal.
  • Algunos medicamentos para la hipertensión, depresión o próstata agrandada, pueden afectar el tono muscular en la zona de la vejiga.
  • Prostatectomía (extirpación de la próstata), cistectomía (extirpación de la vejiga) -ambas por cáncer- y radioterapia en el área de la pelvis para tratar esta enfermedad.

 

El diagnóstico se obtiene a partir de datos clínicos del paciente: la forma en que eyacula, si ha padecido cáncer, diabetes, hipertensión, si está tomando medicamentos y cuáles, si le han realizado cirugías o ha sido sometido a terapia para tratar el cáncer; un examen físico del pene, los testículos y el recto; además de análisis de orina para detectar la presencia de semen y espermatozoides.

 

Desafortunadamente, ésta es de las pocas disfunciones eyaculatorias para las que no existe tratamiento. Sin embargo, es poco común que un hombre en edad reproductiva deba someterse a intervenciones como una operación en el músculo vesical, la vejiga o la próstata. Pero, si fuera el caso, antes de la cirugía se debe consultar al médico sobre este riesgo y buscar la manera de preservar el semen o recurrir a técnicas de reproducción asistida.

 

Aneyaculación

 

Existe una disfunción que se puede confundir con la eyaculación retrógrada, es la aneyaculación o ausencia de eyaculación.  


En promedio, un hombre tarda una media de entre 5 y 15 minutos para llegar al orgasmo y eyacular. Si después de ese tiempo o más, el orgasmo no llega, es probable que se abandone la relación sexual por agotamiento. Si esto pasa reiteradas veces, se considera aneyaculación.

 

Causas de la aneyaculación

 

En la mayoría de los casos, se debe a factores emocionales o psicológicos como la falta de excitación por estimulación poco asertiva, falta de atracción hacia la pareja o conflictos en la relación, exceso de masturbación, adicción a la pornografía, ansiedad o altos niveles de estrés, algún evento traumático del pasado o incluso creencias religiosas.

 

La aneyaculación también tiene causas físicas: obstrucción de los conductos seminales, medicamentos para tratar padecimientos psiquiátricos, baja de testosterona, exceso de drogas o alcohol, afectaciones en el sistema nervioso (médula espinal o a nivel cerebral), diabetes mellitus o daños concretos en la zona pélvica y conductos del pene.

 

A diferencia de la eyaculación retrógrada, en la aneyaculación no existe eyaculación ni orgasmo; éste no se alcanza, aunque sí haya erección.

 

La asesoría sexológica y psicoterapia, deben ser la base para el tratamiento de esta disfunción eyaculatoria que, como ya vimos, está estrechamente ligada a problemas emocionales.

 

En el caso especial de pacientes parapléjicos, la eyaculación se puede inducir con el uso de estimuladores especiales en la zona del pene con el fin de obtener semen para fines reproductivos. El éxito de esta intervención es variable y la sensación de orgasmo está ausente aunque la eyaculación sea exitosa.

 

Eyaculación retardada

 

Es cuando el hombre necesita una estimulación sexual exagerada para poder eyacular. Es una condición difícil de diagnosticar, ya que el tiempo necesario para eyacular y el estímulo, son subjetivos. 

 

Para el diagnóstico, deben identificarse enfermedades neurológicas o con repercusiones de este tipo, además de factores psicológicos. 

 

El tratamiento dependerá de poder identificar la o las causas. La terapia psicológica y la asesoría del sexólogo, son primordiales.

 

Estos son los tipos de eyaculación masculina más comunes y las posibles soluciones para las disfunciones eyaculatorias.

 

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¡Muchas gracias por tu lectura!

 

Artículo validado por el Dr. Jesse Jarrod Jimenez, Médico Especialista en Cirugía General, Urología, Andrología y Medicina Sexual de Boston Medical Group en México, Monterrey. 

 

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