La eyaculación precoz es la disfunción sexual masculina más frecuente. Pero existen otros problemas de eyaculación que, al no ser tan comunes, pueden ser más difíciles de identificar: eyaculación retrógrada, eyaculación retardada o eyaculación dolorosa. ¿Tienes problemas a la hora de eyacular? En este artículo encontrarás la información médica que buscas sobre la eyaculación masculina, sus trastornos y cómo tratarlos.
¡Comencemos!
Problemas a la hora de eyacular
Los problemas de eyaculación masculina afectan la vida de un hombre no sólo en el plano sexual, sino también a nivel de la autoestima y en su relación de pareja.
Si tienes problemas a la hora de eyacular, no te angusties, en la mayoría de los casos, hay soluciones. Sin embargo, será difícil que puedas encontrarlas por ti mismo. Es necesaria la asesoría de un profesional en salud sexual masculina, llámese urólogo o sexólogo, que te explique cuáles son tus alternativas.
Empecemos por explicar cómo ocurre la eyaculación a nivel fisiológico. Se trata de un proceso asociado al orgasmo, pero distinto a éste.
El orgasmo es una sensación de placer extrema que se da a nivel cerebral. Cuando un hombre llega al clímax a través de la relación sexual o la masturbación, se producen contracciones en los músculos del suelo pélvico que provocan la expulsión del semen por la uretra, es decir, la eyaculación, en la cual interviene sólo el aparato reproductor.
La eyaculación consta de dos fases sucesivas e ininterrumpidas:
- Emisión o acumulación del semen. En esta fase, el esperma pasa desde los testículos hasta la próstata para mezclarse con el líquido seminal y transformarse en semen. Posteriormente, el semen sale de la próstata y viaja a la uretra. Todo esto ocurre en unos cuantos segundos y, si el hombre no presenta ningún problema de eyaculación, experimentará una sensación de urgencia eyaculatoria. Es ese instante que identificamos como “me voy a venir”.
- Expulsión. Ocurre por la contracción de los músculos del perineo y la pelvis (orgasmo). El primer chorro de semen es expulsado con fuerza -a una velocidad aproximada de 50 km/h- por la uretra, después hay otras expulsiones más lentas hasta que, finalmente, el pene vuelve a su estado de flacidez.
Cuando esto no sucede de forma normal, se habla de trastornos de la eyaculación y pueden obedecer a alteraciones en la duración, el volumen, el aspecto o la sensación de placer que es el orgasmo.
A continuación, explicaremos cuáles son los problemas de eyaculación más comunes, sus causas y posibles soluciones.
Eyaculación precoz
También llamada eyaculación prematura, es uno de los trastornos más frecuentes en la salud sexual masculina. Si bien no es propiamente un problema de salud que amenace la vida, la eyaculación precoz sí repercute de manera importante en la salud emocional de quien la padece, así como en su pareja.
Afortunadamente, hoy en día existe mucha información que permite establecer estrategias eficaces para su adecuado diagnóstico y tratamiento.
La eyaculación precoz suele confundirse con el deseo de “durar más”, pero no es lo mismo. La duración es relativa, ya que el parámetro de un hombre para saber cuánto es suficiente, es subjetivo.
El verdadero problema de la eyaculación precoz, es la falta de control. Así, la eyaculación precoz se define como la falta de control del impulso eyaculatorio.
Entre los signos más comunes de la eyaculación prematura, se encuentran:
- Eyacular sin poder evitarlo antes de desearlo.
- Eyacular ante el mínimo estímulo.
- Eyacular antes de la penetración.
- Eyacular inmediatamente (1 o 2 minutos) después de penetrar.
- Ha sido una constante a lo largo de toda la vida sexual del paciente.
- Ha ocurrido más de una vez en los últimos seis meses.
Causas de la eyaculación precoz se pueden clasificar en tres grandes grupos:
- Aprendizajes defectuosos, que son la mayoría de los casos. En la adolescencia, aprendimos a eyacular demasiado rápido y con una mínima estimulación. Si esto se vuelve un hábito, se repetirá en todos los encuentros sexuales.
- Eyaculación precoz orgánica. Ocurre por hipersensibilidad en el glande. Las sensaciones en esta parte del pene son tan intensas, que la eyaculación se produce al menor contacto, o se la relaciona con un desbalance en los neurotransmisores de nuestro cerebro, en donde se observa en estos pacientes niveles disminuidos de serotonina.
- Eyaculación precoz psicológica. Es cuando el paciente tiene demasiada ansiedad, miedo a fallar, nerviosismo ante un nuevo encuentro o bien, después de una larga abstinencia.
Clasificaciones de la eyaculación precoz
- Eyaculación precoz primaria. Ha estado presente desde la adolescencia y a lo largo de la vida del hombre, ya que nunca aprendió a controlar el reflejo eyaculatorio. También puede atribuirse a causas físicas como alteraciones de neurotransmisores a nivel cerebral, factores genéticos o físicos como hipersensibilidad en el glande o problemas psicológicos como experiencias sexuales traumáticas del pasado. Normalmente, es un trastorno que no obedece a una sola razón.
- Eyaculación precoz secundaria o adquirida. Se refiere a los hombres que sí han sido capaces de controlar la eyaculación, pero repentinamente ya no pudieron hacerlo por problemas emocionales, estrés, inactividad sexual prolongada, un alto grado de excitación o bien, por problemas de próstata u otros problemas físicos.
- Eyaculación precoz variable natural. Ocurre algunas veces, pero no siempre. El famoso “gatillazo”. Puede pasarle a cualquier hombre de acuerdo a las circunstancias, pero no necesariamente es un problema, aunque vale la pena consultar al especialista si produce incomodidad.
- Pseudo Eyaculación precoz o eyaculación precoz subjetiva. No se considera eyaculación precoz como tal, es decir, no se debe a la falta de control, sino a las expectativas. Lo que realmente ocurre es un desconocimiento de lo que es la duración “normal” (promedio) del coito. y un deseo de querer durar más de lo que hoy logra en las relaciones y un deseo de querer durar más de lo que hoy logra en las relaciones.
Un diagnóstico acertado es el primer paso para encontrar una solución. Una vez establecidas las causas, el especialista recomendará el tratamiento más adecuado.
Al igual que otras disfunciones sexuales, la eyaculación precoz debe tratarse de forma integral, complementando la intervención médica con otros tipos de terapia:
- Fármacos. Se puede recurrir a medicamentos que ayuden a calmar la ansiedad. Es muy importante que éstos estén indicados por el médico especialista. Además de reducir la ansiedad, lo que se busca es aumentar los niveles de serotonina en el sistema nervioso central, esto ayuda.
- Entrenamiento de piso pélvico. Un ejemplo de cómo hacerlo son los ejercicios de Kegel, son muy efectivos para obtener control sobre los músculos pubocoxígeos, encargados de contener la orina y la eyaculación. Mediante contracción y relajación, el paciente puede aprender a evitar el reflejo de eyacular inmediatamente ante el estímulo o la penetración.
- Técnica de masturbación en solitario y en pareja. Son ejercicios sencillos que servirán de entrenamiento para conocer y manejar mejor las sensaciones que el hombre experimenta durante el sexo. Paso a paso con la técnica de parada y arranque, el paciente aprenderá a dominar las fases que van desde la excitación hasta la eyaculación. En esta parte del tratamiento, será necesario mantener la mente abierta y de ser posible, contar con la participación de la pareja.
- Tratamiento psicológico. Un terapeuta experto en el tema guiará al paciente a descubrir las causas psicológicas de su padecimiento y tratarlas durante varias sesiones.
- Asesoría sexológica. Es un tipo de psicoterapia breve (independiente de la terapia psicológica) que se enfoca únicamente en la solución de un problema concreto, en este caso, la eyaculación precoz, en la cual los objetivos son:
- Reducir la ansiedad por el rendimiento o el temor al fracaso.
- Potenciar la eficacia del tratamiento médico trabajando sobre la confianza, la ansiedad y el enriquecimiento del erotismo en pareja.
- Mantener un buen resultado al retirar la medicación.
- Mejorar la comunicación con la pareja.
Los cambios se notan en un tiempo razonable (dependiendo de la constancia, disciplina y dedicación del paciente) tanto en el desempeño sexual como en el grado de satisfacción de la pareja.
- Terapia TENT: Uno de los tratamientos más novedosos y modernos. Se trata de una Electroestimulación Transcutánea del Nervio Tibial Posterior para generar una inhibición o modulación del reflejo eyaculatorio provocando un retraso en el inicio del mismo.
Eyaculación retrógrada
Otro de los problemas a la hora de eyacular, es la llamada eyaculación retrógrada.
Se trata de una condición en la cual se experimentan sensaciones orgásmicas, pero sin salida de semen “hacia afuera”, es decir, el semen, que debería ser expulsado por la uretra, se redirecciona hacia adentro y va a la vejiga.
En la zona pélvica, existe un conducto que transporta el semen y otro que conduce la orina. Ambos desembocan en la uretra y están unidos en forma de “Y”.
Lo que evita que se mezclen los productos de estos dos conductos es un músculo llamado músculo del cuello vesical, una especie de compuerta que se cierra durante la eyaculación para que el semen no se mezcle con la orina. Cuando ese músculo está flácido, sin suficiente tono, esa compuerta (esfínter) se abre con la presión del semen al momento de eyacular, dejando pasar el líquido seminal hacia la vejiga. No es que el camino hacia la salida esté obstruido, sino que el chorro de semen da vuelta en “u” y va a dar al depósito de la orina.
Al orinar después de las relaciones sexuales, el líquido normalmente transparente, saldrá turbio o lechoso. La presencia de espermatozoides se confirma con análisis de laboratorio.
Las causas de la eyaculación retrógrada siempre son fisiológicas:
- Cirugías en la próstata, el cuello vesical o en los ganglios linfáticos retroperitoneales por cáncer de testículo.
- Alteraciones en los nervios en pacientes con Parkinson, esclerosis múltiple, diabetes o con lesiones de la médula espinal.
- Algunos medicamentos para la hipertensión, diabetes, depresión o próstata agrandada, pueden causar hipotonía.
- Prostatectomía (extirpación de la próstata), cistectomía (extirpación de la vejiga) -ambas por cáncer- y radioterapia en el área de la pelvis para tratar esta enfermedad.
La eyaculación retrógrada no representa ningún peligro para la salud ni interfiere con la respuesta sexual o el orgasmo; las erecciones son normales y no causa infecciones o cualquier otro trastorno. Sin embargo, sí produce infertilidad, ya que los espermatozoides no llegan a los órganos reproductores de la mujer. Para procrear, será necesario recurrir a técnicas de inseminación artificial.
Es probable que un hombre con eyaculación retrógrada nunca se dé cuenta de que la tiene, a menos que tenga problemas para la fecundación, que en la masturbación no vea salir el semen o su pareja comente algo al respecto. Para salir de dudas, consulta a tu médico.
Eyaculación retardada o tardía
Es una disfunción orgásmica masculina en la cual el hombre necesita mucho tiempo de estimulación sexual (los expertos consideran una media de 20 a 30 minutos de bombeo) para poder eyacular.
Ese tiempo varía según la edad y condición del paciente, pero suele ser suficiente como para irritar a la pareja por exceso de fricción o perder las ganas.
La eyaculación retardada puede ser ocasional o permanente. Entre las causas probables están las mismas de la eyaculación retrógrada: enfermedades crónicas, cirugías o el uso de algunos medicamentos.
La eyaculación retardada se puede tratar con terapia sexual, combinando psicoterapia y asesoría sexológica, que ayudará a implementar cambios en la vida sexual para lograr una mayor sensación de disfrute y con ello, facilitar la eyaculación.
Si la causa de la eyaculación tardía son los medicamentos, pídele a tu médico que ajuste la dosis o te dé alternativas que contrarresten los efectos de los antidepresivos comunes que actúan sobre la serotonina. Nunca lo hagas por tu cuenta.
Eyaculación dolorosa
De acuerdo con información del Grupo Hospitalario Quirón Salud (España), el dolor al eyacular puede presentarse:
- Únicamente en el momento de la eyaculación y desaparecer tras la misma.
- Dolor prolongado hasta por 24 horas después de eyacular.
Es necesaria una revisión urológica urgente para indagar las causas. También será importante observar si el semen es de un color anormal o con sangre (hemospermia).
La eyaculación dolorosa puede indicar:
- Prostatitis. Además de la inflamación de la próstata, puede haber una infección. Los pacientes con diabetes son más propensos a padecer infecciones de próstata.
- Hiperplasia Benigna de Próstata. El agrandamiento benigno de la próstata puede producir sensaciones anormales por la obstrucción de la vejiga y la compresión de los conductos eyaculatorios.
- Cirugía de la próstata. El antecedente de una cirugía en la próstata puede generar dolor con la eyaculación debido al proceso de cicatrización.
- Fármacos. Es muy poco común, pero algunos antidepresivos pueden producir este efecto.
- Cirugías Pélvicas. Ya sea en los genitales o el suelo pélvico, el procedimiento puede afectar a las vesículas seminales y conductos eyaculadores con inflamación y dolor, además de alteraciones propias
- Radioterapia sobre próstata e vejiga.
- Inflamación de las vesículas seminales o calcificaciones en las mismas.
- Enfermedades de transmisión sexual (ETS) como clamidia y tricomoniasis, aunque el resto de las ETS también pueden ser causa de dolor. El médico indicará qué pruebas son necesarias para dar tratamiento.
- Alteraciones del sistema nervioso, causadas por diabetes o cirugías de columna.
El tratamiento de la eyaculación dolorosa dependerá del origen de las causas. Pueden recomendarse antibióticos, antiinflamatorios y/o descongestivos prostáticos, las ondas de choque podrian ser utiles para el manejo de algunos síndromes de dolor pelvico crónico que generan eyaculación dolorosa
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¡Nos reencontramos en la próxima entrada!
Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.
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