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La vacuna del COVID, ¿afecta al rendimiento sexual de los hombres?

Hay mucha información que desconocemos acerca de COVID-19, los medicamentos disponibles para tratarla y sobre todo, de las vacunas y sus efectos secundarios. Se dicen muchas cosas acerca de los efectos a largo plazo de la inmunización, pero existen muy pocos datos científicos que desmientan o confirmen la reacción que tendremos al cabo de unos meses de haber sido vacunados. Una de las dudas que han surgido es, la vacuna del COVID, ¿afecta al rendimiento sexual de los hombres? ¡Esto es lo que dicen los expertos!

¿Cuáles pueden ser las secuelas del COVID-19?

Aún no ha pasado el tiempo suficiente para que podamos saber con certeza qué secuelas dejará el COVID-19 en el organismo o qué efectos secundarios podremos experimentar a largo plazo con cada una de las vacunas.

Las diferencias entre una y otra son pocas; éstas radican más en la dosis, el nivel de eficacia o la edad para aplicarla. En cuanto a los efectos secundarios inmediatos posteriores a la administración, prácticamente son los mismos, aunque la intensidad puede variar de persona a persona. 

Las vacunas contra el COVID-19 pueden tener efectos secundarios leves tras la primera o la segunda dosis y hasta donde se ha podido observar, los malestares no duran más de uno o dos días. 

Estos son algunos de los efectos secundarios que se han presentado en un considerable porcentaje de la población vacunada:

  • Dolor, enrojecimiento o hinchazón en el lugar donde se administró la inyección.
  • Fiebre.
  • Fatiga.
  • Dolor de cabeza.
  • Dolor muscular.
  • Escalofríos.
  • Dolor articular.
  • Náuseas y vómitos.
  • Ganglios linfáticos inflamados.

De acuerdo con el portal de Mayo Clinic donde se hace un comparativo entre 3 de las primeras vacunas contra el COVID-19 autorizadas en el mundo – Pfizer-BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson- rara vez se han presentado efectos cardiacos después de la aplicación. 

Observemos que en esta lista no figuran los problemas de erección, disminución de la libido o alguna otra función sexual.

En el caso específico de la vacuna de Johnson & Johnson, se advierte: “Los posibles síntomas graves incluyen falta de aire al respirar, dolor de estómago persistente, dolor de cabeza persistente, visión borrosa, dolor en el pecho, hinchazón en las piernas, aparición de hematomas o de pequeños puntos rojos en la piel. En muy excepcionales ocasiones, podría presentarse el síndrome de Guillain-Barré. Se debe buscar atención médica inmediata si existe sensación de debilidad o de hormigueo, dificultad para caminar, dificultad con los movimientos de la cara, visión doble o dificultad para controlar la vejiga.”

A casi un año de las primeras aplicaciones de estas vacunas, muy pocos casos se han reportado de estas afectaciones. Apenas unos cuantos entre los millones de personas en todo el mundo que han sido vacunadas. Ningún caso reportado hasta ahora, indica que la vacuna del COVID-19, afecte el rendimiento sexual de los hombres.

Otro dato que vale la pena recordar, es que todas las vacunas disponibles contra el COVID-19 fueron aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para uso de emergencia. Esto no significa que las fórmulas no hayan cumplido con los protocolos necesarios para su aprobación y uso. 

Sabemos ya que todas las vacunas son seguras, eficaces y necesarias si queremos algún día dejar atrás esta terrible enfermedad que volteó de cabeza al mundo. Sin embargo, siguen surgiendo muchas dudas acerca de las reacciones que podrían aparecer con el tiempo, ya sea derivadas de la misma enfermedad o de la inmunización.

En septiembre pasado apareció un mensaje viral en Twitter afirmando que un hombre “se quedó impotente” en Trinidad y Tobago tras recibir la vacuna contra el coronavirus y que la inyección le provocó “que sus testículos acabarán inflamados”. La autora del tweet está muy lejos de ser una autoridad en materia científica o médica, se trata de la rapera Nicki Minaj. 

La única relevancia de esta información digna de un programa de espectáculos, es que la Srita. Minaj cuenta con más de 22 millones de seguidores y su tweet ha sido compartido 24.000 veces, además de los 145.000 ‘me gusta’. Tal fue el alcance, que las autoridades sanitarias y gubernamentales de Trinidad y Tobago y Estados Unidos, tuvieron que intervenir no sólo para señalar la irresponsabilidad de la rapera al difundir este tipo de contenido, sino para aclarar que las vacunas contra el COVID-19, de ninguna manera provocan una reacción como la descrita. No hay pruebas de que la vacuna contra el COVID-19 cause disfunción eréctil.

Al ser esta una página de contenido médico, no dedicaremos más de tres líneas a las argumentaciones de quienes deciden no vacunarse. Es sólo el pie para pasar al tema que nos interesa: la vacuna del COVID-19, ¿afecta al rendimiento sexual de los hombres?

Más allá de los argumentos que parecen sacados de una novela de ciencia ficción (que nos pondrán un chip para controlarnos y quedar bajo el domino de Pinky y Cerebro), existe la preocupación sobre los efectos negativos de “meterse algo extraño en el cuerpo”.

Partamos de una explicación simple: ¿qué son las vacunas y cómo funcionan?

Las vacunas son formulaciones preparadas a partir de toxoides, bacterias, virus atenuados, muertos o ingeniería genética y otras tecnologías, que se administran a las personas para generar inmunidad activa y duradera contra una enfermedad estimulando la producción de defensas. 

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ofrece una de las explicaciones más sencillas para quienes no son médicos: “las vacunas funcionan imitando a los virus y las bacterias que causan enfermedades, preparando al sistema inmune para reconocer y defenderse contra ellas.”

La palabra clave es anticuerpos. Nuestro sistema inmune juega el papel de defensor contra los “invasores” que se albergan y se alimentan del cuerpo. Este sistema (los famosos glóbulos blancos o leucocitos) nos permite enfrentarnos y vencer a diferentes enfermedades causadas por microorganismos (virus y/o bacterias). Cuando un virus nos infecta, el sistema inmune detecta su presencia y genera dos tipos de respuesta: por un lado, produce unas proteínas llamadas anticuerpos que se unen a las proteínas del virus para neutralizarlo y así evitar que pueda infectar a nuevas células; y por otro, estimula unas células denominadas citotóxicas, que tienen la capacidad de reconocer células infectadas por el virus y matarlas antes de que puedan liberar más virus en el organismo. 

La ciencia ha logrado identificar muchas de las proteínas que permiten que el virus infecte y se multiplique en seres humanos. En el caso del virus SARS-CoV-2, la proteína crítica se conoce como proteína S (spike o espícula). Las vacunas para combatir el COVID-19 generan una respuesta contra esta proteína, es decir, las vacunas contra COVID-19 hacen que el sistema inmunitario fabrique anticuerpos para combatir el virus de COVID-19. Estas vacunas no contienen el virus completo y, por tanto, nunca van a producir la enfermedad COVID-19 que causa este patógeno. Para tranquilidad de los antivacunas que se preocupan por que les inyecten alguna sustancia desconocida.

Si una persona vacunada se infecta después, antes de que el virus pueda multiplicarse a gran nivel para causar una enfermedad clínica grave, los anticuerpos y las células citotóxicas generados por la vacuna se unen a la proteína S del virus, bloqueando la infección y evitando la enfermedad clínica o disminuyendo potencialmente la gravedad de ésta.

La vacuna del COVID, ¿afecta al rendimiento sexual de los hombres?

Con base en lo anterior, podemos afirmar qué ni la proteína S ni los anticuerpos generados para neutralizar, tienen efecto alguno sobre los órganos sexuales.

Pero supongamos -sin conceder- que existen bastantes “quejas” o dudas al respecto como para investigar más a fondo. 

Este no es un tema que se haya ignorado o que se considere no prioritario. La salud sexual es parte fundamental en la vida de todos los seres humanos y si hay algo que pueda afectarla, desde luego se investigará al respecto.

La disfunción eréctil o la disminución de la libido derivada del COVID-19, es un tema que hoy por hoy están discutiendo médicos y expertos en salud sexual masculina en todo el mundo. 

Existen datos de disfunciones sexuales en algunos pacientes que afirman haber presentado fallas en la respuesta sexual después de haber tenido esta enfermedad. Sin embargo, los expertos coinciden en que son necesarios muchos más datos y estudios para llegar a conclusiones definitivas.

Cabe aclarar que hablamos de disfunción eréctil probablemente causada por la enfermedad o sus afectaciones en el organismo, NO DE LA VACUNA para combatirla. De esto hablaremos más adelante.

Dado que el COVID-19 es una enfermedad nueva, la evidencia con la que se cuenta es meramente anecdótica, es decir, basada en testimonios de pacientes.

Sería necesario contar con más estudios de observación. Podría ser útil estudiar a hombres con los mismos síntomas y un estado de salud similar, para averiguar si la incidencia de disfunción eréctil aumenta después de haberse contagiado de coronavirus. 

El Dr. Emmanuele Jannini, profesor de endocrinología y sexología médica en la Universidad de Roma Tor Vergata, ha escrito extensamente sobre el tema. Él afirma que “la disfunción eréctil podría ser un síntoma del “COVID prolongado” (meses después de haber contraído y superado la enfermedad). Los síntomas comunes del COVID prolongado incluyen dificultad para respirar, dolor de pecho, palpitaciones y pérdida del olfato o el gusto. El riesgo es mayor en pacientes que sufrieron de neumonía asociada al COVID-19, algo que desencadena la inflamación de los vasos sanguíneos, específicamente, las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos del cuerpo. Cuando esos vasos sanguíneos y el resto del sistema cardiovascular se dañan, pueden desencadenar disfunción eréctil.”

Insistimos en que hasta ahora no se cuenta con evidencia suficiente, pero sí puede ser un punto de partida para profundizar en las investigaciones, el hecho de que cualquier cosa que afecte la capacidad de las arterias para administrar suficiente suministro de sangre -en este caso al pene-, podría provocar disfunción eréctil.

Hasta aquí una posible explicación a los casos registrados de problemas de erección posiblemente causados por COVID-19. Pero, ¿qué hay de las vacunas?

Según información de Mayo Clinic, en Estados Unidos se han registrado algunos casos de miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) y pericarditis (inflamación del revestimiento exterior del corazón) después de la vacunación contra el COVID-19, especialmente en varones adolescentes y adultos jóvenes mayores de 16 años. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades están investigando si realmente existe alguna relación entre la vacuna y estos problemas cardíacos, pero dada la poca frecuencia de los casos, la probabilidad de que este tipo de afecciones cardíacas puedan derivar en disfunción eréctil, es sumamente baja, al menos por el momento.

Por su parte, Ranjith Ramasamy, director del Programa de Urología Reproductiva de la Facultad Miller de Medicina de la Universidad de Miami, afirmó en una entrevista reciente que él y su equipo de investigadores, han realizado pruebas en pacientes que han padecido COVID-19, algunos de ellos recuperados, otros, fallecidos a causa de las complicaciones de la enfermedad.

Las conclusiones en términos generales, son:

 

  • La enfermedad COVID-19 podría causar disfunción eréctil, dado que la infección y los procesos inflamatorios que de ésta se derivan, conllevan una reducción del suministro de sangre al pene.

Si bien los individuos estudiados son pocos y no hay aún una muestra que pueda ser representativa, todo apunta a que preservar la función eréctil y reproductiva es otra muy buena razón para vacunarse, ya que las probabilidades de padecer disfunción eréctil debido al COVID-19, es notablemente más alta que por haberse aplicado la vacuna contra el virus.

Concluye contundentemente el Dr. Ramasamy: “Una razón para la vacilación de las vacunas es la percepción entre muchos de que las inyecciones de COVID-19 podrían afectar la fertilidad masculina”. Las  investigaciones muestran lo contrario. No hay evidencia de que la vacuna dañe el sistema reproductivo de un hombre. Pero ignorar la vacuna y contraer COVID-19 muy bien podría hacerlo.

Si tienes dudas o necesitas más información acerca de las vacunas, el COVID-19 y su relación con tu desempeño sexual, consulta a los médicos expertos sobre el tema. 

Eso es todo por hoy, nos despedimos por ahora. ¡Esperamos que este artículo te haya resultado muy útil! ¡Nos reencontramos la próxima!

Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.

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