Mucho se ha escrito sobre las zonas erógenas de los hombres y cómo estimularlas para que sientan más. Como sabemos, la excitación ocurre a partir de estímulos visuales o físicos como caricias, besos, roces… Los genitales siempre se han considerado como las zonas erógenas más importantes en los hombres, pero existen otras. En este artículo tocamos nuevamente uno de los temas más buscados por hombres y mujeres en cuanto al sexo: ¿cuáles son las zonas erógenas más potentes de los hombres? ¡Te presentamos estos nuevos datos en este desarrollo!
Zonas erógenas
Descubrir nuevas zonas erógenas suena como algo imposible, pues estamos muy acostumbrados a centrarnos en los genitales del hombre. Pero si nos aventuramos a explorar y echamos mano de la creatividad, podemos encontrar puntos sensibles aún “vírgenes” en el cuerpo masculino.
El mapa del sexo es mucho más grande de lo que creemos y podemos llegar tan lejos como decidamos en el mundo del erotismo.
Lo que ellos quieren
Recordarás esa película protagonizada por Mel Gibson, en la que él puede adivinar lo que piensan las mujeres. Eso lo convierte en el mejor amante del mundo.
El estudio “Reports of intimate touch: Erogenous zones and somatosensory cortical organization” (Informes de toque íntimo: zonas erógenas y organización cortical somatosensorial) publicado por la revista científica Cortex (Elsevier), encuestó a 800 hombres y mujeres en Sudáfrica y el Reino Unido. Se les pidió calificar 41 partes del cuerpo humano en cuanto a su nivel de sensibilidad/gusto erótico.
Los resultados indicaron que las zonas erógenas preferidas por hombres y mujeres, fueron -en ese orden-: genitales, labios, orejas y cara interna de los muslos. Curiosamente, una zona ignorada pero que calificó bien, fueron los omóplatos.
La encuesta también desmiente el mito de que los pies son una zona erógena importante, así como las rodillas; ambos calificaron muy bajo. Así que el gusto de algunas personas por los pies, parece ser más una parafilia que una zona excitante. Por lo general, lo que sentimos en rodillas y pies son cosquillas, y para algunas personas, eso no es grato.
Al calificar las zonas erógenas del hombre en números del 1 al 10, la puntuación fue la siguiente:
- Pene, 9
- Boca/labios, 7.03
- Escroto, 6.50
- Muslo interno, 5.84
- Nuca, 5.65
- Pezones, 4.89
- Perineo, 4.81
- Línea del vello púbico, 4.80
- Cuello, 4.53
- Orejas, 4.30
- Pecho, 4.14
- Nalgas, 4.06
Con estas cifras tan bajas, pareciera que el sexo a los hombres no les gusta nada o muy poco, pero se trata de promedios entre los participantes.
¡A los hombres les encanta el sexo! De hecho, lo consideran una necesidad tan elemental como respirar o comer. Sin embargo, es posible que la mayoría se conforme con ser tocado en los genitales, la boca o el muslo interno. De ser así, pocas oportunidades le dan a las parejas de innovar.
De acuerdo con la respuesta sexual humana (Masters y Johnson), la fase de excitación ocurre, fisiológicamente hablando, de forma muy similar en hombres y en mujeres. Lo mismo pasa con las zonas erógenas, según el mencionado estudio.
Las diferencias encontradas son poco significativas, como el lugar que ocupan las manos y la parte posterior de las piernas, partes de la anatomía que los hombres calificaron más alto que las mujeres.
Si tomamos en cuenta otros factores que intervienen en el nivel de excitación, además de las zonas erógenas, la cosa se complica aún más. Pues el nivel de presión que se ejerce al tocar, la velocidad, el contexto, las preferencias individuales o el momento, pueden ser tan cambiantes como la misma naturaleza humana.
El sexo no es una clase de física ni hay manuales para eso. Tal vez por eso hay tantas búsquedas en internet sobre ¿cuáles son las zonas erógenas más potentes de los hombres?
Queremos encontrar cosas nuevas, aprender, tener mejor desempeño, lograr más placer. Para eso no existen fórmulas.
Como expresan los expertos en salud sexual masculina de Boston Medical Group, cada pareja es diferente y deberá encontrar sus propios detonadores, gustos y formas a través de la exploración.
Pero si estás leyendo este artículo, es que esperas encontrar algo que no sepas sobre las zonas erógenas más potentes de los hombres, hacemos hincapié en la palabra “potentes”.
No te decepcionaremos. Hablemos de esas zonas poco exploradas que pueden hacer a un hombre, reventar de placer.
Estas son las zonas erógenas más potentes de los hombres
Las nalgas ocuparon un modesto doceavo lugar en la encuesta antes mencionada. Sin embargo, son la antesala de un lugar prohibido para muchos, que puede ser dinamita pura si te atreves a ahondar -literalmente- en él: el ano.
El sexo anal es un tabú para muchos hombres heterosexuales e incluso, para varias mujeres, ya que se asocia con homosexualidad o suciedad. Pero estimular esta zona puede producir un placer inmenso, aun cuando no se llegue más adentro.
Además de una gran cantidad de terminaciones nerviosas, acariciar el ano genera expectativa. ¿Qué sigue? ¿Hasta dónde lleva esto? Ese suspenso genera mucha excitación.
Como ya lo hemos explicado en varios artículos, el ano es la entrada al punto G masculino, conocido también como punto P: la próstata.
El ano puede ser estimulado con caricias superficiales, poco a poco. Siempre asegurándose de que no resulte incómodo para ninguno de los dos. El hombre puede ir indicando hasta dónde y de qué forma.
La estimulación del ano no sólo puede hacerse con los dedos o juguetes sexuales, acordémonos que existe la lengua. El famoso “beso negro” enloquece a muchos. Por algo será.
Sobra decir que siempre se debe usar protección y lubricante, esto último en caso de hacerlo con los dedos o aparatos.
¿Has oído hablar del teabagging?
La siguiente zona erógena entre las más potentes de los hombres, son los testículos.
Esas glándulas son nada más y nada menos que el punto medular de la sexualidad masculina. Ahí se producen los espermatozoides y la hormona sexual masculina, sin la cual, no seríamos hombres: la testosterona.
Esas gónadas han sido olvidadas por las parejas, tal vez por su aspecto poco atractivo. Pero son órganos sumamente sensibles.
El teabagging se considera uno de los juegos previos más placenteros para los hombres. El nombre se asocia a la costumbre de introducir la bolsa de té en la taza, moviéndola hacia arriba y abajo para que la infusión se concentre.
El teabagging consiste en introducir los testículos en la boca de la pareja. Ella deberá succionar y acariciar con la lengua, con suavidad. No se vale morder.
Puede empezar acariciando con la mano. Posteriormente, puede usar las manos para darle placer al pene al tiempo que chupa los testículos. Dicen los que saben, que esta técnica produce sensaciones muy placenteras.
“Nies” significa “ni-es-testículo, ni-es-ano”, y se refiere al punto medio entre el escroto (bolsa que alberga los testículos) y el ano. Médicamente se llama perineo.
Pues debajo del perineo, existen músculos muy importantes para la erección. Además, este punto estratégico permite tocar de forma indirecta a la próstata.
¿Cómo estimular el “nies”?
Puedes hacerlo tú mismo (para enseñar, primero hay que aprender). Si lo haces al bañarte, el jabón te ayudará. Aprieta poco a poco con tus dedos, concéntrate en lo que sientes.
Si logras dar con la próstata, te darás cuenta de que la excitación sube al nivel de casi eyacular. Cuando llegas ahí, presiona un poco más para retrasar la eyaculación y extender el placer. Así hasta que termines.
Cuando lo hagas en pareja, ella puede acariciar la zona con las manos o la lengua, siempre ejerciendo cierta presión. Tú indícale cuánta. Al mismo tiempo tú o ella pueden estimular el pene (masturbar).
¿Quieres hacerlo más intenso? Intenten con un vibrador.
Si encuentran una postura cómoda para ambos, pídele que te practique sexo oral mientras estimula el “nies”, el perineo, en fin, como quieras decirle, pero pruébalo.
Otro tema muy tocado por Boston Medical Group -en otros artículos-, es la próstata.
Ya dimos una pista de por dónde está, sólo que, para llegar al Nirvana, hay que tocarla por dentro.
La condición sine qua non, es usar lubricante. Mucho lubricante, ya que
el ano es una zona muy delicada y puede fisurarse con facilidad.
Empiecen acariciando el ano por fuera y vayan introduciendo el dedo o el juguete lentamente, conforme el nivel de excitación suba y el ano se vaya dilatando. Siempre cuidando de no lastimar.
La próstata
La próstata se encuentra en dirección al ombligo, es decir, el dedo de ella deberá apuntar hacia arriba. Podrán reconocerla como un bultito suave del tamaño de una nuez.
Como en los otros juegos, tú deberás indicarle qué tanto debe presionar. Exploren, busquen, hasta dominar la técnica.
La estimulación de la próstata es la forma en la que el hombre puede experimentar el orgasmo múltiple o dos orgasmos “pegaditos”, si él mismo se frota el pene al mismo tiempo.
Para esta práctica sexual -y cualquier otra que se salga de su rutina-, los dos deben estar de acuerdo. Si hay confianza, pueden explorar nuevos horizontes eróticos sin prejuicios.
El resto de las zonas erógenas de los hombres, ya las conoces. Aunque siempre es factible encontrar nuevos lugares, dependiendo de la persona y del momento. Los pliegues de la piel suelen ser sensibles al tacto, aunque no a todos les emociona.
El factor sorpresa
Más que una zona erógena, la sorpresa es una emoción que enciende el deseo al mil.
Las fantasías, los juegos eróticos, las estrategias de seducción y todo aquello que le dé un giro a la rutina, juegan un papel muy importante en la fase de excitación.
La imaginación es un arma muy poderosa para lograr erecciones más fuertes. Recordemos que la libido despierta a través de la estimulación física y psicológica.
Las llamadas erecciones psicógenas, son aquellas que se producen a través de las fantasías.
Consideraciones finales
El placer sexual no se limita al contacto físico o al coito. Un acto sexual puede empezar con un mensaje de texto, una llamada, un “regalo sorpresa” o un tour por las sex shop del barrio que culmine en un hotel boutique.
No tengan miedo de expresar sus fantasías -no necesitan llevarlas a cabo-. Una copa de vino siempre ayuda a soltar la lengua.
Las librerías están llenas de literatura erótica, internet nos provee de cientos de contenidos renombrados que dan valiosos consejos para darle variedad a nuestra vida sexual; las tiendas de disfraces ofrecen un stock inagotable de personajes que puedes interpretar… ¿qué más quieres?
En conclusión, las zonas erógenas más potentes de los hombres son todas aquellas que tú descubras junto con tu pareja. Cada persona es un mundo y para gustos, se hicieron los colores.
¡Hasta pronto!
Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, epidemiólogo, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.
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