¿Has oído hablar del edging? Se trata de un método para controlar el nivel de excitación sexual que hace los orgasmos más intensos.
Cuando estás a punto de llegar al orgasmo, paras, se deja pasar unos segundos (no demasiado, para no perder tu erección), y vuelves a estimular.
Estas “paradas” hacen que el riego sanguíneo de nuestro cuerpo se concentre en la pelvis y los genitales, lo que, se supone, aumenta la sensibilidad. Al llegar finalmente al orgasmo -dicen los que saben- la sensación es increíblemente intensa.
Esta “montaña rusa” de sensaciones (o “calentamiento” del orgasmo, como le llaman algunos), es una técnica que muchos utilizan para prolongar la duración de las experiencias sexuales, aumentar la intensidad de sus orgasmos y explorar diferentes aspectos del placer sexual que no están tan centrados en el orgasmo.
La técnica, también conocida como “parada y arranque”, no es nada novedosa, pues la utilizan los sexólogos como parte del entrenamiento para solucionar la eyaculación precoz o simplemente, incrementar la duración de la fase meseta.
Sin embargo, existe una forma de llevar el edging más allá, al límite. Para los entusiastas de prolongar la llegada al orgasmo, empujar el placer hasta caer en un “trance”, donde todos los sentidos están puestos en la autoestimulación, es posible y se llama gooning.
Hoy te explicaremos qué es gooning, ¿Nos acompañas?
¿Qué es el gooning?
Según el UrbanDictionary, el Gooning puede entenderse como el estado que se alcanza tras una prolongada sesión de edging, cuando un hombre cae por completo bajo el influjo del placer que irradia su pene.
El estado de gooning, sólo puede alcanzarse tras una larga sesión de edging; así el pene estará absolutamente sobreexcitado, llegando a un punto en el cual cada caricia en los genitales, desencadenará una potente sensación de euforia.
Suena raro, pero es una práctica que muchos están dispuestos a intentar, dado el tamaño de la supuesta recompensa. A medida que el hombre vaya jugando con la intensidad de su placer, experimentará sensaciones potentísimas.
El objetivo es sincronizar mente y pene, lograr que se conviertan en uno solo. En eso consiste el gooning.
Si aún no entiendes muy bien cómo esto puede ser posible, se trata de que todo el cuerpo se sensibilice de la misma forma y con la misma intensidad que los genitales. Si quieres ampliar el tema sigue leyendo aquí: ¿Cuáles son las zonas erógenas más potentes de los hombres?
Una vez alcanzado este estado, el hombre se libera de todos los códigos sociales de conducta, su excitación es tanta, que no hay filtros, el placer dicta sus reacciones.
Como resultado, la persona se vuelve muy expresiva y demostrativa: puede llegar a ser muy vocal, mientras que su cuerpo y su cara pueden adoptar expresiones y poses indignas, todo en respuesta a las intensas y exquisitas caricias a las que su miembro está expuesto.
De ahí el término “goon” (bruto, en inglés), sinónimos de insensato, excéntrico. Quizá el Gooning sea una “moda tonta” más de Reddit, pero cada vez más masturbadores amateur se acercan a los foros deseando “iniciarse en la senda del Gooning”.
Según Christfister, moderador de un par de los muchos hilos dedicados al tema: “El gooning es una especie de versión modernizada del sexo o masturbación tántrica sin los aspectos espirituales que tradicionalmente se han asociado a esta actividad; un estado mental casi hipnótico y semimeditativo que puede alcanzarse tras una sesión de masturbación prolongada”.
Algunas diferencias entre el edging y el gooning
Mientras que el edging promete una eyaculación más poderosa y gratificante (aunque tengamos que esperar para obtenerla), en el gooning, por el contrario, el deseo de tener un orgasmo no es la prioridad, de hecho “se descarta casi por completo”.
Perderse completamente en las sensaciones emitidas por el pene, según los gooners, sólo se logra a través de horas de porno y masturbación, un acto por definición solitario; un “soliloquio” sexual que es posible gracias a la extraña combinación de privacidad e interacción social en Internet.
Llegar al “estado de gracia” que representa para sus practicantes el gooning, requiere mucha práctica y sólo llegan a él los más devotos.
Según Christfister, “en lugar de lanzarse a masturbarse hasta llegar al orgasmo, lo que se hace es detenerse al 90% y poco a poco, ir construyendo tu proyecto, hasta ponerse a las puertas del punto de no retorno. Calcula que el nivel máximo reside en algún punto entre el último dos y tres por ciento de la curva de placer, justo antes del orgasmo.”
“Una vez que eres capaz de llegar a ese punto y quedarte ahí sin eyacular, puedes básicamente permanecer en un estado continuo de orgasmo que dure horas en lugar de segundos.”
Desde el punto de vista médico, tener sesiones de gooning donde la persona esté “a punto de venirse” durante horas, sencillamente no es recomendable y, además, es muy poco factible.
Te invitamos a leer aquí: ¿Es bueno retrasar la eyaculación de manera frecuente?
¿Quién tiene tanto tiempo?
¿Cuánto tiempo puedes aguantar sin sufrir lesiones, tanto en el órgano como en la mano? Por mucho lubricante que uses, lo vemos poco probable.
Además, los expertos en salud mental y salud sexual masculina, advierten de los peligros de hacerse adicto al porno. Los excesos nunca son buenos. En este caso, el cerebro no está preparado para tanto tiempo de estimulación sexual y generación de dopamina.
Conclusiones
Prácticas como el gooning exigen tanta dedicación y esfuerzo, que lo más probable es que no sean del agrado de todo el mundo.
Más vale aplicarse en técnicas que puedan mejorar nuestro estado físico y ayuden al desempeño sexual, como los ejercicios de Kegel para hombres.
Un gooner que se reconoce “adicto al porno” y de forma anónima llamaremos Marshall, afirma: “a la mayoría de la gente sólo le gusta meneársela un rato y luego seguir adelante con su día”. Pero en esta comunidad he descubierto algo: hay personas para las que un orgasmo común, no basta.”
Para saber más sobre este tema o cualquier otra práctica sexual que ponga en riesgo tu seguridad física y mental, consulta a un sexólogo experto. Los caminos del erotismo son amplios, pero siempre hay que explorarlos con precaución.
¡Nos reencontramos en el próximo artículo, gracias por tu lectura!
Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, epidemiólogo, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.
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