En un artículo para el New Yorker, la escritora Amy Collier publicó en 2020, una lista de razones por las cuáles, creía que la pandemia había convertido nuestra vida amorosa en una novela romántica de Jane Austen.
“Nuestra vida relacional, -dice Collier- está compuesta ahora de relaciones más largas, estiradas en el tiempo.”
Lejos quedaron los tiempos de intercambiar fluidos con extraños por miedo al contagio. La distancia de seguridad se impuso y ahora pensamos dos veces antes de darnos un beso “tipo Hollywood” hasta con nuestra pareja habitual.
Los protagonistas de nuestra novela romántica personal, se limitaron a llevar una tranquila vida doméstica. Y no es que el sexo se haya cancelado, pero sí cambiaron las formas.
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Hoy hablaremos sobre la pandemia de COVID-19 y juntos responderemos la pregunta: ¿regresó nuestra vida sexual al Siglo XIX?
¡Acompáñanos con tu lectura hasta el final!
¿Cómo nos cuidamos en el sexo tras la pandemia de COVID-19?
Apenas ahora, tres años después, empezamos a recuperar la costumbre de salir a ligar en los bares, pero ya con más cuidado que antes de la COVID-19.
Aunque no nos excluimos de forma voluntaria, pronto nos acostumbramos a trabajar en casa, andar en ropa deportiva todo el día y socializar lo mínimo. Preferimos pasar el fin de semana entre series de streaming y comida rápida, como si hubiésemos envejecido antes de tiempo.
Pero no todo ha sido malo. Nos volvimos más conscientes de la importancia de la salud y nos cuidamos más.
Vuelven las antiguas normas de cortesía: preguntar por la salud del otro, si tiene todas sus vacunas, si trae condón y si no, ofrecemos uno.
Hoy, nuestra vida ya no es sólo un asunto nuestro, ni la de los demás es del todo privada. Lo que enferma a uno, nos puede enfermar a todos.
El enemigo es todo aquel que no se ajusta a las normas sanitarias. Hoy más que nunca, es necesario informar sobre prácticas sexuales de riesgo, enfermedades de transmisión sexual y es válido solicitar al compañero que se practique análisis regularmente. Uno debe correr con la misma cortesía.
¿Se acabó el sexo sin planificar? La postpandemia, ¿nos robó la espontaneidad?
¡Para nada! Ya podemos quitarnos la mascarilla y vernos las caras, besarnos, abrazarnos y tener sexo, pero con más precauciones, pues aún no tenemos claros los efectos postcovid en el cuerpo y en nuestra vida sexual.
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De hecho, hemos aprendido nuevas formas de avivar el erotismo a través de la tecnología. Las apps de citas en línea han recuperado su auge, el sexting es uno de nuestros deportes favoritos y hasta los juguetes sexuales se manejan a distancia, desde el celular.
Vamos, hasta el sexo casual tiene reglas para practicarlo con seguridad
Conclusiones
Durante el confinamiento, el sexo virtual le ganó terreno al sexo en vivo y ese gusto llegó para quedarse. Se sabe de un buen número de personas que se conocen virtualmente, comienzan una relación y tienen sexo sin llegar a tocarse, lo que no implica que sus sentimientos no sean reales.
Como si de un viaje a otra época se tratase, durante la COVID-19 aprendimos que el amor y el sexo, van más allá del contacto físico.
Estando encerrados, ardíamos en deseo, pero no nos tocábamos, como en una novela del siglo XIX.
Nosotros les deseamos que, como en la mayoría de las novelas de Austin, sus historias de amor y sexo, tengan un final feliz.
¡Gracias por tu lectura!
Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, epidemiólogo, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.
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