Medicamentos orales, inyecciones y supositorios, terapia de ondas focales o bombas de vacío, han sido excelentes soluciones para hombres con disfunción eréctil. Pero en algunos casos específicos, ninguno de estos tratamientos resulta efectivo, por lo que la alternativa es la implantación de prótesis peneana. ¿Es la prótesis de pene la solución definitiva para tratar la disfunción eréctil? Los expertos explican en qué consiste esta cirugía y para quién es opción en este artículo que preparamos para nuestros lectores.
Tratamientos para la disfunción eréctil
La amplia gama de tratamientos para la disfunción eréctil que ofrecen clínicas de salud sexual masculina como Boston Medical Group, han devuelto a millones de hombres la alegría de tener relaciones sexuales completas.
Los medicamentos orales y la terapia de ondas focales son considerados los tratamientos de primera línea, es decir, la primera opción, en la mayoría de los casos de disfunción eréctil de origen vascular. Ya hemos hablado ampliamente de éstos en muchos artículos.
Si estas opciones no dan los resultados esperados -con base en las características del paciente- o por su estado de salud, la persona no es apta para este tipo de terapias, se recurre a una segunda línea de tratamiento que puede ser la farmacoterapia intracavernosa.
Los fármacos vasodilatadores, ya sea orales o inyectados, abren los vasos sanguíneos, relajando los músculos de las paredes de las arterias y las venas, lo que evita que se endurezcan o estrechen. Así, la sangre pasa por los vasos sanguíneos con mayor fluidez.
Los fármacos orales para la disfunción eréctil como el sildenafilo (Viagra), tadalafilo, vardenafilo, avanafilo o lodenafil, favorecen la liberación de óxido nítrico, encargado de relajar los músculos en los cuerpos cavernosos, permitiendo una adecuada circulación de la sangre hacia el pene.
Sin embargo, las pastillas para la disfunción eréctil tienen efectos secundarios: mareos, dolor de cabeza, visión borrosa, diarrea, enrojecimiento de la piel o desmayos, entre otros; tal vez sean tolerables para la mayor parte de personas, pero para otras, no. Los medicamentos orales también pueden ser no recomendables para algunos pacientes, por eso es indispensable que sea un médico experto quien los recete e indique cómo tomarlos, ya que sólo él conoce las diferencias entre un activo y otro, así como el estado de salud del individuo.
La alternativa para este tipo de pacientes es inyectar el medicamento directamente en el pene. Entre los vasodilatadores inyectables más indicados están el alprostadil, la papaverina o la fentolamina, entre otros.
Sin embargo, el Dr. Jorge Barba, director de Boston Medical Group, explica la importancia de usar fórmulas magistrales, es decir, especialmente diseñadas para cada paciente: “en nuestras clínicas se utiliza una fórmula individual para cada paciente, ajustando los niveles de vasodilatadores en función de su condición física, médica y personal, para lograr los mejores resultados.”
“La farmacoterapia intracavernosa es recomendada para pacientes que han sido sometidos a una prostatectomía radical o bien, como tratamiento de efecto inmediato de la disfunción eréctil en hombres que han mostrado escasa respuesta a las pastillas.. También es una excelente alternativa para adultos mayores que rebasan los 65 años.”
“La tasa de éxito de los vasodilatadores inyectables para la disfunción eréctil, llega a ser mucho más alta que la de las pastillas: de 85% a 94%”, concluye el experto.
Si quieres leer más puedes seguir este enlace: Terapia intracavernosa para la disfunción eréctil: cómo funciona y contraindicaciones
¿Qué es la prótesis de pene?
Los implantes peneanos o prótesis de pene son el método al que se recurre en los casos donde ningún otro tratamiento para disfunción eréctil, ha dado resultados. Se trata de un dispositivo semi rígido o inflable con una bomba manual, que eleva el pene cada vez que se desea practicar el coito. Su implantación implica una intervención quirúrgica. Para muchos hombres, es la única forma de recuperar el disfrute de las relaciones sexuales.
La prótesis de pene no altera la sensibilidad, el orgasmo ni la capacidad para eyacular. Simplemente ayuda a lograr la erección de forma artificial cuando al hombre ya no le es posible hacerlo naturalmente.
Hay dos tipos principales de implantes peneanos: semirrígidos o maleables e inflables.
- Prótesis peneanas maleables
Es un dispositivo mecánico que se implanta en el pene para proporcionarle firmeza permanente.
El médico realizará una incisión cerca de la base del pene creando una abertura en los dos tubos largos de tejido esponjoso del pene, en estas incisiones se colocan varillas semirrígidas -una en cada abertura-.
Las prótesis maleables son adecuadas para personas que padecen obesidad, diabetes, artritis, enfermedad de Parkinson o que, por alguna otra razón, les es difícil manejar la prótesis a nivel del escroto.
La cirugía es con anestesia general y puede durar entre 30 y 60 minutos.
La actividad sexual podrá retomarse después de seis semanas, aproximadamente.
- Prótesis peneanas inflables
Este tipo de implantes pueden inflarse para crear una erección artificial y se desinflan después de la relación sexual. Su ventaja frente al implante maleable es que permite tener relaciones sexuales más espontáneas, pero igual de confiables.
Mediante una intervención quirúrgica, se coloca el implante compuesto de dos cilindros inflables, un depósito y una unidad de bomba tanto para el pene como para el escroto.
Al presionar el escroto (donde se incrusta la parte de la bomba del dispositivo), el líquido que contiene este depósito, pasará al implantado cerca de la vejiga, inflando así la prótesis y creando un estado similar al de una erección. Esto es lo más parecido a lo que hace el flujo sanguíneo en una erección natural.
La recuperación toma de cuatro a seis semanas. Después de este tiempo, el médico indicará si ya se pueden reiniciar las relaciones sexuales completas.
Un dato muy importante para el paciente y que el médico debe advertir antes de optar por la prótesis de pene, es que los dispositivos mecánicos pueden llegar a romperse con el tiempo y el uso (entre 10 a 15 años con un uso adecuado). Si esto ocurre, puede ser necesaria una nueva cirugía para extraerlos, repararlos o reemplazarlos.
¿Cuándo recurrir a la prótesis de pene?
La prótesis de pene puede ser la solución definitiva para el tratamiento la disfunción eréctil en pacientes que hayan sido sometidos a prostatectomía radical (extirpación total de la próstata), cáncer de vejiga o colorrectal.
También son una magnífica opción para hombres con grado severo de enfermedad de Peyronie, cuando las cicatrices en el interior del pene producen una curvatura muy pronunciada que impide la penetración; o bien, cuando aparece fibrosis peneana irreversible por priapismo, lo cual es muy poco frecuente.
Explica Boston Medical Group cuáles son los criterios que se siguen para recomendar una prótesis de pene como solución definitiva para la disfunción eréctil:
- Buen estado de salud general.
- Estabilidad psicológica/emocional.
- Estar perfectamente informado del procedimiento y sus posibles complicaciones.
- No ser persona proclive a infecciones (pulmonar o de vías urinarias, por ejemplo), ni con diabetes no controlada o con una enfermedad cardíaca importante.
Pregunta a tu médico sobre los riesgos y las opciones que puede ofrecerte en caso de no ser candidato a un implante peneano. Siempre las hay.
No sobra advertir que los implantes peneanos no sirven para alargamiento de pene. Esta es una pregunta constante en las clínicas de Boston Medical Group. De hecho, debes saber que el pene erecto con un implante, podría parecer levemente más corto de lo que solía ser antes de la prótesis.
Pros y contras de la prótesis de pene
La prótesis de pene puede parecer un recurso incómodo o poco deseable para algunos pacientes. Sin embargo, siempre será mejor poder disfrutar de relaciones sexuales completas que resignarse a no volver a tener erecciones.
La prótesis de pene tiene ventajas como:
- La prótesis no se nota cuando el pene está flácido. Tu pareja puede no darse cuenta a menos que toque tu pene sin erección. Sentirá las estructuras que hay por dentro, pero nada que la haga salir corriendo.
- La recuperación de la intervención es rápida con un muy bajo índice de complicaciones.
- Tienen un grado de satisfacción alto (alrededor de 98%, según Boston Medical Group).
- No altera la sensibilidad del pene ni la capacidad de alcanzar el orgasmo.
- No interfiere con la micción.
- No tiene los efectos secundarios de los medicamentos orales.
También pueden presentarse algunos inconvenientes, pero son pocos los casos:
- Riesgo de infección. Como en cualquier cirugía. El riesgo se incrementa si hay lesión en la médula espinal o diabetes. La incidencia es de apenas 2%; en caso de ocurrir, será necesario retirar el dispositivo.
- Problemas con el implante. Existen diseños muy modernos, resistentes y confiables, pero puede pasar que el dispositivo salga defectuoso o se rompa por alguna razón, lo que implicará una nueva cirugía.
- Otro posible riesgo es la erosión o adherencia interna (como les pasa a algunas mujeres con el DIU), es decir, el implante se puede adherir a la piel dentro del pene o desgastar la piel interna del miembro, sin que llegue a atravesar la piel. Estos problemas pueden estar asociados a una infección.
- Falta de espontaneidad. Para tener una erección, habrá que accionar el dispositivo, lo que puede “romper” un poco el momento pasional. Pero esto es similar a lo que pasa cuando nos ponemos el condón, puede ser parte del juego previo.
No olvides que la prótesis de pene debe ser recomendada y colocada únicamente por un médico experto en salud sexual masculina y en clínicas certificadas como Boston Medical Group. Lee más del tema aquí: Otros tratamientos e intervenciones para tratar la disfunción eréctil: bomba peneana, cirugías e implantes
Las prótesis de pene, ¿sirven en caso de fuga venosa?
La fuga venosa es cuando el paciente logra la erección, pero no consigue mantenerla el tiempo suficiente, ya que la sangre que llena el pene, se “escapa” rápidamente con un simple cambio de postura o al cabo de pocos minutos.
La fuga venosa puede ser resultado de un problema congénito, un traumatismo severo, alguna enfermedad que afecte el sistema circulatorio o por el uso de alargadores de pene.
En estos casos, la prótesis de pene no es la primera opción, pero existe la alternativa de la llamada cirugía de fuga venosa, también conocida como revascularización peneana microquirúrgica.
De acuerdo con Boston Medical Group, ésta es una opción muy recomendable para hombres menores de 40 años que han padecido una lesión traumática a nivel de la pelvis y, por consiguiente, afectación de los vasos sanguíneos de esta zona.
Prótesis de pene para tratar la disfunción eréctil
Con “definitiva” no nos referimos a que es la única y última solución para la disfunción eréctil, sino a que es una alternativa permanente o de larga duración. Lo cual te puede ahorrar muchas molestias.
Hoy en día, la ciencia nos brinda más y mejores soluciones para todo tipo de disfunciones sexuales masculinas.
La prótesis de pene está considerada por los médicos especialistas como la terapia más efectiva para la disfunción eréctil cuando otros métodos no han dado resultados positivos.
Consideraciones finales
Los especialistas en urología de Boston Medical Group han investigado por años para ofrecer soluciones ideales a cada paciente. Ellos podrán responder a tus interrogantes sobre la prótesis de pene.
Para tu tranquilidad, te diremos que la prótesis de pene no causa daños, puedes usarla de por vida con la vigilancia de tu médico y tus erecciones ocurrirán siempre que quieras, sin los efectos negativos de los medicamentos. ¡Una excelente opción si padeces disfunción eréctil!
¡Hasta pronto!
Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, epidemiólogo, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.
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