Tratamiento natural para la disfunción eréctil. ¡Cuidado! Te decimos qué es verdad y qué es mentira

Seguro has visto el famosos meme del perrito que toma juguitos para todo: a la pregunta “¿cómo le haces para ser tan potente en el sexo?”, responde la imagen de un tierno Pomerania tomando su “Juguito para la disfunción eréctil.” Tal cual, el Dr. Google reporta cientos de búsquedas como “Tratamiento natural para la disfunción eréctil”, “hierbas para la disfunción eréctil”, “remedios caseros para la disfunción eréctil”, “remedio del Perú para la impotencia” “loción para aumentar el poder sexual”, “novedoso tratamiento natural para curar la impotencia del hombre” y sí, también “jugos para la disfunción eréctil”. 

Tu corazón quiere creer, pero tu sentido común y tu pene -el más interesado-, dicen, mmm…no, demasiado bueno para ser verdad. Pues hazle caso a tu sentido común, si parece mentira ¡seguramente lo es!

En internet se encuentran un montón de soluciones mágicas que ofrecen “curar” la impotencia sexual masculina. La cantidad de búsquedas es directamente proporcional al altísimo porcentaje de hombres que están padeciendo disfunción eréctil. 

Hoy te contaremos qué debes tener en cuenta y saber sobre los tratamientos para la disfunción eréctil ¡acompáñanos!

¿La disfunción eréctil afecta a muchos hombres?

Estudios serios en todo el mundo y la experiencia con millones de pacientes, revelan que 53% de los hombres se enfrentan a la disfunción eréctil en algún grado (leve o severa), especialmente después de los 40 años. Apenas 20% de ellos recibirán atención médica profesional. Eso convierte a la disfunción eréctil en un gran negocio para los productos milagro y a los hombres que padecen de impotencia, en presas fáciles de la charlatanería.

¿Por qué es tan bajo el porcentaje de hombres que acuden a una consulta médica? 

Se sabe que, en promedio, un hombre tarda alrededor de cuatros años, -sí, ¡cuatro años!- en aceptar que tiene un problema de disfunción eréctil, también llamada impotencia sexual masculina. Después de pasar por la negación, la tristeza, el enojo, los conflictos con la pareja y todas las fases del duelo, finalmente se dan cuenta de que sí, hay algo que no funciona en su organismo. El paso siguiente, es buscar “soluciones milagrosas” ocultándose en el anonimato de internet. Los vendedores de remedios apócrifos saben esto y se aprovechan.

Muy probablemente, los hombres que sospechan de tener disfunción eréctil, sepan desde el principio que los remedios mágicos para la impotencia no existen, pero la vergüenza de visitar al médico familiar, el temor a ser juzgados, a ver disminuida su virilidad o simplemente, hablar de frente con la pareja sobre ese asunto, les hace buscar una esperanza de cura en algún tratamiento natural para la disfunción eréctil. 

Y el tiempo sigue pasando…y el problema, agravándose.

Supongamos que la falta de información, también es un factor importante que influye en la tardanza para visitar a un médico especialista en salud sexual masculina; decimos “supongamos”, porque así como se encuentran remedios naturales o aparatos que parecen traídos de la edad media para lograr la erección, también hay información médica documentada, autorizada, cuyo único propósito es ayudar a millones de hombres a recuperar su vida sexual. Si lo que necesitas es información, estás en el lugar correcto. 

Empecemos por recordar qué es la disfunción eréctil y qué la causa

La disfunción eréctil es la incapacidad para lograr una erección o mantenerla con el tiempo y firmeza suficientes para realizar el acto sexual. El 90% de la veces, se debe a causas fisiológicas, como problemas circulatorios, enfermedades preexistentes, algunos medicamentos para la presión o incluso, la depresión, entre muchas otras. Sólo 10% de los casos se deben a factores psicológicos como el estrés, alguna experiencia traumática en el pasado, miedo o ansiedad.

Si entendemos esto, ya podemos ir encontrando la lógica en por qué los tratamientos naturales para la disfunción eréctil son poco o nada efectivos.

Sólo un profesional en urología y/o sexología, tiene la capacidad de hacer un análisis completo de cada paciente, realizar los estudios clínicos correspondientes, hacer las preguntas adecuadas sobre el estilo de vida, hábitos sexuales de la persona, y con base en toda esa información, generar un diagnóstico exacto y determinar el tratamiento que más le conviene.

Una clínica seria y autorizada, siempre ofrecerá alternativas de tratamiento comprobadas científicamente, que no pongan en riesgo la salud del paciente y que además, cuiden su integridad física, emocional y sobre todo, su privacidad.

¿Son tan malos los tratamientos naturales para la disfunción eréctil?

El título de este artículo promete decirte qué es verdad y qué es mentira acerca de los tratamientos naturales para la disfunción eréctil.

Con toda objetividad, trataremos de desvelar algunos mitos y realidades sobre este tipo de remedios. 

Ya hemos establecido que cada paciente es diferente y su caso debe ser evaluado por un médico de manera individual y personalizada. ¿Por qué? Porque la disfunción eréctil muchas veces no es una enfermedad como tal, sino la manifestación de una enfermedad más o menos seria que no haya sido detectada, como hipertensión, alguna falla cardiaca, diabetes o aterosclerosis. 

Para que se produzca la erección, los cuerpos cavernosos del pene deben llenarse de sangre; para que esto ocurra, el sistema circulatorio debe funcionar óptimamente. Si no es así, muy probablemente exista una obstrucción en las arterias, venas, el corazón o en los mismos conductos del pene. Eso lo debe atender un médico, no se cura con juguitos, a menos que se quiera estar expuesto a un infarto o una trombosis. ¡Toquemos madera!

Ahora, ¿en qué casos los “tratamientos naturales” pueden ser útiles para la disfunción eréctil? 

Empecemos por aclarar que no son tratamientos. Es verdad que algunos alimentos tienen ciertas propiedades antioxidantes o proteínas que son benéficas para la salud, pero actúan solamente a nivel preventivo y sólo si son consumidos en grandes cantidades.

Al ajo, por ejemplo, que es rico en alicina (sustancia que se libera sólo al machacar el bulbo), se le atribuyen propiedades antibióticas, hipoglucémicas y antioxidantes. Nada hay comprobado acerca de sus efectos sobre el sistema circulatorio y mucho menos sobre la disfunción eréctil. Pero aún cuando así fuera, ¿habrá alguien que quiera besar a un tipo que huele a ajo desde un avión? Hasta ahí quedó el momento erótico.

Los frutos secos como las almendras o los pistachos, son una buena fuente de potasio, tal vez por eso se les considera potenciadores sexuales. Nuevamente, ¿cuántos kilos diarios habrá que consumir para que tengan algún efecto sobre el pene? Parece difícil.

La cúrcuma y el jengibre, tan de moda en esta generación entregada al veganismo, a lo orgánico y a la salud, también se consideran estimulantes del aparato circulatorio. Tomar un té de jengibre por las mañanas para nada puede ser malo, pero de eso a lograr poderosas erecciones en un hombre con disfunción eréctil, hay una gran distancia. 

Las ostras, el cuerno de rinoceronte, los huevos de tortuga, el buche de totoaba, el colmillo de tigre, la aleta de tiburón y tantas otras “maravillas” llegadas de Oriente y que se consideran poderosos remedios para el vigor sexual, lo único que han logrado es acabar con cientos de especies como la vaquita marina.

Cualquier médico calificado coincidirá en que el mejor tratamiento natural para mejorar la disfunción eréctil es el ejercicio diario, una alimentación balanceada rica en proteínas, potasio, antioxidantes, hierro, calcio, frutas, verduras y sí, tal vez algún suplemento alimenticio. Evitar el sobrepeso, renunciar a sustancias tóxicas como el tabaco, el alcohol o las drogas, es lo más efectivo para prevenir cualquier tipo de desequilibrio en tu cuerpo, mantenerte sano, en buena condición física, prevenir enfermedades y tener un buen rendimiento físico y mental aún en la edad adulta. 

Los tratamientos naturales para disfunción eréctil ni son tratamientos, ni curan la impotencia sexual. La lógica y la ciencia nos han enseñado que los milagros herbolarios o de productos animales para recuperar la capacidad de erección, no existen.

¿Cómo saber si debo buscar tratamiento médico para la disfunción eréctil?

Observa los siguientes síntomas de disfunción eréctil y habla con tu pareja, ella será tu mejor aliada para encontrar una solución.

• Si has tenido dificultad para alcanzar o mantener la erección en al menos 1 de cada 4 encuentros sexuales en los últimos 6 meses.
• Si tus erecciones son menos rígidas o incluso, no permiten la penetración.
• Si las erecciones espontáneas matutinas son menos frecuentes.
• Si logras eyacular pero con una erección más débil.
• Si pierden la erección al cambiar de postura.
• Si has evitado tener encuentros sexuales por miedo a fallar.
• Si tu pareja te ha hecho notar que algo no anda bien en la cama, no se siente satisfecha. 
• Si has pensado en tomar Viagra o algún medicamento de este tipo.

Si respondiste afirmativamente a dos preguntas o más, debes visitar al médico, es muy probable que tengas disfunción eréctil en grado leve, moderado o severo.

En este caso, el tiempo es fundamental, mientras más esperes, disminuyen las probabilidades de éxito, ya que el problema avanza.

La medicina moderna y la tecnología ofrecen muchas alternativas de tratamiento con una alta tasa de éxito. Existen desde medicamentos orales, medicamentos de aplicación local, psicoterapia, asesoría sexual, hasta la innovadora terapia de ondas de choque, un tratamiento que se ha vuelto la opción número uno de los especialistas por su gran efectividad y alto grado de seguridad.

Sabemos de qué manera puede afectar a un hombre ver disminuida su capacidad de disfrutar del sexo, los problemas que crea en la pareja y lo grave que puede ser el no detectar una enfermedad oculta, a tiempo.

Conclusiones

Si ves tratamientos naturales para disfunción eréctil anunciados en internet, en publicaciones impresas de dudosa procedencia o en clínicas no autorizadas, desconfía. Haz caso a tu sentido común, investiga, infórmate. Tener la asesoría de un experto te ahorrará muchos dolores de cabeza, dinero y sobre todo, puedes estar seguro de que será el principio de una pronta recuperación.

Tanto tú como tu pareja tienen derecho a disfrutar de una vida sexual satisfactoria y eso sólo se logra acudiendo con un médico experto en salud sexual masculina.

Si necesitas ayuda no dudes en solicitar asesoría experta en el tema, podemos ayudarte con mucho gusto. Clic aquí.

¡Hasta pronto!

Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.