La palabra “curar” implica que hay una enfermedad. Debes saber que la eyaculación precoz no es propiamente una enfermedad, se trata de una disfunción sexual masculina; la mayoría de las veces es una conducta que puede ser modificada. Por eso nos atrevemos a decir que curar la eyaculación precoz de una vez y para siempre, es posible si partimos de un diagnóstico correcto y se sigue al pie de la letra el tratamiento recomendado por un médico experto.
¡Toma nota de lo que sigue!
¿Cómo saber si tengo un problema de eyaculación precoz?
Suele haber confusión al respecto. Muchos hombres piensan que la padecen porque llegan al clímax antes que su pareja y esto no necesariamente es indicador de un problema. Hay una diferencia entre querer “durar más” y ser eyaculador precoz. Esta diferencia radica en la falta de control sobre el momento de eyacular.
Expliquemos más detalladamente: la eyaculación precoz no es una cuestión de tiempo o duración, sino de control -o la falta de-. Pero si necesitamos una referencia en minutos, los expertos consideran que puede existir una disfunción cuando se eyacula entre uno y dos minutos después de la penetración o incluso, antes de penetrar.
Identificar los siguientes síntomas puede ayudarte a saber si padeces o no eyaculación precoz
- Eyaculas sin poder evitarlo antes de desearlo.
- Eyaculas ante el mínimo estímulo o roce.
- Eyaculas antes de la penetración.
- Eyaculas apenas penetrar.
- Esto te ha pasado durante toda tu vida sexual.
- Te pasa de repente y ha ocurrido más de una vez en los últimos tres meses.
Es importante saber que esta condición de tiempo te puede generar una sensación de estrés o disconfort contigo mismo, que además no puedes controlar por más que lo intentes. Una buena referencia para saber si padeces eyaculación precoz es hablar con tu pareja. Sin tapujos ni eufemismos, pregúntale si se siente satisfecha, si cree que hay algo que no anda bien, si tu respuesta a los estímulos ha cambiado o es demasiado rápida. Ábrete al diálogo sin miedo. La pareja es el mejor espejo y ella es capaz de ver lo que tú a veces no puedes, ¿cierto?
¿Cómo curar la eyaculación precoz?
Si estás esperando un milagro para curar la eyaculación precoz con remedios naturales, medicina natural, remedios caseros, una pastilla o videos de ejercicios, ¡olvídalo! Estás perdiendo un tiempo muy valioso para superar tu eyaculación precoz de una vez y para siempre.
Cuando sospechas que estás siendo muy rápido en alcanzar el orgasmo y tu vida sexual no es satisfactoria a causa de esto, lo mejor que puedes hacer es visitar a un médico experto en salud sexual masculina. Desde la primera consulta, él te elaborará un diagnóstico con base en algunas preguntas acerca de tu historia sexual y exámenes físicos muy sencillos.
Te tranquilizará saber que en el 90% de los casos, la causa es un mal aprendizaje que se puede revertir. Muy pocos pacientes presentan problemas físicos como hipersensibilidad en el glande o infecciones en los conductos que transportan el semen. Aun así, hay tratamientos que te permitirán recuperar el placer de tener relaciones sexuales más duraderas.
Las soluciones más efectivas para la eyaculación precoz, son aquellas que abordan el problema desde varios ángulos: médico, psicológico y terapéutico-sexual. Un tratamiento integral incrementa potencialmente las posibilidades de éxito.
Probablemente se te recomendará algún fármaco que te ayude a incrementar el tiempo de latencia intravaginal (tiempo que permanece el pene dentro de la vagina antes de eyacular). Los medicamentos, en combinación con algunos ejercicios diseñados por especialistas, han dado estupendos resultados en miles de pacientes. Estos medicamentos pueden aumentar los niveles de una neurotransmisor en nuestro cerebro, la serotonina o puede tratarse de anestésicos locales que disminuyen ligeramente la sensibilidad del pene.
El origen de la eyaculación precoz también puede ser psicológico. Cuando el individuo siente una gran ansiedad, estrés, miedo a fallar, baja autoestima o incluso depresión, es probable que estas emociones “estallan” en una eyaculación prematura. Un deseo oculto de “terminar pronto” o bien, las ganas de desahogarse y llegar al momento de “relax” después del sexo, pueden determinar un patrón de comportamiento compulsivo. La mala noticia es que el sexo no arreglará los problemas emocionales, ¡al contrario! Si no se trata el problema de fondo, sólo generará más ansiedad. Lo mismo pasa cuando se evitan las relaciones sexuales por mucho tiempo. Al momento de un encuentro sexual, las ganas acumuladas saldrán repentinamente, sin ningún control. En estos casos, lo necesario es tomar terapia psicológica. Un psicoterapeuta calificado es el indicado para prestar ayuda al paciente y guiarlo en el proceso de aprender a controlar sus emociones.
Como ya dijimos, la mayor parte de los casos de eyaculación precoz, se debe a causas conductuales, es decir, prácticas mal aprendidas desde el principio de la vida sexual o malos hábitos adquiridos en algún momento, que luego se mantienen como algo “normal”.
La sexualidad
La sexualidad, al igual que otras conductas humanas como el lenguaje o las muestras de afecto, son aprendidas. Si bien somos seres sexuales y conforme crecemos desarrollamos un instinto biológico de reproducción, las relaciones sexuales -al menos las buenas relaciones sexuales, las sanas y satisfactorias- no se llevan a cabo por instinto. Tenemos que aprender desde lo más básico como los estímulos visuales y táctiles, hasta cómo crear lazos afectivos a través del sexo.
Cuando empezamos a explorar nuestro cuerpo, descubrimos algo que nos hace siempre querer más: el placer. Una sensación tan agradable que nos desconecta momentáneamente del mundo. El placer sexual es una explosión de energía detonada por un montón de conexiones neuronales y sustancias químicas en el cerebro: dopamina, serotonina, endorfinas, oxitocina… que hacen estremecer cada célula del cuerpo, involucran todos nuestros sentidos y finalmente, estallan en el tan anhelado orgasmo.
Éste es el punto más importante en el tema de la eyaculación precoz. Quien la padece, deja de sentir placer. ¿Sorprendido? Si lo piensas bien, tiene toda la lógica del mundo. Para un eyaculador precoz, la eyaculación deja de ser una sensación gratificante y puede convertirse en un mero reflejo automático, angustioso, vergonzante, doloroso.
El conformismo de las mujeres tampoco ayuda. Te sorprendería saber cuántas mujeres insatisfechas hay a causa de la eyaculación precoz. Muchas de ellas prefieren quedarse calladas por no herir los sentimientos del varón, por no generar más problemas o porque de plano, no han aprendido a buscar su propio placer; les enseñaron que así es y punto. Pero imagínate lo que significa para un hombre no satisfacer a su pareja. Se necesita ser muy egoísta para ignorar eso.
La imposibilidad de dar placer siempre provocará frustración, tristeza, enojo. Si los hombres son valorados por su desempeño en la cama, no hay manera de sentirse seguros de sí mismos, ya no digamos de tener una vida armónica y feliz.
Pero sea cual sea el grado de eyaculación precoz que padezcas, el tratamiento se ajustará a tus necesidades específicas. Debes estar al tanto de que los resultados no son tan inmediatos como en el caso de la disfunción eréctil, que puede tratarse con una pastilla.
En el caso de la eyaculación precoz, el tratamiento requiere de un periodo mayor de terapia, ya que además de los medicamentos que el experto indique, se incluyen una serie de ejercicios que el paciente debe ejecutar al pie de la letra a lo largo de varias semanas. Con constancia y disciplina, en un tiempo razonable podrás notar el cambio. El grado de satisfacción propio y de la pareja, serán el mejor indicador de que lo estás haciendo bien.
Y ya que mencionamos a la pareja, es importante que ella se involucre en el tratamiento, siempre y cuando tú te sientas cómodo con ello y entre ustedes exista un buen grado de comunicación. La participación de ambos hará más rápido el proceso, más agradable y con la ventaja de fortalecer los lazos entre ustedes. Recuerden que vienen de un periodo de “desajuste” que los afecta a los dos, por eso sería muy bueno que para superar la eyaculación precoz, se mantengan juntos. ¡La unión hace la fuerza!
Consideraciones finales
- El paso uno es determinar si padeces o no eyaculación precoz, esto debe ser a través de un diagnóstico hecho por profesionales.
- Habla con tu pareja. Lo que los afecta a ambos, debe solucionarse entre los dos.
- Deja atrás el miedo, la angustia y la vergüenza. Esto es algo que le pasa a millones de hombres en todo el mundo, pero muy pocos buscan tratamiento. No hay razón para sufrir en silencio. Sé unos de los que sí se atreven y vuelven a ser felices.
- Sigue estrictamente el tratamiento integral. En unas cuantas semanas empezarás a ver resultados.
Para finalizar este artículo te invitamos a contestar las preguntas del test online y gratuito sobre eyaculación precoz disponible aquí debajo.
¡Hasta la próxima entrada!
Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.
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