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¿El sexo ayuda a curar la depresión? Estas son las opiniones de expertos

Sexo ayuda curar depresión

Uno de los síntomas más comunes en un cuadro de depresión clínica, es la falta de apetito sexual. En el caso de los hombres, incluso puede ser causa de disfunción eréctil. Por otro lado, los antidepresivos Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS), también disminuyen el deseo. Parece ser un círculo vicioso difícil de romper. Sin embargo, el sexo es un “antidepresivo natural”, pues genera endorfinas, dopamina, serotonina, oxitocina y otros neurotransmisores responsables del bienestar emocional. ¿El sexo ayuda a curar la depresión? Psicólogos, sexólogos y urólogos explican lo que pasa si hay vida sexual cuando se padece depresión. ¡Estas son las opiniones de expertos!

 

Causas y tipos de depresión

La depresión se caracteriza por un fuerte sentimiento de tristeza, melancolía, infelicidad, abatimiento, apatía y muchas veces, va acompañado de ansiedad. Sentirse así por un periodo corto, es normal. A todos nos pasa.

Pero la depresión clínica es otra cosa. Se trata de un trastorno del estado anímico en el cual, todos esos sentimientos interfieren con la vida por etapas mucho más largas y, si no se tarta a tiempo, puede llevar incluso al suicidio.

La depresión puede ocurrir a cualquier edad y por diversas causas. Lo importante es reconocer un cuadro depresivo. Entre los síntomas más frecuentes, están:

    • Estado de ánimo bajo o irritable 
    • Llorar sin causa aparente
    • Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño
    • Dificultad para concentrarse, trabajar, estudiar, etc.
    • Aumento o pérdida de peso por cambios notorios en el apetito
    • Falta de energía o cansancio permanente
    • Sentimiento de inutilidad, odio a sí mismo, culpa o falta de sentido de la vida, etc.
    • Movimientos lentos o demasiado rápidos (ansiedad)
    • Inactividad y retraimiento de las actividades usuales
    • Sentimiento de desesperanza o abandono
    • Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio 
    • Pérdida de placer en actividades que solían dar felicidad, incluido el sexo. 
    • Inapetencia sexual y en ocasiones, disfunción eréctil.

Se reconocen varios tipos principales de depresión:

  • Depresión mayor o clínica. Sucede por fuertes sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración, que interfieren con la vida diaria por varias semanas o meses.
  • Trastorno depresivo persistente. También conocido como Distimia. Se trata de un estado de ánimo depresivo que dura 2 años o más. A lo largo de ese tiempo, puede haber momentos de depresión alternados con periodos con síntomas menos graves. 

Otras formas comunes de depresión incluyen, depresión posparto, trastorno disfórico premenstrual, trastorno afectivo estacional (ocurre con frecuencia en otoño e invierno y desaparece en primavera y el verano, por lo que se asocia a la falta de luz solar), depresión mayor con características psicóticas (se distingue por la falta de contacto con la realidad) o trastorno bipolar (la depresión se alterna con periodos maniacos o de euforia, aunque es un tipo de enfermedad mental distinto).

Causas

La depresión puede ser hereditaria o derivarse de comportamientos aprendidos en el entorno familiar. También puede ser desencadenada por un hecho estresante o infeliz, como una pérdida. 

Además de lo anterior, hay factores de riesgo importantes que pueden causar depresión:

  • Consumo de drogas o alcohol
  • Enfermedades físicas (cáncer, dolor crónico, diabetes, insuficiencia renal, entre muchas otras)
  • Situaciones estresantes en la vida, como pérdidas, problemas económicos, insatisfacción laboral, problemas de pareja, etc.
  • Soledad o aislamiento social (común en adultos mayores)

 

Depresión y vida sexual

La depresión afecta a todos los aspectos de la vida, incluyendo la sexualidad y la vida en pareja. De hecho, la depresión es la causa principal de disfunción eréctil psicológica.

 

Cuando una persona se siente abatida, triste, desesperanzada, en concreto, deprimida, el sexo suele dejarse de lado. 

 

Además de la disminución del apetito sexual por razones anímicas, a nivel cerebral se producen cambios importantes que afectan la respuesta sexual: disminuyen los niveles de químicos “de la felicidad” y que son indispensables en la excitación, tal es el caso de la dopamina, que a su vez promueve la liberación de óxido nítrico, indispensable para relajar los vasos sanguíneos y permitir que el flujo sanguíneo llegue al pene; la serotonina, que se encarga de la sensación de calma y bienestar, o la oxitocina, responsable de la conexión interpersonal, la hormona del amor.

En casos graves de depresión clínica, el deseo sexual desaparece casi por completo, al igual que las ganas de comer, trabajar o realizar cualquier actividad física o intelectual. 

 

Y si la pareja -que no padece depresión– insiste en tener relaciones sexuales, la reacción puede ser peor: ira, agresión, temor y otras emociones que terminan afectando la relación.

 

Por otra parte, está la distimia. Parecida a la depresión clínica, aunque el diagnóstico no encaja en el de una depresión severa, ya que en la distimia no suele haber pensamientos suicidas ni agitación o lentitud motora.

 

Es un tipo de depresión leve pero continua, por lo cual es difícil de diagnosticar. 

 

Se caracteriza por el sentimiento de desesperanza y tristeza prolongada y puede llegar a confundirse con la personalidad del individuo “es malhumorado”, de temperamento flemático, muy negativo, etc.

 

En este tipo de depresión persistente, también hay una menor producción de serotonina, noradrenalina y dopamina, sustancias que regulan las emociones y el estado de ánimo, el apetito, la temperatura corporal, las sensaciones de placer y gratificación, así como el apetito sexual.

Los pacientes con distimia suelen experimentar “altas y bajas” aun dentro de su estado melancólico y apático generalizado. También pueden padecer ansiedad, fobia social o insomnio. 

Es común que la distimia se asocie a la falta de apetito sexual. Sin embargo, esto no siempre ocurre. 

 

¿El inconveniente? Su tratamiento, además de terapia psicológica, también requiere de antidepresivos.

 

Leer también ¿Qué es la distimia y por qué puede afectar la salud sexual masculina?

 

Antidepresivos y vida sexual

 

Cuando se sufre depresión, los médicos suelen recetar antidepresivos. El problema es que algunos de estos medicamentos suelen interferir en la vida sexual causando trastornos como disminución del deseo sexual, imposibilidad de llegar al orgasmo o disfunción eréctil.

 

Lo más importante en estos casos, es atacar primero la causa, es decir, la depresión, abordándola con métodos terapéuticos. 

 

Según los especialistas de Boston Medical Group, el mejor método debe ser integral, tratando al mismo tiempo la depresión y los trastornos sexuales. Depresión y sexualidad: combate la primera para que no afecte a la segunda, afirman.

 

Es importante también la empatía de la pareja. No es buena idea insistir en practicar sexo, hay que ser pacientes y esperar a la recuperación del paciente. Después se retomará la actividad sexual.

 

Boston Medical Group recomienda a los pacientes que toman antidepresivos y ven afectada su función sexual, acudir con un especialista en sexualidad masculina para buscar tratamientos compatibles.

Explica el Dr. José Benítez, director médico de Boston Medical Group: “en medicina los antidepresivos están incluidos dentro de los medicamentos denominados “huérfanos” considerados estupefacientes (componentes químicos que actúan sobre el Sistema Nervioso Central) y traen como consecuencia cambios temporales en la percepción, ánimo, estado y comportamiento. Estos fármacos producen relajación, lo que puede llevar a una disminución del interés y del apetito sexual, pero una vez que se termina el tratamiento, la actividad sexual se puede volver a recuperar”.

“Las personas que se encuentran bajo tratamiento médico deben revisar si estos afectan a la respuesta sexual, y si es así, deben consultar a un especialista sin abandonar dichos tratamientos. (Los antidepresivos tricíclicos) regulan los niveles de serotonina que a su vez interactúa con los de dopamina y prolactina que estimulan ciertos receptores y provocan: cambios en el estímulo y motivación del acto sexual, sensibilidad del pene, la disminución del deseo sexual y el placer, incluyendo el retardo en la eyaculación y alteraciones circulatorias con disfunción eréctil como consecuencia”.

“Pero existen tratamientos compatibles con los antidepresivos para combatir la disfunción eréctil, consulta a tu médico”, concluye Benítez.

Para saber más puedes leer: Este es el motivo de por qué los antidepresivos causan disfunción eréctil

 

En esto coincide el psiquiatra Ángel Luis Montejo, presidente de la Asociación Española de Sexualidad y Salud Mental, “algunos antidepresivos producen mucha disfunción sexual mientras que otros apenas la causan. Sin embargo, existen otros tratamientos que no producen disfunción sexual, entre ellos, los que incrementan la dopamina y/o la noradrenalina, los que actúan sobre los receptores de melatonina y otros medicamentos con nuevos mecanismos de acción como los que modulan los receptores postsinápticos.”

 

¿El sexo ayuda a curar la depresión?

Vamos por partes. Ya ha quedado claro que la depresión es un trastorno que debe atenderse de forma prioritaria y que hay alternativas médicas -además, insistimos, en la necesidad de psicoterapia- que pueden afectar en menor grado la vida sexual.

 

Por otro lado, el sexo es fuente de placer, de salud física y emocional. Las relaciones sexuales generan endorfinas, serotonina, dopamina, oxitocina y otras sustancias conocidas como “hormonas de la felicidad”.

 

Explican los médicos de Boston Medical Group que las hormonas que libera el cerebro durante el sexo, son también las que ayudan a controlar el estrés, la ansiedad, la tristeza y otras emociones asociadas a la depresión

Entre sus efectos fisiológicos, el sexo estimula la circulación de la sangre y ayuda a oxigenar el cuerpo.

Es por estas razones que el sexo es conocido como “el mejor antidepresivo natural”:

  • Afecta positivamente el estado de ánimo (debido a las endorfinas)
  • Ayuda a combatir el insomnio
  • Las hormonas sexuales regulan el estrés
  • Tiene un efecto analgésico
  • Los juegos previos ayudan a la conexión íntima en la pareja. Las caricias, los abrazos y los besos tienen un efecto calmante.
  • Puede ayudar a tener un comportamiento más optimista al ser una actividad divertida.
  • Ayuda a sentirse amado, comprendido.

El sexo

El sexo es una de las muchas manifestaciones del amor y de una vida plena. Si no es exactamente una cura para la depresión, sí puede ser benéfico por todo lo que sucede a nivel cerebral. 

 

Es importante que, más que la cantidad, se procure una buena calidad en las relaciones sexuales. 

 

Si un paciente con depresión no siente deseo sexual frecuente, no hay que presionarlo. Retomar la vida íntima se puede hacer poco a poco; acurrucarse bajo las cobijas, el contacto físico, las muestras de amor como abrazos y besos, pueden ayudar al paciente a ir tomando confianza en sí mismo para no sentirse amenazado por el sexo.

Hablar de la vida sexual en la consulta del médico puede que no se considere prioritario o importante para el paciente, pues el síntoma más doloroso es su estado de ánimo.  

El profesional de la salud debe preguntar a la persona con depresión si tiene vida sexual activa, si ésta es satisfactoria y qué nivel de importancia tendría en su recuperación.

De acuerdo con el Dr. Montejo, “solo 30% de los pacientes habla espontáneamente de su sexualidad, lo que incrementa las posibilidades de abandono del tratamiento hasta 75%, es decir, tres de cada cuatro no cumplirían el tratamiento por sus efectos sobre la vida sexual. Este abandono conlleva más riesgo de recaída y mala calidad de vida.”

Conclusiones

La depresión es una enfermedad como cualquier otra que requiere de tratamiento farmacológico, terapia psicológica y, sobre todo, comprensión, amor y apoyo por parte de los seres queridos.

 

El sexo es un pilar de la vida en pareja. La depresión no es motivo para renunciar a él. Los médicos expertos son los indicados en encontrar alternativas para retomar tu vida sexual si padeces depresión, así como apoyar a ambos con asesoría sexológica para una más pronta recuperación, así que no dudes en realizar un consulta.

 

¡Hasta pronto!

 

Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, epidemiólogo, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.

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