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Problemas de erección a los 40 años ¿por qué ocurren?

Es fácil suponer que con el envejecimiento aparecen más achaques y que por eso, la disfunción eréctil es sólo “cosa de viejitos”. Nada más lejos de la realidad. Los problemas de erección a los 40, son más frecuentes de lo que nos gustaría. Vale la pena analizar el por qué y comprender un poco más el tema, así que te invitamos a continuar con la lectura, porque tenemos mucha información para brindarte.

¿Cómo identifico que tengo un problema de erección?

Entendamos como problemas de erección, la dificultad para alcanzar la erección con la rigidez necesaria para completar una relación sexual, en más de una ocasión, en un periodo de tres meses o más. 

Aclaremos que esta descripción no es absolutista, es decir, no califica a los problemas de erección como la total imposibilidad de alcanzar una erección. Es una disfunción eréctil en grado severo y está más asociada a la edad avanzada o a una anomalía importante en el organismo (aunque no descarta a los cuarentones; recordemos los datos del inicio). Entonces, ¿qué puede causar problemas de erección en un hombre de 40 años? Parecería no tener mucha lógica.

¿Problemas de erección a los 40? ¡Imposible!

¿Por qué a un hombre aún joven, que debería estar en la plenitud de su vida, le ocurre esto? A los 40 se supone que tenemos la vida resuelta: una profesión bien desarrollada, estabilidad económica, una vida familiar armónica, hijos pequeños pero ya más independientes, contamos con la experiencia, seguridad y madurez emocional de manejar las dificultades de la vida…en fin. Se diría que en la cuarta década, un hombre tiene ya todo consolidado y se dedica sólo a ser feliz. ¿Qué podría salir mal?

¿Has oído hablar de la “crisis de los 40”? Ajá, ¿con que de eso se trata?

Daniel J. Levinson, psicólogo estadounidense, fue quien bautizó a este periodo de la vida como crisis de los 40 o crisis de la mediana edad. Después de apagar las 40 velitas del pastel y llamar a los bomberos por si acaso, nos da por hacer recuento de todo lo que hemos logrado o no en la vida: ¿mi vida se parece a lo que soñé?, ¿soy realmente feliz?, ¿mis padres se sentirían orgullosos de mí o los habré defraudado?, ¿soy lo suficientemente exitoso en lo profesional y económico?, ¿estoy criando bien a mis hijos?, ¿mi esposa está satisfecha con la vida que le doy?, ¿sigo siendo atractivo?  

Todos estos cuestionamientos tienen mucho que ver con la presión social y las expectativas de los demás. Eso que le han dicho siempre que debe lograr “un verdadero hombre” o de lo contrario, es un fracasado. Los roles de género hacen que un hombre viva su llegada al cuarto piso como “el último chance” para todo: alcanzar cierto status, hacer las cosas que dejó pendientes a los 20, poner a prueba su virilidad y capacidad de conquistar mujeres, casarse si aún no lo ha hecho o ser padre, si es que piensa que la trascendencia o el dejar huella en este mundo, dependen de perpetuar su apellido.

Vivimos en una sociedad que sobrevalora la juventud. Ser joven es sinónimo de belleza, poderío sexual, futuro amplio y prometedor, energía, masculinidad, etc. La madurez, por el contrario, lleva una gran carga de rechazo social. Es el declive, el principio del fin, y lo que no hagas ahora, ya no lo hiciste nunca. Estos cambios suelen ser tan repentinos y extremos, que los demás los notan fácilmente, por eso la crisis de los 40 se ha vuelto un cliché.  La crisis de la mediana edad, ¿es la causa de los problemas de erección a los 40? En parte sí o al menos está muy ligada a ésta. 

A los 40 se suele llevar ya un rato luchando por alcanzar metas, atendiendo a los demás, centrándose en el trabajo tanto, que solemos olvidarnos de nosotros mismos y ya no tenemos algo que nos emocione en lo individual. No hay nuevos retos ni estímulos, la pareja cae en la rutina, nos abruman las responsabilidades, nos volvemos más inseguros y la autoestima baja al ver que el pelo empieza a llenarse de canas o peor aún, a caerse; que debemos usar lentes para ver de cerca y las arrugas se hacen más visibles.

A todos estos factores, se suman los cambios físicos y hormonales. La disminución del deseo y la potencia sexual es normal a esta edad, pero hace que el varón se sienta “menos hombre”. Si se empieza a comparar con él mismo a los 20, desde luego que saldrá perdiendo. A nivel psicológico estos cambios son muy fuertes y pueden reflejarse en problemas de erección. A esta gran preocupación por el desempeño sexual a los 40, los sexólogos la llaman “ansiedad por ejecución” (temor a un mal desempeño). 

  • Ansiedad, esa podría ser la principal causa de los problemas de erección a los 40. El estrés es el peor enemigo de la libido y de una buena performance. La presión y el insomnio crónico, reducen la producción de testosterona.
  • A los 40, los niveles de testosterona empiezan a bajar. Las erecciones ya no son iguales que en la primera juventud, digamos que son menos satisfactorias, aunque no desaparecen del todo. Para que una erección sea completa y firme, se necesitan varios factores como el estímulo que produce la excitación, conexiones neuronales, segregación de sustancias químicas como el óxido nítrico (encargado de relajar los vasos sanguíneos del pene para que pase la sangre y se quede ahí), impulsos eléctricos que corren por la médula espinal hasta el pene, contracciones musculares, entre otros procesos muy complejos. Cuando alguno de esos pasos se interrumpe, la erección no ocurre o es más débil. Lo que permite esta reacción en cadena, son las hormonas. Es el equivalente a la menopausia en las mujeres. En los hombres se llama andropausia.
  • La autoestima también se ve afectada por los cambios hormonales en los varones, ya que aceleran los signos visibles de envejecimiento como subir de peso, calvicie, poca energía o cansancio crónico y falta de interés en el sexo. Desafortunadamente, la andropausia no es una etapa que los hombres reconozcan y acepten, ya que no ocurre tan tajantemente como en las mujeres. No se informan al respecto y no se preparan psicológicamente para recibirla, más bien les sorprende sin entender qué pasa. Cuando acuden al médico, los problemas de erección ya son más serios y pueden convertirse en disfunción eréctil severa

¿Qué hacer si tengo problemas de erección a los 40?

En la crisis de los 40, uno de los comportamientos más típicos es “la prueba del desempeño”. Al ya no sentir tanta atracción por la pareja, caer en la rutina o la falta de “emoción” en los encuentros sexuales, los hombres salen a buscar adrenalina en otro lado. Las aventuras con mujeres más jóvenes son una forma de probarse a sí mismos que todavía funcionan y que siguen siendo atractivas. Tal vez al principio, la novedad les haga sentir excitados…pero muy pronto se darán cuenta de que los problemas de erección vuelven a aparecer, ahora con una enorme carga de culpa. 

No se trata de la mujer que les acompaña ni del escenario o de la hora del día. El problema está en el hombre y sólo una persona puede solucionarlo: el urólogo. La erección es un mecanismo psico-neuro-vascular. Emociones + sistema nervioso + circulación sanguínea. Demasiado complejo para que lo resuelva una nueva conquista.

Un médico experto en salud sexual masculina podrá determinar si los niveles hormonales son los adecuados; preguntará sobre hábitos de vida, si existe una enfermedad que esté provocando disfunción eréctil (hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia, problemas cardiovasculares) y a través de análisis, se asegurará de que el pene esté sano y reciba un buen flujo sanguíneo. También indagará sobre el estado emocional del paciente, situación marital y prácticas sexuales con el apoyo de un sexólogo, ya que los problemas de erección a los 40 suelen ser una combinación muy pareja de factores físicos y psicológicos. Una vez que se haya confirmado un problema de erección y sus causas, el Urólogo podrá recomendar un tratamiento integral que atienda ambos aspectos.

Los problemas de erección a los 40, ¿se pueden evitar?

Cada organismo es diferente y las circunstancias de vida de cada hombre, cambian. Por eso no se debe generalizar. Si padecerán o no problemas de erección a los 40, no se puede predecir. Sólo hay bases estadísticas que indican una alta probabilidad. 

Para prevenirlos, puedes seguir algunos consejos: 

  • Cambia de hábitos. El tabaquismo, la adicción al alcohol o las drogas recreativas, son un gran factor de riesgo para padecer disfunción eréctil. Lo mismo pasa con la vida sedentaria y la mala alimentación, excesiva en grasas saturadas, sal, carbohidratos y azúcares. Deshazte de esos hábitos negativos. Con disciplina y voluntad podrás cambiar esos pequeños “placeres” por el disfrute del sexo durante muchos años. 
  • Descarta enfermedades que provoquen disfunción eréctil. Visita a tu médico, hazte un chequeo general al menos una vez al año y si tienes antecedentes familiares de cáncer de próstata, diabetes, hipertensión o cardiopatía, visita al médico más seguido. Si alguno de estos padecimientos ya se ha manifestado, mantenlo bajo control.
  • Hazte un perfil hormonal para que tu médico te indique si los niveles de testosterona son normales.
  • Si estás tomando algún medicamento o suplemento alimenticio, infórmate si no tiene algún efecto sobre tu capacidad de erección. Es común en los antidepresivos o fármacos para la presión.
  • Si sientes que no estás logrando controlar tus emociones, ve con un Psicólogo. No va a terapia el que está loco, sino el que es responsable consigo mismo y decide evolucionar. Los problemas de erección a los 40, pueden ser de origen psicológico. Además del Urólogo, el terapeuta podrá ayudarte a lidiar con el estrés del día a día, la ansiedad, la apatía, los problemas de pareja, la culpa, el miedo al fracaso, la depresión o la baja autoestima. Todas estas emociones negativas pueden afectar tu vida sexual y causar la pérdida parcial o total de tus erecciones.
  • La asesoría sexológica es muy provechosa para superar los problemas de pareja cuando estos afectan la relación sexual. El terapeuta sexual les guiará en la exploración de nuevas formas de erotismo, cómo cambiar las rutinas o las prácticas que no les satisfacen. 

Conclusiones

La crisis de los 40 también se puede manejar, ya que las más de las veces no dura mucho tiempo. Las crisis nos ayudan a crecer. Centrarse en el aprendizaje, ayuda a salir de ella transformados en mejores personas, mejores amantes, con mayor inteligencia emocional y fortalecidos en todos los sentidos, especialmente en los lazos afectivos.

La juventud es un tesoro que no has perdido, sólo has ganado la madurez necesaria para tomar mejores decisiones, convertir los errores en experiencias y aprender a vivir en el presente. 

Los problemas de erección a los 40 son hasta cierto punto “comunes” pero no normales y tampoco debemos ignorarlos. 

Si piensas que puedes tener algún tipo de inconveniente con tu salud sexual y necesitas ayuda no dudes en solicitar asesoría experta en el tema, podemos ayudarte con mucho gusto. Clic aquí.

¡Hasta pronto!

Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.

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