Disfunción eréctil y eyaculación precoz: cómo hablar de estos problemas sexuales con tu pareja

Hablar de disfunciones sexuales es un tema difícil para los hombres. El temor a ser juzgados, la vergüenza o incluso la negación, evitan que busquen soluciones de forma oportuna. Pero tenemos noticias para los caballeros: las mujeres suelen aceptarlo. Si padeces disfunción eréctil o eyaculación precoz, en este artículo te decimos cómo hablar de estos problemas sexuales con tu pareja. ¡Comencemos!

Buscar ayuda es indispensable

Un hombre con problemas de erección o eyaculación precoz tarda en promedio 4 años en buscar ayuda profesional. 

En el año 2019, Boston Medical Group realizó una encuesta entre 200 mujeres con resultados muy interesantes:

• 38% reveló haber tenido, al menos una vez, una pareja con disfunción sexual.
• 83% declaró que, si su pareja padeciera problemas de erección, lo apoyaría.
• 91% dijo que aconsejaría a su compañero buscar un especialista en salud sexual masculina.
• 25% afirmó que lo más importante, es que él acepte que tiene un problema.

Disfunción eréctil y eyaculación precoz, ¿cómo hablar de estos problemas sexuales con tu pareja? 

Hay que perder el miedo, porque es posible encontrar mucha más comprensión y solidaridad de la que se imaginan.

La disfunción eréctil es un problema de salud

Empecemos por entender eso. No es culpa tuya ni de tu pareja. 90% de los problemas de erección, se deben a causas físicas. Además, las fallas en la erección pueden anunciar una enfermedad no diagnosticada. 

Lo más lógico sería ir con el médico, ¿cierto? ¿Y por qué no lo haces?

Por un mal entendimiento de lo que es la masculinidad o por miedo a recibir una noticia terrible. Para animarte, te aseguramos que, en el caso de la disfunción eréctil y/o la eyaculación precoz, las noticias del médico casi siempre son buenas: hay soluciones.

Desafortunadamente, los hombres tienden a sentirse presionados socialmente para ser fuertes, inquebrantables, ecuánimes y para poder controlar cualquier situación. Si van por la vida en modo Superman, es difícil que su pareja los vea vulnerables o abatidos sin experimentar sentimientos negativos.

También suelen estar acostumbrados a ser “calificados” de acuerdo al desempeño sexual. Pero eso está sólo en el imaginario masculino. Padecer disfunción eréctil o eyaculación precoz no los hace menos hombres. 

De acuerdo con la Asociación Mexicana para la Salud Sexual, A.C. (AMSSAC), los hombres con problemas de erección “sólo se preocupan porque no están satisfaciendo a su pareja, lo que les trae más estrés, pero muy pocos se atienden”.

La vergüenza es el principal factor para que los hombres no atienden su problema de salud.

Es necesario que las mujeres vean a sus parejas como seres humanos, con debilidades y momentos de fragilidad. La época de “los hombres no lloran” ya quedó atrás. Los varones tienen el mismo derecho que ellas a hablar de sus emociones, de lo que les duele y de pedir ayuda. 

La disfunción eréctil y la eyaculación precoz afectan a ambos

Una encuesta Global Sobre Hábitos Sexuales realizada por la farmacéutica Lilly ICOS, al entrevistar a las parejas de hombres con disfunción eréctil, reveló: 

• Las mujeres superan a los hombres a la hora de tomar la iniciativa para tener relaciones sexuales (6% más de las veces). Esto significa más presión para los hombres al tener que responder y no poder, lo que suele agravar el problema.
• 80% de las mujeres participantes opinó que la disfunción eréctil arruina su vida sexual.
• La disfunción eréctil provoca 61% de pérdida de intimidad en las parejas.
• 51% de las mujeres cuyas parejas padecen disfunción eréctil, tienen problemas para dormir.

Si esto le pasa a quien no padece el problema directamente, imaginemos cómo se siente la persona que tiene la disfunción.

Explica la sexóloga Teresa Flores, directora de comunicación de Boston Medical Group México: “la disfunción eréctil se vive como un auténtico duelo que pasa por todas las etapas: desde el shock inicial, negación, enojo, el pensamiento de que el problema se solucionará solo, hasta la depresión; lo que los lleva a tocar fondo y finalmente, aceptar que deben buscar ayuda.”

La pareja puede tener un papel fundamental como apoyo o, por el contrario, ser una carga adicional de agobio. El cómo maneje ella la situación, puede hacer la diferencia. 

El hombre sufre en silencio pensando que hay algo malo en él. La mujer, por su parte, puede reaccionar de varias formas: centrarse en su día a día, los hijos, el trabajo, la casa, etc., ignorando el problema o bien, culparse por la falta de interés de su cónyuge; piensa que no hay erección porque ella perdió el atractivo, no está haciendo lo que le gusta a su pareja en la cama y saca conclusiones sin fundamento como “anda con otra” o “se terminó el amor”. 

La inseguridad es el sentimiento que predomina en ambos y da lugar a una cadena de errores que sólo agravarán el malestar. 

Por su parte, un hombre que empieza a tener problemas de erección, trata de probarse a sí mismo “fuera de casa” -pensando en que la culpa es de su pareja o de la rutina-. 

Se relaciona con otras personas para comprobar si su pene aún funciona. Si no hay oportunidad de tener una aventura, recurren a la masturbación. El problema de estas conductas es que no hay deseo ni excitación y también les invade la culpa. Es muy probable que el resultado no sea el que buscan y terminen deprimiéndose más. 

Como afirma la sexóloga Flores, hasta no tocar fondo, no se darán cuenta de que es necesario poner el tema sobre la mesa. Alguno de los dos lo hará. Pero ¿cómo hablar de estos problemas sexuales con tu pareja?

¿Eyaculación precoz o deseo de durar más?

Si la disfunción eréctil puede ser más evidente -si no hay erección, ni cómo ocultarlo-, la eyaculación precoz representa un problema aún mayor, ya que puede confundirse fácilmente con egoísmo, el simple deseo de durar más o incluso, no saber que existe.

Uno de cada tres hombres en promedio, padecerá de eyaculación precoz en algún momento de su vida. Si estos episodios son aislados y dentro de un periodo más o menos largo, probablemente no haya de qué preocuparse. Pero si esto se prolonga por más tiempo y se presenta repetidas veces, es necesario consultar a un experto.

¿Qué es la eyaculación precoz?

Recordemos que la eyaculación precoz es la incapacidad para controlar el impulso eyaculatorio, el hombre eyacula entre uno o dos minutos después de la penetración o bien, ante la mínima estimulación, sin desearlo, incluso antes de penetrar.

Un hombre sano, que ha aprendido a controlar el impulso de la eyaculación tanto como lo desee, debe ser capaz de retardar este momento hasta que su pareja haya llegado al orgasmo. 

Sin embargo, hay hombres que, aún en edad adulta, no han aprendido a conocer su cuerpo y a controlar los músculos que se involucran en la eyaculación. Probablemente ni siquiera se lo hayan planteado si nadie se lo ha hecho saber. 

La eyaculación precoz no es lo mismo que querer durar más. La diferencia es la falta de control. Si lo que se experimenta es enojo, angustia, frustración, reclamos de la pareja, pérdida de la autoestima o depresión, hay que aceptar que se trata de una disfunción con consecuencias serias, especialmente a nivel emocional. 

La buena noticia es que con el entrenamiento adecuado y la guía de expertos en la materia -sexólogo-la eyaculación precoz se puede corregir de forma sencilla y casi siempre, permanente.

Para saber más te invitamos a leer:  Venirse rápido, ¿es lo mismo que la eyaculación precoz?

Disfunción eréctil y eyaculación precoz: cómo hablar de estos problemas sexuales con tu pareja

Sea cual sea la disfunción que padeces, hay formas de manejarlo en pareja para, juntos, encontrar la solución. Aquí te damos algunos consejos sobre cómo hablar de estos problemas sexuales con tu pareja.

En la experiencia con más de millón y medio de pacientes, los expertos en salud sexual masculina de Boston Medical Group aseguran que involucrar a la pareja en el tratamiento para la disfunción eréctil o eyaculación precoz, incrementa las posibilidades de éxito y ayuda a restaurar la confianza mutua. Entre dos, la carga será menos pesada. 

La participación de la mujer en la consulta médica puede ayudar a:

• Dar información más completa al médico. Ella puede recordar detalles que el paciente pase por alto o describir mejor los cambios de conducta.
• Aprender cómo funciona el organismo masculino y comprender cuáles han sido las afectaciones psicológicas que la disfunción eréctil o la eyaculación precoz han desencadenado en él. 
• El terapeuta sexual puede ayudar a resolver conflictos derivados de la disfunción que hayan quedado “archivados”. 

Cualquiera de los dos puede tomar la iniciativa, pero será importante tener en cuenta:

• Tacto: El tema puede ser muy doloroso y vergonzoso para ellos. Por eso es necesario abordar el tema de forma delicada pero directa. 

Hablar de los aspectos positivos es una buena forma de acercarse: la mucha confianza que se tienen, cómo han logrado superar situaciones difíciles, lo atractivo que sigue siendo él, etc. 

En lugar de quejarse o culpar al otro, lo óptimo es tratar de tranquilizar a la pareja haciendo alusión a momentos agradables: “te acuerdas cuando nos reímos tanto de…yo creo que podríamos volver a vivirlo”. “Recuerdo que te gusta esto” y lo más importante: “¿cómo puedo apoyarte?” 

Plantear la posibilidad de visitar al médico, en el entendido de que la mayor preocupación es la salud de él, no tiene por qué considerarse una agresión. ¡Al contrario! Es un gesto solidario y una muestra de amor.

• Comprensión: Ponerse en los zapatos del otro no es fácil. Cuando la pareja deja de abrazar, besar o dar muestras físicas de afecto, está claro que algo sucede. Es necesario hacer a un lado el egocentrismo y pensar primero en quien tiene el problema. 

Es probable que él haya estado evitando el sexo, pero se debe a la angustia de no poder satisfacer a su pareja. Ser comprensivo no significa minimizar el problema, decirle a un hombre que su disfunción eréctil o la eyaculación precoz no importan, le hará sentir que no extrañas la intimidad. 

• Buscar el momento adecuado: No hables en un momento de enojo o desesperación, mucho menos durante una relación sexual fallida. Hay que esperar a que el momento vergonzoso, pase.

Las emociones negativas no ayudan a la hora de hablar de temas difíciles. Es recomendable planear un momento a solas, donde puedan conversar tranquilamente.

Recuérdale la importancia que tienen para ti su salud y su felicidad. Ofrece ir a una consulta médica con él o pregunta si prefiere hacerlo en privado y si es así, respeta eso. 

• Busquen un diagnóstico profesional: El urólogo y/o terapeuta sexual les ayudarán a encontrar las causas, darán un diagnóstico exacto y podrán recomendarles un tratamiento, ya sea con medicamentos orales, psicoterapia, terapia de ondas focales, farmacoterapia intracavernosa y/o asesoría sexológica. El tratamiento debe ser integral para mejores resultados.

Los ejercicios y técnicas indicadas por el sexólogo, ayudarán a recuperar el control de la eyaculación y fortalecerán los músculos pélvicos. Además, tomar terapia sexual en pareja les ayudará a ampliar sus prácticas eróticas.

También pueden realizar los test disponibles en nuestro sitio web o al final de este artículo. En 5 minutos podrán despejar sus dudas y si lo desean, hacer ahí mismo una cita.

• Vívanlo como una experiencia importante juntos: Con la certeza de que siempre hay soluciones, sigan el tratamiento al pie de la letra. Más pronto de lo que se imaginan, ese mal momento quedará atrás. 

Compartir esa experiencia fortalecerá los lazos y les permitirá descubrir nuevas formas de expresar el amor, conocerse mejor el uno al otro y sorprenderse con los grandes aprendizajes que esto traerá. 

Lee también: ¿Tu problema de disfunción eréctil te provoca inseguridades? Te enseñamos cómo afrontarlo

¡Hasta pronto!

Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, epidemiólogo, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.