Como ya se ha planteado en artículos anteriores, las medicaciones orales no solo forman parte de la primera línea de tratamiento para la disfunción eréctil, sino que además son las preferidas por médicos y pacientes por su practicidad, seguridad y costo, entre otros.
Hoy explicaremos cómo se puede tratar la disfunción eréctil con L-Arginina, así que prepárate para tomar nota porque la información que sigue es muy necesaria si tienes esta patología.
¿Qué es L-Arginina?
Dentro de las alternativas terapéuticas orales, cada vez encontramos más evidencia en relación con los llamados dadores de óxido nítrico, particularmente la L-Arginina. El óxido nítrico es considerado como un mediador principal de la erección, al facilitar la relajación del músculo liso de las arterias del pene y por lo tanto el aporte sanguíneo que permite la tumescencia y rigidez. La L-Arginina es uno de los precursores de óxido nítrico, y varios estudios en animales y humanos han proporcionado evidencia de sus efectos vasodilatadores de las arterias del pene.
¿Qué informan las investigaciones médicas al respecto?
En este caso vamos a hacer referencia a un estudio diseñado para determinar si la administración oral de una dosis alta de L-Arginina sería efectiva para hombres con disfunción eréctil de causa predominantemente orgánica. La publicación de esta investigación es del año 1999 en el journal BJU Internacional, y su título es: “Efecto de la administración oral de altas dosis de L-Arginina como donante de óxido nítrico en hombres con disfunción eréctil orgánica: resultados de un estudio doble ciego, aleatorizado, controlado con placebo”.
Este estudio incluyó a cincuenta pacientes con edades comprendidas entre los 55 y los 75 años con disfunción eréctil orgánica de más de seis meses de duración.
¿Cuáles fueron los aspectos centrales de este estudio?
Los pacientes estudiados se sometieron a un examen físico completo, completaron el cuestionario de O’Leary que contiene once preguntas que abordan los temas de impulso sexual, función eréctil, evaluación del problema y satisfacción sexual en general. Un cuestionario adicional sobre la función sexual elaborado especialmente por los autores abordó el número de erecciones, la calidad de las erecciones, la libido y el rendimiento sexual. Finalmente, se pidió a todos los participantes que mantuvieran un diario de actividad sexual durante el período del estudio.
Los pacientes fueron asignados al azar a recibir L-Arginina o terapia con placebo durante seis semanas. La dosis diaria de 5 g. de L-Arginina o placebo se dividió y se administró en tres dosis. Los pacientes fueron evaluados catorce días antes y en cero, catorce, treinta y cinco y cuarenta y dos días después del inicio del tratamiento.
De los cincuenta participantes originales, treinta y dos fueron asignados al tratamiento con L-Arginina y dieciocho al placebo (controles). Algunos pacientes abandonaron el estudio durante el proceso por diferentes causas. Al finalizar, nueve de veintinueve hombres tratados con L-Arginina, pero solo dos de diecisiete tratados con placebo, informaron una mejoría significativa en la función sexual en sus diarios. Aquí aparece un dato clave: el nivel inicial de óxido nítrico de la orina en los nueve hombres tratados con L-Arginina que tuvieron una mejora subjetiva en sus actividades sexuales fue significativamente menor que el de los otros pacientes, y ese nivel se había duplicado al final del estudio.
¿Cuáles fueron los resultados del estudio?
Este estudio confirma, en principio, los resultados de otros investigadores como Zorgnotti y Lizza. La mejora subjetiva en este grupo de pacientes, no acompañada de cambios en las variables objetivas evaluadas, sugiere que la terapia con L-Arginina puede ser especialmente beneficiosa en pacientes con una producción baja de óxido nítrico.
Conclusiones
Este estudio nos abre una nueva perspectiva para la evaluación y el tratamiento de los pacientes con disfunción eréctil de causa predominantemente orgánica. Queda por establecer si dosis más altas de L-Arginina o un período de tratamiento más prolongado serían más eficaces en pacientes con disfunción eréctil que no muestran evidencia de baja producción de óxido nítrico.
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Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.
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