A estas alturas, ya no deberíamos sentir vergüenza de hablar del tema. Los problemas de erección son la disfunción sexual más común y de lo que se trata, es de brindar soluciones. Las fallas en la erección pueden deberse a muchas causas, aunque en la mayor parte de los casos, están relacionadas con problemas circulatorios. Por eso, la recomendación más importante es obtener un diagnóstico médico. Sin embargo, el hombre no siempre está dispuesto a acudir a consulta como su primera opción.
En el artículo de hoy te informaremos sobre la patología sexual masculina más frecuente en los hombres y sabrás cómo terminar con los problemas de erección, ¡así que quédate leyendo porque lo que sigue te puede ayudar!
¿Cómo terminar con los problemas de erección? Esto es lo que debes saber
Existe la creencia de que la disfunción eréctil ocurre sólo a los adultos mayores, pero la realidad es que este problema está apareciendo en hombres cada vez más jóvenes, ya sea por su estilo de vida, por causas psicológicas, consumo excesivo de tabaco o alcohol o como efecto secundario de medicamentos, entre otros posibles factores.
El sexo es fuente de felicidad y un indicador de buena salud, y para los hombres es, además, parte fundamental de su autoestima y equilibrio emocional.
Cuando un hombre tiene problemas de funcionalidad para disfrutar de relaciones sexuales completas y satisfactorias, los sentimientos de tristeza, enojo, decepción o inseguridad, invaden todos los aspectos de su vida. La disfunción eréctil se vive como un duelo y muchas veces, en silencio.
Afortunadamente, la ciencia está de nuestro lado. Los expertos en salud sexual masculina están para guiarnos sobre cómo terminar con los problemas de erección, ya sean eventuales o persistentes. Si se cuenta con el diagnóstico y tratamiento adecuados, recuperar la plenitud del goce sexual, es posible.
Empecemos por las causas
Si las erecciones espontáneas nocturnas o matutinas, son normales, puede tratarse sólo de algún factor emocional que esté interfiriendo con la respuesta a los estímulos, pero no necesariamente de un problema físico. La mente a veces nos juega malas pasadas, así que será necesario indagar en qué tipo de problema te está causando ansiedad, estrés o tristeza, como:
- Mala comunicación. Falta de atracción, rutina u otros temas de pareja.
- Baja autoestima. Los sentimientos de duda o fracaso sobre uno mismo, pueden tener un efecto físico.
- Situaciones estresantes o dolorosas, como problemas económicos, laborales, alguna pérdida, etc.
- Miedo a fallar o ansiedad por el desempeño. Muy común en jóvenes.
- Altas expectativas del sexo. Puede convertir al sexo en un deber en lugar de un placer.
Si los problemas de erección se repiten a pesar de gozar de buena salud física, sería conveniente consultar con un profesional de salud mental (psicólogo o psiquiatra) para que te ayude a superar la dificultad emocional que estés atravesando; o bien, puedes buscar la asesoría de un sexólogo. Un experto en esta materia -disfunciones sexuales de origen psicológico– puede evaluar tu caso tanto a nivel individual como de pareja. Seguro que podrá ayudarte a encontrar una solución.
Ahora, si las erecciones espontáneas son menos frecuentes o desaparecen, ese sí puede ser indicador de causas fisiológicas.
Recordemos que la disfunción eréctil es la incapacidad para obtener o mantener una erección durante el tiempo suficiente para lograr relaciones sexuales satisfactorias.
Observa si esa incapacidad se presenta de la siguiente forma:
- En al menos uno de cada cuatro encuentros sexuales.
- Por un periodo de entre uno a seis meses.
- Se pierde la erección al cambiar de postura.
- Se llega al orgasmo, pero con una erección menos rígida.
Si identificas alguno de estos síntomas, debes acudir con un médico para que te diagnostique, previa revisión física e información sobre antecedentes de enfermedades familiares, historia clínica, hábitos de vida y otras preguntas necesarias, además de algunos análisis clínicos. Los problemas de erección suelen estar asociados a la vascularidad. Cuando el flujo sanguíneo es deficiente, la sangre no llegará con fuerza a los cuerpos cavernosos del pene para provocar la erección.
Aquí tienes una lista de posibles causas físicas de problemas de erección:
1. Enfermedades asociadas a problemas vasculares, hormonales o del sistema nervioso, como:
- Diabetes.
- Presión arterial alta.
- Afecciones del corazón.
- Arterias obstruidas (aterosclerosis).
- Niveles bajos de testosterona que pueden dificultar la erección o reducir el impulso sexual.
- Enfermedades de la tiroides o glándulas suprarrenales.
- Trastornos del sistema nervioso, como esclerosis múltiple o mal de Parkinson.
- Daño a nervios por cirugía de la próstata.
- Lesión de la médula espinal.
- Depresión.
- Efectos secundarios de algunos medicamentos. Si estás tomando alguno de éstos, es importante que no suspendas tu tratamiento por cuenta propia. Consulta a tu médico y pídele opciones.
- Antidepresivos (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina).
- Medicamentos para la presión arterial (especialmente beta bloqueadores).
- Medicamentos para el corazón.
- Pastillas para dormir.
- Algunos medicamentos para úlcera péptica.
- Cortisona.
Otras causas físicas de problemas de erección pueden ser:
- Consumo de tabaco, alcohol y otras drogas recreativas.
- Dieta basada en grasas saturadas, azúcares, sal, harinas y carbohidratos en general.
- Falta de actividad física.
- Seamos claros, esta información no es un diagnóstico. Eso solamente puede dártelo un médico y de preferencia, especializado en urología. Lo que ves aquí es información que puede servirte para dar el paso y hacer una cita con un profesional en salud sexual masculina.
¿Cómo terminar con los problemas de erección? Empieza por aquí
El acompañamiento médico es necesario, aun cuando tu caso no implicara un tratamiento farmacológico o terapéutico de otro tipo (como terapia de ondas de choque), sino sólo algunos cambios en tu estilo de vida, asesoría sexológica o nutricional. Ellos son los expertos y sabrán guiarte en el camino a la recuperación de tu vida sexual de la forma más segura y adecuada, según tus necesidades.
Cambios en tu alimentación. Sí, sabemos que todo el mundo -empezando por los médicos- recomiendan comer frutas y verduras y eliminar azúcares y grasas. Sin embargo, es muy importante que comprendas cómo influye la alimentación en tu desempeño sexual. Somos lo que comemos, ¿recuerdas?
Además de reducir o eliminar todo aquello que ya sabes, no es bueno para tu salud, una dieta rica en proteína animal sin grasas saturadas, hojas verdes, pescados, frutos secos, frutas y verduras, puede tener un efecto muy positivo sobre las erecciones. Habrás oído hablar de los superfoods. Estos contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, infecciosas, sobrepeso y deficiencias en el sistema inmune, ya que se les atribuyen propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, entre muchos otros beneficios. (Mayo Clinic).
Según el Central European Journal of Urology, una dieta basada en superalimentos disminuye las probabilidades de padecer disfunción eréctil, ya que se trata de ingredientes ricos en antioxidantes naturales, varios de ellos tienen propiedades antiinflamatorias y algunos otros contienen aminoácidos que favorecen la producción de óxido nítrico (vital para la erección), así como la circulación de la sangre. Las grasas saludables, por ejemplo, son necesarias para la síntesis de las hormonas sexuales.
Deja los malos hábitos. Hablamos del exceso de alcohol, drogas recreativas, pero sobre todo, del tabaco. La nicotina es el peor enemigo del corazón, los pulmones, las arterias ¡y del pene! Sabemos que un altísimo porcentaje de jóvenes con problemas de erección, son fumadores. Si dejar esta adicción te es muy difícil, busca ayuda, hay programas que pueden apoyarte para abandonar este terrible hábito.
Haz cardio. El ejercicio es maravilloso para generar endorfinas, para moldear el cuerpo -lo que sube la autoestima-, es una fuente natural de dopamina, indispensable para el mecanismo de erección y mantiene el corazón en buen estado, pues favorece la circulación sanguínea. Integra algo de ejercicio aeróbico y cardiovascular a tu rutina diaria: camina, corre, súbete a la bicicleta, juega fútbol, lo que tú prefieras, pero hazlo. Tu corazón, tus arterias y tu pene, te lo agradecerán.
Si crees que tu problema es emocional, no dudes, acude con el Psicólogo. La depresión y el estrés son enfermedades tan discapacitantes y serias como cualquier otra. Si requieres medicación, el psicólogo te puede derivar con un psiquiatra, que es un médico especializado en enfermedades mentales capacitado para recetar, en caso de ser necesario, un antidepresivo. No le tengas miedo a estos términos. No hay nada de malo en buscar este tipo de ayuda profesional. Habla con total apertura de tus problemas de erección para que el especialista lo tome en cuenta.
Asesoría sexológica. Y ya que hablamos de psicólogos, el especialista en materia sexual es el sexólogo, quien te ayudará a despejar dudas, aprender a redescubrir el placer del sexo, te guiará en las técnicas y ejercicios necesarios para reentrenar tu cuerpo y podrá apoyarte de forma individual o en pareja, Ampliar tus horizontes eróticos siempre será bueno para mantener erecciones firmes y duraderas.
Terapia farmacológica. Si tus problemas de erección requieren medicamentos vasodilatadores o tratamiento hormonal, el uroandrólogo puede orientarte, previo diagnóstico, sobre el tipo de fármaco adecuado para ti según tu edad, estado de salud general u origen de la disfunción. Desde medicamentos orales como el sildenafil, hasta la farmacoterapia intracavernosa (FIC). Esta última consiste en fármacos inyectables directamente en los cuerpos cavernosos del pene, un procedimiento seguro e indoloro, pues actúan exclusivamente en el pene, ensanchando las arterias y el tejido sólo de esta zona.
Terapia de ondas de choque. La tecnología al servicio de la sexualidad masculina. Este es un tratamiento de primera línea que ha demostrado muy alta eficacia para solucionar la disfunción eréctil o ayudar en la recuperación de pacientes con enfermedad de Peyronie (curvatura peneana). Se trata de ondas de baja frecuencia que estimulan la regeneración de los tejidos y las arterias del pene para permitir un adecuado flujo sanguíneo. Aunque se aplican en la clínica, las sesiones son cortas y después puedes volver sin ningún problema a tus actividades normales.
Check up anual. La verdad, muy pocos hombres tienen esta disciplina, pero es muy necesaria. Una batería de análisis clínicos básicos, incluida la prueba de antígeno prostático en sangre, puede no sólo prevenir problemas de erección, sino salvar tu vida. Asegúrate de incluir una revisión del estado de tu corazón. La enfermedad cardiovascular y la disfunción eréctil tienen los mismos mecanismos subyacentes de la disfunción endotelial (incapacidad de los vasos sanguíneos para relajarse adecuadamente para que la sangre fluya).
Si te preguntabas cómo terminar con los problemas de erección, esto es lo que debes saber.
El primer paso es cambiar tus hábitos de vida por un plan saludable. Cuidar tu peso y tu estado de salud, se refleja en erecciones más firmes.
Y si esto no basta, no tengas miedo de ir a consulta con un profesional en salud sexual masculina. Lo ideal es que el tratamiento sea integral y aborde tanto la parte física como la emocional. Rara vez estos dos aspectos están desconectados.
Terminar con los problemas de erección es posible si te pones en manos expertas.
Si necesitas ayuda no dudes en solicitar asesoría experta en el tema, podemos ayudarte con mucho gusto. Clic aquí.
¡Hasta pronto!
Artículo validado por el Dr. Jesse Jarrod Jimenez, Médico Especialista en Cirugía General, Urología, Andrología y Medicina Sexual de Boston Medical Group en México, Monterrey.
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