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Tadalafilo (Cialis) vs. Sildenafilo (Viagra) ¿Cuál tiene menos efectos secundarios?

Se trata de los dos medicamentos orales más populares para tratar la disfunción eréctil. A finales de los 90 hizo su aparición la pastilla azul, revolucionando por completo la vida sexual de los hombres. Unos años después, surgió su principal competidor Tadalafilo (Cialis), ofreciendo algunas ventajas, principalmente en el tiempo de acción. Ambos son fármacos vasodilatadores, están contraindicados para cierto tipo de pacientes y tienen efectos secundarios similares, pero hay algunas diferencias entre uno y otro. Tadalafilo (Cialis) vs. Sildenafilo (Viagra) ¿Cuál tiene menos efectos secundarios? ¡Entérate en este comparativo que haremos en el artículo del día!

Causas fisiológicas de la disfunción eréctil 

Como bien sabemos, las causas fisiológicas de la disfunción eréctil (90% de los casos) pueden ser variadas, pero para hablar de medicamentos orales, nos enfocaremos en la disfunción eréctil de origen vascular, es decir, fallas en la función eréctil debido al mal funcionamiento en las arterias, venas y/o vasos capilares

Al recibir un estímulo sexual, el cerebro libera sustancias entre las cuales se encuentra el óxido nítrico. Éste y otros químicos son los encargados de activar todo el sistema circulatorio y relajar los vasos sanguíneos para enviar con más fuerza el flujo de sangre a las arterias y los cuerpos cavernosos del pene.

Cuando este mecanismo falla, es necesario activarlo de forma “artificial”. Esa es la función de los fármacos vasodilatadores como el Tadalafilo y el Sildenafil.  

La pastilla azul que cambió al mundo

En el Viagra, millones de hombres encontraron un poderoso vasodilatador que les devolvió su “juventud sexual”. Tanto el Sildenafil como el Tadalafilo, principios activos de Viagra y Cialis respectivamente, liberan óxido nítrico en los cuerpos cavernosos del pene. Este químico es producido por el organismo de forma natural y, como ya explicamos, su función es relajar los músculos y tejidos del pene, permitiendo que la sangre fluya con más facilidad hacia este órgano. 

En 2013, fue liberada la patente de este medicamento, permitiendo la venta de Sildenafil en versiones genéricas. Hoy está al alcance de todos, en cualquier farmacia, a precios accesibles y -desafortunadamente- es posible adquirirlo en línea sin receta médica, obviamente de forma clandestina. Incluso hombres jóvenes lo consumen pensando que es una especie de afrodisíaco que les ayuda a mejorar su desempeño sexual. Nada más ajeno a la realidad, ya que, lejos de obtener beneficios, este tipo de medicamentos pueden dañar gravemente el organismo de un hombre sano o con enfermedades preexistentes asociadas a la vascularidad, como cardiopatías e hipertensión, por mencionar las más importantes. 

El Sildenafil tiene efectos secundarios tolerables para algunos pacientes, pero muy peligrosos para otros. De ahí la importancia de contar con la asesoría de un médico experto en salud sexual masculina.

El otro medicamento más común para la disfunción eréctil es Cialis, cuyo principio activo es el Tadalafilo. Al igual que Viagra, Cialis ha dado a muchos hombres con problemas de erección, la posibilidad de tener relaciones sexuales completas y satisfactorias. Cialis es también una buena alternativa para tratar la disfunción eréctil, pero no está exenta de efectos secundarios.

Esta es la razón por la cual los fármacos vasodilatadores presentan una alta tasa de abandono. Si bien el médico suele advertir de las posibles reacciones, algunos pacientes aún se sorprenden al experimentar malestares peores que la propia disfunción

El Dr. Jesse Jarrod Jimenez, Médico Especialista en Cirugía General, Urología, Andrología y Medicina Sexual de Boston Medical Group en México, Monterrey afirma que:

“La mayoría de los efectos secundarios son la respuesta del organismo a un medicamento nuevo, por lo regular, son temporales, fácilmente manejables con el uso de otros medicamentos, lo cual permite mantener la correcta terapia asignada y la consecuente erección”

Pero, los medicamentos orales para la disfunción eréctil, ¿son la solución más eficaz? Los hombres con problemas de erección, ¿no tienen más alternativa que tolerar los efectos secundarios de las pastillas? Claro que no, opciones hay muchas, y dependerá de las características y estado de salud de cada paciente, así como de la recomendación del médico, elegir el tipo de tratamiento más adecuado para cada quien.

En la experiencia con más de millón y medio de pacientes, los expertos de Boston Medical Group afirman que los fármacos vasodilatadores presentan, en promedio, entre un 65% y 75% de eficacia, contra el 85% a 94% de otros tratamientos como la terapia intracavernosa.

¿Quiénes no pueden tomar Cialis o Viagra?

Como siempre advertimos, los medicamentos orales deben administrarse a partir de un diagnóstico médico completo que incluya análisis clínicos, revisión del estado de salud general del paciente, hábitos de vida, características generales como edad, presión arterial, frecuencia cardíaca y peso, antecedentes familiares, tipo de prácticas sexuales y estado emocional. También deben ser parte de un tratamiento integral que incluya el abordaje del estado psicológico del paciente (las disfunciones sexuales afectan seriamente el estado emocional de la persona) y otras técnicas complementarias que ayuden al hombre y a su pareja, a recuperar la confianza y adaptarse a un nuevo universo erótico, lo cual puede ser sumamente placentero y enriquecedor.

Un alto porcentaje de hombres con disfunción eréctil, padece alguna enfermedad subyacente o bien, son adultos mayores que rebasan los 65 años. Es muy probable que Cialis, Sildenafil o cualquier otro fármaco vasodilatador, no sean el tratamiento indicado para ellos.

Los vasodilatadores como el Tadalafilo y el Sildenafil están totalmente contraindicados para: 

  • Hombres que pierden el aliento o experimentan dolor en el pecho con un mínimo esfuerzo físico (subir escaleras o correr).
  • Pacientes con arritmias severas no tratadas.
  • Pacientes con problemas severos de hígado.
  • Personas con presión sanguínea baja.
  • Si se ha sufrido derrame cerebral o infarto al miocardio en el último año.
  • Si se sigue un tratamiento con nitratos.
  • Pacientes que padecen retinitis pigmentosa.

También se debe consultar con el médico en caso de padecer úlcera gástrica, hemofilia, leucemia o anemia de células falciformes o bien, si se está tomando algún otro medicamento, ya que las pastillas para la disfunción eréctil tienen interacción negativa con algunos de ellos, especialmente en el caso de los nitratos (orales o tópicos) usados en pacientes con antecedentes de infartos del corazón. La interacción podría derivar en una hipotensión muy grave

Hasta ahora, hemos hablado de generalidades y factores en común que tienen Cialis y Viagra. Pero, ¿cuáles son las diferencias entre uno y otro?

Si bien funcionan de manera similar, hay algunas características que los diferencian: los efectos secundarios, tiempo de duración del efecto y cómo se deben tomar.

Comparemos el tiempo de acción:

Cialis (Tadalafilo) tiene una eficacia que persiste hasta por 36 horas, mientras que el Sildenafil, ofrece sólo 4 horas consumiendo la misma dosis de 20 mg. Es por eso que a Cialis se le conoce como “la píldora de fin de semana”.

Por otro lado, Cialis está disponible en una dosis de 5 mg de “efecto continuo”, es decir, esta presentación es de una toma diaria durante un mes, lo que permite lograr una erección siempre que el usuario reciba estimulación sexual, no es necesario tomar un comprimido adicional. El Sildenafil, disponible sólo en dosis de 20 mg, se toma según demanda; cada vez que el paciente quiera tener relaciones sexuales, debe tomar un comprimido, lo cual no es necesariamente malo; podría ser una alternativa para las personas que no tienen encuentros sexuales frecuentes y prefieren tomar una sola pastilla ocasionalmente: “un pago por evento”.

¿Cómo tomar cada una?

Además de las dosis mencionadas, la interacción con alimentos y sustancias como el alcohol son factores importantes para algunos pacientes.

En este aspecto, Cialis también lleva ventaja sobre el Sildenafil: el Tadalafilo generalmente no se ve afectado por el consumo de alimentos, el medicamento puede tomarse con o sin comida y actuará de la misma forma; en el caso de Viagra, su efectividad es mayor cuando se toma con el estómago vacío. 

Cialis tampoco presenta interacción con el consumo de alcohol y alimentos grasos que reducen/retrasan la absorción del medicamento. El Sildenafil, sí. 

Cabe hacer la observación de que tanto el exceso de grasas saturadas y de sustancias tóxicas como alcohol, tabaco o drogas recreativas, son un altísimo factor de riesgo para padecer disfunción eréctil. Aunque el medicamento resulte ser una opción aceptable y efectiva para ciertas personas, de poco sirve el tratamiento si, por otro lado, el paciente no contribuye cambiando los hábitos de vida que, probablemente, contribuyeron a sus problemas de erección.

Otro punto clave que vale la pena mencionar es que Cialis tiene otros usos médicos: hiperplasia prostática benigna (inflamación de la próstata) y presión elevada en los pulmones.

Tadalafilo (Cialis) vs. Sildenafilo (Viagra) ¿Cuál tiene menos efectos secundarios?

Empecemos por recordar que ambos medicamentos son inhibidores de la fosfodiesterasa-5 y, por lo tanto, comparten muchos efectos secundarios

Para analizarlo más fácilmente, véase la siguiente tabla.

Los efectos mencionados son más o menos generales y son los que se advierten tanto en la mayoría de las páginas médicas como en el etiquetado. Sin embargo, sabemos que estas indicaciones no necesariamente se presentan en todos los pacientes y que, algunas veces, son más un reglamento sanitario que una constante en el uso. Pero esto no debe tomarse a la ligera o como una invitación a ingerirlos despreocupadamente. Bajo ninguna circunstancia, un medicamento de uso tan delicado como los vasodilatadores, debe tomarse por cuenta propia, sin consultar con un médico. Es necesario que cada persona conozca a la perfección su estado de salud, esto sólo puede confirmárselo un especialista, previos exámenes de rigor.

Por ejemplo, según la Fundación para la Diabetes, el Sildenafilo, Tadalafilo y otros vasodilatadores de última generación, pueden ser una alternativa para la disfunción eréctil en pacientes diabéticos. Sin embargo, sabemos que alrededor de la mitad de los hombres con disfunción eréctil asociada a la diabetes, no presentan una buena respuesta a estos fármacos. En este caso, el experto en salud sexual masculina puede ofrecer otras alternativas más adecuadas o tolerables.  

Para controlar las posibles complicaciones que conlleva la diabetes, se deben tomar medicamentos para la presión alta, problemas cardíacos, glaucoma, depresión o diuréticos. Muchos de estos fármacos también producen disfunción eréctil. Es importante que tanto el urólogo como el paciente, estén enterados de cuáles de éstos han sido recetados para que su efecto no interfiera con el tratamiento elegido.

Las personas hipertensas también deben informarse sobre la acción de los fármacos vasodilatadores antes de tomarlos. Los niveles de presión se elevan debido al endurecimiento y estrechamiento de las arterias (aterosclerosis); el corazón debe bombear sangre con un mayor esfuerzo, es decir, con mayor presión, lo que se manifiesta en una deficiente irrigación sanguínea hacia los órganos. Esta es la razón por la cual la hipertensión puede causar disfunción eréctil.

Muchos de los medicamentos para la presión, también producen problemas de erección. Entonces, ¿qué alternativas tienen los pacientes hipertensos? 

Lo primero es que bajo ninguna circunstancia se abandone el tratamiento para la hipertensión por cuenta propia. Una vez más, es necesario consultar al médico acerca de esto para que él pueda, ya sea ajustar la cantidad o recetar otro fármaco con menos injerencia sobre el desempeño sexual. Si además existe la posibilidad de tomar Cialis o Viagra, el médico informará qué medicamentos son seguros de combinar. Esto dependerá del estado de salud general y del grado de disfunción que se padezca (leve, moderada o severa). Es altamente probable que para un paciente con presión alta, se deba recurrir a la segunda línea de tratamiento para la disfunción eréctil, como puede ser la farmacoterapia intracavernosa. Pregunta a tu médico por ésta y otras opciones.

Conclusiones

En resumen, la única forma de saber cuál de los dos medicamentos es el adecuado para cada quien, es buscar la opinión de un experto y probar uno y otro. 

Decir qué medicamento es mejor, es un criterio completamente subjetivo, ya que, como hemos visto, los efectos secundarios son más o menos los mismos; las diferencias más importantes radican en las dosis y el tiempo de duración de cada principio activo. 

Esperamos que este artículo haya sido esclarecedor y te invitamos a compartir esta entrada si fue de tu agrado. ¡Hasta pronto!

Artículo validado por el Dr. Jesse Jarrod Jimenez, Médico Especialista en Cirugía General, Urología, Andrología y Medicina Sexual de Boston Medical Group en México, Monterrey. 

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