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¿Síntomas de disfunción eréctil o de una enfermedad no diagnosticada?

Los primeros síntomas de disfunción eréctil podrían ser el aviso de una enfermedad preexistente que aún no sabes que tienes. El 80% de los casos de disfunción eréctil, se debe a causas orgánicas, y la mayoría de éstos tienen que ver con la circulación sanguínea. Además de recuperar la capacidad de mantener relaciones sexuales completas, atender los síntomas de disfunción eréctil podría salvar tu vida. ¿Tienes síntomas de disfunción eréctil o de una enfermedad no diagnosticada? ¡Entérate en este artículo!

¿La disfunción eréctil puede aparecer a cualquier edad?

La disfunción eréctil puede aparecer a cualquier edad, pero se vuelve más común alrededor de los 50 años. Esta es la edad en que empiezan a manifestarse “achaques” como enfermedades hereditarias, consecuencias de malos hábitos de vida (una dieta pobre en nutrientes, sedentarismo, adicción al tabaco o alcohol), dolores crónicos, disminución en los niveles de testosterona (andropausia) o mayor riesgo de problemas de próstata.

También es una etapa de la vida en la que las crisis existenciales son comunes; “el último chance” de muchas cosas, lo que a muchos hombres les genera estrés, ansiedad, hartazgo, problemas de pareja o depresión.

Todo lo anterior, son factores de riesgo para padecer disfunción eréctil, ya sea de origen físico o psicológico. Lo más grave, es que un hombre con problemas de erección, tarda en promedio cuatro años en buscar atención médica. 

En materia de sexualidad masculina, aun en pleno siglo XXI, cuesta creer que los hombres no quieran hablar de eso. No se lo cuentan ni a su médico de cabecera, tal vez por pudor, vergüenza o por considerar que no es su área de práctica. Un paciente con eyaculación precoz puede tardar años en darse cuenta de que padece un trastorno sexual. Si no es por insistencia de la pareja, es probable que no se dé por enterado.

Con la disfunción eréctil es difícil no notarlo y, a pesar de la evidencia, se estima que sólo el 20% de los hombres que la padecen, se tratan.

Medicamentos como el Viagra abrieron la conversación pública sobre temas de salud sexual masculina en medios masivos. Mucho antes de Twitter y Facebook, los hombres se enteraron de que había alternativas para disfrutar de una vida sexual plena a cualquier edad. Pero el proceso para aceptar que uno tiene problemas de erección, toma cierto tiempo.

Si los hombres supieran que la disfunción eréctil puede ser síntoma de una enfermedad no diagnosticada, tal vez tardarían menos en acudir a una clínica de salud sexual o hacerse un check up general. 

Y es que la disfunción eréctil, más que una enfermedad en sí misma, es síntoma de problemas de salud que muchas veces, ponen en peligro la vida del paciente sin que éste siquiera lo sepa.

Si no nos preocupamos por la salud de nuestro pene -que tanto nos importa y tanto placer nos brinda-, ¿por qué habríamos de estar pensando en las arterias, el colesterol, el corazón, la tiroides o los niveles de glucosa?

Precisamente por eso, porque el pene es un indicador de salud general en el hombre. Si se levanta, todo bien; si no, ¡cuidado! Hay algo que está mal.

Los primeros síntomas de disfunción eréctil son una alarma

No queremos ser fatalistas, sólo es un hecho médico que debes conocer.

Es necesario prestar atención a los primeros síntomas de disfunción eréctil, como:

  • Alcanzar la erección, pero no poder mantenerla hasta culminar el acto sexual.
  • La disminución o desaparición de erecciones espontáneas (matutinas o nocturnas). 
  • No responder a las erecciones psicógenas, que son resultado de los estímulos audiovisuales o fantasías. 
  • Que la erección no se consiga en al menos uno de cada cuatro encuentros sexuales.
  • Que la erección no se haya alcanzado o se haya perdido en repetidas ocasiones en un periodo de entre uno y seis meses.
  • Que las erecciones sean más débiles.

Muchos hombres logran conseguir la erección, pero no la pueden mantener. Esto trae como consecuencia la aparición de otros trastornos como la falta de apetito sexual, debido al estrés que genera el hecho de no responder a la pareja.

Del mismo modo, suelen manifestarse síntomas psicológicos como ansiedad, depresión, estrés, insomnio, cambios de humor o pérdida del apetito. La pérdida de la función eréctil es un duelo. Al ser el sexo una fuente de bienestar y felicidad, perder esta capacidad afecta en todos los aspectos de la vida del hombre.

Los síntomas de disfunción eréctil serán el punto de partida para realizar un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado, siempre y cuando el paciente acuda a una consulta médica especializada.

Factores que desencadenan la disfunción eréctil

  • Causas vasculares

Como mencionamos al inicio, la mayoría de los casos de disfunción eréctil, es por causas vasculares. El pene no puede acumular la sangre necesaria para que se dé una erección, generalmente porque no llega en suficiente cantidad. Esto muy probablemente se deba a que las arterias se han estrechado por la acumulación de placa, lo que conocemos como ateroesclerosis.

Enfermedades como la hipertensión arterial, diabetes, tabaquismo, cardiopatías, obesidad o el aumento en los niveles de colesterol en sangre, pueden provocar trastornos vasculares que dificulten la erección. Un hombre con disfunción eréctil de origen vascular, tiene riesgo alto de sufrir infartos, accidente cerebrovascular o trombosis. No es una sentencia, pero sí una alerta de que el corazón y/o los vasos sanguíneos no están trabajando adecuadamente. Los 50 años son conocidos como “la edad de los infartos”, y si existen factores de riesgo como enfermedades preexistentes o hereditarias, más vale actuar a tiempo.

  • Causas neurológicas

Menos frecuentes, pero puede pasar. Lesiones de la médula espinal, esclerosis múltiple o intervenciones quirúrgicas en la pelvis, pueden interrumpir la transferencia de mensajes del cerebro al pene porque existe una lesión en los nervios implicados. 

  • Causas hormonales

Generalmente se deben a bajos niveles de testosterona -la hormona sexual masculina- conocida como hipogonadismo. También puede deberse a alguna alteración a nivel endócrino (tiroides, glándula pituitaria, testículos o glándulas suprarrenales).

  • Causas farmacológicas

Existen varios medicamentos que tienen como efecto secundario disminuir la capacidad de tener una erección. Entre ellos hay algunos fármacos para tratar la hipertensión, enfermedades cardiacas o los trastornos psiquiátricos como la depresión. Los antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son los más comunes. Los tratamientos de quimioterapia o radioterapia por enfermedades cancerígenas, también tienen como efecto secundario la disfunción eréctil.

  • Causas psicológicas

Si el pene no presenta ninguna alteración física, es posible que la falta de control en las emociones, sea la causa de la falla en la función eréctil. Ansiedad, estrés, problemas de pareja, preocupación excesiva por los problemas laborales, sociales o económicos, impiden concentrarse en el acto sexual y el placer. 

  • Causas ambientales externas

El uso de sustancias como alcohol, nicotina o drogas; una mala alimentación, falta de ejercicio físico o hasta la exposición constante a la pornografía, también pueden llevar a la disfunción eréctil.

De una u otra forma, todos estos factores contribuyen a la aparición de los síntomas de disfunción eréctil que, en muchas ocasiones, puede ser sólo la punta del iceberg de otra alteración.

La importancia del diagnóstico

Un grupo de especialistas en urología, andrología y sexólogos son los indicados para realizar el diagnóstico de disfunción eréctil. El médico querrá conocer la historia clínica, los antecedentes familiares y sintomatología del paciente.

En la primera consulta, el especialista se encargará de determinar si existen problemas psicológicos relacionados con los síntomas, así como la situación de pareja que puedan ser el origen del trastorno de erección.

El especialista preguntará sobre el consumo de drogas, alcohol, tabaco o algún medicamento como antihipertensivo, hipoglicemiantes que requiera por alguna enfermedad crónica como diabetes o hipertensión arterial.

En cuanto al examen físico, el médico puede realizar una exploración a nivel de los genitales para descartar la presencia de bandas fibrosas o de cualquier otra alteración desde el punto de vista hormonal, vascular o neurológico. Asimismo, se debe realizar una evaluación tiroidea para descartar una alteración en esta glándula. 

Se medirán los niveles de testosterona y, de ser necesario, se requerirán pruebas más complejas como una Eco Doppler de pene.

Si la disfunción tiene procedencia psicológica, sólo se evidenciará cuando síntomas como el estrés, nerviosismo o depresión, se encuentren presentes. En ese caso, se recomienda acudir con un equipo multidisciplinario donde además del médico especialista, intervenga un terapeuta experto en sexología o psicólogo. Cuando la disfunción eréctil se encuentra asociada con la disminución del deseo sexual, el médico indicará estudios de laboratorio donde se podrá medir los niveles de testosterona en sangre. 

Con el paso de los años, el cuerpo va minando sus capacidades, es normal que las personas perdamos condición física o aparezcan síntomas de envejecimiento. Así como nos duelen la espalda o las rodillas, nuestros órganos sexuales pueden fallar, pero para todo hay solución. Lo importante es determinar si la disfunción eréctil no es síntoma de una enfermedad no diagnosticada.

De ser así, deben tratarse paralelamente ambas condiciones. El urólogo y sexólogo, en conjunto con tu médico tratante general o especialista en una patología determinada, podrán hallar la mejor solución para mantener bajo control la enfermedad asociada y devolverte la capacidad de tener erecciones firmes y duraderas. El tratamiento debe ser integral para asegurar resultados. 

Medicamentos orales

Las pastillas o fármacos orales son un tratamiento de primera línea para promover el flujo sanguíneo del pene. Hoy en día existen muchas alternativas en el mercado -incluyendo genéricos- que, si bien sirven para lo mismo, tienen diferentes efectos. De ahí la siempre prudente recomendación de no automedicarse. Sólo el doctor puede recetar la sustancia más segura para el paciente de acuerdo a su historial médico.

Hay que tomar en cuenta que los medicamentos orales tienen efectos secundarios. En el caso de las pastillas, éstos pueden ser relativamente tolerables como dolor de cabeza, náuseas, mareo y en ocasiones desmayos o problemas de visión; pero en varones con enfermedades del corazón, diabetes, hipertensión o el sistema circulatorio en general, están contraindicados, ya que son elevadores de la presión.

Farmacoterapia intracavernosa

Se trata de fármacos vasodilatadores que se aplican directamente en el pene por medio de microinyecciones. Son indoloras y se aplican en casa. Su eficacia es de hasta 90% y producen una erección inmediata que dura entre 30 y 60 minutos. La ventaja de este tratamiento es que, además de actuar solamente en el pene -no tiene los efectos adversos de las pastillas-, las fórmulas de Boston Medical Group son magistrales, es decir, 100% personalizadas para cada paciente, ya que cada hombre responde de forma diferente según su estado de salud, nivel de tolerancia y tipo de síntomas de disfunción eréctil.

Tratamiento con hormonas

Cuando la causa de la incapacidad sexual es un bajo nivel de testosterona -lo que muy probablemente se vea reflejado es la ausencia de deseo sexual-, los especialistas recomiendan un tratamiento hormonal que regula los niveles de hormonas sexuales. Esta alternativa sólo se aplica en casos muy específicos, ya que sus efectos secundarios pueden ser delicados.

Terapia de ondas de choque

Lo más moderno en el tratamiento de disfunciones sexuales. Esta terapia ha demostrado estupendos resultados, ya que es indolora, segura y ayuda a lograr erecciones más duraderas. Las ondas de choque son ondas acústicas de baja frecuencia que se aplican directamente en el pene para estimular paulatinamente la circulación sanguínea y la regeneración del tejido elástico del pene. 

Ahora ya sabes que los síntomas de disfunción eréctil, pueden también ser síntomas de una enfermedad no diagnosticada.

Consulta a los expertos en salud sexual masculina. Ellos te darán toda la información que necesites.

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¡Hasta pronto!

 

Artículo validado por el Dr. Jesse Jarrod Jimenez, Médico Especialista en Cirugía General, Urología, Andrología y Medicina Sexual de Boston Medical Group en México, Monterrey. 

 

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