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Sífilis en hombres: todo lo que tienes que saber

Por desconocimiento, muchas veces hablamos de las enfermedades de transmisión sexual como enfermedades gravísimas que no tienen solución. Es cierto que es necesario cuidarse de estas enfermedades pero, son mucho más comunes de lo que se cree y la gran mayoría de ellas pueden ser tratadas sin inconvenientes. 

La sífilis es una de las enfermedades de transmisión sexual que aqueja tanto a hombres como mujeres. 

En la actualidad, cuando una persona sospecha tener alguna enfermedad, cualquiera esta sea, suele recurrir a los buscadores de Internet para buscar información al respecto. El problema de esto, es que no todo lo que está circulando en internet está avalado médicamente. 

En el presente artículo vamos a despejar algunas dudas sobre la sífilis. Qué es, cómo se contagia y cuándo es necesario realizar una consulta médica. Esperamos que este contenido sea de utilidad para ti. ¡Acompáñanos! 

¿Qué es la sífilis?

La sífilis es una enfermedad bacteriana. Es decir, se transmite a través de una bacteria que se hace presente en la piel a partir de lo que conocemos como chancro. El chancro, es como una especie de llaga de forma oval. Es indolora y se ubica en la zona de los genitales. 

La enfermedad aparece habitualmente por etapas. Veamos: 

  • Primera etapa: aparece el primer chancro en la piel. Suele hacerse presente una o dos semanas después de haber tenido contacto genital con otra persona contagiada. En esta primera etapa, muchas personas no notan que tienen el chancro ya que como dijimos es indoloro. Muchas veces, cicatriza solo en algunas semanas sin recibir tratamiento. 
  • Segunda etapa: en este segundo momento se puede dar una erupción de llagas que cubren gran parte del cuerpo. Ahora si, muchas personas pueden experimentar síntomas como dolor de garganta y fiebre. Este es un momento clave para recibir tratamiento. De no hacerlo, la enfermedad pasa a estar en un estado latente y volverá a aparecer en un futuro. 
  • Tercera etapa: esta etapa es la que se conoce como “sífilis tardía” y es aquí cuando comienzan a aparecer complicaciones. Hablaremos de esto un poco más adelante. 

¿Cómo puedo contagiarme?

La mayor parte de las personas se contagian por haber tenido contacto directo con la llaga de otra persona durante una relación sexual. La bacteria entra a nuestro organismo a través de algún daño menor que tengamos en nuestra piel. Muchas veces ni siquiera lo notamos.

Por eso, es muy importante siempre cuidarse utilizando preservativo en todas nuestras relaciones sexuales. En el caso de la sífilis el preservativo no es 100 % efectivo porque solo nos protegerá si está sobre la zona de contacto con la llaga. Sin embargo, es fundamental utilizarlo para prevenir el contagio lo más posible. 

Por supuesto, siempre se aconseja realizar chequeos médicos con frecuencia. Como dijimos más arriba, durante la primera etapa de la sífilis es probable que ni siquiera notemos la presencia del chancro y podríamos contagiar a otra persona sin siquiera saberlo. 

¿Qué consecuencias puede traer?

Ahora que ya sabemos cuáles son los síntomas de esta enfermedad, es muy importante que ante cualquier reacción extraña que veamos sobre nuestra piel en la zona genital realicemos una visita médica para poder recibir el tratamiento adecuado. 

De no tratarse a tiempo, la sífilis puede ocasionar graves daños cerebrales, el hígado, los huesos y las articulaciones. 

El diagnóstico es muy sencillo. Muchas veces con un simple análisis de sangre se puede detectar la enfermedad y comenzar el tratamiento. 

Últimas consideraciones

Los hombres no están tan habituados como las mujeres a realizar visitas anuales con el urólogo. Si tenemos relaciones no monógamas es muy aconsejable hacerlo. 

En el caso de la sífilis por ejemplo, si la enfermedad se detecta a tiempo (es decir, en la primera o segunda etapa) el tratamiento es muy sencillo. Simplemente con la aplicación de antibióticos durante un tiempo puede ser curada. 

Por supuesto, deben evitarse las relaciones sexuales con otras personas hasta que la enfermedad se haya ido para evitar el contagio e informar a las personas con las que hemos intimado en el último tiempo sobre nuestra condición para que puedan realizarse los chequeos correspondientes. 

Debemos quitarnos los prejuicios de encima y hacernos cargo de nuestra salud sexual con responsabilidad. No hay nada de humillante en este tipo de enfermedades. ¡Anímate a realizar una visita médica!

Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.

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