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Si acabo rápido, ¿significa que soy eyaculador precoz?

Aunque normalmente son los hombres quienes se preocupan por las disfunciones sexuales, en el caso de la eyaculación precoz, puede que existan muchas más quejas de mujeres. Existe un gran número de mujeres insatisfechas en sus relaciones sexuales, ya sea por los problemas de erección de sus parejas, falta de deseo en hombres o porque se quedan “con ganas de más”. De ahí la importancia de responder a la pregunta: venirse rápido, ¿es lo mismo que la eyaculación precoz? ¡Quédate aquí para conocer la respuesta!

¿Qué es la eyaculación precoz?

La eyaculación precoz es una disfunción muy común, pero podría pasar inadvertida si no se habla en pareja. La sexualidad es uno de los pilares fundamentales de la salud física y emocional de una persona. Cuando las relaciones sexuales no son satisfactorias, inevitablemente afectará otros aspectos de la vida como el estado de ánimo, la autoestima (de ambos), la capacidad de concentración, la energía para rendir en el día a día y, particularmente, en la relación de pareja. 

“A todo se acostumbra uno, menos a no comer”, dice el refrán. Pero nadie debe acostumbrarse a la insatisfacción. Desafortunadamente, hay muchas mujeres que se resignan o prefieren callar, ya sea para no herir los sentimientos del hombre, evitar peleas o porque ¡nunca supieron lo que es un orgasmo! Aunque suene irreal, es sorprendente la cantidad de mujeres que, aun en su vida adulta o después de años de matrimonio, nunca han alcanzado el clímax. Eso es triste.

Venirse rápido. ¿Quién tiene la culpa?

Nadie y ambos. Más que culpa, hablemos de responsabilidad. “El orgasmo es de quien lo trabaja”, para seguir con los refranes. Cada uno debe buscar su propio placer, ¿cómo? Dialogando. No se trata de venirse rápido y el otro que lo haga como quiera. Como indican los Sexólogos de Boston Medical Group y miles de estudios en todo el mundo, una parte muy importante de la satisfacción masculina es poder satisfacer también a la pareja. Cuando esto no sucede, puede deberse a varios factores, el más común, es un mal aprendizaje. 

Sabemos que la eyaculación precoz, si bien puede tener su origen en un problema fisiológico (sólo 10% de los casos), la mayoría de las veces es por malos aprendizajes. El hombre no aprende, desde que inicia su vida sexual en la adolescencia, a reconocer las sensaciones de su cuerpo, cómo llega de la excitación al orgasmo y desde luego, a cómo controlar el impulso de eyacular.

Con las mujeres pasa algo similar. Al no aprender a conocer su cuerpo, cuáles son sus detonadores para llegar al orgasmo, es decir, cómo procurar su propio placer, es probable que acaben pensando que “así es la cosa” y no se puede aspirar a más. Esto es común sobre todo en las parejas muy jóvenes. 

Está comprobado que el orgasmo femenino no se logra necesariamente por la penetración vaginal, mientras que para los hombres, ésta es la vía más segura para la eyaculación. Pero, ¿qué pasa cuando el hombre se viene muy rápido? Ella no tendrá el tiempo de explorar posiciones, sus zonas más sensibles, el ritmo, el tipo de movimiento, en fin. Si pasa en contadas ocasiones, seguro ambos lo notarán. Pero si esto es en la mayoría de los encuentros sexuales y ella no dice nada, será difícil que el hombre lo note o lo acepte pensando que ella está bien con eso.

Venirse rápido, ¿es lo mismo que la eyaculación precoz?

No necesariamente. Para considerar si se trata de eyaculación precoz, es necesario reconocer cierto patrón, es decir, que la eyaculación prematura sea una constante. 

La eyaculación precoz no se presenta con síntomas de dolor físico, pero sí causa un gran dolor emocional, ya que al hombre le es imposible controlar el impulso de eyacular, dejando a ambos “a medias”. 

Hagamos un breve repaso de los síntomas de eyaculación precoz

  • Al hombre le es imposible controlar el impulso de eyacular. 
  • La eyaculación se produce ante la mínima estimulación, antes de desearlo, incluso antes de introducir el pene en la cavidad vaginal.
  • La eyaculación ocurre en un lapso menor de dos minutos a partir de la penetración.
  • La eyaculación prematura ocurre con frecuencia, al menos en uno de cada cuatro encuentros sexuales.

 La respuesta afirmativa a por lo menos una de estas preguntas, nos da la primera pista. Estamos frente a un problema de eyaculación precoz cuando, más que “venirse rápido”, hay una falta de control.

Responder a estas preguntas no basta para obtener un diagnóstico de eyaculación precoz. La recomendación es, ante la sospecha, acudir a consulta con un experto en salud sexual masculina. El urólogo puede solicitar análisis de sangre para medir los niveles hormonales (testosterona) y otros factores como el colesterol, la glucosa, etc. También se realizará un examen físico completo; si se considera necesario, el diagnóstico podría incluir una biotensiometría y/o estudio Doppler (ultrasonido).

Una vez conformada la historia clínica y confirmado el diagnóstico de eyaculación precoz, el médico explicará las causas de esta disfunción y con base en ellas, asignará el tipo de tratamiento más conveniente. 

¿Y si no es eyaculación precoz?

En el caso de que no se trate de un problema médico específico, puede que venirse rápido obedezca a factores como:

  • Abstinencia. Un prolongado “ayuno sexual” suele producir una rapidez en la eyaculación. ¿La solución? Tener sexo más seguido para que las ganas no se acumulen.
  • Falta de educación sexual. Si se le puede llamar así. No se refiere sólo a los modales, sino al hábito adquirido de eyacular apresuradamente. En las sociedades modernas, no le dedicamos el tiempo debido al sexo. Un “rapidín” y a dormir, que mañana hay que levantarse temprano. 
  • Por otro lado, muchos hombres no han aprendido a sostenerse en la fase de meseta, previa al orgasmo. El bombeo brusco o muy rápido, producirá una eyaculación antes de tiempo. Tal vez eso no le importe a algunos varones pero, ¿y a ellas? Si eres un caballero, te debe importar.
  • Creemos que el orgasmo es la meta. Una relación sexual tiene varias etapas: la primera es la excitación, donde los juegos preliminares cobran gran importancia. Muchos hombres piensan que sexo y orgasmo son la misma cosa. De ahí su obsesión por eyacular cuanto antes. Si la atención se centra sólo en el clímax, nos estaremos perdiendo la primera parte de la relación sexual, donde también hay mucho placer y donde la mujer podría encontrar su orgasmo. De brincarse esa fase a la eyaculación precoz, sólo hay un paso. 
  • Miedo. Esta emoción es causa psicológica tanto de eyaculación precoz como de disfunción eréctil. El miedo a fallar produce ansiedad y ésta, a su vez, un mal desempeño sexual.
  • Represión. Parece algo exagerado, pero sucede. Cuando una persona ha crecido con costumbres o creencias demasiado rígidas, es probable que su vida sexual también se reprima y a la primera oportunidad ¡pum! Explota.
  • Demasiada excitación. Es un pretexto muy usado por los eyaculadores precoces, pero también una razón por la cual un hombre puede venirse rápido aun cuando no padece eyaculación precoz. Si el contexto, los juegos preliminares o la pareja resultan demasiado “ardientes”, la eyaculación puede llegar antes de lo esperado. Sólo habrá que cuidar que esto no ocurra siempre.
  • La novedad. Pareja nueva, cama nueva, emociones nuevas…el escenario perfecto para el desastre. Si hiciéramos un conteo de cuántos “estrenos” son realmente exitosos, es probable que en la mayoría de éstos, no salgamos tan bien evaluados. 

¿Qué hacer para no venirse tan rápido?

Comunicación. Cuando venirse rápido se vuelve una costumbre, a veces las mujeres prefieren ignorarlo y centrarse en lo emocional: lo que comparten juntos, los hijos, el amor o el apoyo mutuo en situaciones difíciles. Pero disfrazar de comprensión algo que evidentemente está mal para ambos, no ayuda a encontrar una solución. La piedrita en el zapato siempre estará ahí, incomodando, hasta que no se saque a la luz. La verdadera comprensión radica en hablar de un problema que les afecta a ambos. Hablen de lo que quieren, lo que les gustaría, de lo que no están haciendo, en fin, formen equipos de dos y debatan.

 No se culpen mutuamente. No es egoísmo masculino ni falta de interés femenino. Cuando mucho es desconocimiento mutuo. Hombres, aquí un dato importante: para las mujeres, el coito es sólo la cereza del pastel. No es la duración de éste lo que causa su insatisfacción, sino la falta de estimulación. Aplíquense.

Ejercita los “músculos del orgasmo”. Son los músculos pubocoxígeos. Para identificarlos, intenta cortar el flujo de orina cuando vayas al baño, luego, déjalo fluir de nuevo. Hazlo varias veces. Esos son los mismos músculos que se contraen y relajan para detener la eyaculación. Practica estos ejercicios (ejercicios de Kegel) ya sin orinar, varias veces al día en series de 10. Verás los resultados.

Practica solo. Intenta retrasar tu orgasmo cuando te masturbes. Esta técnica la usan los Sexólogos como entrenamiento para durar más tiempo durante las relaciones sexuales. En casos graves de eyaculación precoz, se puede incluir algún fármaco indicado por el médico. Siguiendo las instrucciones del experto en salud sexual masculina, el cerebro y el cuerpo aprenderán a controlar la respuesta sexual y la llegada al orgasmo.

El famoso apretón. Cuando sientas que el orgasmo se acerca, presiona firmemente con los dedos pulgar e índice justo debajo de la cabeza del pene. La compresión puede ayudar a expulsar la sangre del pene, disminuyendo momentáneamente la presión. No es una técnica recomendable para quien padece eyaculación precoz, pero se puede intentar alguna vez para no venirse rápido.

Usa condón. Además de protegerte de enfermedades de transmisión sexual (para lo cual es obligatorio), el preservativo puede ser tu mejor aliado para retrasar la eyaculación. Algunos tienen un anestésico suave. Sólo ten en cuenta que los anestésicos pueden privarte de la sensación y al introducir el pene en la vagina, a ella también.

¿Medicamentos? Hay evidencia médica de que algunos antidepresivos pueden ayudar a retrasar el orgasmo. Éstos deben ser recetados por un médico, ya que son de venta controlada (sólo con receta) debido a sus efectos secundarios. 

Consulta a los expertos en salud sexual masculina. No necesitas tener una disfunción sexual para solicitar Asesoría Sexológica. Si tienes dudas acerca de si venirse rápido, es lo mismo que la eyaculación precoz, haz una cita y pregúntale a los que saben. 

 Conclusiones

La eyaculación precoz y venirse rápido no son necesariamente la misma cosa, pero pueden estar muy cerca. La diferencia entre una y lo otro es la falta de control. Si lo que predomina en la vida sexual es la angustia, frustración, discusiones de pareja, pérdida de autoestima o depresión, hay que pedir ayuda profesional.

La eyaculación precoz puede tener solución. Sólo debes aprender los mecanismos físicos y mentales que intervienen en el proceso.

Recuerda que la distancia entre la insatisfacción y la felicidad, es sólo una consulta. 

Puedes completar el test online y gratuito sobre eyaculación precoz que tienes aquí debajo. ¡Busca el enlace y responde las preguntas para acceder al resultado!

Artículo validado por el Dr. Jesse Jarrod Jimenez, Médico Especialista en Cirugía General, Urología, Andrología y Medicina Sexual de Boston Medical Group en México, Monterrey. 

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