Había una vez un hombre que llevaba mucho tiempo sin tener relaciones sexuales. Estaba tan ansioso y triste que ya no pensaba en otra cosa. Un día, caminando por ahí, se encontró una vieja lámpara. Como era de esperarse, la frotó. Del cacharro salió un simpático genio:
- Te voy a conceder un deseo, uno solo, así que piénsalo bien.
- No lo tengo que pensar, contestó el entusiasmado hombre, ya sé lo que quiero: ¡Quiero copular como conejo!
- ¡Concedido!, dijo el genio…Y lo convirtió en eyaculador precoz.
Moraleja: aprende sobre la naturaleza, porque los conejos tardan sólo un par de segundos en eyacular. Pero no sientas pena por el hombre de la fábula, esta historia podría tener un final feliz: superar la eyaculación precoz ¡sí se puede!.
¿Nos acompañas en el desarrollo del tema del día?
¿Qué es la eyaculación precoz?
La eyaculación precoz, en buen español, significa eyacular demasiado rápido. ¿Cuánto es “demasiado”? Los expertos dicen que entre uno y dos minutos después de la penetración, aunque también existen hombres que eyaculan ante un mínimo estímulo, incluso antes de penetrar.
Si lo pensamos bien, de acuerdo a nuestra naturaleza mamífera, lo correcto sería eyacular rápido. Así ocurre con los animales, porque les permite fecundar más hembras y estar menos expuestos ante los depredadores y así preservar su especie.
De hecho, la eyaculación precoz no se consideró una disfunción sino hasta finales de los 60, cuando las mujeres se quitaron el sostén y reclamaron su derecho a disfrutar del placer sexual igual que los hombres -la pastilla anticonceptiva tuvo todo qué ver-.
A pesar de que los humanos somos de los mamíferos más lentos para llegar al clímax, el tiempo de latencia intravaginal eyaculatoria se ha ido alargando de acuerdo a las culturas, modas, gustos y hasta “solicitudes” femeninas.
Según expertos de la Society for Sex Therapy and Research en Estados Unidos y Canadá, después de estudiar los hábitos copulativos en varios países, establecieron que el tiempo “normal” del coito antes de la eyaculación es de 4,91 minutos. Para los caballeros participantes, el tiempo deseable, es decir, el que les gustaría durar, es de 8 minutos. La media más baja -el tiempo establecido como el más corto- antes del clímax es de 1,25 minutos y finalmente, el lapso más largo fue de 19,96 minutos.
Pero como hemos dicho en otras ocasiones hablando de eyaculación precoz, el tiempo es relativo (sí, también lo dijo Einstein, pero él se refería a otra cosa). Para los hombres turcos, por ejemplo, el tiempo de latencia intravaginal normal es de sólo 3,5 minutos; para los españoles, italianos y franceses, 5,8 minutos son suficientes, mientras que para los flemáticos ingleses, la duración promedio es de 9 minutos (pues ni tan flemáticos).
Esto concuerda perfectamente con la afirmación de los expertos en salud sexual masculina de que la eyaculación precoz no es una cuestión de minutos, sino de falta de control. La eyaculación precoz es la falta de control sobre el impulso de eyacular y ocurre por diversas causas. Sin embargo, la más común y reconocida por los sexólogos, es que esta disfunción se debe a un mal aprendizaje. Nadie nos enseña a tener relaciones sexuales.
Es verdad que ahora existe una mayor apertura para hablar de sexo. En las escuelas, por ejemplo, se explica la parte reproductiva, cómo usar un preservativo y cuando mucho, se informa a los chicos acerca de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Lo demás, los educadores asumen que les corresponde a los padres y los padres, a su vez, pretenden que los hijos lo aprendan solos o con los amigos, cuando llegue la edad de tener relaciones sexuales.
A falta de maestros del sexo, entonces, ¿quién nos enseña? ¡Claro! El cine porno. Valiente ayuda. La referencias que vemos en las películas para adultos son tan irreales que lejos de aprender, nos confunden sobre lo que deberían ser las relaciones sexuales sanas, afectivas y equitativas; con esto último nos referimos al papel de la mujer en el material pornográfico: un mero objeto de placer donde su satisfacción es lo de menos. Ella finge que le gusta, lo sabemos y a nadie le importa.
La consecuencia de este tipo de malos aprendizajes, es un montón de hombres y mujeres insatisfechos, con expectativas muy altas sobre el sexo y en comparación con los actores, un pobre desempeño en la cama que acaba dañando su autoestima.
Superar la eyaculación precoz ¡sí se puede!
Para abordar la eyaculación precoz, primero se debe estar seguro de que sí es algo que está afectando la vida sexual y no un episodio momentáneo.
Un estudio realizado en España en el año 2004, concluyó que lo más importante para los hombres participantes al practicar sexo, era “conseguir satisfacción”, es decir, alcanzar su clímax. Para las mujeres, son los juegos previos.
Tendría lógica considerando que para las mujeres el sexo es una cuestión afectiva, la demostración de amor más importante; mientras que para los varones, es el placer por el placer.
Sin embargo, se sabe que los hombres se valoran a sí mismos -o miden su desempeño- a partir de su capacidad de satisfacer a la pareja. Al menos así quedó establecido en “El informe Hite”. Estudio de la sexualidad masculina”. Los hombres sí se preocupan por el orgasmo de la mujer, aun cuando entienden que ellas tardan mucho más en alcanzarlo. El objetivo, entonces, ¿es durar hasta que ellas terminen?
Supongamos que sí, el acto sexual termina cuando ambos llegan al orgasmo. Es raro que ambos terminen al mismo tiempo, ¿cierto? Y si él acaba primero aunque el coito haya durado, digamos, de 5 a 7 minutos, ¿se le considera eyaculador precoz? ¡Claro que no!
Cada pareja, es más, cada persona, es diferente y tiene su propio ritmo, por eso la eyaculación precoz no puede medirse en función de la velocidad o las necesidades de la pareja, sino de la propia satisfacción.
Nota importante: eyacular no significa quedar satisfecho. Para que una relación sexual sea plena se consideran una serie de factores, entre ellos, que el hombre se sienta seguro, relajado, sin angustia o vergüenza por no haber dado “el ancho”.
Si la sensación constante después de eyacular es “me quedé corto”, entonces sí, ve a ver al médico o al sexólogo para que sea un profesional quien confirme el diagnóstico y proporcione las herramientas para lograr un desempeño sexual satisfactorio para ambos.
¿Cómo abordar la eyaculación precoz?
Que la eyaculación precoz sea o no sea una enfermedad, es un debate. Es el resultado de ciertas conductas. Con base en esto, la forma de tratarla es modificando esas conductas.
Para eso, urólogos, sexólogos y andrólogos, combinan sus diferentes especialidades para ofrecer el tratamiento adecuado para cada paciente. Con base en fármacos y técnicas terapéuticas los tratamientos están enfocados en:
- Prolongar el tiempo de latencia intravaginal.
- Cambiar malos hábitos sexuales.
- Fortalecer los músculos (pubocoxígeos) que intervienen en la eyaculación.
- Reconocer las fases por las que pasa el cuerpo desde que recibe el estímulo sexual (excitación) hasta el orgasmo (eyaculación).
- Proveer las herramientas para que el paciente pueda controlar sus emociones.
- Fortalecer el vínculo de la pareja a través de lograr relaciones sexuales más largas y satisfactorias.
El éxito del tratamiento depende de el profesionalismo del médico y/o especialista, las causas de la eyaculación precoz (en algunos casos, muy pocos, el problema es irreversible) pero sobre todo, de la disciplina y dedicación del paciente, ya que el tratamiento no es tan inmediato como ocurre por ejemplo con la disfunción eréctil, pero a diferencia de ésta, la cura suele ser definitiva… para siempre.
Y vivieron felices para siempre
Ya dijimos que el mejor tratamiento para la eyaculación precoz es reeducar al hombre en las artes amatorias.
Volver a aprender a reconocer las señales que manda el cuerpo, controlar la mente, las emociones y finalmente, prolongar el momento de eyacular se logra a través de:
- Un diagnóstico médico acertado. Sólo un experto en salud sexual masculina puede diagnosticar una disfunción como la eyaculación precoz, las causas y con base en ello, dar las instrucciones para que el paciente las siga al pie de la letra. Sólo así se pueden tener resultados exitosos.
- Medicamentos. Son auxiliares en el retraso del impulso eyaculatorio. Estamos hablando de fármacos que normalmente se usan para depresión o ansiedad, estos medicamentos tienen un efecto inhibidor selectivo sobre la recaptación de serotonina. También están algunos anestésicos, pero no los recomendamos mucho, ya que adormecen la zona genital (donde se aplican directamente) y pues, ¿cuál es el caso si no se siente placer?
- Los ejercicios de Kegel son muy efectivos para fortalecer los músculos que controlan la orina y en los hombres, también la eyaculación. Practicándolos diariamente, se llegarán a identificar -y dominar- los movimientos de contracción y relajación, para después aplicarlos durante las relaciones sexuales y ayudar a detener el reflejo de la eyaculación.
- Técnicas de autoestimulación. Coloquialmente conocida como técnica de “parada y arranque”. El objetivo es aprender de nuevo la forma en que descubrimos el placer que nos brinda nuestro cuerpo, pero ahora poniendo mucho más atención y de preferencia, con la participación de una pareja (si se puede, si no, se puede llevar a cabo en solitario). En un periodo no menor de 10 semanas, el paciente dominará las reacciones de su cuerpo y podrá volver a disfrutar de relaciones sexuales completas con toda naturalidad. Es importante saber que estos ejercicios serán detalladamente explicados por el médico sexólogo en una primera consulta, y después se realizan en la privacidad de la casa.
- Terapia psicológica. Ayudará a descifrar y superar los sentimientos que nos impiden tener una vida sexual normal. Ya sea que se trate de miedos, traumas del pasado, dificultades de pareja o problemas de autoestima, el psicólogo guiará al paciente hacia una nueva forma de manejar sus emociones.
- Asesoría sexológica. Está enfocada en modificar los malos hábitos sexuales que nos llevaron a presentar un cuadro de eyaculación precoz. También ayudará a la pareja a solucionar los problemas derivados de esta disfunción y reencontrarse con el placer mutuo.
Consideraciones finales
Érase una vez un hombre que era demasiado rápido en el sexo. Caminando por ahí se encontró una vieja lámpara. Después de frotarla, apareció un enorme genio experto en salud sexual masculina. El genio le dijo al hombre:
- ¿Qué deseas? Sólo dilo y yo te lo cumpliré.
- Quiero superar mi eyaculación precoz.
- ¡Concedido! ¡Solo tienes que ir a una cita con un médico experto en salud sexual masculina!
Moraleja: superar la eyaculación precoz ¡es posible! Y vivir felices para siempre, también, acudiendo a un médico experto en salud sexual masculina.
Si necesitas ayuda no dudes en solicitar asesoría experta en el tema, podemos ayudarte con mucho gusto. Clic aquí.
¡Hasta pronto!
Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.
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