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¿Tu problema de disfunción eréctil te provoca inseguridades? Te enseñamos cómo afrontarlo

¿Cómo vive un hombre la disfunción eréctil? No hay una forma única, ya que cada persona es diferente. Pero en la experiencia con más de millón y medio de pacientes, los expertos de Boston Medical Group afirman que sí hay ciertos patrones: incredulidad, negación, ansiedad, enojo, alejamiento, culpa, entre muchos otros sentimientos propios de un duelo. Pero hay uno en particular que afecta todos los aspectos de su vida: la autoestima. Ancestralmente, los hombres somos valorados por nuestra virilidad, como si ésta dependiera sólo del pene. 

 

¿Tu problema de disfunción eréctil te provoca inseguridades? En este artículo te enseñamos cómo afrontarlo para empezar a recuperar la seguridad en ti mismo. ¿Nos acompañas con la lectura?

 

La incapacidad de lograr o mantener una erección

“Esto no me está pasando”, “no es nada, sólo tuve un mal día”, “es que mi pareja ya no me atrae”, “ya pasará, necesito vacaciones”. 

 

Nadie quiere pensar que “su masculinidad” va en declive. La incapacidad de lograr o mantener una erección, va de menos a más. No ocurre de golpe, pero los primeros signos suelen ignorarse, hasta que se vuelven una constante.

 

Un hombre con disfunción eréctil, tarda en promedio cuatro años en buscar tratamiento y sólo 30% de ellos, lo hace. Tal vez acudirían antes a una clínica especializada en salud sexual masculina, si supieran que los tratamientos para la disfunción eréctil son muy eficaces, modernos, variados, personalizados y que, junto con las erecciones, les devolverán la seguridad en sí mismos.

 

Nos han enseñado que los hombres no pueden fallar ni mostrar debilidad. Se los condiciona a ocultar nuestras emociones, a probar su fuerza física, a competir y desde luego, a estar siempre dispuestos y aptos para tener relaciones sexuales en cualquier momento. ¡Eso es demasiada presión!

 

Por si fuera poco, no reciben una educación sexual completa, desconocen cómo funciona su cuerpo y piensan que el pene es un apéndice autónomo. Hablan de él en tercera persona, como si sus funciones no dependieran del resto del organismo. 

 

Cuando un hombre ve minada su capacidad para tener relaciones sexuales completas, le invaden el desconcierto, la tristeza, el enojo, el miedo y la inseguridad. ¿Sigo siendo el mismo hombre, con las mismas capacidades? ¿Estoy demasiado viejo? ¿Estoy enfermo? ¿De quién es la culpa?

 

Antes de llegar a la aceptación de que tienen un problema de salud que sólo se solucionará con un tratamiento específico para la disfunción eréctil, es probable que busquen remedios caseros, naturales o hasta mágicos anunciados en televisión o internet. Al no obtener los resultados esperados, la angustia y la pérdida de confianza, crecen. 

 

Nadie se resigna fácilmente a tener una vida sexual a medias o a no tenerla. Lo que sigue, es buscar probarse a sí mismos en otras parejas sexuales. No es una norma, pero sí es un comportamiento bastante común en hombres con problemas de erección.

 

La disfunción eréctil y los conflictos de pareja

Los conflictos con la pareja no tardan en aparecer, ya que la disfunción eréctil no es algo que pueda ocultarse por mucho tiempo. El hombre tiende a evitar los encuentros íntimos, a pasar más tiempo fuera de casa, poner excusas para no irse a la cama al mismo tiempo que la pareja o hacerse el dormido.

 

Cuando se deja de tener intimidad, el rechazo puede ir de un simple “hoy no” hasta un comportamiento hostil. Es importante saber que la disfunción eréctil de causas orgánicas, puede derivar en impotencia sexual psicológica y/o ausencia de deseo sexual. 

 

La compañera (o compañero, según sea el caso), también se verá afectada, pues pensará que hay alguien más, que ya no hay amor o se culpará del desinterés de su pareja.

 

En este punto, la disfunción eréctil ya no sólo es un problema individual, sino que afecta y les duele a ambos. 

 

Por otro lado, aceptar que se tiene un problema no implica que el paso inmediato siguiente sea acudir con el urólogo. El hombre que sufre de disfunción eréctil suele pensar que esto es algo que le ocurre solamente a él, y que presentarse con el médico implica ser juzgado o “puesto en evidencia” delante de otro hombre: el médico. 

 

Esa es otra de las grandes inseguridades del hombre con disfunción eréctil: someterse a un examen genital. Hablaremos de esto en detalle más adelante.

 

En resumen, ¿por qué un hombre con disfunción eréctil se siente inseguro?

La seguridad en uno mismo es, socioculturalmente, un rasgo que se exige a los hombres. A las mujeres se les permite ser vulnerables y mostrar cierta fragilidad. Sin embargo, la masculinidad, en una cultura falocéntrica y machista, implica invulnerabilidad.

 

Para muchos hombres, sentirse inseguro es sentirse poco viril. A lo largo de la historia, el pene ha sido símbolo de hombría, poder, atractivo, fuerza física y éxito. Cuando éste te falla, todo se viene abajo.  

 

Si bien las relaciones de pareja hoy en día son más equitativas y la mujer desempeña un papel más protagónico, la exigencia de su derecho a obtener placer, podría jugar en contra. 

 

Los hombres siguen viendo las relaciones sexuales como una conquista, pero ahora las mujeres se han puesto a la par, y lejos de sentirse comprendido, un hombre con disfunción eréctil puede llegar a sentirse “amenazado”.

Si el hombre siente que no cumple con las expectativas de su pareja -y de la sociedad machista-, la autoestima se ve gravemente afectada. El “no estar a la altura” modifica la percepción que tiene de sí mismo como una persona valiosa, con muchas capacidades por las que puede ser apreciado, más allá de su pene.

¿Cómo afrontar las inseguridades que causa la disfunción eréctil?

Independientemente de si las causas de la disfunción eréctil son orgánicas o psicológicas, los efectos emocionales que genera la pérdida de la función eréctil, son más o menos similares. Es por eso que el problema debe abordarse tanto a nivel físico como psicológico. 

El tratamiento para la disfunción eréctil debe ser integral, primero ha de atenderse la causa física -80% de los casos son de origen orgánico- y paralelamente, las repercusiones psicológicas o bien, los motivos que llevaron al individuo a perder la capacidad de erección, es decir, las causas psicológicas (20% de los casos). Posteriormente, el sexólogo brindará apoyo para reincorporar al paciente -y su pareja- a la actividad sexual, con recursos y técnicas para disfrutar de una sexualidad más plena.

Despojarse de la vergüenza

No sólo hablamos de la vergüenza de “no poder cumplir”, sino de hablar del asunto con la pareja y con el médico. 

El hecho de confiar un tema tan íntimo a otro varón -el médico-, y someterse a un examen físico de los genitales, puede representar -en la mente- un momento bochornoso, humillante, que los pone en desventaja.

¡Nada de eso! Ese es el inicio del tratamiento para la disfunción eréctil, que además, nos devolverá la seguridad.

Compartir con la pareja un problema que causa dolor y angustia, es liberador. Nadie tiene por qué sufrir solo. La vida sexual es cosa de dos. Al hablar con la pareja se puede encontrar apoyo, comprensión, ambos pueden buscar información sobre el tema y entender que la disfunción eréctil no se trata de “poder o no poder” o de “ausencia de masculinidad”, sino de un problema de salud como cualquier otro que se puede solucionar.

Nadie siente vergüenza de decir “me duele el estómago o la muela”. Pues esto es lo mismo. Se debe encontrar el origen de la falla y darle tratamiento, punto.

Tenemos que aprender a ver la disfunción eréctil desde otra perspectiva, no como una tragedia irreparable, sino como un problema de salud masculina que tiene solución.

 

En cuanto a la revisión del médico, tú puedes elegir a aquel con quien te sientas más cómodo. La urología no es una especialidad exclusiva para hombres. Muchas veces una mujer entiende mejor la necesidad del varón y pueden ofrecerle ayuda con total criterio médico. 

 

Hoy en día, la ciencia nos brinda todo tipo de alternativas para que podamos recuperar el disfrute de las relaciones sexuales y sobre todo, la seguridad.

 

Como ya explicamos, es necesario que el tratamiento sea integral, abarcando todos los aspectos que se involucran en este padecimiento, tanto físicos como psicológicos. 

 

Si las causas de la disfunción eréctil son orgánicas, tienes opciones de tratamiento como:

 

  • Medicamentos orales. Si bien los fármacos vasodilatadores orales (Sildenafil, Tadalafil, Vardenafil o Avanafil) no son recomendables para todos los pacientes, siguen siendo un tratamiento de primera línea para hacer llegar el flujo sanguíneo al pene. Estos medicamentos ya son muy accesibles, pues están disponibles en versiones genéricas. La recomendación, como siempre, es no consumirlos sin receta médica y un diagnóstico previo. Nunca te automediques, sólo el médico experto puede saber cuál es la opción más segura para ti de acuerdo con tu historial médico. 

 

  • Farmacoterapia intracavernosa. También son vasodilatadores, sólo que, al ser inyectables, actúan solamente en el pene y sus efectos son más seguros para el resto del organismo. Son recomendables en el caso de disfunción eréctil severa o en aquellos hombres que no toleran bien los efectos secundarios adversos de las pastillas. Una enorme ventaja de este tratamiento es que las fórmulas son magistrales, es decir, diseñadas específicamente para cada paciente, lo que brinda aún más seguridad y eficacia. Los dispositivos para aplicarlas son diminutos y las inyecciones, prácticamente indoloras.

 

  • Terapia de ondas focales. Lo más moderno en el tratamiento de trastornos sexuales como disfunción eréctil. Esta terapia es indolora y, paulatinamente, ayuda a lograr erecciones más firmes y duraderas, pues estimulan la circulación sanguínea y la regeneración del tejido elástico del pene. Para más información sobre la terapia de ondas focales.

 

  • Tratamiento de reemplazo hormonal. Son casos raros, pero, si la causa de la disfunción eréctil es un bajo nivel de testosterona, el médico recomendará un tratamiento hormonal que regula los niveles de hormona sexual masculina. 

 

Como ya mencionamos, la disfunción eréctil siempre conlleva afectaciones emocionales que también se deben atender. 

 

Depresión, ansiedad, estrés, problemas de pareja e inseguridad, pueden resolverse con la ayuda de un experto en terapia psicológica y asesoría sexológica. Psicólogos, sexólogos y urólogos trabajarán en conjunto para guiar al paciente hacia una total recuperación de su vida sexual, la armonía con su pareja y su seguridad.

 

¿Tu problema de disfunción eréctil te provoca inseguridades? 

La disfunción eréctil es un problema de salud que padecen millones de hombres en todo el mundo. No estás solo ni tienes porqué sentirte culpable. 

 

En lugar de pelear y resistirte a aceptar la situación, infórmate y busca ayuda profesional. Un experto en salud sexual masculina podrá despejar todas tus dudas de forma objetiva y profesional. Y recuerda que el apoyo de tu pareja, si ella está dispuesta, puede contribuir a que el tratamiento sea más rápido y efectivo. 

 

Tu seguridad no puede depender de la funcionalidad de tu pene. Trabaja en tu seguridad a través de la terapia psicológica. Cambiar el modelo de virilidad ancestral que nos inculcaron, te hará entender que el sexo es una parte importante de nuestra vida, pero no el centro de todo. 

 

La disfunción eréctil no te hace “menos hombre”. Al contrario, enfrentarla sin prejuicios, como algo que puede pasarle a cualquiera, es lo que se necesita para recuperar la seguridad. 

 

La verdadera masculinidad radica en la capacidad de amar a otras personas, de respetarte y cuidarte  con responsabilidad.

 

Recuerda que puedes hacer el test online y gratuito de disfunción eréctil que tienes disponible en este espacio, busca en el enlace aquí debajo y puedes hacerlo desde donde te encuentres, solo te llevará dos minutos. 

 

¡Hasta pronto!

 

Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.

 

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