Priapismo y otras emergencias sexuales

El priapismo es una erección prolongada -más de cuatro horas- no asociada a la estimulación sexual. El priapismo (especialmente isquémico) se considera una emergencia médica. Pero existen otros problemas sexuales que también ameritan atención inmediata en la clínica de salud sexual u hospital. De eso te hablamos en este artículo sobre priapismo y otras emergencias sexuales.

¡Empecemos con el tema del día: priapismo y otras emergencias sexuales!

Emergencias sexuales

Por si no lo has visto, existe una serie de televisión que documenta “graciosos” casos de emergencias sexuales de parejas que, al calor del momento, sufren percances médicos que terminan en la sala de urgencias.

Muchos de esos “accidentes” ocurren bajo la influencia del alcohol o las drogas recreativas, que nos hacen perder el sano juicio y acabar introduciendo el pene en orificios extraños (como el caso de un hombre cuyo pene quedó atorado en una estufa portátil), perder cualquier clase de objetos en la cavidad vaginal o anal o fracturas de todo tipo.

Las emergencias sexuales pueden quedar en simpáticas anécdotas o verdaderas tragedias como perder la función de los genitales, en complicadas cirugías o hasta amputación del pene, como puede ser el caso del priapismo.

Los expertos en salud sexual masculina pueden orientarnos a este respecto.

Indica el Dr. Jesse Jarrod Jiménez, urólogo de Boston Medical Group, que las preguntas más frecuentes que hacen los pacientes en sus consultorios, son:

• La disfunción eréctil, ¿se cura?
• ¿Puedo aumentar el tamaño y grosor de mi pene?
• ¿El tratamiento de la disfunción eréctil es para toda la vida?
• ¿La masturbación da cáncer?
• Si me hago el Antígeno Prostático Específico, ¿ya con eso completé mi chequeo prostático?
• Con los tratamientos actuales, ¿me voy a curar de la disfunción eréctil?
• ¿La eyaculación precoz se cura?
• ¿Qué tengo que hacer para dejar de padecer disfunción eréctil?

Si bien ninguno de estos padecimientos son una “emergencia”, sí deben atenderse con prontitud, pues mientras más tiempo pase, menos posibilidades existen de una recuperación exitosa y más de complicaciones graves.

Puedes leer más aquí: ¿Cuáles son los principales motivos por los que los mexicanos acuden a una clínica de sexualidad masculina?

Curvatura peneana

Después de la disfunción eréctil, la eyaculación precoz y la falta de apetito sexual, la disfunción sexual más común es la llamada curvatura peneana o enfermedad de Peyronie.

La enfermedad de Peyronie es un trastorno benigno que se caracteriza por la formación de tejido cicatricial en la túnica albugínea, una membrana gruesa y elástica que ayuda a mantener el pene rígido durante la erección.

En la medida que esta placa crece, explica Boston Medical Group, tira de los tejidos circundantes y hace que el pene se curve o se doble, causando:

• Dolor en el pene durante las relaciones sexuales o en medio de la erección.
• Acortamiento del pene por encontrarse curvo o doblado.
• Presencia de bultos duros en uno o más lados del pene.
• Cambios en la forma del pene por estrechamiento o acortamiento.
• Disfunción eréctil.
• Imposibilidad para penetrar.

La curvatura peneana debe atenderse lo antes posible, ya que es progresiva y en grados avanzados, puede no dejar muchas alternativas de tratamiento.

Las posibles consecuencias de no tratar la enfermedad de Peyronie son la disfunción eréctil, dificultad para realizar la penetración o bien, calcificación severa incurable.

Terapia de ondas focales

La terapia de ondas focales  es muy eficaz para tratar la enfermedad de Peyronie en etapas tempranas. 

Se ha comprobado que estas ondas producen una notable mejora en la circulación sanguínea y la estimulación de las células para regenerar los tejidos y devolverles la elasticidad. 

El resultado es una notable disminución o desaparición del dolor, mejor reabsorción del calcio -la curvatura peneana es producida por una calcificación de los tejidos- así como un efecto muy positivo sobre la capacidad de erección.

Priapismo

En este blog, el priapismo es uno de los temas más consultados. Una de las razones es que, a pesar de no ser un trastorno común, sí es muy doloroso, de ahí que los propios pacientes lo consideran una emergencia sexual. 

Como ya dijimos, el priapismo es una erección usualmente dolorosa, no relacionada con la estimulación sexual, de duración igual o mayor a cuatro horas. 

El priapismo, puede clasificarse en:

• El priapismo arterial, de alto flujo o no isquémico, ocurre cuando se detecta un ingreso aumentado y no regulado de la sangre a los cuerpos cavernosos. La causa más frecuente de este priapismo es el trauma de pene que genera una lesión arterial y culmina en una conexión anormal entre dicha arteria y los cuerpos cavernosos.
• El priapismo isquémico o de bajo flujo (95% de los casos) se produce cuando la sangre queda atrapada en el pene. Se caracteriza por la ausencia de flujo sanguíneo cavernoso y se presenta con una erección de tipo dolorosa y máxima rigidez.
• Priapismo intermitente, de origen hereditario cuyo síntoma principal es que los glóbulos rojos no tienen una forma normal, de manera que llegan a obstruir los vaso s sanguíneos del pene. Se trata de episodios repetitivos de priapismos de bajo flujo y sus causas suelen ser similares a las del priapismo isquémico.

Causas del priapismo

Las causas del priapismo son variadas (alteración del volumen o densidad de la sangre, vasos sanguíneos, músculos lisos o nervios que provocan un flujo sanguíneo anormal) pero en muchas ocasiones, no es posible determinar el origen. A esto se le llama priapismo idiopático o primario. 

El priapismo causado por trastornos en la sangre, ocurre a pacientes con anemia drepanocítica o de células falciformes (de origen hereditario), leucemia u otros trastornos hematológicos como la talasemia, mieloma múltiple, hipercoagulabilidad o condición protrombótica, enfermedad de Fabry, diferentes vasculitis, embolismos grasos, diálisis o algunas enfermedades relacionadas con el sistema nervioso.

Priapismo como efecto secundario de medicamentos para la disfunción eréctil

Pero existe un priapismo como efecto secundario de medicamentos para la disfunción eréctil. Este es causado por el uso de medicamentos orales para la disfunción eréctil o inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (IPDE-5).

La función de estos fármacos es relajar el músculo liso del pene para favorecer la entrada de sangre en el mismo. Al ser potenciadores de la erección, su efecto requiere necesariamente de estimulación sexual.

Se trata de medicamentos muy conocidos como sildenafil, tadalafil, vardenafilo o avanafilo.

Los efectos secundarios son similares en todos ellos: dolor de cabeza, mareos, enrojecimiento de la piel, congestión nasal, dolores musculares, alteraciones en la presión sanguínea, alteraciones en la visión y priapismo, entre otros. 

Estos efectos secundarios adversos suelen desaparecer al dejar el tratamiento o al bajar la erección. Sin embargo, cuando la erección se prolonga por un tiempo mayor al indicado por el médico -promedio cuatro horas- y cuando ya no existe estímulo sexual, es necesario acudir urgentemente al médico para tratar el priapismo.

El tratamiento inadecuado y/o tardío del priapismo tiene consecuencias irreversibles: cambios anatómicos y funcionales en los cuerpos cavernosos del pene, que pueden ir desde la disfunción eréctil hasta la fibrosis peneana.

El priapismo causado por medicamentos para la disfunción eréctil, debe tratarse en las primeras horas para evitar el riesgo de necrosis.

Fractura de pene

Sí, el pene también se fractura. Desde luego no es igual que la fractura en cualquier otra parte del cuerpo, ya que el pene no tiene huesos. 

Si un pene rígido (erecto) se dobla de repente o con fuerza, el traumatismo puede romper el revestimiento exterior de uno de los cuerpos cavernosos (túnica albugínea). 

Este tipo de traumatismos ocurren básicamente por las relaciones sexuales bruscas o cuando el pene se desliza fuera de la vagina y golpea accidentalmente contra la pelvis. 

La fractura de pene puede ocurrir también por masturbación agresiva o el llamado “taqaandan“, una práctica cultural en la que la parte superior de un pene erecto se dobla con fuerza para relajar una erección (Mayo Clinic).

¿Cómo reconocer una fractura de pene?

El pene se abulta y adquiere una tonalidad morada (parecido a una berenjena). También se produce:

• Dolor de pene inmediato
• Un sonido de chasquido o crujido
• Pérdida rápida de la erección
• Hinchazón en el cuerpo del pene
• Decoloración del cuerpo del pene debido al sangrado debajo de la piel

A veces, si la uretra resulta dañada, puede haber sangre en la abertura urinaria del pene.

Una fractura de pene requiere atención médica urgente. Normalmente, se recomienda llevar a cabo rápidamente una reparación quirúrgica.

Si la fractura de pene no se trata (lo cual es raro, debido al dolor intenso), el pene podría curvarse permanentemente.

Enfermedades de transmisión sexual

Las enfermedades de transmisión sexual más comunes en hombres^. no suelen ser mortales y son curables o al menos, controlables. 

El problema es que son muy contagiosas y no existe una cultura de prevención. Además, muchas ETS son asintomáticas, por lo que la infección se va diseminando en una cadena interminable de contagios.

Las enfermedades de transmisión sexual, pueden generar problemas de salud graves a largo plazo si no se atienden, además de disfunciones sexuales como disfunción eréctil o eyaculación precoz. 

Enfermedades de transmisión sexual más frecuentes

• Clamidia. Causada por una bacteria que puede infectar los genitales, la uretra, la garganta y el recto. Suele ser asintomática, pero algunas personas presentan síntomas entre una y tres semanas después del contagio. Es curable con antibióticos y no causa problemas graves a futuro.

• Gonorrea. También causada por bacterias. Puede permanecer latente durante meses antes de que aparezcan los síntomas. La gonorrea puede tener consecuencias serias como artritis séptica o infertilidad masculina. Se trata con antibióticos.

• Herpes genital. Es una enfermedad viral altamente contagiosa. El herpes simple puede ser asintomático, pero sí contagioso.  

Cuando hay síntomas, éstos serán fuertes en el primer episodio y permanecerán recurrentes durante años: puntos rojos que se convierten en ampollas en los genitales y ano o zonas cercanas, secreción transparente o amarilla clara, dolor o comezón alrededor de pene, glúteos y parte interior de los muslos; dolor al orinar, dolor y sensibilidad en los genitales y síntomas similares a los de la influenza: dolor de cabeza y muscular, fiebre o ganglios inflamados en la ingle.

Si sospechas de esta ETS o has estado expuesto a contagio, ve de inmediato al médico.

• Balanitis. Es la inflamación del glande y prepucio causada por bacterias u hongos. Se reconoce por lesiones en el glande rojas, húmedas y dolorosas, con supuración de las lesiones. 

Es tratable con medicamentos tópicos y/o antibióticos no corticoides, además de antifúngicos. 

La mayoría de las balanitis no son infecciosas, sino químicas o traumáticas por el contacto con sustancias irritantes o trauma por fricción en relaciones sexuales con poca lubricación. 

• Tricomoniasis. Causada por un parásito que, en hombres, infecta las vías urinarias. No suele haber síntomas evidentes, aunque hay casos raros de comezón o irritación al interior del pene, secreciones o dolor al orinar. 

Es necesario que ambos miembros de la pareja se atiendan. 

• Virus de Papiloma Humano (VPH). Se trata de una enfermedad silenciosa que, incluso, llega a desaparecer sola. Sin embargo, el VPH puede generar cáncer cervical, de garganta o útero en las mujeres. 

En los hombres pueden aparecer verrugas genitales, eliminables con procesos sencillos ambulatorios. 

• Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Destruye el sistema inmune y vulnera el estado de salud general de la persona, incluso pone en riesgo la vida. Si eres persona de alto riesgo, debes hacerte pruebas periódicamente.

El tratamiento antirretroviral puede ayudar a que los pacientes tengan una mejor calidad de vida, reduciendo potencialmente la mortalidad y probabilidad de nuevos contagios.

• Hepatitis. Las hepatitis de tipo B y C son infecciones del hígado grave causadas por virus. 

La hepatitis B se puede volver crónica y aumentar el riesgo de insuficiencia hepática, cáncer de hígado o cirrosis. También puede causar complicaciones de enfermedad renal o inflamación de los vasos sanguíneos.

El virus de la hepatitis C crónico puede curarse con medicamentos orales que se toman diariamente durante varios meses, aunque, al ser asintomática en al menos la mitad de los casos, la persona portadora no sabe que la tiene y contagia a otros. 

• Sífilis. Es una de las ETS más graves. Causada por una bacteria, se manifiesta en varias fases que pueden ocurrir simultáneamente. Es progresiva y contagiosa aún sin síntomas.

La sífilis está asociada a disfunciones sexuales como disfunción eréctil y enfermedad de Peyronie, ya que daña los tejidos del pene y los vasos sanguíneos, entre muchas otras complicaciones muy peligrosas. 

Puedes leer más aquí: Estas son las enfermedades sexuales que pueden causar disfunción eréctil

Consideraciones finales

El priapismo y otras emergencias sexuales ameritan atención urgente ya que, aunque no pongan en peligro tu vida, si pueden impedir que disfrutes de una vida sexual satisfactoria y sobre todo, sana.

¡Hasta pronto!

Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, epidemiólogo, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.