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Mi pareja tiene disfunción eréctil. ¿Cómo hablar del tema y ayudarlo?

Hace un par de años, Boston Medical Group realizó una encuesta entre 200 mujeres en la cual: 38% reveló haber tenido al menos una vez, una pareja con disfunciones sexuales; 83% afirmó que si su pareja padeciera problemas de erección, le brindarían su apoyo; 91% dijo que aconsejaría a su compañero buscar un experto en salud sexual masculina y 25% aseguró que lo más importante, es que él acepte que tiene un problema. Mi pareja tiene disfunción eréctil. ¿Cómo hablar del tema y cómo ayudar? Aquí te compartiremos los mejores consejos de expertos para contarle a tu mujer que tienes disfunción eréctil y solucionarlo en pareja. ¡Toma nota de lo que sigue, porque es muy útil!

Disfunción eréctil

Hablar de disfunción eréctil sigue siendo un tema difícil para los hombres, un tabú que no se atreven a abordar por miedo a ser juzgados, por inseguridad, vergüenza o por negación. Esta es la causa de que los varones con problemas de erección tarden en promedio 4 años en buscar ayuda profesional. 

Los expertos en salud sexual masculina de Boston Medical Group de México aseguran que un alto porcentaje de sus pacientes, llegan a consulta impulsados por sus parejas. Es ella la que acepta primero el problema y toma la decisión de sugerir hacer una cita. 

Esto es lógico partiendo de que la disfunción eréctil afecta a ambos miembros de la relación, no sólo al hombre; y porque al no ser ella la paciente, no tiene todas las barreras emocionales que impiden al hombre enfrentar abiertamente la situación.

¿Cómo afecta la disfunción eréctil a las mujeres?

Las mujeres, especialmente las que son madres, tienden a asumir la responsabilidad del bienestar de su familia. Si algo está mal, ellas piensan que deben arreglarlo. Si alguien tiene un problema, es la mujer quien observa, intuye y pregunta. La suspicacia es una característica muy femenina. Así como se dan cuenta de que un hijo va mal en la escuela o de que la hija tronó con el novio, de inmediato notarán los cambios de comportamiento en su esposo, independientemente de las evidencias en la cama. 

La primera reacción puede ser culparse por la falta de interés sexual de su compañero. Si el hombre no puede lograr la erección desde el inicio o mantenerla durante la relación sexual, muy probablemente piense que el marido está siendo infiel, que ella no está haciendo lo que a él le gusta o que dejó de ser atractiva.

En 2010 el Instituto Andaluz de Sexología y Psicología (España) publicó una tesis sobre “Aspectos psicosociales del manejo de la disfunción eréctil”. Hábitos tóxicos y estilo de vida. La pareja en la disfunción eréctil. Psicoterapia y terapia de pareja.” En este ensayo se explica que el esquema de comunicación de hombres y mujeres es diferente. Los hombres tienden a ocultar el problema hasta que encuentran la solución. No hablan del asunto. Lo que hacen es evadir, centrándose en otros aspectos como el trabajo, los amigos, actividades fuera de casa, los hijos y cualquier otra ocupación que lo mantenga el mayor tiempo posible lejos de la pareja

La consecuencia natural es el descontento de la mujer, lo que es un obstáculo más para iniciar el diálogo. Las mujeres consideran que el hombre es egoísta por actitudes que suelen ser comunes al aparecer los primeros signos de disfunción eréctil -que no llega de golpe, sino poco a poco-. 

Cuando el hombre tiene una erección casual después de un rato de no conseguirlo, es posible que intente penetrar rápidamente, saltándose los juegos previos que para ella son tan importantes. Lo que la compañera no sabe, es que él tiene miedo de perder su afortunada erección en cualquier momento.

Otra situación frecuente es despertar a la mujer en medio de la noche porque, “milagro”, hay una erección espontánea y hay que aprovecharla. La mujer no piensa ni por un momento que la preocupación de él es poder satisfacerla, cree que él sólo busca su propio goce sin tomarla en cuenta.

Estos comportamientos generan dudas, estrés y frustración en la mujer. Empiezan a cuestionar al compañero sobre su situación de pareja y a demandar que se cumplan sus propias necesidades sexuales lo que, a su vez, causa una gran ansiedad en el varón.

De acuerdo con David H. Barlow, psicólogo estadounidense y profesor emérito de Psicología y Psiquiatría de la Universidad de Boston, la demanda de relaciones sexuales por parte de la pareja de una persona con disfunción eréctil, provoca en el individuo una reacción negativa por la percepción de falta de control. El hombre con disfunción eréctil piensa principalmente en las consecuencias de su incapacidad para satisfacer más que en el acto mismo, lo que deriva en un círculo vicioso: ansiedad-pérdida de la erección-ausencia de erección-ansiedad. ¿Resultado? Evitar las relaciones sexuales.

La reacción de la pareja puede variar dependiendo de su nivel de respuesta sexual

Las mujeres con un buen nivel de satisfacción sexual adoptan conductas demandantes más intensas, como presionar a la pareja para que les “cumpla” o bien, para que solucionen ellos el problema.

Las féminas sanas, pero con poco gusto por la actividad sexual, se conforman con evitar los encuentros sexuales y se convencen a sí mismas de que el sexo no es importante en sus vidas.

Finalmente, las mujeres que también padecen una disfunción sexual (anorgasmia, ausencia de libido, aversión sexual, etc.) pueden adoptar dos posturas distintas: dar ánimos a la pareja con disfunción eréctil restándole importancia al problema: “no pasa nada”, “hay temporadas así”, “el sexo no es tan importante”. Disfrazan de comprensión una carencia propia, orillando al hombre a pensar igual que ellas (finalmente se han librado de algo que no disfrutan); en consecuencia, se vuelven un obstáculo para buscar ayuda médica. También es posible que adjudiquen su propia disfunción a la pareja: “yo no siento nada porque tú no sabes cómo satisfacerme” él es el “mal amante”, no ellas.

Lo que concluye esta tesis es que al menos 40% de las parejas de hombres con disfunción eréctil, terminan siendo también disfuncionales sexualmente.

De ahí la enorme importancia de aceptar y hablar.

Mi pareja tiene disfunción eréctil. ¿Cómo hablar del tema y cómo ayudar?

Las señoras no han hecho nada mal. Tampoco ellos. La disfunción eréctil no es culpa de nadie. Se trata de un problema de salud que no se arregla con lencería de encaje ni labial rojo. 

La incapacidad del hombre para lograr la erección tiene, 90% de las veces, causas fisiológicas. Sólo 10% tiene un origen psicológico y en ambos casos, hay solución. Existen profesionales especializados que les pueden ayudar a recuperar su vida sexual.

Supongamos que él ya sabe que algo anda mal con su pene y no se atreve a decirlo. Esto no es algo que se pueda ocultar por mucho tiempo. Es altamente probable que sea ella la que abra la línea de comunicación.

Los hombres sienten una gran presión social por ser fuertes, inquebrantables, ecuánimes y por tener cualquier situación bajo control. Pero las mujeres deben ser capaces de ver a sus parejas como seres humanos, con debilidades y momentos de fragilidad. La época de “los hombres no lloran” ya ha quedado muy atrás. Ellos tienen el mismo derecho que ellas a hablar de sus emociones o sentirse abatidos, de pedir ayuda. Si él no toma la iniciativa, hay varias cosas que pueden allanar el camino a la conversación más difícil del mundo: mi pareja tiene disfunción eréctil. ¿Cómo hablar del tema y cómo ayudar?

  • Comprensión. Ponerse en los zapatos del otro no es fácil. Cuando la pareja deja de abrazar, besar o dar muestras físicas de afecto, está claro que algo le sucede. Es necesario hacer a un lado el egocentrismo y pensar en él, más que en ti misma. Probablemente él esté evitando tener sexo pues le angustia no poder satisfacerte. Ser comprensiva no significa minimizar el problema, decirle a un hombre que su disfunción eréctil no importa, le hará sentir que no extraña la intimidad. Informarse sobre disfunción eréctil -en la página de Boston Medical Group México, por ejemplo- ayudará a entender en qué consiste esta disfunción y explicarle a él tu punto de vista.
  • Mucho tacto. Es necesario considerar que el tema es muy doloroso y vergonzoso para él. Hablar de los aspectos positivos es una buena forma de acercarse: la mucha confianza que se tienen, cómo han logrado superar situaciones difíciles, lo atractivo que él sigue siendo, en fin. En lugar de quejas, tratar de tranquilizar a la pareja con momentos agradables: “te acuerdas cuando nos reímos tanto de…yo creo que podríamos volver a vivirlo”. También se puede preguntar directamente, “¿qué te gustaría?”, “¿cómo puedo apoyarte?” y plantear la posibilidad de visitar al médico, en el entendido de que la mayor preocupación es la salud de él. Finalmente, esto último es cierto, la disfunción eréctil puede ser síntoma de una enfermedad oculta que se debe atender.
  • Busca el momento adecuado, no lo sueltes en un momento de enojo o desesperación. Las emociones no ayudan a la hora de platicar de temas difíciles. Es recomendable planear un momento a solas, donde puedan hablar tranquilamente, con una buena comida y en un ambiente agradable. Comparte la información que tengas sobre disfunción eréctil. Recuérdale la importancia que tienen para ti su salud y su felicidad. Ofrece ir a una consulta médica con él o pregunta si prefiere hacerlo en privado y si es así, respeta eso. No se trata de ti, sino de lo que él prefiere o cómo le es más fácil manejarlo.
  • Vivanlo como una experiencia importante juntos. Con la certeza de que la disfunción eréctil puede tener solución, al recibir el tratamiento adecuado, muy pronto ese mal momento quedará atrás. Compartir esa experiencia fortalecerá los lazos y les permitirá descubrir nuevas formas de expresar el amor, conocerse mejor el uno al otro y sorprenderse con los grandes aprendizajes que esto traerá. 
  • Test de problemas de erección. Invita a tu pareja a hacer este test disponible aquí debajo. En 5 minutos podrá despejar las dudas y si lo desea, hacer ahí mismo una cita. Está demostrado que involucrar a la pareja en el tratamiento para la disfunción eréctil, incrementa las posibilidades de éxito y ayuda a restaurar la confianza mutua.

Una vez que se da el primer paso, hablar, todo lo demás será para mejor. El proceso será tan fácil o difícil como ambos decidan hacerlo. Entre los dos, la carga pesa menos, ¿cierto?

La participación de la mujer en la consulta médica puede ayudar a:

  • Dar información más completa al médico. Ella puede recordar detalles que el paciente pase por alto o describir mejor los cambios de conducta, ya que la pareja es nuestro mejor espejo.
  • Aprender cómo funciona el organismo masculino y comprender cuáles han sido las afectaciones psicológicas que la disfunción eréctil ha desencadenado en él. Este es el mejor camino para la comprensión mutua.
  • El terapeuta sexual puede ayudar a resolver conflictos derivados de la disfunción que hayan quedado “archivados”.

Para finalizar este artículo te damos el último impulso para que respondas las preguntas del test online y gratuito sobre disfunción eréctil disponible aquí debajo. Sólo te llevará pocos minutos completarlo y podrás conocer el resultado de manera rápida y fácil.

¡Hasta pronto!

Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.

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