El tamaño del pene no equivale al tamaño del orgasmo. Este es un hecho innegable. Sin embargo, millones de hombres viven obsesionados con el tamaño de su miembro.
Hoy hablaremos sobre el tamaño del pene y cómo sacar provecho de la forma que puede tener el tuyo, ¿nos acompañas con tu lectura?
Lo importante no es el tamaño sino saber usarlo
Los que saben, tanto médicos, sexólogos como hombres “de a pie”, suelen fijarse más en la funcionalidad, así como en “la estética”, es decir, el aspecto del pene y la armonía de proporciones.
Afirma el Dr. Darius Paduch, profesor de urología en el Colegio Médico Weill de la Cornell University: “un individuo de tamaño modesto que sabe usar bien su pene, es más capaz de ayudar a su pareja sexual a alcanzar un orgasmo que otro con un pene que sería la envidia de cualquier estrella del porno”.
La forma, insiste Paduch, es igual de importante para saber qué posiciones sexuales facilitan el orgasmo de la pareja o cuáles podrían resultar dolorosas; así como calcular cuánta estimulación manual o clitoral será necesaria para facilitar su placer.
Teniendo claro cómo influye el tamaño del pene a la hora de tener relaciones sexuales podemos concentrarnos en otros aspectos mucho más importantes durante el sexo: las posturas, la comunicación, la conexión íntima con la pareja, la autoconfianza, el sentido del humor y desde luego, las habilidades físicas generales para conseguir que el sexo sea alucinante para ambos.
Dentro de esta sección de “curiosidades”, queremos hablarte de un tema que no se toca tan seguido como los tamaños de pene: las formas de pene.
Existe todo un mundo de tonalidades, aspectos, texturas y formas que podemos clasificar en aproximadamente siete variedades:
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El lápiz
Según la educadora sexual Patti Britton, uno de los factores que más influyen a la hora de disfrutar del sexo con penetración, es la sensación de plenitud (llenar el espacio vaginal) y la sensación de presión sobre las paredes de la vagina.
Los genitales femeninos, como los masculinos, vienen también en diversas formas y tamaños, por lo cual, un mismo pene no provoca el mismo efecto sobre dos vaginas distintas.
Hay vaginas de paredes más anchas en las que un pene delgado tipo lápiz (desde la base hasta la punta), independientemente de su longitud, conseguirá un mayor efecto sólo si su receptora aprieta los muslos tratando de estrechar el conducto vaginal para intensificar las sensaciones de ambos.
La posición “del perro” también funciona para este tipo de pene que puede llegar hasta el fondo, especialmente si se estimula el clítoris manualmente durante la penetración.
Si tu pene es como un lápiz largo, la doctora en sexología Keesha Ewers aconseja atajar la penetración de rodillas, con ella tumbada sobre la espalda con las rodillas dobladas y los pies apoyados en tu pecho. Desde ahí será mucho más fácil controlar la profundidad de penetración y no golpear la boca del útero, que no siempre resulta agradable.
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El pepino
Tendemos a pensar que un pene más ancho y más largo que el promedio, es un regalo divino, que nos brindará más placer y despertará la envidia de nuestros compañeros de gimnasio.
Sentimos mucho desencantarte, pero en realidad no es así.
Un pene más grande tipo pepino, debe moverse con más cautela durante el coito, sobre todo si tu pareja no tiene un canal vaginal “a juego”.
En una cavidad pequeña, un pene grande y ancho puede resultar doloroso, producir lesiones o bien, hacer imposible una penetración completa. La clave si tienes un pene grande, es cuidar la posición (el ángulo), la fuerza y velocidad del bombeo, así como la profundidad de penetración.
Ponerse ella encima, la posición del misionero o de rodillas haciendo sentadillas, permitirá a ella decidir hasta dónde aguanta la penetración y el empuje.
La postura cuchara también puede ser buena para este tamaño y forma de pene, pues evita llegar muy lejos de golpe y, además, permite acariciar los pechos y el clítoris con libertad.
En el caso de los penes grandes, la lubricación extra se vuelve un asunto innegociable.
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La salchicha
La salchicha es el formato más común, de grosor y longitud promedio, y con el mismo grosor a todo lo largo.
Un pene estándar es, a todos los efectos, un regalo de la naturaleza, pues encaja a la perfección con el formato más común de vagina y se siente cómodo en casi cualquier posición.
Es importante recordar que, al margen del tamaño y forma de tu pene, a mayor excitación, mayor tamaño y dureza. Así que más importante aún que la forma, será tu capacidad de respuesta a los estímulos.
Cualquier postura que permita una mejor visión de la situación (prueba utilizar espejos) tendrá efectos beneficiosos para ambos.
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El pepinillo
Son muy pocos los hombres nacidos (sólo 2.5% de la población mundial) con la condición conocida como micropene o microfalosomía,2 que es un pene menor a 7 cm en erección.
De acuerdo con Boston Medical Group, el tamaño promedio del pene en sus pacientes fluctúa entre los 9 y 13 cm en erección. La microfalosomía puede causar gran pesar -incluso, depresión- en un hombre.
Un pene más pequeño, puede hacer más complicado ejercer presión sobre las paredes de la vagina, pero no imposible. Recordemos que lo que cuenta es la funcionalidad.
El pene “pepinillo” es perfectamente capaz de provocar un orgasmo si se emplea la técnica adecuada, según las características de la pareja.
Conviene centrarse en posiciones que faciliten una mayor profundidad de penetración que siempre puede ser asistida por cojines bajo el trasero, posturas con las piernas elevadas o, directamente, con juguetes sexuales que pueden abrir todo un mundo nuevo de disfrute para ambos.
Tampoco conviene olvidar lo que se puede conseguir mediante la estimulación oral y manual. La recomendación es una combinación de todo que hará más placentero el encuentro.
Puedes seguir leyendo aquí: Micropene: alternativas para un pene demasiado pequeño
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El cono
Los penes también pueden ser estrechos en la punta y anchos en la base. Se trata de una variación perfectamente normal siempre y cuando ese estrechamiento no sea drástico.
El perrito suele ser la postura ideal para este tipo de penes, pues hay menos riesgo de hacer daño al penetrar hasta el fondo con mucha fuerza.
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El chorizo
Como pasa con los penes pequeños, los dueños de un pene grueso y corto han de elegir posiciones que le brinden la posibilidad de profundizar todo lo posible, pero en este caso, sin preocuparse de que su pareja deba apretar la cavidad vaginal (muslos) para ofrecer mayor resistencia.
La postura de yoga adho mukha svanasana, también conocida como perro mirando hacia abajo, es idónea en este caso.
Según la Dra. Ewers, para tratar de estimular el punto G con un pene corto, la postura tradicional del misionero o el hombre de rodillas con las piernas de su compañera suspendidas en el aire, es muy conveniente.
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El plátano
Es muy habitual que los penes muestren algún tipo de curvatura más o menos pronunciada, esto puede empezar a notarse durante la pubertad, con las primeras erecciones.
Sin embargo, cuando la curva es muy pronunciada (más de 25º) podríamos estar hablando de la enfermedad de Peyronie o también llamada curvatura peneana. De ser así, lo más probable es que necesite ayuda urológica, pues la erección puede llegar a ser muy dolorosa.
Si tu curva no es tan dramática y no te causa molestia ni a ti ni a tu pareja, incluso puedes sacar ventaja de esa leve inclinación.
Elijan la postura que mejor se ajuste a la dirección de tu curva, teniendo siempre en cuenta la posición del punto G y del clítoris.
Una buena recomendación para los penes curvos, es la revisión médica para asegurarse de que no exista tejido cicatricial que, a la larga, pueda empeorar y acortar el tamaño del pene o hacer la curvatura más pronunciada.
Nadie conoce tu pene mejor que tú, amigate con él, con su forma y tamaño.
¡Hasta pronto!
Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, epidemiólogo, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.
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