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Hipersensibilidad en el pene: ¿qué es y cuál es su tratamiento?

El pene es probablemente el órgano más sensible en los hombres y más aún, lo es el glande. Pero cuando esa sensibilidad va más allá de lo normal, puede producir eyaculación precoz y otras complicaciones como insatisfacción en la pareja, excitarse o eyacular con demasiada facilidad en situaciones inapropiadas y hasta al tocarse para orinar. En este artículo hablamos de hipersensibilidad en el pene: ¿qué es y cuál es su tratamiento?, para despejar tus dudas y mostrar soluciones de expertos. ¡Sigue leyendo!

 

Hipersensibilidad en el glande

Algunos especialistas cuestionan si realmente existe la hipersensibilidad en el glande o sólo es una cuestión de percepción del individuo, es decir, algo subjetivo que depende de su opinión personal. Sin embargo, existen algunos parámetros médicos para considerar la hipersensibilidad en el pene como un problema que afecta la vida sexual de un hombre y su pareja.

 

Habrá quien considere algo muy bueno el lograr una erección inmediata. Pero eyacular demasiado pronto, es otra cosa. Los extremos nunca son buenos. 

 

¿Qué es la hipersensibilidad en el pene?

Como sabemos, el pene está plagado de terminaciones nerviosas, lo que lo hace un órgano sumamente sensible. 

Esta sensibilidad del miembro viril -y del clítoris en las mujeres-, lo hace la zona erógena más importante; las caricias y la estimulación en los genitales, son particularmente placenteras allí.

El pene está diseñado para brindar placer -además de sus otras funciones-. Desde un punto de vista evolutivo, se cree que el placer sexual es una recompensa sumamente atractiva para practicar el coito y por lo tanto, incrementar las posibilidades de éxito en la reproducción.

Sin embargo, hay hombres que experimentan sensaciones mucho más intensas en el pene o en la punta de éste (el glande), así como hay quienes tienen un mayor o menor umbral de dolor. Esto puede llegar a ser un problema o derivar en una disfunción sexual.

Hipersensibilidad en el pene causa eyaculación precoz

La principal queja de los varones que pueden padecer hipersensibilidad en el glande, es la eyaculación prematura, antes de lo deseado y de haber satisfecho a la pareja.

 

En un estudio de 2017 publicado en la revista Scientific Reports se investigó la relación entre la eyaculación precoz y la hipersensibilidad del pene: “Importancia de la hipersensibilidad del pene en la eyaculación precoz.”

 

Se reclutó a 420 sujetos que asistieron a una clínica andrológica por sospecha de eyaculación precoz. Se les pidió completar el autoinforme del tiempo de latencia de la eyaculación intravaginal (IELT) con cronómetro. 

 

“El estudio mostró que los pacientes con eyaculación precoz primaria (presente desde el inicio de la vida sexual del paciente) podrían tener un perfil de hipersensibilidad en términos de umbrales sensoriales periféricos. La hipersensibilidad del pene pareció ser un factor que contribuyó a las latencias cortas de la eyaculación intravaginal en la muestra de hombres con este tipo de disfunción sexual.”

 

Hipersensibilidad en el pene: causas

Según la marca de condones y productos sexuales Promescent, algunas de las principales causas de hipersensibilidad en el pene, podrían ser:

 

 

Esto podría radicar en la forma en que nuestros cerebros responden a los neurotransmisores dopamina y serotonina (genéticamente determinados), directamente asociados a la eyaculación precoz.

 

Diagnóstico

Para el diagnóstico de eyaculación precoz, han de tomarse en cuenta la duración del tiempo de latencia de la eyaculación intravaginal (IELT), así como las causas de la patología y la medición precisa del IELT con un cronómetro. 

 

De la investigación realizada, “se deduce que el sistema serotoninérgico central “modula” la eyaculación, mientras que la eyaculación (reflejo) en sí probablemente no esté bajo la influencia directa del sistema serotoninérgico, sino más bien bajo la influencia de otros sistemas de neurotransmisores en la médula espinal.” 

 

Es importante tener en cuenta que la modulación (serotonérgica) del tiempo de latencia intravaginal es variable entre individuos. Por lo tanto, no se puede considerar una causa común ni general. De ser así, la “solución” para la eyaculación precoz sería el tratamiento con un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina.

 

El estudio revela otro factor importante que ya mencionamos antes: la percepción.  

 

Los autores del estudio plantean la necesidad de distinguir el tiempo de duración del coito como una “queja” versus la eyaculación precoz como un “trastorno”. 

 

Muchos estudios basan sus resultados en encuestas y cuestionarios, lo que podría arrojar resultados subjetivos e inexactos (“queja”). Pero al medir el IELT con cronómetro, el análisis no dejaría lugar a dudas (trastorno).

 

Recordemos que los parámetros internacionales establecen que la eyaculación precoz se considera aquella que ocurre sin control, entre uno y dos minutos después de la penetración o antes de ésta, con un mínimo estímulo, lo que sí podría ser resultado de hipersensibilidad en el pene.

 

  • Anatomía. Existe una gran variabilidad natural en nuestros cerebros y en la forma en que las terminaciones nerviosas están “repartidas” en el cuerpo, lo que puede hacer que algunos penes y otras partes del cuerpo, sean más sensibles que otras.

 

Pensemos, por ejemplo, en un hombre circuncidado y otro que no lo está. En principio, la circuncisión no aumenta ni disminuye el placer sexual, pero sí puede hacer una diferencia en cuanto a la sensibilidad en comparación a la que tiene un hombre no circuncidado. 

 

Desde luego, tras la cirugía es posible experimentar un exceso de sensibilidad en la zona, lo que es normal. Pero al acostumbrarse o si la circuncisión se realizó en la primera infancia (bebés), esta diferencia no será notoria.

 

La circuncisión tiene ciertas ventajas como mayor facilidad en la higiene, menor riesgo de infecciones del tracto urinario, menos posibilidades de padecer fimosis, parafimosis o balanitis; también puede ser que el grosor del glande incremente levemente su tamaño al liberarse de la presión que le ejercía el prepucio. 

 

  • Fimosis. Esta condición afecta sólo a hombres no circuncidados. Ocurre cuando el prepucio está demasiado apretado y no se desliza libremente a lo largo del eje; así, el glande puede permanecer cubierto casi todo el tiempo, lo que puede aumentar la sensibilidad cuando se llega a estimular la parte que suele estar cubierta.

 

  • Infección del tracto urinario. Puede provocar dolor en el pene, especialmente al orinar o eyacular. Se puede tratar con antibióticos. 

 

  • Demasiada masturbación. El pene llega a irritarse o acostumbrarse a sentir cierto nivel de presión o bien, sufrir algún traumatismo que cause dolor. 

 

  • Relaciones sexuales poco frecuentes. Además de la ansiedad y la energía sexual acumuladas, si el pene no recibe estímulo con mucha frecuencia, la eyaculación precoz e hipersensibilidad en el glande, pueden hacerse presentes.

¿Cómo saber si tengo hipersensibilidad en el pene?

Es difícil establecer un diagnóstico exacto de hipersensibilidad en el pene basándose sólo en el dicho del paciente. Sin embargo, hay que tomar muy en cuenta sus necesidades y preocupaciones.

Si el paciente pide un remedio para disminuir su grado de sensibilidad en el glande, será necesaria una revisión física.

La exploración en consulta y la respuesta a algunas preguntas específicas hechas por el médico, ayudarán a determinar si verdaderamente existe un problema en el pene o se trata del deseo de “durar más en la cama.”

Hipersensibilidad en el pene: tratamiento

Más allá de la dificultad para diagnosticar hipersensibilidad en el glande, se debe ofrecer una solución al paciente.

La eyaculación precoz debe abordarse de forma integral, ocupándose de las posibles causas físicas, psicológicas y modificando conductas y malos aprendizajes a través de la terapia sexual.

Las causas de la eyaculación precoz son muy variadas, la más común es la falta de una educación sexual adecuada. Las relaciones sexuales satisfactorias también se aprenden.

 

Si la persona aprendió y se acostumbró a eyacular con prisa, ansiedad y sin control, puede ser eyaculador precoz toda su vida sin darse cuenta de que esto es un problema. Normalmente son las parejas quienes toman la iniciativa de hablar al respecto.

 

La herramienta más eficaz para revertir estos malos hábitos, es la Asesoría Sexológica, en la cual se entrena al paciente en el reconocimiento y dominio de las fases de respuesta sexual. Con disciplina, constancia, ejercicios y la ayuda de algún fármaco que el médico indique, se puede aprender a controlar el impulso de eyacular y postergar la fase de meseta hasta que el hombre lo desee o la pareja esté satisfecha.

 

Los fármacos para tratar la eyaculación precoz

Los fármacos para tratar la eyaculación precoz son una buena alternativa, pero no mágica. No existe una pastilla que detenga el impulso de eyacular instantáneamente, como en el caso de las pastillas para la disfunción eréctil.

 

Es importante aclarar que los fármacos para solucionar la eyaculación precoz no existen como tal, es decir, no existe un medicamento que haya sido diseñado específicamente para tratar este padecimiento. Los medicamentos actúan como un complemento auxiliar muy útil, pero insistimos en la importancia de que el tratamiento, sea integral.

 

Los fármacos como los antidepresivos tricíclicos o los Inhibidores de la Recaptación de Serotonina (ISRS) pueden ser también de gran ayuda. Sin embargo, los ansiolíticos y antidepresivos presentan algunas dificultades debido a que no todos los médicos pueden indicarlos, nos son aceptados por muchos pacientes o por sus efectos secundarios. 

 

Los ISRS, cuya principal función son la acción antidepresiva o el tratamiento del TOC (trastorno obsesivo compulsivo) tienen entre sus efectos secundarios el retardo en la eyaculación, la disminución de la sensibilidad -en el glande- o el control de la ansiedad que produce la eyaculación precoz. Su efecto consiste en la capacidad de inhibir la serotonina acumulada, es decir, actúa a nivel cerebral en los centros de emisión de esta sustancia y de la eyaculación, inhibiéndolos, así como la dopamina los facilita. Sin embargo, su nivel de eficacia es limitado. 

 

Por otro lado, existen casos en los que la hipersensibilidad en el pene y la eyaculación precoz, son consecuencia de una infección en los conductos que van de los testículos al pene o en el tracto urinario. Es muy probable que el tratamiento consista en antibióticos. El médico determinará a través de sencillos exámenes, si ese puede ser el tratamiento único o complementario.

 

Los anestésicos, por otro lado, han sido utilizados para disminuir la hipersensibilidad en el pene, pero con la desventaja de que la sensación de placer también desaparece. Incluso, durante el coito, la pareja también puede perder sensibilidad si no se usa condón.

 

Hablamos de anestésicos como la lidocaína, disponible en crema, spray o en algunos preservativos. Estas sustancias consiguen “adormecer” la piel temporalmente y ralentizar la respuesta de los nervios para retrasar la eyaculación. 

 

Lo mismo pasa con los preservativos de acción retardante, que están hechos de látex grueso y se les añade un anestésico. Pueden ayudar en casos no muy severos, pero no son una solución permanente ni la más placentera.

 

Lee también Fármacos contra la eyaculación precoz. ¿Funcionan?

 

Conclusiones

Los tratamientos mencionados contra la eyaculación precoz y la hipersensibilidad en el pene son una gran alternativa, pero, como siempre recomendamos, evita automedicarte, ya que se requiere de un diagnóstico médico especializado para establecer las causas del problema. Por algo la ciencia dedica tanto tiempo y recursos a la investigación.

 

Para saber más, conoce las nuevas técnicas para tratar la eyaculación precoz.

 

Esperamos que esta información sobre la hipersensibilidad en el pene, qué es y cuál es su tratamiento, te sea de utilidad.

 

Si tienes dudas, recuerda que puedes realizar el test de eyaculación precoz  que tienes disponible aquí debajo. 

 

¡Muchas gracias por tu lectura!

 

Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, epidemiólogo, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.

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