Son muchos los estudios a nivel mundial que investigan la relación entre disfunción eréctil y el uso de esteroides. El culto que rendimos al cuerpo nos está cobrando un precio muy alto: los problemas de erección y reproductivos. Patologías como el hipogonadismo, enfermedades cardiovasculares, del hígado o hasta la alopecia, pueden ser consecuencia de esteroides anabólicos. No es extraño que cada vez más hombres jóvenes vean disminuida la calidad de su semen y sus erecciones, en proporción inversa al crecimiento de sus músculos. ¿Eres deportista? Ten cuidado, éstas son las causas de disfunción eréctil después de un ciclo de esteroides y conocerás mucho más sobre este tema a continuación.
¿Qué son los esteroides?
Aun cuando a los deportistas pueda sonarles familiar el término, es probable que un alto porcentaje de los consumidores de esteroides anabólicos, anabolizantes y androgénicos, como también se les conoce, no estén muy conscientes de los efectos de estas sustancias en su salud.
El sitio Medlineplus define a los esteroides anabólicos como versiones sintéticas de testosterona, es decir testosterona química o artificial.
Por su parte, el portal Andrológica (España), explica que
“los anabolizantes son medicamentos derivados de la modificación de la molécula de testosterona con el fin de aumentar o limitar ciertas de sus características. La testosterona se ha alterado para producir fármacos que son más o menos anabólicos, son más o menos androgénicos, según las necesidades del receptor.”
La testosterona es la hormona responsable del desarrollo de las características masculinas: el vello facial, la voz grave, los músculos y los genitales. Esta hormona es indispensable también para el crecimiento, la generación de los químicos que regulan las emociones, el buen funcionamiento del cerebro y las habilidades cognitivas o los huesos. Y desde luego, es la principal impulsora del apetito sexual y la producción de espermatozoides.
La testosterona se produce en los testículos y las glándulas suprarrenales, pero es la glándula pituitaria la que regula sus niveles en el cuerpo. Un nivel normal de testosterona se considera entre 280 y 1,100 ng/dL en hombres adultos.
Cuando esos niveles se alteran, ya sea hacia arriba o hacia abajo, el organismo va a reaccionar. Los esteroides son dosis extraordinarias de testosterona que no deberían estar allí. Es verdad que algunos de sus efectos son apreciados por los varones, pero eso no significa que sea sano.
¿Qué hace esa hormona “de más” en nuestro cuerpo?
Los esteroides anabólicos suelen ser un tipo de tratamiento para problemas hormonales masculinos, como retraso de la pubertad o pérdida de masa muscular a causa de otras enfermedades.
Los índices de testosterona decaen de forma natural debido al envejecimiento (1% anual a partir de los 40). Sin embargo, esta no es razón para recurrir a los esteroides como un “rejuvenecedor”. Los tratamientos de reemplazo hormonal no están aprobados para su uso en hombres sanos, de hecho, en algunos países como Estados Unidos, están prohibidos. La terapia de testosterona sintética puede ayudar en casos de hipogonadismo, pero estrictamente bajo la recomendación y vigilancia de un médico.
Uso de esteroides en deportistas
¿Eres deportista? ¿Consumes esteroides? Esta puede ser causa de disfunción eréctil.
Muchos deportistas de alto rendimiento, particularmente fisicoculturistas y atletas, usan esteroides anabólicos para desarrollar músculos que no serían posibles sólo con ejercicio y un régimen de alimentación -o tomarían mucho más tiempo-. También se recurre a los esteroides en otro tipo de deportes para un mayor rendimiento como la natación, lucha grecorromana o atletismo, entre otros.
Los esteroides anabólicos son introducidos al cuerpo por vía oral, intramuscular (inyecciones) o de forma tópica (cremas y geles). El problema con estas dosis artificiales de testosterona, es que pueden llegar a ser entre 10 y 100 veces más altas que las utilizadas en tratamientos médicos. Además, está el hecho de que se consiguen relativamente fácil, sin receta, y se toman sin control médico ni seguridad alguna.
Las consecuencias aparecen más o menos pronto, dependiendo de cada organismo, pero es un hecho que el uso prolongado de esteroides puede provocar:
- Acné.
- Calvicie.
- Cambios de humor.
- Comportamiento agresivo.
- Retraso en el crecimiento de adolescentes.
- Hipertensión.
- Colesterol alto.
- Afecciones cardiacas, incluyendo infarto.
- Daños severos al hígado con alta probabilidad de cáncer.
- Daño renal.
- Crecimiento de senos en hombres.
- Baja producción de espermatozoides (infertilidad).
- Atrofia de los testículos.
Causas de disfunción eréctil después de un ciclo de esteroides
En 2010, la Sociedad Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (ASEFFA) afirmó que “los casos de infertilidad masculina y disfunción eréctil a causa de la ingesta de esteroides anabolizantes se habían triplicado.”
El uso de esteroides en el deporte no es nuevo. Los derivados sintéticos de testosterona se consumen indiscriminadamente para lograr mejores resultados en competencias, muchas veces con el consentimiento o directa instrucción de los entrenadores. Pero esta práctica se ha extendido en los últimos años a jóvenes que acuden a los gimnasios y los toman simplemente para lograr un cuerpo más musculoso.
Es curioso que existan percepciones diferentes sobre dos conceptos que, al final, son lo mismo. Cuando se habla de testosterona, se asocia a salud, virilidad o medicina. Nadie podría ser señalado por someterse a un tratamiento de reemplazo hormonal por problemas de salud. Pero el término esteroides sí tiene un significado negativo. Tan es así, que se venden y consumen de forma clandestina.
La testosterona produce los llamados efectos androgénicos, que se refieren al desarrollo sexual masculino (genitales, vello corporal, engrosamiento de la voz), y efectos anabólicos, relacionados al crecimiento de músculos y huesos.
El objetivo de alterar un esteroide androgénico es aumentar sus características anabólicas y disminuir sus características androgénicas, es decir, potenciar los efectos deseables (desarrollo de músculos) y disminuir los androgénicos (características viriles). Sin embargo, a la fecha no se ha logrado separar unos efectos de otros, por eso es imposible obtener un beneficio sin consecuencias negativas.
Como señala en un artículo de 2018 la Dra. Miriam Petit, Uróloga especialista en urodinámica y cirugía de piso pélvico, “a mayor efecto anabólico, mayor efecto androgénico”, es decir, cuanto más se desarrollan los músculos, más se verán alteradas las características masculinas, incluidos los genitales.
Los esteroides han sido útiles para tratar condiciones como anemia, heridas agudas y crónicas, desnutrición proteico-calórica con pérdida de peso, graves lesiones de piel como quemaduras, así como otros problemas derivados de la baja de testosterona: osteoporosis, hipogonadismo o síndrome de inmunodeficiencia humana (VIH).
Desafortunadamente, la testosterona y sus análogos artificiales han sido utilizados con abuso por hombres que, sin padecer enfermedad alguna, buscan incrementar su desarrollo físico, rendimiento deportivo y/o sexual.
Así, se han diseñado esteroides anabólicos que se pueden adquirir sin receta si se agregan a algún suplemento alimenticio. Las personas los consumen pensando que están ingiriendo algo bueno y saludable para el cuerpo, pero la realidad es que estos productos producen secuelas graves.
La Dra. Petit, explica:
“El cerebro, el hipotálamo y la hipófisis se encargan de regular la secreción de las hormonas que estimulan la producción de testosterona a nivel de los testículos. Al alcanzar niveles elevados de testosterona en sangre, ocurre una inhibición a nivel cerebral, disminuyendo la producción de testosterona a nivel de los testículos.”
Al subir dramáticamente el índice de testosterona en sangre después de un ciclo de esteroides, “se produce un desequilibrio intratesticular con la consiguiente disminución, no sólo en la producción de espermatozoides, sino en su maduración”, lo que se traduce en infertilidad masculina u otras afecciones como el agrandamiento de la próstata, cambios en la micción o disfunción eréctil, esta última debido a que las sustancias sintéticas alteran también el estado psicológico, muscular y sexual. Ya hablamos del comportamiento agresivo, pero también se puede sufrir de ansiedad o depresión.
La disminución de la libido y la disfunción eréctil se observan constantemente en personas que usan esteroides anabólicos. Cabe aclarar que los problemas de erección no siempre aparecen durante el ciclo de esteroides, sino cuando éste termina. Al dejarlos, hay una disminución brusca de testosterona en sangre y cuando el índice de testosterona baja más de la cuenta (hipogonadismo), invariablemente habrá trastornos de salud general.
Los hombres que han tomado esteroides por un tiempo determinado, al terminar el ciclo podría presentar:
- Ginecomastia (crecimiento de las mamas en hombres).
- Bajo o nulo deseo sexual.
- Disfunción eréctil causada por baja hormonal.
- Bajo recuento de esperma.
- Cambios en los testículos.
- Debilidad ósea.
- Irritabilidad.
- Dificultad para concentrarse.
- Pérdida de masa muscular.
- Alopecia.
- Depresión.
- Fatiga crónica.
- Anemia.
Las implicaciones en el organismo después de uno o varios ciclos de esteroides androgénicos anabolizantes, son visibles en el corto plazo. Sin embargo, hay pocos estudios que demuestren o se enfoquen en sus efectos a largo plazo. Los médicos afirman que su conocimiento en este sentido es limitado. Pero cada vez es más frecuente observar a consultantes consumidores de esteroides, en clínicas especializadas en salud sexual masculina, que llegan por problemas de esterilidad, disfunción eréctil, disminución de la libido o ginecomastia.
Como hemos explicado en varias ocasiones, la erección responde a un proceso neurovascular que es regulado por las hormonas. Neurotransmisores, glándulas, agentes vasoactivos y tejido cavernoso, deben encontrarse en perfectas condiciones para actuar coordinadamente. Recordemos que el tejido del pene está compuesto por fibras elásticas, lo que le permite estirarse y volver al reposo al llenarse y vaciar la sangre. Si dicho tejido pierde su capacidad elástica -lo cual puede causar el uso de esteroides– la erección será dolorosa o imposible, tal como ocurre con la enfermedad de Peyronie.
Por muy sencilla que pudiera parecer esta explicación, sigue siendo motivo de debate científico el papel de los andrógenos en la función eréctil, ya que las evidencias existentes sobre la influencia de la testosterona en las erecciones siguen siendo investigadas.
Otra causa de disfunción eréctil después de un ciclo de esteroides puede ser la atrofia testicular. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de una enfermedad que ocasiona la reducción anormal de los testículos, así como la interrupción de sus funciones. Los testículos reducen su tamaño debido a la pérdida de algunas de las células germinales (productoras de esperma) y células de Leydig (productoras de testosterona). No debe confundirse con la disminución del tamaño de los testículos a temperaturas bajas, cuando el escroto se retrae acercando los testículos al cuerpo para mantener el calor.
Entre las causas de atrofia testicular pueden mencionarse el envejecimiento, cáncer de testículos, orquitis (infección bacteriana), alcoholismo, torsión testicular, varicocele o desequilibrio hormonal; el cuerpo se ve obligado a producir menos testosterona provocando que los testículos empiecen a encogerse. ¿Qué causa este desequilibrio hormonal? Terapia de reemplazo de testosterona o el consumo de esteroides anabólicos. La atrofia testicular deriva casi siempre en problemas de infertilidad prematura y disfunción eréctil.
Los esteroides causan adicción
Quienes integran a los esteroides como parte de su rutina de acondicionamiento físico, podrán justificar su uso argumentando que sólo han obtenido beneficios y que las consecuencias son reversibles o pasajeras. Esto último dependerá de cuánto tiempo haya durado el consumo de esteroides y del nivel de daño producido en el organismo. Pero hay otro factor a tomar en cuenta: los esteroides pueden causar dependencia tanto física como psicológica y al suspender el ciclo, síndrome de abstinencia, el cual se manifiesta como fatiga, pérdida del apetito, agitación, insomnio, disminución del deseo sexual -y posterior disfunción eréctil– o depresión.
La reacción lógica será una compulsión por volver a consumirlos. En estos casos, la terapia conductual y los medicamentos pueden ser útiles para tratar la adicción a los esteroides anabólicos.
Consideraciones finales
Los esteroides anabólicos se crearon en laboratorios para ayudar a pacientes que necesitan potenciar el crecimiento de los tejidos musculares y óseos, o bien, aquellos con disfunciones sexuales como la baja de deseo. Sin embargo, el médico debe advertir sobre los efectos secundarios. Los deportistas parecen hacer caso omiso de esto. Ningún esteroide es inocuo y todos tienen repercusiones sobre el aparato reproductor masculino.
Si eres deportista, no ignores las causas de disfunción eréctil después de un ciclo de esteroides. Si se presenta cualquier problema que pudiera estar relacionado con el uso de esteroides, infórmate y consulta a tu médico.
Recuerda que si piensas que puedes tener disfunción eréctil acudir al médico experto en salud sexual masculina es lo más recomendado.
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Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.
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