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Cambio de sexo y vida sexual. La cirugía de reasignación de género, ¿en qué medida afecta la vida sexual de las personas?

La cirugía de reasignación de género es una operación radical e irreversible. Consiste en convertir los genitales de un sexo al opuesto. Para cambiar de hombre a mujer se realiza una vaginoplastia, y de mujer a hombre, la técnica se llama faloplastia. El cambio de sexo es un tema sumamente delicado y complejo por la cantidad de implicaciones físicas y psicológicas que supone. Más allá de las complicaciones de la operación misma, el verdadero reto es empezar a vivir la vida con un nuevo cuerpo, se asume, el que siempre debió ser. Pero, ¿qué pasa con la vida sexual? La cirugía de reasignación de género, ¿en qué medida afecta la vida sexual de las personas? Aquí trataremos de explicarlo lo más claramente posible. ¡Presta atención a lo que sigue porque tendrás mucha información sobre el tema!

La reasignación de género

La reasignación de género, como ya dijimos, es un tema muy complejo en todos sentidos: desde cómo debemos dirigirnos a la persona transgénero hasta qué especialistas deben tratarlos de acuerdo con su identidad, preferencias y para lo que más nos interesa en este blog, en términos de salud sexual.

Explica el Dr. Alberto Musolas Juncosa especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora por la Universidad Central de Barcelona, la Internacional de Catalunya y el Hospital John Hopkins, Baltimore USA, para el sitio TOP DOCTORS:

“Los avances en todas las ramas de la medicina, entre ellas la psicología y la psiquiatría, han hecho posible que tengamos más conocimiento del fenómeno de la transexualidad. La WPATH, World Professional Association for Transgender Health, es una gran muestra de ello.”

La reasignación de género es el paso final de un largo proceso en el que han intervenido varias especialidades médicas: psicólogos, psiquiatras, endocrinólogos, internistas, ginecólogos, urólogos, otorrinolaringólogos y especialmente, el cirujano plástico. Todos ellos darán al paciente lo que la naturaleza no le dio: su verdadera identidad de género, no sin antes asegurarse de que la persona esté 100% convencida de hacerlo. 

La cirugía de cambio de sexo dará una solución tanto física como psíquica a aquellas personas que no se sienten identificadas con el sexo con el que nacieron. Se trata de un procedimiento largo, que requiere de distintas operaciones y tratamientos hormonales. Las alteraciones a la salud general de la persona pueden ser graves o al menos, difíciles de llevar. Es por eso que esta cirugía no se indica en pacientes con trastornos psiquiátricos o psicológicos, ni en aquellas con problemas circulatorios, sistémicos, urológicos o cardiovasculares.

¿Cómo es la cirugía de reasignación de género?

El mismo sitio, Top Doctors, explica que después de haber seguido durante al menos nueve meses un tratamiento hormonal dirigido por un endocrinólogo, el paciente debe suspender el tratamiento hormonal semanas antes de la operación. Si el estado de salud de la persona es óptimo, se procede a operarla.

En la vaginoplastia (cambio de sexo de hombre a mujer),

“el cirujano abrirá el pene separando los cuerpos cavernosos, así como el pedículo vasculonervioso. Con la piel sobrante se da forma a las paredes vaginales y el glande se utiliza para crear el clítoris. Por otro lado, con el escroto se da forma a los labios vaginales y se profundiza la vagina, que será colocada en un espacio entre la vejiga y el recto. A su vez, la uretra es recortada y se sitúa delante de la nueva vagina, colocándose un apósito para que la piel de la vagina no se mueva. Complementariamente -y no en la misma intervención- se colocan implantes mamarios (mamoplastia de aumento), se reduce el tamaño de la “nuez de Adán” (tiroplastia o condrolaringoplastia), así como una glotoplastia de Wendler para feminizar la voz.”

En el cambio de sexo de mujer a hombre, se realiza la faloplastia, es decir, se reconstruye un pene utilizando tejidos de otras partes del cuerpo como la propia piel, abdomen, muslos o brazos. El nuevo pene permite miccionar de pie y es sensible táctil y erógenamente, aunque para poder mantener relaciones sexuales necesitará que se implante una prótesis. Nervios del clítoris se conectan a los del nuevo pene, a la vez que el propio clítoris permanecerá oculto dentro del pene. La uretra se prolonga con un injerto de piel de la pared interior de la vagina. Los labios mayores forman el nuevo escroto rellenando éste con implantes testiculares de silicona.

¿Qué pasa con las hormonas?

En los efectos del cambio de sexo en la vida sexual, las hormonas juegan un papel muy importante.

De acuerdo con información de Mayo Clinic, la función de la terapia hormonal feminizante o terapia hormonal de afirmación de género, es inducir en el cuerpo los cambios físicos (caracteres sexuales secundarios) que producen los estrógenos en la pubertad. Se administra un medicamento para bloquear la acción de la testosterona y paralelamente, se administran estrógenos. Los cambios que producen estos medicamentos pueden ser temporales o permanentes. 

Es importante aclarar que no todas las mujeres transgénero pueden recurrir a la terapia hormonal feminizante, ya que ésta puede afectar la fertilidad y la función sexual, además de otros problemas de salud. El médico deberá analizar los riesgos individuales según el estado de salud general y proyecto de vida de la persona -si desea tener hijos biológicos, por ejemplo, podría considerar la congelación de esperma-. Para evitar un riesgo excesivo, se deben mantener los niveles hormonales en el rango normal para el género que se tiene como objetivo.

La terapia hormonal feminizante no es aconsejable, si:

  • Padeció cáncer sensible a las hormonas (cáncer de próstata).
  • Existe una enfermedad tromboembólica (trombosis venosa profunda o embolia pulmonar).
  • El paciente presenta afecciones no controladas de la salud conductual.
  • El paciente presenta afecciones médicas importantes no controladas.
  • Existe una afección que limite la capacidad del paciente para dar el consentimiento informado.

Entre los efectos negativos en la salud de la terapia hormonal feminizante, se deben considerar:

  • Trombosis.
  • Triglicéridos altos.
  • Aumento de peso.
  • Infertilidad.
  • Alto nivel de potasio (hiperpotasemia).
  • Presión arterial alta (hipertensión).
  • Diabetes tipo 2.
  • Enfermedad cardiovascular.
  • Demasiada prolactina en la sangre (hiperprolactinemia).
  • Secreción por el pezón.
  • Accidente cerebrovascular.
  • Mayor riesgo de cáncer mamario en comparación con hombres cisgénero.

Afectaciones a la vida sexual como: reducción de la libido, la función eréctil y la eyaculación, concretamente:

  • Disminución de la libido. Esto comenzará de uno a tres meses después de empezar el tratamiento con un pico máximo en uno o dos años.
  • Disminución de erecciones espontáneas. De uno a tres meses después de empezar el tratamiento. El efecto máximo se producirá en tres a seis meses.
  • Atrofia testicular. De tres a seis meses después de empezar el tratamiento con efecto máximo en dos o tres años.
  • Desarrollo de las mamas. Entre tres y seis meses después de iniciar el tratamiento con el punto más alto en dos o tres años.
  • Redistribución de la grasa corporal. 
  • Disminución de la masa muscular.
  • Disminución del crecimiento del vello facial y corporal. 

Finalmente, las mujeres transgénero deben considerar cuidados preventivos de rutina, que incluyen detección de cáncer mamario, suplementos de calcio y vitamina D, así como estudios de densidad ósea y exámenes de detección de cáncer de próstata, del que no estarán exentas, aunque con el tratamiento con estrógenos, se espera que su nivel de antígeno prostático específico disminuya hasta 50%.

En los hombres, los efectos de la terapia hormonal masculinizante son similares. La hormona testosterona que se administra, elimina los ciclos menstruales y disminuye la producción de estrógeno en los ovarios; también puede afectar la fertilidad y la función sexual, por lo que la opción si se quieren tener hijos biológicos, son la congelación de óvulos (criopreservación de ovocitos maduros) o de embriones (criopreservación de embriones).

Entre los efectos secundarios sobre la salud de los hombres transgénero, se pueden mencionar:

  • Policitemia (producción de muchos glóbulos rojos).
  • Aumento de peso.
  • Acné.
  • Desarrollo de calvicie de distribución masculina.
  • Apnea del sueño.
  • Desarrollo de un nivel anormal de colesterol y otros lípidos, lo que puede aumentar el riesgo cardiovascular.
  • Presión arterial alta (hipertensión).
  • Diabetes tipo 2.
  • Trombosis venosa profunda y/o embolia pulmonar.
  • Infertilidad.
  • Vaginitis atrófica (el revestimiento de la vagina se vuelve más seco y delgado).
  • Dolor pélvico.
  • Molestia en el clítoris.
  • Agrandamiento del clítoris y atrofia vaginal.

También se necesitarán cuidados preventivos de rutina como detección de cáncer mamario, exámenes de detección de cáncer cervical, informando al patólogo que se está haciendo terapia de testosterona (esta terapia puede provocar una reducción de los tejidos del cuello del útero, lo que podría simular una afección conocida como displasia cervical); evaluación del sangrado vaginal y toma de suplementos como calcio y vitamina D.

La cirugía de reasignación de género, ¿en qué medida afecta la vida sexual de las personas?

Ya hablamos de lo que ocurre en lo físico y de cómo el cambio de hormonas puede afectar la función sexual. Pero, ¿qué pasa una vez concluido el proceso de cambio de sexo? ¿Cómo enfrentar la primera relación sexual con un nuevo cuerpo? ¿Funcionará todo bien?

En principio, sí. Si el paciente tuvo el equipo de especialista médicos adecuados, una mujer transgénero es perfectamente capaz de tener una vida sexual satisfactoria. De hecho, se entiende que se sentirá más plena al poder disfrutar de su cuerpo y su sexualidad con los cambios físicos que corresponden a su identidad y expresión de género. Luego del tiempo de recuperación indicado, puede mantener relaciones sexuales a través de su canal vaginal y tener orgasmos.

En los hombres trans es posible que sea un poco más difícil lograr una función perfecta del pene, ya que implica el uso de una prótesis. Pero se cuenta con un órgano sensible.

Más allá de sus preferencias sexuales -sabrás que una persona transgénero no necesariamente es homosexual-, las relaciones íntimas después del cambio de sexo son, en general, mucho más gratificantes que antes de la reasignación de género, por lo felices que las personas se sienten con ellas mismas.

El diario digital argentino Infoabe, entrevistó a personas transgénero y les preguntó sobre su primera experiencia sexual luego de la operación de cambio de sexo. Este es uno de los testimonios:

1.Sabrina, mujer transgénero de 31 años, afirmó:

“Sentí que pude empezar a ser yo misma, realmente me cambió la vida. A los tres meses tuve mi primer orgasmo, y fue todo un redescubrimiento sexual. Pero no sólo eso, sino que quedaron atrás los problemas sociales que tenía antes por no sentirme cómoda conmigo misma. Hoy siento una paz inmensa”.

El portal informativo VICE también recabó algunos testimonios. Compartimos uno de ellos:

2.Anne-Marie, de 56 años.

“Yo me declaré transgénero hace cinco años. Mi esposa y yo nos divorciamos poco después. Tuve mi cirugía de reasignación de sexo (CRS) hace dos años. Sabía que la CRS sería la única forma en que podría vivir verdaderamente como yo misma y sentía que ya había gastado suficiente tiempo de mi vida viviendo como alguien más. Encontré alivio en el inevitable dolor físico del postoperatorio. No tuve sexo por un año después de la cirugía por miedo a lo desconocido y también por culpa, todavía amaba a mi esposa y el sexo con alguien más se sentía como una traición. La primera vez que tuve sexo después de la operación fue sexo ocasional de una sola noche. ¡Nunca había experimentado eso! Estaba en un bar y empecé a hablar con el barman. Fuimos a su casa y tuvimos mucho sexo. No puedo recordar haber tenido todo ese sexo en mi vida de casada. No era que no lo hubiera disfrutado, sólo que siempre sentí que algo no estaba bien dentro de mí, como en lo profundo de mi cuerpo y en la manera en que funcionaba…Esa noche me sentí confiada, fuerte y en el lugar correcto. Me escuché a mí misma pidiendo cosas en las que nunca había pensado, verdaderamente disfrutando mi posición en la experiencia sexual porque era simple y sencilla: yo era la mujer. Esa única verdad, me excitó más de lo que sabía que era posible y eso era un sentimiento realmente afirmante.” 

El psiquiatra Adrián Heilen, médico coordinador de atención de la Salud Transgénero y Presidente del Capítulo de Sexología y Diversidad de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), dijo a Infoabe:

“estas cirugías consisten en un ajuste de cuerpo-mente, para poder vivir armónicamente, bajar el riesgo de enfermar y el grado de incomodidad con el cuerpo. Es una nueva demanda, un nuevo capítulo para la medicina, y es lo que actualmente estamos procesando.”

¡Hasta pronto!

Artículo validado por el Dr. Jesse Jarrod Jimenez, Médico Especialista en Cirugía General, Urología, Andrología y Medicina Sexual de Boston Medical Group en México, Monterrey. 

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