La caída de pelo y la alopecia (calvicie) preocupan a gran cantidad de hombres. Tal vez asocien esta pérdida al mito de Sansón, quien al perder su abundante melena, perdió también su fuerza. Como consuelo, existe una creencia popular de que los hombres calvos son más viriles. Dicha afirmación se basa en la asociación de la pérdida de cabello con los altos niveles de testosterona. Esto no es del todo cierto, ya que la calvicie no se debe al efecto de la testosterona en sí, sino a la transformación de esta hormona en dihidrotestosterona o DHT por efecto de una enzima: 5 alfa-reductasa. Los hombres sensibles a las DHT pueden -efectivamente- perder el cabello. Pero, ¿qué relación tiene la calvicie con la disfunción eréctil? Si es así, ¿de verdad los hombres calvos son más viriles? Es algo complejo, pero explicaremos este fenómeno pelo por pelo, en el artículo de hoy, ¡acompáñanos!
Estudios científicos
Según un estudio realizado por la Universidad de Pensilvania, los hombres calvos dan una mayor imagen de masculinidad, poder, fuerza y liderazgo por lo cual, resultan más atractivos para las mujeres. Además de lo que se ahorran en gel y shampoo, los hombres que adoptan el look “a lo Kojak”, tienen un sex appeal especial y son percibidos como más varoniles, dominantes y protectores.
La investigación analizó fotografías de 20.000 sujetos calvos mostradas a un grupo de 60 mujeres. El resultado fue unánime: estos hombres dan una imagen sumamente masculina, dominante y se perciben como más inteligentes (como si el cabello se cayera por un “sobrecalentamiento” del cerebro).
Estas virtudes adjudicadas a los descabellados varones, no fueron compartidas por los hombres con pérdida de cabello parcial, que mostraban ausencia de pelo en la coronilla, quienes resultaron muy poco agraciados a ojos de las damas.
Tratamiento para la caída del cabello y disfunción eréctil
Se dice que los vikingos utilizaban una loción de estiércol de ganso para no perder su pelaje. Hipócrates apostaba por el excremento de paloma mezclado con rábano, comino y ortigas.
Los antiguos egipcios aconsejaban mezclar espinas quemadas de un erizo sumergidas en miel y aceite, con alabastro, ocre rojo y muestras de debajo de las uñas. Untar la preparación sobre la zona afectada.
Aristóteles, con toda su sabiduría, afirmaba que la calvicie era causada por el exceso de sexo. Los romanos, por su parte, adjudicaban esta desventura a los pesados cascos de metal que usaban sus soldados.
A lo largo de la historia, también se han barajado hipótesis tan descabelladas -expresión por demás apropiada- como que la calvicie podría deberse a la «sequedad del cerebro» que, por alguna razón desconocida, se encogía como una uva pasa, separando la cabeza del pelo. Otros causantes mencionados han sido la contaminación del medio ambiente o hasta un mal corte de pelo. “Tu peluquero no tiene buena mano”, dicen algunos.
El caso es que, 5 mil años más tarde, seguimos sin poder encontrar un remedo definitivo para la caída del pelo que no tenga efectos secundarios adversos.
Una encuesta de 2009 realizada por la Sociedad internacional de Cirugía para la Restauración del Cabello, titulada: “International Society of Hair Restoration Surgery Hair Transplant Challenge Survey” reveló que 60% de los hombres con alopecia, preferirían tener una abundante mata de pelo que más dinero o amigos. Así de fuerte es la afectación emocional que causa la caída del cabello. El pelo es todo en términos de atractivo y juventud, la función eréctil, al parecer, pasa a segundo plano.
¿Es verdad que los hombres calvos son más viriles?
La respuesta es, no. Lamentablemente, una mayor virilidad no es la compensación por una cabeza calva.
Ni los hombres calvos son más viriles, ni tienen niveles más altos de testosterona. Lo que tienen es una mayor sensibilidad a la enzima 5 alfa-reductasa, responsable de sintetizar la testosterona en dihidrotestosterona (DHT). La DHT es la culpable de la caída del cabello.
En 1897, un dermatólogo francés causó una crisis de pánico generalizado al anunciar que había descubierto la causa verdadera de que uno se quedará pelón: un microbio. ¿Qué microbio? Nadie sabe, nadie supo, pero por si acaso, los barberos y revistas médicas de la época, difundieron una campaña en la que se exhorta a la población a lavar sus peines en agua hervida y que, bajo ninguna circunstancia, los miembros calvos de las familias, debían compartir peines.
Efecto DHT
Breve resumen: la dihidrotestosterona o DHT, juega un papel importante en el desarrollo de los genitales masculinos dentro del útero. En algunos adultos, provoca que los folículos capilares se encojan. Los cabellos de la cabeza del hombre se debilitan progresivamente hasta convertirse en finos vellos, como los de un bebé. En términos más simples, no es que el cabello se caiga, se hace cada vez más fino hasta quedar como una especie de pelusa invisible.
Quién ha tocado la cabeza de un calvo, notará la diferencia entre la textura de un cuero cabelludo rapado -sólo piel lisa-, y el de una persona con alopecia androgénica -suave como terciopelo- valga la comparación.
La asociación entre el “exceso de testosterona” en hombres con alopecia, puede surgir de una ecuación simple, aunque errada: más testosterona equivale a más DHT y más DHT, a menos pelo.
La realidad es que se necesita sólo una mínima cantidad de DHT para que se produzca la pérdida del cabello.
¿De qué depende que la DHT afecte los folículos pilosos de sólo unas personas? De la herencia. La alopecia androgénica es genética.
¿Es algo grave? A nivel fisiológico, no. En el plano psicológico, desde luego que sí. Es por eso que muchos hombres son capaces de arriesgar su capacidad de erección con tal de tener pelo.
Medicamentos para la calvicie causan disfunción eréctil
De acuerdo con científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, los fármacos inhibidores de la enzima 5-alfa reductasa (5a-RIs), podrían causar pérdida de libido, disfunción eréctil, y potencial depresión en algunos hombres.
Estos medicamentos están aprobados para el tratamiento de la hiperplasia prostática benigna (HPB) y cáncer de próstata. El fármaco conocido como finasterida, además, fue aprobado por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados Unidos para la posible prevención y tratamiento de la calvicie común en hombres.
En un artículo publicado por la Journal of Sexual Medicine, dicen los autores:
“aunque se cree que los efectos secundarios adversos de estos agentes son mínimos, la magnitud de los efectos adversos en la función sexual como la ginecomastia (agrandamiento de las glándulas mamarias en hombres), la depresión y la calidad de vida, continúa estando muy mal definida”.
Cada organismo es diferente y los efectos de un medicamento pueden variar de una persona a otra.
En la investigación para el mencionado artículo, se analizaron datos de varios estudios clínicos sobre los efectos secundarios adversos en la función sexual tanto de la finasterida y otro producto llamado dutasterida.
Se encontró evidencia de «una posible relación causal» entre el uso de estos fármacos y los efectos adversos prolongados en la función sexual, incluida la disfunción eréctil y la reducción en el deseo sexual. Sin embargo, dichos estudios no son concluyentes en cuanto a que los medicamentos para tratar la alopecia, produzcan disfunción eréctil en todos los pacientes que han seguido ese tratamiento.
El profesor Abdulmaged Traish, director del estudio, asegura que:
“el potencial uso prolongado de los inhibidores de la enzima 5a-RIs para el tratamiento de hiperplasia prostática benigna, el cáncer de próstata y la alopecia, podría producir efectos adversos indeseables en la salud general, particularmente en la salud vascular y la función sexual, según la susceptibilidad de algunos pacientes a los componentes de la fórmula.”
Los científicos creen que estos efectos adversos han recibido una mínima atención. Haría falta profundizar en las investigaciones para determinar la razón por la cual estos efectos secundarios persisten en algunos individuos.
Es necesaria mayor precaución tanto de dermatólogos como de fabricantes al recomendar estas sustancias para el tratamiento de la calvicie, ya que el paciente podría ver una disminución importante en su calidad de vida en favor de conservar el cabello. ¿Vale la pena? Muchos hombres piensan que estarían dispuestos a correr el riesgo.
Por su parte la empresa farmacéutica Merck, fabricante de una marca de finasterida, indica que
“un número pequeño de hombres (menos del 2%) presenta efectos secundarios sexuales. Dichos efectos desaparecieron al suspender el medicamento”.
Un poco de esperanza
En 2012, un equipo de investigadores examinó secciones de cuero cabelludo con y sin pelo. El hallazgo fue algo esperanzador: “había células madre todavía presentes en los folículos de ambas áreas, pero que en la parte calva no estaban progresando a la siguiente fase, en la que normalmente se desarrollarían en las llamadas células progenitoras.” Esto indica que tal vez, si los científicos encuentran la manera de bloquear lo que sea que esté impidiendo el crecimiento del cabello, podría llegar a crecer cabello nuevamente en las partes calvas. Actualmente, se están investigando proteínas particulares que podrían lograr este milagro científico.
En los años 50, 60 y 70, sin mucho conocimiento sobre cómo actúan los folículos pilosos y el cabello, se prometían curas para la calvicie por demás absurdas. Desde inyecciones de testosterona y esteroides frotados sobre el cuero cabelludo, hasta descargas eléctricas.
Los fabricantes de remedios no dejaron pasar la oportunidad para comercializar cualquier clase de artilugios para devolver el cabello a los hombres con alopecia. A mediados de los 80, la FDA, prohibió todo medicamento que prometiera evitar la caída del pelo.
Simultáneamente, se descubrieron fármacos que podían ser más o menos efectivos para curar la calvicie. Así se llegó a la finasterida, capaz de ralentizar o detener la pérdida de cabello en algunas personas.
El problema era que estos tratamientos no fueron desarrollados a partir de un real conocimiento científico sobre por qué ocurre la caída de pelo. Éste es un proceso que aún no entendemos del todo.
Las células madre, hasta ahora, son más publicidad que remedio, por eso habrá que tomar estas alternativas con reservas.
Conclusiones
Sobre si de verdad los hombres calvos son más viriles, no hay estudios científicos que respalden tal afirmación, pero hay una teoría que resulta, por lo menos, interesante.
Afirma Frank Muscarella, psicólogo de la Universidad de Barry, en Estados Unidos, que
“en general, en la naturaleza, cuando los hombres tienen algo que las mujeres no, esa característica actúa como una señal. La mayoría de esos atributos «sexualmente dismórficos» tienen algo más en común: suelen vincularse a la dominación y a mayores oportunidades reproductivas”,
Sobre esta base, podríamos comparar a un hombre calvo con un pavo real con su abanico de plumas extendido. La calvicie puede resultar atractiva a algunas mujeres, por su asociación a la madurez, el poderío económico o un concepto de belleza que claramente los hombres no alcanzan a comprender.
Calvicie y disfunción eréctil son dos patologías diferentes, que obedecen a distintas causas, pero que se relacionan a partir del tratamiento.
Al parecer, sólo hay dos posibilidades: correr el riesgo de padecer problemas de erección o resignarse a ser calvo y echar mano de otros atributos para conquistar.
En cualquier caso, consulta a tu médico y no dudes en comentar aquí tus opiniones o sugerencias sobre la salud sexual masculina.
¡Hasta la próxima entrada!
Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.
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