Los antidepresivos son lo indicado para tratar la depresión. Sin embargo, prácticamente todos los antidepresivos causan disfunción sexual. ¿Cuáles son las alternativas? El médico experto en salud sexual o bien, el psiquiatra tratante, deben ofrecer opciones al paciente para que su sexualidad se vea afectada lo menos posible. Puede ser, por ejemplo, un ajuste en la dosis, cambiar de medicamento o agregar algún fármaco vasodilatador.
Pero siempre es importante:
- Consultar con el médico.
- No abandonar el tratamiento por cuenta propia.
- Estar bien informado.
Antes que nada, es necesario establecer la diferencia entre:
- Depresión causada por padecer disfunciones sexuales.
- Depresión que puede ser causa de disfunción eréctil o ausencia de deseo sexual.
Parece un juego de palabras, pero diferenciar entre una y otra es importante, ya que ambos tipos de depresión se tratan de forma diferente.
En la primera, el hombre que padece alguna disfunción como impotencia sexual, eyaculación precoz o enfermedad de Peyronie, por citar algunas, puede caer en un estado depresivo al no tener una vida sexual satisfactoria.
En estos casos, deberá atenderse la causa de la depresión, es decir, la disfunción sexual, ya sea de origen físico o psicológico. Es probable que al recuperar la funcionalidad sexual, el estado mental del individuo vaya mejorando por sí solo, o en todo caso, con ayuda de un terapeuta, sin necesariamente tener que prescribir antidepresivos. Pero como siempre decimos, cada paciente es diferente y en cada uno deberán evaluarse muchos factores. Dependiendo de sus circunstancias, el médico recomendará el tratamiento específico para solucionar tanto la disfunción sexual como el estado anímico.
Por otro lado, en el caso específico de la eyaculación precoz, sabemos que una opción para ayudar a solucionarla son los antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) -los antidepresivos más comunes- que como efecto secundario, pueden tener un retardo en la eyaculación. La sertralina es un ejemplo. Será indispensable que estos medicamentos sean indicados por un especialista en salud sexual masculina, ya que las dosis deben ser muy específicas y controladas para obtener los resultados deseados y evitar caer en el otro extremo (disfunción eréctil).
En el segundo tipo de depresión (como causa de disfunción eréctil o ausencia de deseo) la situación es mucho más compleja. La depresión normalmente se trata con medicamentos, es decir, con antidepresivos, y resulta que la gran mayoría de los antidepresivos tienen entre sus efectos secundarios los problemas de erección y la baja de libido. ¿Cómo romper este círculo?
Empecemos por el órgano sexual más importante: el cerebro.
Ahí es donde empieza todo. El cerebro produce una serie de reacciones químicas cuando recibe estímulos, éstos pueden ser físicos -a través del tacto-, visuales, auditivos o incluso, producto de la imaginación o la memoria. Estos estímulos activan los neurotransmisores responsables de despertar el deseo sexual (dopamina, serotonina, oxitocina, entre otros químicos); las señales llegan a los órganos genitales produciendo la erección. Cuando este proceso se ve interrumpido, ya sea por una interferencia física o emocional, la reacción en cadena, no se produce.
Las causas físicas de la disfunción eréctil, son relativamente fáciles de tratar con medicamentos orales o inyectados, terapia de ondas de choque y otras técnicas, dependiendo de la situación clínica de cada paciente. Pero cuando la impotencia sexual es causada por una alteración de las emociones, el proceso de recuperación es más largo y complejo, ya que habrá que indagar tanto en la química cerebral como en esos rincones a veces inaccesibles del paciente para solucionar la depresión y posteriormente, su función sexual.
Características de la depresión
Una de las características principales de la depresión es la pérdida del interés por actividades que antes eran placenteras como el sexo. El ánimo no está para eso y los químicos cerebrales -o la ausencia de- no pueden “echar a andar” la maquinaria de la respuesta sexual.
La medicación que se requiere para tratar este trastorno mental, también afecta la erección. Entonces, si los antidepresivos causan disfunción sexual, ¿cuáles son las alternativas?
Ya explicamos que las enfermedades mentales como depresión, ansiedad, fobias o trastorno obsesivo compulsivo, se deben a un desequilibrio entre los neurotransmisores que son también los que intervienen en la función eréctil. Centrémonos particularmente en dos de dichos neurotransmisores: serotonina y dopamina.
La mayoría de los fármacos utilizados para tratar la depresión, actúan básicamente sobre estas dos sustancias.
Se calcula que los antidepresivos causan disfunción sexual en hasta 80% de los hombres que los toman. Estamos hablando de disfunción eréctil, ausencia de deseo, retraso del orgasmo o anorgasmia.
Los químicos cerebrales son los que producen la respuesta sexual humana, por lo que cualquier medicamento que altere nuestra química cerebral, puede tener consecuencias negativas en la vida sexual.
La dopamina, por ejemplo, es la sustancia del placer y recompensa. El incremento en la actividad de la dopamina puede estimular o aumentar la excitación. Tal es el caso de los pacientes con enfermedad de Parkinson, que al ser tratados con fármacos liberadores de dopamina, llegan a tener conductas sexuales excesivas o descontroladas (hipersexualidad). Pero si por el contrario, la dopamina se bloquea, la respuesta se dificulta o se hace imposible.
La dopamina aumenta también la producción de óxido nítrico, indispensable para el mecanismo de erección, y a su vez, el óxido nítrico activa la producción de dopamina. Uno depende del otro. Recordemos este dato para cuando hablemos de alternativas.
Por otro lado, la serotonina es el neurotransmisor responsable del control de los sentimientos y las emociones. Los bajos niveles de serotonina son los que causan la depresión. Esta es la razón para prescribir fármacos Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS). ¿Qué significa esto?
La función de los ISRS es dejar disponible una mayor cantidad de serotonina en el cerebro (ya que impiden la reabsorción de esta sustancia) y de esta forma, restablecer los bajos niveles del químico que causaron la depresión. Pero hay un dato: a mayor cantidad de serotonina, menor disposición de dopamina en el cerebro. Esa es la razón por la cual estos medicamentos causan disfunción eréctil, ausencia de deseo o imposibilidad para llegar al orgasmo.
¿Cuáles son las alternativas a los antidepresivos ISRS?
El paciente debe informar al médico sobre los efectos sexuales no deseados que esta mayor disposición de serotonina, le producen. El médico entonces podrá:
- Ajustar la dosis del medicamento para ver si se recupera en parte la función sexual.
- Derivar la consulta con el urólogo para que juntos, solucionen los dos problemas que presenta el paciente: depresión y disfunción eréctil. El especialista en salud sexual masculina seguramente investigará sobre la salud general de la persona, sus hábitos de vida, si tiene adicciones o enfermedades asociadas a los problemas de erección, entre otros aspectos. Una vez descartados todos estos factores de riesgo de disfunción eréctil, el urólogo sabrá qué tratamiento indicar: desde terapia de ondas de choque hasta medicamentos orales vasodilatadores que puedan combinarse con el antidepresivo ISRS. Todo dependerá de las circunstancias del paciente.
- El psiquiatra también puede recomendar esperar a salir de la crisis depresiva -que debe ser la prioridad- y una vez superada ésta, el paciente podrá retomar su vida sexual al retirar poco a poco el medicamento o reducir la dosis.
Es muy importante que bajo ninguna circunstancia se abandone el tratamiento para la depresión o que el paciente se automedique.
El portal Western New York Urology Associates indica que “la disfunción sexual podría no ser un gran problema para pacientes que reciben tratamiento con antidepresivos a corto plazo. Sin embargo, el funcionamiento sexual inadecuado puede contrarrestar los beneficios del tratamiento con antidepresivos a largo plazo. En teoría, las dificultades sexuales podrían causar que los pacientes detengan el tratamiento y recaigan en una depresión profunda.”
Pero existe otro tipo de antidepresivos que, hasta donde se ha investigado, pueden funcionar para cierto tipo de pacientes y son los que menos o nulos efectos secundarios sexuales presentan. Se trata de los inhibidores de la recaptación de dopamina y noradrenalina (IRDN), como explica Ángel Luis Montejo, del servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Salamanca y director de Investigación de la Asociación Psiquiátrica de Castilla y León. El más conocido de ellos es el Bupropión.
Los fármacos serotoninérgicos o (ISRS), que actualmente son el tratamiento de primera línea para la depresión, están asociados con la disfunción sexual y al aumento de peso en 40% de los pacientes, según una encuesta que se presentó en el XXI Congreso de la Sociedad Europea de Neuropsicofarmacología (Barcelona, 2008).
Michael Bauer, del Hospital Universitario de Dresde, Alemania, indicó en ese mismo congreso que “estos efectos adversos pueden reducir significativamente la calidad de vida de los pacientes y hacen que sea aún más difícil tratar la depresión subyacente”.
Una alternativa a los antidepresivos que causan disfunción eréctil, podrían ser los fármacos inhibidores de la recaptación de dopamina y norepinefrina. Al inhibir la reabsorción de dopamina, este tipo de medicamento deja una mayor disponibilidad del neurotransmisor que promueve la producción de óxido nítrico y a su vez, la erección y las sensaciones de excitación y placer.
Explica Ángel Luis Montejo que “pacientes que estaban bajo tratamiento con ISRS y cambiaron a la terapia con IRDN (bupropión), han conseguido normalizar su función sexual e incluso, en algunos casos, mejorarla.”
En estudios sobre estos fármacos, se ha observado que existen menos reacciones adversas asociadas a los medicamentos que actúan sobre la serotonina, como somnolencia o aumento de peso a largo plazo.
El sitio Cuídate Plus reporta que el bupropión se autorizó hace ya varios años en Estados Unidos para tratar la depresión, mientras que en Europa estaba indicado para controlar el síndrome de abstinencia al dejar de fumar.
El mecanismo de acción -sobre la dopamina- de este antidepresivo hace pensar que podría ser de utilidad para el tratamiento de otras adicciones o enfermedades como el Parkinson. Sin embargo, se requieren más estudios para comprobar su eficacia en todo tipo de pacientes y para otros usos.
Si quieres saber más de los antidepresivos que actúan sobre la dopamina, consulta a un médico especialista y recuerda, nunca cambies o suspendas tu tratamiento sin la supervisión de tu médico. Las consecuencias podrían ser fatales.
Efectos adversos
La gran cantidad de efectos secundarios adversos que presentan la mayor parte de los antidepresivos, impulsa a los investigadores a buscar nuevas formas de tratar la depresión.
Para contrarrestar el efecto de los antidepresivos que causan disfunción sexual, una alternativa podrían ser algunos productos de origen natural.
No se descarta la posibilidad de que sustancias como la L-Arginina -un aminoácido liberador de óxido nítrico que se ha investigado como coadyuvante en el tratamiento de la disfunción eréctil– o el ginkgo biloba, pudieran ser complementarias en el tratamiento de disfunciones sexuales causadas por fármacos para la depresión. Sin embargo, no hay datos científicos suficientes para respaldar esta posibilidad. Los suplementos naturales también tienen efectos secundarios sobre la salud, es por esto que deben tomarse todas las precauciones e informarse con el médico, antes de consumirlos.
Si se trata de aumentar la dopamina, hay otras formas de lograrlo: el ejercicio es una de las más efectivas.
Si bien una persona que sufre de depresión no tendrá muchas ganas de ir al gimnasio, sí puede salir a dar caminatas. Esto puede ayudar mucho a calmar la ansiedad; tomar el sol en el exterior, cambiar de paisaje y cambiar las rutinas, está comprobado que eleva los niveles de dopamina.
Escuchar música tranquila y agradable también produce placer y por lo tanto, dopamina.
La interacción con los seres queridos o el contacto con mascotas, ha demostrado ser de ayuda para salir de estados depresivos.
Es cierto que los antidepresivos causan disfunción sexual, pero sí hay alternativas, siempre y cuando sean discutidas con el médico especialista.
Así que no te preocupes. Una vez superada la depresión, tu vida sexual seguramente volverá a ser tan disfrutable como antes.
Te invitamos a compartir este artículo y a comentar tus opiniones aquí debajo. ¡Hasta pronto!
Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.
¿Quieres saber si tu vida sexual es satisfactoria?
Descubrelo con el siguiente test.
¡Conoce la respuesta en 2 minutos y resuelve tus dudas!
¿Necesitas ayuda?
Somos pioneros en ofrecer tratamientos para mejorar la salud sexual del hombre.
¡Resuelve tus dudas contactándote con nosotros totalmente gratis!
¡Da el paso más importante: el de tener una vida sexual plena!