¿Cuáles son los antidepresivos más agresivos que pueden causar disfunción eréctil?

Los antidepresivos son el tratamiento más eficaz para enfermedades mentales como la depresión, los ataques de ansiedad, el estrés postraumático o el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), entre otros. Estos fármacos ayudan a corregir las alteraciones en los sistemas neurotransmisores del cerebro encargados de regular las emociones, como son la serotonina, la dopamina o la noradrenalina. Pero, como todos los medicamentos, los antidepresivos tienen efectos secundarios. Uno de los más preocupantes para los pacientes, es la afectación a su vida sexual. ¿Cuáles son los antidepresivos más agresivos que pueden causar disfunción eréctil? Aquí te lo explicamos.

¿Cuáles pueden ser las causas de la depresión?

La depresión puede tener muchas causas que, independientemente del medicamento que se indique para tratarla, deben abordarse desde el fondo, es decir, el o los factores que originaron el cuadro depresivo deben tratarse con terapia psicológica o psiquiátrica, de lo contrario, la solución química no servirá de mucho; al abandonar el fármaco, es probable que el estado emocional decaído, vuelva a aparecer.

Paradójicamente, una de las causas más comunes de depresión en hombres, es una vida sexual no satisfactoria. Disfunciones como la impotencia sexual, la eyaculación precoz, ausencia de deseo o la enfermedad de Peyronie, producen en la persona una sensación de pérdida, tristeza, ansiedad, miedo o ira. Además de la intervención del especialista en urología, las afectaciones psicológicas deben atenderse también. El tratamiento debe ser integral, y esto puede incluir antidepresivos. 

Particularmente en el caso de la eyaculación precoz, se recurre a medicamentos para calmar la ansiedad y controlar la depresión, ya que detrás de la eyaculación prematura, siempre hay un cuadro de ansiedad. Es posible que el especialista en salud sexual incluya los ansiolíticos y/o antidepresivos como parte de un tratamiento integral, siempre y cuando se hayan descartado las causas fisiológicas del padecimiento.

Hay un fármaco del que se ha hablado mucho y al cual hemos dedicado algunos artículos: la sertralina.

La sertralina

La sertralina es un antidepresivo perteneciente al grupo de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Sus efectos son tanto antidepresivos como ansiolíticos. Clínicamente está indicada para el tratamiento de depresión, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), ataques de pánico, fobia social y trastorno de estrés postraumático, entre otros padecimientos. La sertralina se considera un antidepresivo activador, ya que no produce somnolencia. De hecho, puede causar insomnio y nerviosismo en los primeros días de tratamiento.

La razón de que la sertralina sea uno de los medicamentos más populares para ayudar a solucionar la eyaculación precoz, es que esta disfunción obedece, entre varios factores, a padecimientos emocionales como la ansiedad, el miedo a fallar o incluso, a un desequilibrio químico u hormonal que debe regularse con medicamentos.

Según informa la revista “Sexología” del Centro de Investigaciones Sexológicas de Venezuela, “la serotonina acumulada por inhibición de su recaptación, actúa a nivel cerebral en los centros de emisión de la eyaculación, inhibiéndolos, lo que se traduce en un retardo eyaculatorio.” 

¿Y qué efecto secundario puede producir este medicamento?

La baja de la libido, la disfunción eréctil o la dificultad -o imposibilidad- para experimentar orgasmos, se vuelven otro motivo de estrés y, de no atenderse, puede crear un círculo vicioso que no ayude a la persona a salir de la depresión.

Es por eso que el tratamiento farmacológico, ya sea para tratar disfunciones sexuales o trastornos emocionales, solamente puede ser indicado por un médico especialista en salud sexual y/o un profesional de la salud mental.

En resumen, entre los muchos síntomas que presenta una enfermedad como la depresión, las disfunciones sexuales pueden ser las más complejas de tratar, ya que es difícil saber a ciencia cierta -tanto para el médico como para el paciente- si la falla en la respuesta sexual es un síntoma de la enfermedad (depresión), de un efecto secundario del medicamento, o bien ¡ambos al mismo tiempo! Si la disfunción eréctil o baja de deseo derivan en depresión, se espera que mejoren a medida que evolucione positivamente el cuadro depresivo. Si fuese el fármaco el causante, existe el riesgo de que el paciente abandone el tratamiento. 

¿Los antidepresivos causan disfunción eréctil?

Está comprobado que existe una elevada prevalencia de disfunción sexual asociada a los antidepresivos, especialmente entre aquellos que actúan sobre el sistema serotoninérgico. Así lo indican los expertos en salud sexual masculina de Boston Medical Group.

Un estudio independiente realizado por médicos especialistas en disfunciones sexuales, arrojó que 73% de los hombres que consumen fármacos antidepresivos presentan disfunción eréctil en algún grado. Por lo cual, los especialistas de esta clínica pionera en el tratamiento de problemas de erección y otras patologías sexuales, recomiendan a los pacientes que consumen antidepresivos, acudir al especialista para buscar tratamientos compatibles con los que solucionar el problema. Siempre hay soluciones.

¿Cuáles son los diferentes tipos de antidepresivos?

Existen diferentes tipos de antidepresivos que se clasifican en grupos. Están los llamados tricíclicos, duales, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), inhibidores selectivos de la recaptación de dopamina y norepinefrina (IRDN), entre algunos otros. 

Los fármacos más usados para tratar la depresión son los que afectan directamente los niveles de la hormona serotonina.

En el ciclo de respuesta sexual humana, intervienen distintos neurotransmisores. Se sabe que la disfunción eréctil se relaciona con un incremento en los niveles de serotonina, disminución de la dopamina, bloqueo de receptores colinérgicos y alfa 1-adrenérgicos, inhibición de óxido nítrico y la elevación de los niveles de prolactina. Para decirlo de forma más sencilla: un incremento en la disponibilidad de serotonina inhibe el deseo sexual, la eyaculación y el orgasmo, mientras que la liberación de dopamina, incrementa la función sexual.

¿Cuáles son los antidepresivos más agresivos  que pueden causar disfunción eréctil?

Los antidepresivos más ampliamente utilizados son los llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Todos ellos, sin excepción, pueden afectar a la función sexual en mayor o menor medida.

Los antidepresivos actúan sobre ciertas zonas del sistema nervioso, en particular sobre el sistema mesolímbico. La vía mesolímbica es el mecanismo de “recompensa cerebral”. Se trata de un circuito de gran importancia en la captación y experimentación de sensaciones de placer y gratificación, así como en la gestión de las emociones y las reacciones fisiológicas que de ellas se derivan, como el control de la conducta, la impulsividad o la motivación. La vía mesolímbica es uno de los principales circuitos dopaminérgicos cerebrales. La dopamina es el químico cerebral que nos hace sentir estimulados para mantener relaciones sexuales.

Si bien los antidepresivos aumentan los niveles de serotonina -que nos hace sentir ansiedad y en su ausencia, caer en un cuadro de depresión- también disminuyen la disponibilidad de dopamina, es decir, por un lado, estos medicamentos son útiles para mejorar la depresión y la ansiedad al regular los niveles de serotonina, pero afectan negativamente la sexualidad al bajar los niveles del “neurotransmisor del placer”: la dopamina.

Mayo Clinic proporciona una lista de los antidepresivos más agresivos que pueden causar disfunción eréctil

Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Como ya explicamos, los ISRS bloquean la reabsorción (recaptación) de la serotonina en las neuronas, así, el cerebro tiene más serotonina disponible para mejorar la transmisión de mensajes entre las neuronas. Se llaman selectivos porque actúan principalmente sobre la serotonina, no sobre otros neurotransmisores. Entre los principios activos más comunes se incluyen: citalopram, escitalopram, fluoxetina, paroxetina y sertralina, entre otros.

Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina o antidepresivos duales. La noradrenalina aumenta la excitación, la atención y la energía al activar el sistema nervioso simpático en el cerebro, así como los latidos de nuestro corazón. La pérdida de apetito, el exceso de energía y los problemas para dormir, se asocian con altas concentraciones de noradrenalina. Pueden indicarse con el fin de equilibrar los efectos secundarios de la serotonina. En este grupo se encuentran la venlafaxina, desvenlafaxina o duloxetina.

Antidepresivos tricíclicos. Además de tratar la depresión, este tipo de fármacos han sido usados para otros fines como la incontinencia urinaria, ya que uno de sus efectos secundarios es la disminución del dolor en la vejiga y un mayor control de los músculos pubocoxígeos. Se ha reportado que alrededor del 30% de los usuarios de estos medicamentos, pueden presentar alteraciones en la función sexual, siendo la disfunción eréctil la más frecuente. La razón es que “estos fármacos regulan los niveles de serotonina, pero a su vez, interactúa con los de dopamina y prolactina que, al estimular ciertos receptores, provocan cambios en el estímulo y motivación del acto sexual, sensibilidad del pene, la disminución del deseo sexual y el placer, incluyendo el retardo en la eyaculación y alteraciones circulatorias con disfunción eréctil como consecuencia”, explica el Dr. Jorge Barba, urólogo y director médico de Boston Medical Group México. Entre estas sustancias están la amitriptilina, nortriptilina y clomipramina.

Inhibidores de la monoaminooxidasa. Fueron el primer tipo de antidepresivo desarrollado. Aunque son eficaces, han sido reemplazados por antidepresivos más seguros y con menos efectos secundarios. Estos medicamentos siguen siendo una buena opción cuando otros tratamientos han fallado. La enzima monoaminooxidasa participa en la eliminación de los neurotransmisores norepinefrina, serotonina y dopamina del cerebro. Los inhibidores de la monoaminooxidasa evitan que esto suceda, lo que deja una mayor disponibilidad de estas sustancias. Los activos inhibidores de la monoaminooxidasa pueden ser la isocarboxazida, fenelzina, o tranilcipromina y selegilina; esta última se usa en forma de parche y presenta un menor riesgo de efectos secundarios sexuales.

¿Cuáles son los antidepresivos menos agresivos para la función sexual?

Por lógica, podríamos decir que todos aquellos que no actúen a nivel de la serotonina o que manejen otros mecanismos que lo compensen. En realidad, el nivel de afectación sexual causado por antidepresivos, dependerá de la sustancia, la dosis, el tiempo de uso y de la tolerancia del paciente.

Explica el Dr. Jorge Barba: “las personas que se encuentran bajo tratamiento médico deben revisar si estos afectan a la respuesta sexual, y si es así, consultar a un especialista sin abandonar dichos tratamientos.”

Entre los antidepresivos menos agresivos con la función sexual, se encuentran los Inhibidores de la Recaptación de Dopamina y Noradrenalina (IRSN). 

Al inhibir la reabsorción de dopamina y norepinefrina, químicos indispensables en la respuesta sexual, los IRSN permiten una mayor disponibilidad de estas sustancias, por lo que se considera un excelente antidepresivo para hombres, ya que no interfiere en la función eréctil. Este tipo de fármacos llevan un rato en el mercado y en el caso del Bupropión, el más conocido de éstos, se ha indicado principalmente para tratar la depresión y el síndrome de abstinencia a la nicotina. En dosis bien controladas por un médico, se considera seguro.

Otros antidepresivos con baja tasa de efectos secundarios sexuales son el Mirtazapina, Vilazodona y Vortioxetina.

Si el medicamento que estás tomando se encuentra entre los antidepresivos más agresivos que pueden causar disfunción eréctil, habla con tu médico.

Suspender el tratamiento psiquiátrico no se recomienda bajo ninguna circunstancia, ya que eliminarlo de golpe puede ser mucho peor y la depresión podría reaparecer acompañada de síntomas más graves, como ataques de ansiedad o síndrome de abstinencia por una baja súbita de químicos neurotransmisores.

La prioridad es recuperar la estabilidad emocional y poco a poco, el paso dos, será reactivar tu vida sexual. 

El médico tratante o bien, un especialista en salud sexual masculina, pueden recomendar alguna estrategia para ayudar a reducir los efectos sexuales secundarios.

• Esperar algunas semanas para que el cuerpo se acostumbre al medicamento y ver si hay una mejoría en los efectos sobre la función sexual.

• Ajustar la dosis para reducir el riesgo de efectos secundarios. NUNCA debe hacerlo el paciente por cuenta propia, ya que el uso de antidepresivos sin control médico, puede resultar muy peligroso para la estabilidad mental y la salud en general. Cambiar de antidepresivo. Sólo el médico puede hacerlo. Pregúntale por opciones.

• Agregar un segundo antidepresivo u otro tipo de medicamento para contrarrestar los efectos secundarios sexuales. Puede ser un medicamento para la ansiedad, por ejemplo.

• Si el estado de salud del paciente lo permite, agregar un medicamento para disfunción eréctil como sildenafil, tadalafil o vardenafil, que son fármacos orales; o bien, farmacoterapia intracavernosa. Aunque estos medicamentos están aprobados para el tratamiento de la disfunción eréctil, existen pocos estudios que respalden al sildenafil y otros vasodilatadores para mejorar los problemas de erección causados por antidepresivos. Es necesario que consultes con el médico acerca de estas opciones.

Conclusiones

Para finalizar este artículo te recomendamos consultar a tu médico y tener paciencia. El sexo es vida, pero sólo podemos disfrutarlo si nos encontramos bien emocionalmente.

¡Recuerda compartir esta entrada si fue de tu agrado y realizar el test online y gratuito sobre disfunción eréctil que puedes encontrar en este espacio, muchas gracias!

Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.