La halterofilia o levantamiento de pesas es uno de los deportes que más desgaste físico implican. Es cierto que es la actividad más propicia para desarrollar la musculatura. Sin embargo, el riesgo de fracturas, lesiones en la columna, rodillas, hombros, codos o de osteocondritis, es muy alto. Pero, el levantamiento de pesas a la larga, ¿puede producir disfunción eréctil? Cualquier deporte que promueva la circulación sanguínea, es bueno para la función sexual, pero como en todo, el exceso perjudica la salud, especialmente si, como muchas veces en el caso de la halterofilia, está estrechamente ligado al uso de esteroides.
En el artículo de hoy responderemos la pregunta: el levantamiento de pesas a la larga, ¿puede producir disfunción eréctil? ¡Acompáñanos!
El levantamiento de pesas
¿Quién no quiere tener un abdomen marcado, bíceps desarrollados, glúteos firmes y piernas fuertes? Nada como el levantamiento de pesas para lograrlo.
Los gimnasios están llenos de hombres y mujeres que diariamente, ponen todo su empeño en formar cuerpos perfectos. Consumen licuados de proteína, llevan una alimentación muy específica destinada a ganar masa muscular, toman suplementos y alternan sus horas de entrenamiento con un buen descanso, indispensable para que el músculo crezca. Obtener los resultados esperados toma tiempo y sobre todo, disciplina. De eso deben ser muy conscientes quienes busquen en el levantamiento de pesas, la solución a su necesidad de lucir hermosos en traje de baño.
Hay que distinguir entre el entrenamiento con pesas para mejorar la forma física, la obsesión por lograrlo rápidamente y el deporte profesional de competencia olímpica. Establecer las diferencias entre uno y otro es necesario para determinar en qué medida el levantamiento de pesas puede producir disfunción eréctil.
Si eres mayor de 50 años, recordarás la increíble historia -o al menos su publicidad- de Charles Atlas, el joven delgado y debilucho que luego de sufrir bullying, llegó a convertirse en el hombre «con el mejor físico del mundo» y en millonario.
Su nombre real era Angelo Siciliano. Nació en Acri, Italia, pero desde los 11 años, se mudó a New York. Un día, caminando por la calle, un chico lo insulta y le da una paliza. Decide entonces convertirse en un hombre fuerte. Su inspiración fue una estatua de Hércules que veía a menudo en el Museo de Brooklyn. Angelo puso su mente y esfuerzo en ser ese Hércules.
Se anotó en la YMCA y compró todo tipo de pesas para entrenar en casa. Sin embargo, el tiempo pasaba y él no veía resultados. Empezó a estudiar el funcionamiento del cuerpo, tomar cursos por correo y leer todo lo que se encontrara sobre salud. Con base en sus descubrimientos, crea un método propio al que nombró tensión dinámica.
Sus compañeros del gimnasio no podían creer el cambio. Fueron ellos quienes lo bautizaron como Charles Atlas. El ahora símbolo de fuerza física, ganó todos los concursos de fisicoculturismo de la época. Al ver los excelentes resultados de su método, millones de jóvenes compraron sus cursos de tensión dinámica, convirtiéndolo en un hombre millonario. Falleció a los 79 años, al empeñarse en seguir entrenando después de sufrir un infarto.
Charles Atlas fue un ejemplo de salud y muestra todo lo positivo que puede generar el deporte, pero ¿qué pasa cuando hablamos de atletas olímpicos que están dispuestos a todo por ganar una medalla?
Halterofilia
Halterofilia viene del griego halteros, pesas y phylos, amor. Este deporte olímpico consiste en levantar el mayor peso posible por arriba de los hombros, lo que requiere de una extraordinaria fuerza física, concentración, agilidad y dominio técnico.
El levantamiento de pesas requiere entrenamiento de alta intensidad, por lo que puede producir lesiones deportivas serias debido al sobre entrenamiento (exigir demasiado esfuerzo a los músculos sin darles el tiempo para recuperarse), mala técnica o falta de supervisión.
En la halterofilia o levantamiento de pesas se trabajan todos los grupos musculares al mismo tiempo, por eso es común que ocurra un estrés físico excesivo.
Los fisioterapeutas suelen atender cientos de casos de aficionados al levantamiento de pesas por lesiones como:
- Rotura o distensión de ligamentos.
- Rotura muscular.
- Tendinitis.
- Contracturas.
- Estrés oxidativo.
- Fracturas.
- Rabdomiólisis (liberación de la mioglobina por la rotura de fibras musculares).
- Fracturas o dislocación de hombros, rodillas, antebrazos, muñecas o espalda.
El levantamiento de pesas, como cualquier otro tipo de ejercicio, tiene beneficios para la salud; además de desarrollar la musculatura, mejora la circulación sanguínea y la capacidad pulmonar. Sin embargo, también conlleva el riesgo de lesiones o de agravar condiciones preexistentes en el cuerpo. Por ejemplo, la columna vertebral puede salir muy afectada si el esqueleto no se ha terminado de desarrollar. De ahí la preocupación de muchos padres de adolescentes que quieren ganar masa muscular con las pesas.
Entre los chinos, el levantamiento de pesas se considera como un poder divino y la máxima expresión física del ser humano, es por eso que las competencias de halterofilia tienen una connotación suprema para ellos. Sin embargo, muchos pesistas han terminado sus carreras por severas lesiones permanentes y hasta discapacidad.
La osteocondritis disecante es muy común en quienes se inician en la halterofilia siendo demasiado jóvenes. Se trata de “una enfermedad articular en la que el hueso que se encuentra debajo del cartílago de una articulación, muere debido a la falta de flujo sanguíneo. Este hueso y cartílago pueden desprenderse, lo que causa dolor y posiblemente dificulta el movimiento de la articulación.” Según información de Mayo Clinic.
En raras ocasiones también se pueden llegar a presentar alteraciones del sistema nervioso central, cefaleas agudas o hasta derrames cerebrales debido al aumento de presión arterial. Levantar pesas puede provocar aumento temporal de la presión grave o no, según el peso que se levante.
Hasta aquí, nada indica que el levantamiento de pesas puede producir disfunción eréctil. Pero sí hay algunos mitos que vale la pena despejar.
El levantamiento de pesas, ¿reduce el tamaño del pene?
Por supuesto que no. Seguro este rumor fue iniciado por algún envidioso de los cuerpos musculosos. La idea puede tener su origen en los fisicoculturistas que vemos en el escenario en competencias con sus trajes ajustados; habrás notado que no lucen muy prometedores en sus partes medias. Esta “ilusión óptica” puede deberse a que el volumen de las piernas ha aumentado tanto, que las proporciones del pene se ven más pequeñas.
El levantamiento de pesas, ¿causa hemorroides?
Las hemorroides aparecen por mala circulación de la sangre, son várices en el recto y el ano. Los factores de riesgo para padecerlas son el estreñimiento o un esfuerzo que afecte a la parte del cuerpo en la que se localizan. El ejercicio es beneficioso para este problema, ya que promueve el movimiento de retorno de la sangre. Sin embargo, las hemorroides pueden brotar como consecuencia de cargar peso de forma inadecuada.
Según el portal “muy fitness” especializado en entrenamiento físico, “cuando tienes hemorroides a causa del culturismo, es porque no estás levantando el peso de manera correcta. Esto sucede cuando contienes la respiración al levantar el peso y la llevas hasta el ano, lo que ejerce presión en esa zona, lo mismo que al estar estreñido.” Esa es toda la explicación.
El levantamiento de pesas a la larga, ¿puede producir disfunción eréctil?
Se cree que el levantar peso en extremo, puede afectar la circulación sanguínea y producir várices. Esto es verdad en parte, pero no necesariamente es una regla. Los hombres que levantan pesas como parte de su rutina de entrenamiento cotidiano en el gimnasio, no tienen de qué preocuparse si emplean la técnica adecuada, son supervisados por un entrenador profesional, llevan una buena dieta y no someten sus cuerpos a proezas imposibles según su talla y edad.
Pero afirman los expertos en salud sexual masculina que el uso y abuso de sustancias como los esteroides, derivados de la testosterona, tiene un efecto muy negativo en todo el organismo, particularmente en los testículos, que son los encargados en producir la testosterona de forma natural. Cuando el cuerpo recibe dosis extra de testosterona artificial, la producción normal en los testículos disminuye o incluso, se detiene. Así es como se incrementa potencialmente el riesgo de padecer disfunción eréctil. Explicaremos esto más ampliamente.
Problemas de erección
Los problemas de erección empiezan cuando, con el afán de desarrollar músculos poderosos y de forma rápida, se recurre al consumo de sustancias como los esteroides.
Condiciones como el hipogonadismo, enfermedades cardiovasculares, del hígado o hasta la alopecia, pueden ser consecuencia de esteroides anabólicos.
¿Qué son los esteroides anabólicos?
Los esteroides anabólicos son versiones sintéticas de testosterona. La testosterona es la hormona responsable del desarrollo de las características masculinas como el vello facial, la voz grave, los músculos y los genitales; es indispensable también para el crecimiento, la generación de los químicos que regulan las emociones, el buen funcionamiento del cerebro y las habilidades cognitivas, o los huesos. Y desde luego, es la principal impulsora del apetito sexual y la producción de espermatozoides.
Los esteroides anabólicos son introducidos al cuerpo por vía oral o en forma de inyecciones, principalmente. El problema con la testosterona artificial en altas dosis, es que puede llegar a ser entre 10 y 100 veces más alta que la utilizada en tratamientos médicos, causando problemas como acné, calvicie, cambios de humor, comportamiento agresivo, hipertensión, colesterol alto, cardiopatías, riesgo de infarto, daño renal, hepático, ginecomastia (crecimiento de senos en hombres), infertilidad, encogimiento de los testículos, hipogonadismo y, desde luego, disfunción eréctil.
En 2010, la Sociedad Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva afirmó que “los casos de infertilidad masculina y disfunción eréctil a causa de la ingesta de esteroides anabolizantes se habían triplicado”. Y esto no sólo entre los deportistas olímpicos de halterofilia, sino entre jóvenes que buscan transformar sus cuerpos de forma rápida y muy visible.
Como explicamos en un artículo anterior, la testosterona produce los llamados efectos androgénicos, que se refieren al desarrollo sexual masculino (genitales, vello corporal, engrosamiento de la voz), y efectos anabólicos, relacionados al crecimiento de músculos y huesos.
El objetivo de alterar un esteroide androgénico es aumentar sus características anabólicas y disminuir sus características androgénicas, es decir, potenciar los efectos deseables (desarrollo de músculos) y disminuir los androgénicos (características viriles). Sin embargo, a la fecha no se ha logrado separar unos efectos de otros, por eso es imposible obtener un “beneficio” sin consecuencias negativas.
Señala la Dra. Miriam Petit, Uróloga especialista en urodinámica y cirugía de piso pélvico, “el cerebro, el hipotálamo y la hipófisis se encargan de regular la secreción de las hormonas que estimulan la producción de testosterona a nivel de los testículos. Al alcanzar niveles elevados de testosterona en sangre, ocurre una inhibición a nivel cerebral, disminuyendo la producción de testosterona. A mayor efecto anabólico, mayor efecto androgénico”, es decir, cuanto más se desarrollan los músculos, más se verán alteradas las características masculinas, incluidas las funciones de los genitales.
La testosterona artificial (esteroides) a la larga, trae consecuencias como infertilidad masculina, agrandamiento de la próstata, cambios en la micción o disfunción eréctil.
Consideraciones finales
Los expertos en salud sexual masculina de Boston Medical Group, han detectado varios casos de disminución de la libido y disfunción eréctil por uso de esteroides anabólicos. Estos problemas no siempre aparecen durante el ciclo de esteroides, sino cuando éste termina. Al dejarlos, hay una disminución brusca de testosterona (hipogonadismo), lo que ocasiona trastornos de salud general y sexual.
A esto sumemos el hecho de que los esteroides, como cualquier otra sustancia que actúe a nivel cerebral, causan adicción. En el caso de los pesistas, la cada vez más fuerte necesidad de aumentar músculo y ver los resultados que esperan, los lleva a depender de la testosterona química para continuar en la competencia.
Cualquier tipo de ejercicio físico, junto con una buena alimentación, siempre serán recomendables para mantener el organismo sano y la función sexual en óptimas condiciones. Pero todo en exceso, es contraproducente.
El levantamiento de pesas a la larga, no produce disfunción eréctil por sí mismo; es el consumo de sustancias -aun las disfrazadas de suplementos naturales- las que causan serias afectaciones a la salud sexual.
Ejercitarse para tener un cuerpo bien formado, genera dopamina (la sustancia del placer), aumenta la autoestima y el bienestar general. Así que puedes hacer ejercicio físico con tranquilidad.
Recuerda que puedes completar el test online y gratuito sobre disfunción eréctil que verás aquí debajo y compartir esta entrada si fue de tu agrado.
¡Hasta pronto!
Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.
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