Pasar por determinadas épocas con poco apetito sexual en las que se reduzca tu líbido es totalmente normal. El deseo sexual varía de manera radical en algunas personas. Y el hecho de que suframos desinterés sexual en algún momento no es preocupante como tal. No obstante, si deseamos aumentar nuestra líbido existen algunos métodos que nos pueden ser de ayuda.
Varios factores están interconectados con ella. Los cambios hormonales, una mala racha personal, ansiedad laboral o una alta expectación en las relaciones sexuales tienen consecuencias directas sobre nuestro cerebro y este a su vez sobre nuestro cuerpo.
En este artículo vamos a darte algunos consejos aplicables que podrás poner en práctica en cuanto lo desees. ¡Quédate leyendo!
1.Poco apetito sexual y descanso
El sueño es una de las bases imprescindibles para un funcionamiento óptimo. Con la salud sexual pasa lo mismo.
Dormir correctamente es más que importante para la líbido. Cuando descansamos bien nuestro cuerpo segrega todas sus hormonas de manera escrupulosa. Más concretamente, nuestra producción de hormonas se encuentra en su punto más álgido en la fase REM.
Algunos estudios revelan que personas que dormían menos de 7,5 horas diarias, aumentando una hora de sueño vieron incrementado su deseo sexual al día siguiente.
Los diferentes trastornos del sueño como el insomnio o la apnea se presentan cada vez más en varones de diferentes edades. Por lo que en unos años atrás se han visto incrementados los casos de poco apetito sexual, disfunción eréctil o impotencia psicológica.
Pequeños actos como no visualizar pantallas media hora antes de dormir, cenar temprano y evitar hacer ejercicio tarde te ayudarán con tu higiene del sueño. Los expertos estipulan unas 7,5 horas de sueño diario como lo recomendable.
2.Mejora la calidad de tu relación
Lo cierto es que muchas personas experimentan un descenso del apetito sexual en determinados puntos de la relación. Normalmente, esto pasa cuando la pareja está consolidada y ha pasado un periodo de tiempo largo.
En esos momentos es fundamental pararse a pensar en que es lo que realmente quieres. Mejorar la comunicación y hábitos de pareja puede hacer que tu libido aumente de una manera insospechada.
Algunos ejemplos que te pueden ayudar son:
Planifica una noche romántica: todo puede empezar por los preparativos. Salir de compras los dos juntos, planificar un menú romántico y cocinarlo codo con codo. Hablar de sus sentimientos y emociones y disfrutar de una copita de vino. (Eso sí con moderación)
Realizar una actividad en conjunto: esta es una excelente fórmula. Encontrar un hobby o entretenimiento en común con esa persona es lo ideal. No hace falta que sean grandes cometidos, podrían ser unos paseos matutinos o un rato en bicicleta que alcanzan para fomentar la complicidad conyugal. Verás cómo la química sexual con tu pareja aumenta y con ello tu bienestar emocional.
3.Preliminares del poco apetito sexual
Tener experiencias sexuales más completas puede ayudarnos a aumentar nuestro apetito sexual. Los preliminares crean un entorno y clima de excitación perfecto para ello.
Por el contrario, cuando vamos directamente a la penetración sin haber besado, acariciado o estimulado lo suficiente la calidad de nuestras relaciones disminuye y bastante.
Crear un ambiente relajado antes del sexo, encender velas, asearse completamente son un primer paso en el camino. Las pausas, el sexo oral, las caricias, las palabras y todo lo que sean preliminares te ayudarán con la falta de apetito sexual.
4.La relación de la alimentación y el poco apetito sexual
La alimentación es una de las piezas clave a tener en cuenta. Todas los consejos anteriores pueden irse a pique si no nos alimentamos de manera equilibrada.
La cuestión es más simple de lo que pensamos. Si comemos comida muy procesada, con muchos aditivos y rica en grasas de dudosa calidad es probable que suframos de distintas enfermedades con una comorbilidad directa con la reducción del apetito sexual, disfunciones eréctiles y otros problemas de salud sexual masculina.
Cuando te levantes, evita las galletas y los cereales azucarados. Introduce en tu desayuno panes elaborados con harina integral, frutas y verduras, grasas saludables de origen vegetal como el aguacate o nuestro aceite de oliva virgen extra y proteínas de alto valor biológico como la caballa en lata, o similares. Escoge cenas equilibradas y simples. Un poco de hummus con unas rodajas de tomate y una rebanada de pan integral es una magnífica idea.
5.Acude a un especialista
Existen ocasiones en las que nuestra disminución de líbido o poco apetito sexual están motivadas por razones en las que nuestro conocimiento sobre la materia está limitado.
Debido a esto, puede ahorrarte mucho tiempo acudir a manos de un experto en una clínica de salud sexual. Una vez allí todo se agilizará, ya que podrán abordar todas tus contrariedades desde un punto de vista experimentado y preparado.
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¡Hasta el próximo artículo!
Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.
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