10 consejos claves a la hora de elegir una clínica de disfunción eréctil

La disfunción eréctil suele ser un trastorno sexual masculino dramático. Acudir a una clínica de salud sexual es la última opción que consideran los hombres con este padecimiento. En promedio, un hombre tarda 4 años en buscar tratamiento. Demasiado tiempo para algo que puede tener solución desde el primer día, si se recibe el diagnóstico adecuado. 

En este artículo te daremos 10 consejos clave a la hora de elegir una clínica de disfunción eréctil que seguramente, despejarán tus dudas y temores acerca de los médicos expertos en salud sexual. ¡Acompáñanos!

¿Has experimentado algunos de estos síntomas?

• No alcanzas la erección en al menos una de cada cuatro relaciones sexuales.
• Tus erecciones son más débiles.
• Las erecciones espontáneas por la mañana son menos frecuentes.
• Llegas al orgasmo, pero con una erección incompleta.
• Pierdes la erección al cambiar de postura.

Si te identificas con al menos una de estas situaciones, es posible que tengas problemas de erección y aún no lo sepas. 

La disfunción eréctil es más común de lo que piensas

Tranquilo, que no es ninguna tragedia ni un diagnóstico como tal. ¿Sabías que el 53% de los varones de todo el mundo padecerán disfunción eréctil de cualquier grado en algún momento de sus vidas, especialmente después de los 40 años, pero sólo 30% de ellos buscan tratamiento?

Mucho se ha investigado al respecto. Cada día, la medicina sexual masculina avanza para ofrecer mejores tratamientos, de probada eficacia y algunos de ellos, de efecto inmediato.

Una clínica de disfunción eréctil certificada, con profesionales del más alto nivel, tecnología de punta y tratamientos integrales que aborden tanto el aspecto fisiológico como el emocional, son el lugar indicado para atenderte. Sin embargo, antes de llegar ahí, debemos pasar por un proceso de aceptación. Admitir que se tiene una disfunción sexual, particularmente los problemas de erección, no es sencillo.

Para los hombres, la función eréctil no sólo es sinónimo de salud, sino de virilidad, fuerza, valía y seguridad. 

En la experiencia con más de millón y medio de pacientes, los expertos de Boston Medical Group afirman que hay ciertos patrones de conducta en los hombres que padecen disfunción eréctil: incredulidad, negación, ansiedad, enojo, tristeza, pérdida de la autoestima, alejamiento de la pareja, culpa, entre muchos otros sentimientos. 

Los primeros signos suelen ocultarse detrás de excusas como “es algo pasajero”, “a mí no me está pasando” “es que ella ya no me atrae”, “es que estoy muy estresado”.

Recomendación: atender los problemas de erección para evitar llegar a un grado severo

Pero hay una realidad que no puede pasar inadvertida: los problemas de erección, si no se atienden con prontitud, irán de menos a más hasta llegar a un grado severo, es decir, la incapacidad total de lograr o mantener una erección.

Además, está el hecho de que las fallas eréctiles pueden ser el primer síntoma de una enfermedad grave no diagnosticada como diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, bajos niveles hormonales patológicos o cardiopatías.

Por otro lado, están las causas psicológicas: depresión, estrés, traumas del pasado, problemas de pareja, entre otras que, no por ser emocionales, deben dejarse de lado.

Culturalmente, los hombres han aprendido a no mostrar “debilidad”. Se los suele condicionar a ocultar sus emociones, a probar la fuerza física, a competir y estar siempre dispuestos para tener relaciones sexuales. 

Tampoco reciben una educación sexual adecuada. No saben cómo funciona su cuerpo y piensan que el pene es un apéndice autónomo que responde “en automático”. Sin embargo, la respuesta sexual masculina depende del buen funcionamiento de todo el organismo. 

Para no hacer

Antes de llegar a la aceptación de que existe un problema de salud que sólo se solucionará con un tratamiento específico para la disfunción eréctil, es probable que el hombre busque remedios caseros, naturales o hasta mágicos anunciados en televisión o internet. 

En el mercado abundan productos que prometen devolver el poderío sexual, pero a la larga, sólo hacen más daño. Muchos de ellos contienen ingredientes desconocidos y, si no existe un diagnóstico completo, pueden poner en peligro la salud general y hasta la vida.

Otra mala costumbre es automedicarse. Las pastillas para la disfunción eréctil como el Viagra, el Sildenafil genérico, Tadalafil o Vardenafil, son fármacos vasodilatadores de uso muy delicado y con efectos secundarios fuertes. 

Si no están indicados por un médico y se desconocen las dosis, su uso puede ser contraproducente. Puedes leer más siguiendo este enlace: ¿Es conveniente consumir vigorizantes sexuales naturales para mejorar la erección?

¿Qué puede suceder?

Al no obtener los resultados esperados, la angustia y la pérdida de la confianza, crecen. Lo que sigue, es buscar probarse a sí mismos en otras parejas sexuales. Este es un comportamiento muy común en hombres con problemas de erección.

Los conflictos con la pareja no tardan en aparecer. El hombre tiende a evitar los encuentros íntimos, a pasar más tiempo fuera de casa, poner excusas para no irse a la cama al mismo tiempo que la pareja o hacerse el dormido.

Cuando se deja de tener intimidad, el rechazo puede ir de un simple “hoy no” hasta un comportamiento hostil. Es importante saber que la disfunción eréctil de causas fisiológicas, puede derivar en impotencia sexual psicológica y/o ausencia de deseo sexual. 

La compañera (o compañero, según sea el caso), también se verá afectada, pues pensará que hay alguien más, que ya no hay amor o se culpará del desinterés de su pareja.

En este punto, la disfunción eréctil ya no sólo es un problema individual, sino que afecta y les duele a ambos. 

Otro factor que tienden a ignorar los hombres con impotencia sexual, son los hábitos de su rutina diaria que pueden ocasionar disfunción eréctil: fumar, mala alimentación, sobrepeso, la falta de ejercicio, exceso de alcohol o incluso, el uso de algunos medicamentos, tienen como consecuencia las fallas en la erección.

Modificar hábitos de toda la vida es difícil, pero no imposible. En muchos casos de disfunción eréctil, la solución puede ser un simple cambio de alimentación, ejercicio y alejarse de las sustancias tóxicas.

¿Cómo y dónde buscar ayuda?

Afirman los expertos de Boston Medical Group que, en gran medida, las parejas (mujeres, principalmente) son las principales impulsoras en la búsqueda de tratamiento.

A veces, el hombre no es capaz de tomar la decisión de acudir a una clínica de disfunción eréctil por todo lo que creen que implica, más allá de la aceptación del problema. 

Tomar la decisión o enfrentar un problema de cualquier índole, pero más aún, de naturaleza sexual, es más sencillo entre dos. Compartir con la pareja un problema que nos causa dolor y angustia, es liberador.

Contar con la comprensión y el apoyo del otro es de gran ayuda en esos momentos. Además, no nos engañemos: la disfunción eréctil no es algo que se pueda ocultar por mucho tiempo.

La importancia de la pareja

El papel que juega la pareja es mucho más importante de lo que pensamos. Pero, ¿cómo decirle a tu pareja que tienes disfunción eréctil? Los expertos aconsejan abordar esta conversación con honestidad, empatía y sin prejuicios.

Se espera que una pareja que lleva mucho tiempo junta, ya haya superado múltiples dificultades. Esto sólo será un reto más. La pareja puede ayudar a partir de la comprensión, el diálogo y el amor. 

Sin embargo, puede ocurrir que la pareja no esté dispuesta a participar o que, incluso, sea parte del problema. En esos casos, es mejor mantenerla al margen y tomar acción uno mismo. Finalmente, nadie está solo, se puede contar con la ayuda del profesional en psicología y salud sexual masculina.

Por otro lado, aceptar que se tiene un problema no implica que el paso inmediato siguiente sea acudir con el urólogo especialista. El hombre con disfunción eréctil tiende a pensar que esto le ocurre solamente a él y que, al presentarse en una clínica de disfunción eréctil, será juzgado por otro hombre: el médico. 

Examen genital

Esa es otra de las grandes inseguridades de los pacientes con disfunción eréctil: someterse a un examen genital. 

No hay por qué preocuparse si se elige a un verdadero profesional con experiencia. Además, existen mujeres (uroandrólogas) muy capacitadas, lo importante es que uno se sienta lo más cómodo posible.

Una clínica experta en salud sexual masculina es la mejor alternativa para solucionar la disfunción eréctil, ya que en centros como Boston Medical Group, se cuenta con los expertos en todas las disciplinas que abarca el tratamiento de este trastorno: urólogos, psicólogos, sexólogos o nutriólogos, además de la tecnología más avanzada y un centro de investigación.

¿Cómo es una clínica de disfunción eréctil?

En una clínica de disfunción eréctil, la atención suele ser personalizada y totalmente privada. En Boston Medical Group, por ejemplo, las salas de espera son individuales. Los pacientes nunca se encuentran entre sí.

Los expertos en urología y sexología dan toda la información que el paciente requiera para responder a sus dudas e inquietudes, con absoluta discreción y con total profesionalismo, desde la consulta de valoración hasta el final del tratamiento.

Lo primero será determinar un diagnóstico con base en la historia clínica del paciente, la posibilidad de enfermedades preexistentes, qué medicamentos toma, su condición física, situación de pareja, edad y estilo de vida, entre otros aspectos. 

El tratamiento se asigna según las causas; en 90% de los casos, éstas son fisiológicas, y 6 de cada 10 pacientes, presentan problemas circulatorios. El 10% restante, obedece a problemas psicológicos que también se tratan con psicoterapia, asesoría sexológica y quizá el apoyo de un medicamento.

¿Cómo se hace el diagnóstico de la disfunción eréctil?

El diagnóstico de disfunción eréctil, según el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales. E.E.U.U.), puede incluir preguntas sobre:

• Tu nivel de confianza en lograr y mantener una erección.
• La frecuencia con que tu pene logra una firmeza adecuada para tener relaciones sexuales como resultado de estimulación sexual.
• La frecuencia con que logras mantener una erección durante relaciones sexuales.
• La frecuencia con que tienes relaciones sexuales (copulación) satisfactorias.
• Si tienes erecciones matutinas.
• Cómo calificas tu nivel de deseo sexual.
• La frecuencia con que alcanzas el orgasmo y eyaculas.
• Si has sido sometido a cualquier cirugía o tratamiento que pueda haber lesionado los nervios o los vasos sanguíneos cerca del pene.
• Qué medicinas prescritas o de venta libre estás tomando.
• Si usas drogas ilegales, bebes alcohol, o fumas, entre otras.

 

El médico también indagará sobre tu salud mental, con preguntas como tu situación de pareja, circunstancias de vida y otros temas personales; esto para descartar cualquier problema psicológico o emocional que pudiera estar causando la disfunción eréctil. 

La consulta incluye un examen físico y análisis clínicos. En la valoración física el profesional en salud sexual (urólogo) revisará:

• El pene para determinar si es sensible al tacto. Si el pene tuviese poca sensibilidad, el origen del problema podría estar en el sistema nervioso.
• La apariencia del pene. Por ejemplo, la curvatura peneana o enfermedad de Peyronie hace que el pene  adquiera una curva que aparece en el transcurso de algunos meses cuando está erecto, dificultando o impidiendo la penetración y causando dolor.
• Exceso de vello o agrandamiento de las tetillas, lo cual podría ser señal de problemas hormonales.
• Presión arterial.
• Pulso en muñecas y tobillos para ver si tiene problemas de circulación o en las grandes arterias del cuerpo.
• También se puede incluir una ecografía doppler (ultrasonido) para examinar el flujo sanguíneo en las arterias y venas del pene.

 

Las pruebas de laboratorio complementan el diagnóstico. Los análisis de sangre pueden indicar algunas de las posibles causas de disfunción eréctil, normalmente por enfermedades asociadas, como diabetes, , alteraciones del colesterol o triglicéridos, enfermedades cardíacas, enfermedades renales, hepáticas o problemas hormonales.

10 consejos clave a la hora de elegir una clínica de disfunción eréctil

Afirma el Dr. José Benítez, director médico de Boston Medical Group: “los pacientes acuden a nuestras clínicas buscando ayuda profesional para recuperar el placer en las relaciones sexuales y el balance en todos los demás factores que afectan la vida del hombre.” 

Factores como el estilo de vida, problemas de salud general, estrés, malos aprendizajes, mala alimentación, adicciones o hasta algunas prácticas sexuales, han dado lugar a trastornos como disfunción eréctil, eyaculación precoz o falta de deseo.

En una clínica especializada, los hombres pueden encontrar, en un solo lugar, todas las alternativas de tratamiento disponibles y las disciplinas médicas que se involucran en el tratamiento de las patologías sexuales.

Lamentablemente, en internet hay mucha información no verificada, productos apócrifos al alcance de cualquiera o médicos no certificados y sin la experiencia necesaria para atender eficazmente y con la ética que requieren los problemas de salud sexual.

Por eso, te damos estos 10 consejos clave para elegir la mejor clínica de disfunción eréctil:

1. Ante la duda, infórmate

Busca información verificada en sitios de internet confiables. Los blogs como éste, aportan datos muy valiosos acerca de todas las disfunciones sexuales y sus tratamientos.

También puedes hacer una cita para una consulta. Para tu tranquilidad, muchas veces la disfunción eréctil empieza a solucionarse desde el primer día, ya que, si el diagnóstico lo permite, el tratamiento que recibas puede ser de efecto inmediato, como los fármacos vasodilatadores.

2. Asegúrate de elegir un urólogo con cédula profesional y pide sus credenciales

La urología es la especialidad médico-quirúrgica que se encarga de la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades renales, del aparato urinario y retroperitoneo que afectan a ambos sexos, así como las enfermedades del aparato genital masculino. 

Por otro lado, el uroandrólogo es el médico que se especializa en salud sexual masculina. Si no te sientes cómodo de que te revise otro hombre, existen también urólogas sumamente capacitadas para atenderte.

3. Que el costo no sea un problema

Muchas veces eso es lo que detiene. Pero hay clínicas que ofrecen 

planes de pago diferidos y los médicos pueden también brindarte alternativas de medicamentos genéricos de menor costo, pero igualmente efectivos. Además, invertir en la salud es lo mejor que se puede hacer. Una vida sexual plena, larga y feliz no tiene precio.

4. Busca una clínica donde encuentres un tratamiento integral

La disfunción eréctil afecta todos los aspectos de la vida, no sólo el físico.

El tratamiento integral debe incluir terapia psicológica, asesoría sexual y nutricional. Si el urólogo se centra sólo en las causas físicas, es probable que la solución no sea tan eficaz o el tratamiento no dé los resultados esperados.

5. Checa información sobre el tema

Hoy en día, internet es el primer lugar de búsqueda para todo tipo de productos o servicios, y la salud sexual no es la excepción.

En sitios como doctoralia, puedes encontrar buenas referencias, testimonios y puntuaciones acerca de el médico, especialista o clínica que busques. Sólo cuida tus fuentes de información, ya que, como hemos dicho, en internet no todo es confiable.

6. No sólo te enfoques en lo sexual

Los urólogos se encargan de tratar todo tipo de enfermedades del sistema urinario y reproductivo como incontinencia urinaria, cálculos renales, infección del tracto urinario, enfermedades de transmisión sexual, hiperplasia prostática benigna, reproducción masculina e infertilidad, cáncer de próstata y hasta padecimientos más complejos como la microfalosomía (pene anormalmente pequeño), entre otras.

7. No esperes a tener algo grave

Una buena clínica de disfunción eréctil, se enfocará también en la prevención. Tú puedes acudir tan regularmente como lo requieras para revisiones generales o para que diseñen un programa personalizado de prevención.

Entre los 40 y los 50 años, los hombres deben acudir a revisiones periódicas, justo como las mujeres acuden al ginecólogo. Detectar tempranamente cualquier problema relacionado con tu salud sexual multiplica las posibilidades de éxito.

8. Busca una clínica en tu localidad

Si tu tratamiento requiere de varias sesiones o un seguimiento puntual, es mejor una clínica que te quede cerca. 

9. Habla con tu pareja

Muchas veces, acudir en pareja (si las circunstancias son propicias) a las sesiones de asesoría sexológica, incrementa las posibilidades de éxito. Recuerda que esto es cosa de dos y en la solución pueden participar ambos, lo que fortalecerá sus lazos de pareja y hará más fácil el proceso.

10. No pierdas  tiempo

No atenderse con prontitud, significa perder un tiempo valiosísimo tanto para controlar la enfermedad asociada (diabetes, hipertensión, cardiopatías, problemas hormonales), como para solucionar trastornos sexuales que nos están restando calidad de vida.

Al primer síntoma, acude con un experto, el problema puede agravarse y el tratamiento, ser más radical, como una cirugía.

Conclusiones

Desde este espacio recomendamos a las clínicas de Boston Medical Group que revolucionaron el tratamiento de las disfunciones sexuales masculinas hace 25 años. Con sus tratamientos integrales que incluyen tecnología de punta e innovación farmacológica, que han ayudado a más de un millón y medio de hombres a recuperar la plenitud de su vida sexual.

Con la visión de atender problemas de los que no se hablaba y que no contaban con muchas alternativas de solución, esta clínica líder en salud sexual masculina hoy es un referente no sólo de tratamientos para trastornos sexuales, sino de la investigación de nuevas alternativas de medicamentos, etiología y avances científicos en la materia a nivel internacional. 

¡Muchas gracias por tu lectura!

Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, epidemiólogo, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.