¿Qué relación hay entre los problemas de próstata y la pérdida de interés sexual?

A partir de los 50 años, todos los hombres deberían realizarse revisiones periódicas de la próstata, con mayor razón si hay antecedentes familiares de cáncer en este órgano. La detección temprana de problemas como la hiperplasia prostática benigna, permitirá tomar acciones para mejorar la calidad de vida de la persona y desde luego, de sus relaciones sexuales. Los problemas de próstata frecuentemente se asocian con la función eréctil. En este artículo explicaremos qué relación hay entre los problemas de próstata y la pérdida de interés sexual. ¡Acompáñanos con tu lectura para que conozcas las posibles soluciones!

La hiperplasia beningna

la HPB (o hiperplasia benigna de próstata) está asociada a una mayor presencia de disfunción eréctil y varios estudios han señalado que así como la diabetes mellitus y la dislipidemia (problema con las grasas) están relacionadas con una mayor frecuencia de disfunción eréctil, la HPB también.

El cáncer de próstata

El cáncer de próstata es asintomático en sus estadios iniciales, por eso es común que si un hombre  no tiene síntomas como incontinencia urinaria, chorro de orina flojo o interrumpido, aumento de la micción nocturna, dificultad para orinar o sensación de no vaciar por completo la vejiga, se tranquilicen pensando que su próstata está perfecta. 

Ante cualquier anomalía en  el patrón urinario, se debe acudir con el urólogo, y si no tengo queja de mi patrón miccional, debo asistir periódicamente para realizar el tamizaje o pesquisa del cáncer de próstata. Un profesional en salud sexual masculina ordenará de inmediato los análisis que descarten o confirmen cualquier tipo de problema en la próstata que pueda afectar la función sexual o incluso, poner en peligro la vida.

El urólogo determinará tanto el origen como la gravedad de los síntomas. La causa más común es el crecimiento benigno de la próstata o hiperplasia prostática benigna (HPB), una afección asociada al envejecimiento. 

Todos los hombres presentan un aumento en el tamaño de la próstata a lo largo de la vida, sobre todo después de los cuarenta años. Lo que puede variar es el grado y la forma de crecimiento, además de los síntomas urinarios antes mencionados. 

A diferencia de los testículos que son órganos externos, la próstata no es visible ni palpable en la autoexploración, por ello resulta difícil que el propio varón pueda detectar problemas -como ocurre con los tumores testiculares- sin la ayuda del médico.

Es importante hacer hincapié en esto, ya que existe una resistencia de los hombres a acudir con el urólogo y hacerse a la idea de que exploren sus órganos genitales. Pero de eso podría depender la vida, así que fuera vergüenza y prejuicios. ¡Vayan al médico!

Los problemas en la próstata afectan la vida sexual

Explica el doctor Joan Palou Redorta, eminencia en cirugía robótica y laparoscópica urológica y director del Servicio de Urología de la Fundación Puigvert: “El crecimiento de la próstata ocasiona obstrucción de la salida de la orina que puede requerir tratamiento médico o quirúrgico. El tratamiento médico con fármacos alfabloqueantes (que relajan la salida de la vejiga y mejoran el vaciado de orina), en ocasiones puede ocasionar eyaculación retrógrada.”

Palou afirma que, si el tratamiento se lleva a cabo con inhibidores de 5 alfa-reductasa para disminuir el volumen de la próstata, podría haber una disminución de la libido y derivar en disfunción eréctil.

SI el término 5 alfa-reductasa te suena familiar, es porque este tipo de medicamentos se utilizan para combatir la calvicie.

Vale la pena ahondar en esta información, ya que esta puede ser una de las principales asociaciones entre los problemas de próstata y la pérdida de interés sexual.

Según informa en su portal Live-Med, compañía especializada en Formación para el Sector de la Salud (España y Portugal), “la enzima 5 alfa-reductasa prostática transforma la testosterona plasmática en un metabolito activo, la 5 alfa dihidrotestosterona (DHT) que estimula la proliferación y diferenciación de las células prostáticas y estromales y propicia la hiperplasia glandular prostática.”

Los fármacos inhibidores de la 5 alfa-reductasa, actúan sobre el crecimiento glandular, reduciendo el volumen prostático con la consecuente mejora en la hiperplasia prostática benigna (HBP). 

Estos medicamentos se consideran seguros a largo plazo, ya que la incidencia de efectos adversos es relativamente baja. Entre los efectos más relevantes, está la función sexual: disfunción eréctil (5-8%), disminución de la libido (2-6%), reducción del volumen eyaculatorio (5%) otros trastornos de la eyaculación (1,5-2%) y ginecomastia (1,3-3%).

La dihidrotestosterona (DHT) es un andrógeno biológico activo de la testosterona que se sintetiza en la próstata, los testículos, los folículos pilosos y las cápsulas suprarrenales por el efecto de la 5 alfa-reductasa. Durante el desarrollo fetal, la DHT juega un rol indispensable en la formación de los genitales externos masculinos. 

Los medicamentos inhibidores de la enzima 5 alfa-reductasa como la dutasteride y la finasterida, se utilizan para combatir, además de la calvicie, la hiperplasia prostática benigna. 

Aunado a la disminución de la tensión arterial -que podría ocasionar mareos, debilidad e incluso desmayos- uno de los posibles efectos secundarios adversos de estos tratamientos, puede ser la pérdida de interés sexual y la disfunción eréctil. 

“Los efectos en las funciones sexuales se revierten al dejar de utilizar el medicamento. Sin embargo, en algunos pacientes la disfunción puede ser persistente, debido a que conllevan un componente emocional negativo como el aumento de la ansiedad por el rendimiento y disminución en su calidad de vida”, afirma Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.

Los expertos de Boston Medical Group, afirman que “la conversión de testosterona a dihidrotestosterona desempeña un papel clave en la función sexual normal. Los fármacos inhibidores de la 5 alfa-reductasa, podrían causar efectos secundarios sexuales persistentes. Sin embargo, serían necesarios más estudios controlados para determinar el nivel real de incidencia de estos efectos.”

Estas alteraciones deben ser explicadas por el urólogo al iniciar el tratamiento para facilitar la aceptación del paciente y su pareja.

Para saber más, consulta: Tratamientos para la caída del pelo, ¿causan disfunción eréctil? 

Los problemas de próstata causan un deterioro en la calidad de vida

El tener que orinar frecuentemente y con urgencia, limita la actividad social y sexual de los pacientes, así como un adecuado descanso.

Además, están las afectaciones psicológicas derivadas de un malestar continuo y el temor a que esto se convierta en una enfermedad mucho más grave, como el cáncer de próstata.

Por estas razones, la sintomatología miccional podría asociarse a la disminución del deseo sexual y de la capacidad de alcanzar la erección.

¿Cómo el cáncer de próstata y sus tratamientos pueden afectar la vida sexual?

El cáncer de próstata se origina cuando las células de la próstata crecen de forma desorganizada, fuera de control. 

Si se detecta a tiempo, es curable. Desafortunadamente, muchas veces, el cáncer de próstata no presenta síntomas o se manifiesta en etapas ya muy avanzadas. 

Según datos del Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI, 2012), 75% de los pacientes en México con cáncer de próstata acuden al médico cuando la enfermedad ya se encuentra muy avanzada. Si a esto sumamos el hecho de que este padecimiento suele presentarse en hombres mayores de 65 años, es entendible que, en ocasiones, las terapias del cáncer de próstata puedan provocar trastornos sexuales. 

Recibir un diagnóstico de cáncer altera la vida por completo. De un momento a otro, la cotidianeidad, la paz, la familia, el trabajo y desde luego, el sexo, deben ponerse en pausa, hasta que la persona pueda asimilar lo que le está ocurriendo, empiece el tratamiento y logre recuperarse. 

La pareja también deberá adaptarse a los cambios. En el entendido de que la prioridad es salvar la vida, el paciente tiene derecho a saber qué ocurrirá con todos los aspectos de su vida, particularmente, las relaciones sexuales. No debe asumir que el médico se lo informará. Es necesario hacer preguntas claras. 

El cáncer de próstata puede cambiar la fisonomía y la función del cuerpo. Pero, si se cuenta con la asesoría de un experto en salud sexual masculina, es perfectamente más fácil volver a tener una vida sexual completa y satisfactoria.

Conclusiones

En conclusión, podemos decir que la relación entre los problemas de próstata y la pérdida de interés sexual, además de los síntomas propios del crecimiento de este órgano o el cáncer de próstata, están los efectos secundarios de los tratamientos.

Será necesario el total apoyo y comprensión de la pareja. La asesoría sexológica puede ayudar mucho a reanudar la vida sexual, a explorar nuevas prácticas eróticas que se adapten a sus circunstancias y a entender que los problemas de próstata no necesariamente son el fin del deseo.

¿A mayor edad, es más necesario controlarse?

De los 65 a los 70 años en adelante, es cuando se registran más problemas. Los chequeos médicos deben ser rutinarios. Es muy importante informarse sobre las opciones y efectos. 

Ningún hombre, joven o mayor, tendría por qué sufrir en solitario los efectos del cáncer de próstata. No son menos viriles por el hecho de tener que adaptarse a algunos cambios para llevar una vida sexual plena.

Si tienes dudas acerca de cómo los problemas de próstata pueden causar la pérdida de interés sexual, haz una cita con los expertos en salud sexual masculina. Ellos se encargarán de que el abordaje sea tanto a nivel físico como psicológico.

¡Gracias por tu lectura!

Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.