¿Qué hago con los nudes de mi ex?

El confinamiento, por las tantas horas de ocio y soledad, nos dejó los discos duros de la computadora y la memoria de los celulares, saturados de fotos, memes y mensajes de WhatsApp.

Quienes vivimos la pandemia separados de nuestras parejas, pasamos meses enviando y recibiendo mensajes y fotos, muchas de éstas, subidas de tono.

Tal vez no nos hemos dado cuenta del dilema que es guardar este tipo de imágenes. Mandamos nudes a la pareja, confiando en que sólo quedará “entre nosotros dos”. Pero, ¿realmente es así?

Surge la pregunta: ¿Qué hago con los nudes de mi ex? ¿Es correcto guardarlos? ¿Es deshonesto o inmoral conservar fotos de antiguas amantes desnudas? ¡Sentémonos en equipo y que inicie el debate!

Los nudes de tu ex

Técnicamente no tendrías la obligación de deshacerte de los nudes de tu ex, ya que se te ofrecieron libremente. En el siglo XIX, se consideraba un gesto de buena educación o galantería, devolver las cartas de amor de la fémina una vez terminada la relación.

Hoy también podría considerarse un gesto de caballerosidad eliminar los nudes de tu ex pareja sin necesidad de que ella lo solicite explícitamente. De hecho, si ella te lo pide y no lo haces, hablaría muy mal de ti. 

Lo que sí se da por sentado, es que los nudes de otra persona ¡no se comparten ni se publican! En México, existe la Ley Olimpia, “un conjunto de reformas legislativas encaminadas a reconocer la violencia digital y sancionar los delitos que violen la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales, también conocida como ciberviolencia.”

Cuando recibes una imagen comprometedora, si eres una persona decente, entiendes y asumes la responsabilidad de cuidar la intimidad del emisor y resguardar la imagen en un lugar seguro. Para ello, lo mejor es eliminarla.

Hay cosas que no están en nuestro control. Imagínate si pierdes o te roban el móvil; si te hackean la cuenta o en un arranque de celos, tu actual pareja revisa tu teléfono. ¡Eres hombre muerto!

Los nudes compartidos por nuestras parejas, son material sensible y, por lo tanto, es nuestra responsabilidad mantenerlas resguardadas tras un cifrado que incluya como mínimo, una contraseña no predecible y un segundo factor de autenticación, como la huella dactilar o reconocimiento facial.

La filtración de los nudes de tu ex podría considerarse “porno de venganza” con consecuencias legales. 

“Otro punto de vista a tener en cuenta”, afirma el analista de atención al cliente de Quora, Jeffrey Jameson, “es que conservarlas puede hacer que te asalte la nostalgia y lamentes el hecho de que se haya convertido en tu ex. Tal vez lo mejor para todos sea desprenderse de ellas y dejar que el pasado se quede en el pasado.”

Cuestión ética

La ética sobre conservar los nudes de tu ex, ha sido objeto de no pocos y acalorados debates. Recientemente, un tuit (ya borrado) que instaba a la gente a: “¡Borra sus desnudos si ya no estas con ella!” acumulaba más de 600.000 likes y centenares de respuestas que respaldan esta idea. 

Pero también hubo importantes oposiciones. “Me los has regalado”, decía una de las respuestas con 2,4K likes. “Si yo le regalara un anillo a una chica no le pediría que me lo devolviera. Ahora, no voy a compartir esas fotos, pero definitivamente no las voy a borrar.”

Lo que dicen las investigaciones

Según investigaciones de este tema, mientras que el 40% de las personas admite haber guardado fotos íntimas de sus ex, se ha descubierto que 1 de cada 10, declara que no tiene la más mínima intención de borrarlas. 

Por otro lado, se ha observado que los hombres somos mucho más propensos a solicitar y conservar nudes de sus parejas: 50% varones contra 30% de mujeres. 

Antes de la existencia de las copias de seguridad en la nube, este era un problema relativamente sencillo de resolver, como apunta un usuario de Reddit: “Rompo mi teléfono con la suficiente frecuencia como para que esto carezca de importancia.”

Sin embargo, los nuevos servicios de almacenamiento como Dropbox, iCloud o Drive, guardan las imágenes más allá de los confines físicos de nuestro teléfono. Ahí están cientos de incidentes como el Fappening, que reveló al mundo fotos de celebridades robadas de sus almacenamientos virtuales.

Como opinaba Jameson, quizás lo mejor para nuestra salud mental sería asegurarnos de que ciertos recuerdos no nos tomen desprevenidos en el futuro, sobre todo ahora que estos servicios de almacenamiento digital suelen enviar recordatorios y recopilaciones aleatorias, para hacernos pasar un mal rato.

La Dra. Anastasia Powell, criminóloga y autora de Sex, Power and Consent (Sexo, Poder y Consentimiento), explica en un artículo de Broadly que “la mayoría de las personas van a tener uno que otro desnudo, ya sea de ellos mismos o de sus ex parejas, almacenado entre los muchos miles, incluso millones, de imágenes que recopilamos a lo largo de nuestra vida”.

Para algunos, como la fundadora de Make Love Not Porn, Cindy Gallop, conservar los nudes de sus antiguos amantes es una forma de rememorar los buenos momentos del pasado: “Tengo un montón de fotos de desnudos que he tomado o que me han enviado. En mi caso, considero y trato esos desnudos como un recuerdo personal muy bonito y totalmente privado…nunca haría nada con ellos.”

Pero claro, si te incomoda la idea de que tu ex o tu ligue de Grindr, puedan usar tus desnudos para autoerotizarse después de que hayan terminado, quizás la mejor manera de actuar es dejar las cosas claras desde un principio: especificar tu política de desnudos antes de enviar fotos. 

Pero no sólo nosotros guardamos desnudos de nuestras amantes, ellas también suelen guardar desnudos nuestros. Todos somos vulnerables a ser expuestos.

Conclusiones

En conclusión, la única manera de evitar que tus nudes anden circulando por ahí, es no enviar ninguno. En la era de la globalización y la difusión a alta velocidad, más vale no crear contenido que no deseamos mostrar. 

Si lo haces de todas formas, procura dejar claro lo que piensas hacer o lo que te gustaría que hicieran con él una vez muerto el deseo que lo ha motivado.

¡Nos reencontramos en el próximo artículo!

Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, epidemiólogo, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.