Según los expertos en salud sexual masculina, Boston Medical Group, no se recomienda el uso de anestésicos para solucionar la eyaculación precoz a menos que sea indicado por un especialista en salud sexual masculina como parte de un tratamiento integral. Sin embargo, sabemos que un gran número de hombres los utilizan como remedio, ya sea ocasional o habitualmente, para prolongar el coito o evitar terminar antes que la pareja. Los anestésicos para el pene nos privan de la sensación de placer en las relaciones sexuales y además, no son un tratamiento definitivo para la eyaculación prematura, ya que no se aborda el origen del problema. Pero lo que preocupa a muchos consultantes es pasarse con los anestésicos, ¿puede provocar eyaculación precoz? Todo exceso perjudica, los anestésicos en el pene no son la excepción. Veamos por qué en el desarrollo de hoy, ¡quédate leyendo!
¿Qué es la eyaculación primaria?
La eyaculación precoz primaria -desde el inicio de la vida sexual- se define como “la eyaculación que siempre o casi siempre ocurre antes o dentro de aproximadamente un minuto de la penetración vaginal”. La eyaculación precoz no es un problema de “duración”, sino de falta de control. La eyaculación prematura es la incapacidad de controlar el impulso de eyacular con la mínima estimulación.
Si esos “accidentes” durante las relaciones sexuales –eyacular prematuramente-, son más frecuentes de lo que nos gustaría reconocer, es necesario tomar cartas en el asunto. Probablemente ya estemos en el punto en el que este padecimiento se ha convertido en un problema con la pareja y que afecte emocionalmente al hombre, al no encontrar el placer que busca.
Es muy importante que sepas esto: si la eyaculación precoz no se atiende, puede volverse crónica. Esta es una de las razones por las cuales, pasarse con los anestésicos puede provocar eyaculación precoz. Estos productos evitan que se ponga atención en el verdadero problema, es decir, lo que originó la eyaculación precoz, y por lo tanto, puede derivar en una condición permanente o empeorarla.
Recordemos que la eyaculación precoz no es un problema de salud sexual masculina que responda sólo a causas fisiológicas. De hecho, sólo el 10% de los casos tiene este origen. El 90% de las veces, las causas de la eyaculación precoz son psicológicas o por aprendizajes defectuosos. ¿Un anestésico puede solucionar eso? ¡Claro que no!
Los tratamientos para la eyaculación precoz suelen ser muy efectivos, pero al no consistir en un problema físico, no son inmediatos. No hay fármacos creados específicamente para curar la eyaculación precoz; no existe un equivalente a la pastilla azul, que se toma cada vez que el hombre desea tener relaciones sexuales. La razón es que la eyaculación precoz rara vez se debe a una sola causa y las más de las veces, no es orgánica, es por eso que se requiere un tratamiento integral, abordando todas las disciplinas médicas necesarias (urología y sexología, acompañado de una terapia conductiva), para solucionar el problema de fondo y en forma definitiva.
Un hombre que no tiene control sobre el impulso de eyacular, necesita:
- Someterse a un examen médico completo para encontrar “la falla”. El médico experto en salud sexual deberá indagar sobre el estado de salud general del paciente, cómo son sus relaciones de pareja, cómo se ha desarrollado su vida sexual desde el inicio, hábitos de vida y conductas sexuales, entre otros aspectos.
- Aprender desde cero el proceso de respuesta sexual en su cuerpo, desde el cerebro hasta el pene.
- Resolver los problemas emocionales que le llevaron a perder el control sobre sus eyaculaciones. Puede ser miedo a fallar, baja autoestima, ansiedad, algún trauma del pasado, hipersensibilidad en el glande u otra situación que sólo podrá detectarse y solucionar con la ayuda de un profesional.
¿Por qué se usan los anestésicos para la eyaculación precoz?
Sabemos que uno de cada tres hombres en México, son eyaculadores precoces, aunque la mayoría de ellos no han sido diagnosticados. ¿Por qué? Obviamente porque no van al médico.
Aceptar que se tiene una disfunción sexual, no es fácil cuando los hombres pensamos que la virilidad radica en la capacidad de “dar batalla en la cama”. La vergüenza, el temor a ser juzgados o la negación, son grandes barreras para acudir con un profesional en salud sexual masculina.
El eyaculador precoz tiende a pensar que “a cualquiera le pasa”, “el problema desaparecerá solo”, “es que me excito muy rápido” o “tengo exceso de testosterona”.
Un gatillazo sí, a cualquiera le pasa, pero no en la mayoría de sus encuentros sexuales. Una buena guía para saber si podríamos estar ante un caso de eyaculación precoz, es observar -honestamente- estos signos:
- Se eyacula sin control, antes de desearlo, antes de penetrar o inmediatamente después de la penetración.
- Ha sido una situación constante a lo largo de toda la vida sexual.
- Apareció de repente y se repite en 1 de cada 4 encuentros sexuales.
- La pareja suele quedar insatisfecha porque no alcanza el orgasmo.
Si has respondido que sí al menos a una de estas preguntas, es probable que se requiera un diagnóstico y tratamiento médico.
Por otro lado, debe entenderse la diferencia entre la eyaculación precoz y el deseo de durar más. No, no es lo mismo. Muy probablemente, muchos usuarios de anestésicos locales (para el pene) los apliquen únicamente para prolongar la duración del coito sin que necesariamente tengan un problema de control en sus eyaculaciones; al igual que otros jóvenes, por el deseo de experimentar o de prolongar la fiesta, consumen Viagra sin necesitarlo.
A estos varones que hacen uso de fármacos sin necesitarlos, ya sean anestésicos para el pene o pastillas del color que sea, les recordamos que no sólo están poniendo en riesgo la función eréctil o su capacidad de sentir y dar placer, sino su salud en general.
Vale la pena hacer una breve revisión de las causas de la eyaculación precoz:
- Aprendizajes defectuosos. Ésta es la causa más común de eyaculación precoz. El hombre no aprendió desde el inicio de su vida sexual a reconocer las sensaciones en su cuerpo ni a controlar el momento del orgasmo. Se acostumbró a eyacular de prisa, sin ningún control y sin poner atención a la extensa gama de sensaciones que experimenta el cuerpo durante el acto sexual. “A lo que va” y punto. Esta forma de mantener relaciones sexuales se vuelve un hábito que es muy difícil de cambiar si no es con la ayuda de un profesional. Si los malos aprendizajes no se corrigen, la eyaculación precoz sólo irá de mal a peor.
- Ansiedad. Siempre está detrás de la eyaculación precoz. Miedo a fallar, nerviosismo, prisa por llegar al orgasmo o malas experiencias anteriores, generan ansiedad o un deseo de terminar lo antes posible con una situación que nos estresa.
- Uso de sustancias como alcohol o drogas. Pueden hacer que se pierda el control del cuerpo y la concentración durante el acto sexual.
- Abstinencia. Las ganas acumuladas explotarán a la primera oportunidad.
- Causas orgánicas. Son sumamente infrecuentes, pero hay que tomarlas en cuenta. Puede tratarse de hipersensibilidad en el glande, un nivel anormal de testosterona, trastornos neurológicos como esclerosis nodular o neuropatías, disfunciones hormonales que alteran la sensibilidad en los receptores cerebrales de serotonina, déficit de magnesio y zinc o incluso, infecciones urinarias o alteraciones de la próstata. Pero, insistimos: los casos de eyaculación precoz por causas físicas son muy poco comunes, apenas el 10% de ellos.
Disminución o ausencia de tono en los músculos pubocoxígeos.
Puede haber algún otro caso aislado de pacientes con enfermedades mentales, por ejemplo, pero lo que nos ocupa en este artículo es el uso de anestésicos de aplicación en el pene, por lo cual nos centraremos en la etiología más común.
Si aplicamos el pensamiento lógico -sentido común- es fácil deducir que los medicamentos retardantes para la eyaculación precoz como sprays, geles, pomadas, cremas o preservativos con lidocaína, no solucionan los malos aprendizajes, la ansiedad, no revierten los efectos de las drogas o el alcohol ni fortalecen los músculos pubocoxígeos. Cuando mucho, podrá ser un auxiliar ocasional en hombres con hipersensibilidad en el glande, pero también habría que probar que esta condición, realmente existe; ya que el diagnóstico se basa en la mera apreciación subjetiva del paciente.
La realidad es que, al adormecer la cabeza del pene, el disfrute sexual disminuye mucho, porque el pene está anestesiado. Si además de esto, no se usa un preservativo después de aplicar el anestésico local, los genitales de la pareja también perderán sensibilidad, restándole placer.
Cuando los anestésicos se usan constantemente, el hombre llegará a acostumbrarse a la sensación de tener sexo por largos períodos de tiempo y a “sentir menos”, pero cuando los deje de usar, el problema de eyaculación precoz, reaparecerá, tal vez con mayor intensidad.
Esto nos lleva al tema central de este blog: pasarse con los anestésicos, ¿puede provocar eyaculación precoz? Los anestésicos per se, no la producen, pero sí son el camino directo a perder el control sobre el impulso eyaculatorio de forma crónica. Si no hay sensibilidad, no hay manera de percibir el momento del orgasmo, las sensaciones pre orgásmicas se pierden en gran medida y, por lo tanto, el control.
Esto puede ser comparable con la anestesia en las encías para un tratamiento dental. Si has pasado por eso, recordarás que mientras dura el efecto de la anestesia, es fácil morderse la lengua accidentalmente sin darse cuenta, tampoco se tiene control sobre los músculos faciales, especialmente en el área cerca de la boca. Bueno, aunque en menor medida, pero lo mismo ocurre con el pene anestesiado.
El empleo de anestésicos locales fue una de las primeras terapias farmacológicas utilizadas en el tratamiento de la eyaculación precoz a falta de otro medicamento específico para ese fin y cuando no existían clínicas especializadas en disfunciones sexuales. Son muy escasos los ensayos realizados que comparan, de forma directa, anestésicos locales con otros fármacos y aún la ciencia no ha desarrollado ningún medicamento que se aproxime siquiera en efectividad al abordaje psicológico o conductual a largo plazo.
La eyaculación precoz se mejora
Te gustará saber que, una vez tratada desde las causas, la eyaculación precoz, rara vez vuelve a aparecer.
Los anestésicos locales como los sprays, geles o preservativos retardantes, podrían ser un auxiliar para prolongar el impulso eyaculatorio y conseguir mantener relaciones sexuales más largas, pero sólo ocasionalmente y en mínimas dosis.
Los preservativos retardantes, por ejemplo, contienen apenas un 5% de benzocaína (información de Durex), lo que no impide que puedan tener algunos efectos secundarios como irritación, alergia en algunas personas sensibles a este tipo de sustancias, prurito, ardor, enrojecimiento o incluso, erupciones en la zona genital. ¿Quién puede o quiere tener sexo con esas molestias?
Otro inconveniente de los anestésicos es que inmediatamente después de usarlos, es necesario limpiar perfectamente la zona genital y evitar el contacto con los ojos o boca. ¿Y la espontaneidad?, ¿el abrazo y beso posterior?, ¿el relax de quedarse dormido? Nada de eso, hay que levantarse y lavarse.
Lo más recomendable siempre, será un tratamiento integral que incluya técnicas para modificar conductas que han provocado el problema -recordemos que la mayoría de los casos de eyaculación precoz, se deben a malos aprendizajes-; asesoría sexológica, ejercicios para fortalecer el piso pélvico y tal vez, si el especialista lo considera necesario, algún fármaco para ayudar a controlar la ansiedad.
El abordaje terapéutico depende de las causas, así como de las necesidades médicas y emocionales de cada paciente: qué tipo de eyaculación precoz se padece, grado de afectación en su calidad de vida, hábitos sexuales, asociación a otras patologías como la disfunción eréctil o la capacidad de respuesta a los antidepresivos o ansiolíticos.
Tal vez los anestésicos no provoquen directamente eyaculación precoz, pero sí evitan que se encuentren las causas y el tratamiento definitivo, ese que devuelva al paciente el placer de mantener relaciones sexuales prolongadas, intensas y satisfactorias para él y su pareja.
Por último, te invitamos a realizar el test online y gratuito sobre eyaculación precoz. Como sabemos que el primer paso es el más difícil, con este test podrás recibir más información acerca de las opciones de tratamiento disponibles. ¡Anímate a responder las preguntas!
¡Hasta la próxima!
Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.
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