La revolución sexual masculina llegó en los 90. El medicamento más usado en el mundo para la disfunción eréctil, Viagra, cambió para siempre la forma en que los hombres tienen relaciones sexuales. Esa pequeña pastilla azul devolvió a los varones con disfunción eréctil, la seguridad en sí mismos pero, ¿el Viagra es para todos? Si no, ¿qué otras opciones hay? ¡Quédate aquí para conocer las respuestas!
Comencemos por el caso de México
En México se consumen alrededor de 2.400.000, leíste bien, sí, dos millones cuatrocientas mil tabletas de Viagra al año. Si a esto sumamos las otras marcas, los medicamentos genéricos y las muchas otras opciones de tratamientos para combatir la disfunción eréctil, podemos imaginarnos el enorme porcentaje de población masculina que padece de impotencia sexual: 53%
Más de la mitad de los hombres en México presenta algún grado de disfunción eréctil, ocurre en aquellos mayores de 40 años de edad. Esto explica en parte el éxito del Viagra. Otra razón para el boom de este medicamento para la disfunción eréctil, es la publicidad.
Desde su lanzamiento, Viagra se anunció en medios masivos. No se mencionaba el nombre, sólo se recomendaba preguntar al médico por la pastilla azul. La noticia corrió como reguero de pólvora: internet, los medios impresos, la radio, los médicos, conferencistas…todos hablaban de la nueva maravilla para recuperar la capacidad de erección.
Las mujeres, ya muy habituadas a reclamar su derecho a la satisfacción sexual, también fueron grandes impulsoras de este medicamento para la disfunción eréctil que podría devolver la armonía a su relación de pareja.
El Viagra había estado entre las primeras líneas de tratamiento. Sin embargo, no es la única opción para los pacientes con disfunción eréctil. La constante investigación de a Boston Medical Group, ha llevado a este grupo médico a encontrar muchas otras alternativas de tratamientos para la disfunción eréctil, sobre todo porque el Sildenafilo, principio activo del Viagra, no es apto para todo el mundo, e incluso, en algunos casos podría ser hasta peligroso.
Si bien los efectos secundarios de esta pastilla son más o menos tolerables, puede resultar muy peligrosa para las personas con hipotensión o enfermedades cardiacas, por ejemplo, por su acción vasodilatadora. Vale la pena ampliar la explicación a este respecto.
¿Cómo funciona el Viagra para la disfunción eréctil?
El Sildenafilo es un activo vasodilatador que libera óxido nítrico en los cuerpos cavernosos del pene. Este químico es producido por el organismo de forma natural y su función es relajar los músculos y tejidos del pene, permitiendo que la sangre fluya con más facilidad hacia este órgano.
El fármaco fue desarrollado en Inglaterra para tratar la angina de pecho y la hipertensión pulmonar, de hecho, en una concentración mucho más baja, el Sildenafilo aún se receta para este último padecimiento. Accidentalmente, durante el periodo de prueba, se descubrió que el medicamento tenía un magnífico efecto sobre el pene, ya que provocaba excelentes erecciones en los pacientes. Al final fue descartado para la angina de pecho por su baja efectividad, pero fue registrado y autorizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estado Unidos (FDA) como tratamiento para disfunción eréctil.
“Un dato curioso es que el Viagra no funciona si no hay estímulo sexual, es decir, no causa una erección “automática” por el simple hecho de tomarlo, requiere de los mecanismos de excitación que se activan desde el cerebro hasta los genitales, para actuar”.
Muy pronto surgieron productos similares de otros laboratorios para hacer competencia al Viagra en la disfunción eréctil. El Vardenafilo, Tadalafilo y Avanafilo son medicamentos orales que ejercen una acción parecida, las diferencias consisten en el tiempo que tardan en hacer efecto, la duración de su efecto, los efectos secundarios, interacción con otros medicamentos y cómo se recomienda tomar cada uno.
El médico experto en salud sexual masculina será quien determine qué sustancia es la más adecuada para cada paciente dependiendo del historial clínico.
Ya hemos dicho en varias ocasiones que la automedicación nunca es recomendable, especialmente en el caso de la disfunción eréctil, ya que esta anomalía está directamente ligada a problemas circulatorios y del corazón -en todos los sentidos-. La falta de erección puede ser síntoma de otra enfermedad no tratada, así que hasta no ver al médico, hacer los exámenes clínicos de rigor y tener un diagnóstico exacto, no es aconsejable recurrir al Viagra ni a ningún otro medicamento, aunque se anuncie en la tele o en internet.
¿Quién no debe tomar Viagra?
El Viagra y otros medicamentos orales para disfunción eréctil, están contraindicados para:
- Personas con algunas afecciones cardiacas.
- Personas con tensión arterial muy baja
- Pacientes en tratamiento con nitratos.
- Pacientes con úlcera gástrica.
- Personas que consumen ciertas drogas recreativas.
Tantas advertencias no son en vano, sabemos que los hombres con disfunción eréctil tardan un promedio de cuatro años en buscar ayuda médica; esto se debe a que no se acepta el padecimiento, la vergüenza o el miedo les impiden hablar del tema o peor aún, creen que se pueden ahorrar la visita al médico comprando directamente en la farmacia o por internet.
Por favor, ¡no lo hagas! No sólo puede ser peligroso, sino que te estarás privando de conocer otras opciones de tratamiento igual o más eficaces, seguras y probadas científicamente.
El Viagra o Sildenafilo en versión genérica (también disponible), debe ser estrictamente recetado por un médico que indique la dosis, ya que el paciente puede llegar a experimentar erecciones demasiado duraderas (de 4 a 6 horas) y dolorosas, dolor en el pecho, pérdida de la audición o la visión, diarrea, desmayos, náuseas, dolor de cabeza, convulsiones o enrojecimiento de la piel. De ser así, acude al médico inmediatamente.
¿Qué pasa si tengo disfunción eréctil y no puedo tomar Viagra?
Para fortuna de los hombres que sufren de disfunción eréctil, además del Viagra, existen muchas alternativas de tratamiento. Entre ellos, se encuentra el alprostadil, un vasodilatador de aplicación directa en el pene.
La farmacoterapia intracavernosa (FIC), se aplica y actúa directamente en los cuerpos cavernosos del pene, por eso es segura para los hombres que no son candidatos a los medicamentos orales para la disfunción eréctil. El dispositivo es muy pequeño, no produce dolor y una vez que el médico le ha enseñado cómo hacerlo, el paciente puede aplicarlo en casa siempre que desee tener relaciones sexuales.
Este método suele recomendarse a personas con diabetes, hipertensión o con enfermedades coronarias, pues su efecto es sólo a nivel local.
Si la disfunción eréctil es causada por una deficiencia severa hormonal, lo cual determina el médico a través de un perfil completo del paciente, recomendará terapia hormonal. Dado que los efectos secundarios de este tipo de tratamiento pueden ser muy fuertes, sólo se asigna en casos muy específicos, no como un “rejuvenecedor” en adultos mayores, que son los más proclives a tener una baja de testosterona.
Terapia de ondas de choque
La tecnología aplicada a la salud sexual masculina ha sido uno de los descubrimientos más importantes en los últimos años. Los tiempos en que sólo se recetaba complejo B para la disfunción eréctil, quedaron atrás.
Consideraciones finales
- Como ya hemos visto, opciones sí hay, pero también debe existir la voluntad de estar bien y el sentido común para diferenciar entre lo que funciona y lo que no.
- El Viagra se ha vuelto sinónimo de medicamento para la disfunción eréctil, pero no es el único. De hecho, su fama ha propiciado la comercialización de productos apócrifos como “viagra herbal”, “viagra natural” o pastillas azules que no son Sildenafilo.
- Antes de adquirir este u otro medicamento en línea, asegúrate de que el distribuidor o la farmacia tengan licencia sanitaria, que sean confiables. Si te la venden sin receta médica o el precio te parece demasiado bajo ¡cuidado! Probablemente se trate de una estafa. Consulta primero al médico, y una vez que tengas tu receta en la mano, busca un establecimiento certificado o consulta sus páginas en línea.
- Si optas por un medicamento genérico, revisa bien el gramaje, nombre del laboratorio, principio activo y de preferencia, pregunta a tu médico si la alternativa funciona igual al de patente.
- Desconfía de todo lo que diga “natural”, “orgánico”, “herbal” o algo por el estilo. Los suplementos alimenticios no sirven para curar la disfunción eréctil, por algo los laboratorios pasan años investigando.
- Consulta a tu médico, habla con tu pareja, infórmense. El Viagra para la disfunción eréctil es una buena opción, pero su consumo siempre debe ir precedido de un diagnóstico completo y acompañada de un tratamiento integral, que incluya asesoría sexológica, análisis clínicos y el seguimiento de un experto en salud sexual masculina.
Si necesitas ayuda no dudes en solicitar asesoría experta en el tema, podemos ayudarte con mucho gusto. Clic aquí.
¡Hasta la próxima entrada!
Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.
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