¿Conoces el priapismo? Descubre las causas y tratamientos para mejorarlo

¿Lo habías escuchado alguna vez? 

• El priapismo es una erección prolongada del pene (más de cuatro horas).
• No está causada por la estimulación sexual.
• Provoca un intenso dolor. 
• Ocurre cuando el cuerpo cavernoso del pene se llena de sangre, pero esta no es drenada de vuelta. 
• Suele estar relacionada con pacientes con trastornos comórbidos.

Hoy hablaremos sobre el priapismo, podrás conocer sus causas y tratamientos si lees el artículo hasta el final, por lo que te recomendamos no moverte de estas líneas, ¡porque ya comenzamos!

¿Cuáles son las causas del priapismo? 

Puede ser consecuencia de una patología del sistema nervioso, inflamación de la uretra, pacientes hematológicos con leucemia mieloide y anemia drepanocítica. También puede darse como consecuencia de una enfermedad de la médula espinal.

Algunos estudios han demostrado que el consumo de alcohol, cocaína, y algunos medicamentos para tratar la disfunción eréctil pueden propiciar la patología.

Tipos de priapismo

Antes de nada, es recomendable determinar qué tipos de priapismo hay, ya que son muy diferentes entre sí:

1. Priapismo isquémico o de bajo flujo: es el más común. Se da cuando el cuerpo cavernoso se llena de sangre, pero es incapaz de drenarse hacia el resto del cuerpo y causa un dolor intenso.
2. Priapismo venoso o de alto flujo: se caracteriza por la rotura de una arteria o lesión en el pene que produce un flujo de sangre anormal hacia el miembro y no es doloroso.
3. Priapismo isquémico recurrente: menos común. El paciente sufre erecciones intermitentes y prolongadas en combinación con episodios isquémicos.

¿Cuáles son los síntomas del priapismo?

La sintomatología varía en función del tipo de enfermedad.

Cuando es de origen venoso o de alto flujo, el pene no queda tan rígido y causa menos dolor en comparación con las otras variedades.

Por el contrario, si es isquémico o de bajo flujo, el cuerpo del pene queda demasiado duro, causando un profundo dolor.

¿Cuáles son los tratamientos para el priapismo? 

La forma de proceder varía según la modalidad:

Priapismo isquémico 

• Se requiere tratamiento de inmediato. En general, suele aplicarse un drenaje de la sangre del pene junto con medicamentos.

• Hay distintas metodologías aplicables, no obstante, lo más habitual es un drenaje del pene aspirando con una jeringa pequeña.

• Las limpiezas de pene con soluciones pobres en oxígeno alivian y llegan a detener la erección.

• Otros facultativos prefieren inyectar medicamentos vasoconstrictores como la fenilefrina.

• Los vasoconstrictores reducen el estado de vasodilatación combatiendo el edema. Permiten que las venas se contraigan abriéndose y aumentando el flujo sanguíneo hacia el exterior.

• Durante el proceso, un doctor te observará con el fin de evitar efectos secundarios como dolores de cabeza, hipertensión arterial entre otros.

• Se han registrado situaciones en las que el tratamiento no ha resultado 100% efectivo y se ha procedido a una intervención quirúrgica. Esta consiste en una redirección del flujo sanguíneo.

• ¿Sufres una larga y prolongada erección con un prominente dolor? Ve al médico cuanto antes.

• Si no te tratas a tiempo y como es debido pueden darse daños irreversibles en los tejidos del pene.

Priapismo no isquémico

• A veces, desaparece sin requerir tratamiento.

• Al no haber riesgo de daños, el especialista nos recomendará esperar a que baje por su cuenta. 

• Si tarda más de lo normal, es común la utilización de remedios sencillos y nada invasivos como la aplicación de hielo y presión en el perineo. 

• Un pequeño porcentaje de pacientes ha necesitado una cirugía en la que se insertan geles que bloquean el flujo sanguíneo o una reparación de la lesión que provocaba el escape de sangre.

¿Sabías que? 

• Esta enfermedad se da en niños de 4 a 10 años y en hombres de 20 a 50 y le debe su nombre al dios griego Príapo.

• Existe una variante en las mujeres que se da en raras ocasiones. Consiste en una dolorosa erección del clítoris. También denominada como clitorismo. No supone el mismo peligro que a los hombres, no obstante, es necesario buscar ayuda para aliviar el dolor y asegurarse de que todo se mantiene bajo control.

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Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.