Cirugía prostática

La próstata es una glándula que se encuentra en la cavidad pélvica de los hombres, está situada debajo de la vejiga y sobre el recto, rodea la uretra, que es el tubo encargado de transportar la orina fuera del cuerpo.

La próstata, junto con otras glándulas, se encarga de la fabricación del semen, desempeña un papel importante en el sistema reproductor masculino

En caso de que este órgano se afecte puede necesitar de tratamiento y en la mayoría de los casos son procedimientos quirúrgicos. De aquí la importancia de conocer los tipos de cirugía de próstata que existen.

Para qué sirve la cirugía de próstata

La cirugía de próstata es un procedimiento que se realiza para la extirpación parcial o completa de la glándula y se conoce como prostatectomía. Los objetivos que persigue la realización de la cirugía de próstata son:

• Curar la condición en que se encuentra la próstata.
• Mantener la continencia urinaria.
• Mantener la capacidad de mantener la erección.
• Disminuir los efectos secundarios.
• Minimizar el dolor antes, durante y después de la cirugía.
• Facilitar la salida de orina desde la vejiga, disminuyendo los síntomas de obstrucción.

Tipos de cirugías de próstata

Los tipos de cirugía de próstata dependen de la condición a resolver. En el caso de cáncer de próstata se busca eliminar el tejido canceroso; si se trata de una hiperplasia benigna de próstata se extirpa el tejido para restaurar el flujo normal de la orina.

Prostatectomía abierta radical

Este procedimiento es conocido como cirugía abierta tradicional o abordaje abierto; el cirujano procederá a realizar una incisión a través de la piel para extirpar tanto la próstata como los tejidos cercanos.

Existen dos enfoques principales para realizar estos procedimientos:

Retropúbico radical: en este caso el cirujano hará el corte desde el ombligo hasta el hueso púbico. En la mayoría de los casos, el cirujano solo extirpará la próstata, pero en caso de que sospeche que el cáncer puede haberse extendido se extraerán algunos ganglios linfáticos para estudiarlos. Si el cirujano descubre que el cáncer se ha diseminado de inmediato no continuará con la cirugía. 

Abordaje perineal radical: para realizar este procedimiento el cirujano hará un corte en el espacio entre el recto y el escroto. Con frecuencia, esto se hace cuando se tiene otras afecciones médicas que podrían complicar la cirugía retropúbica. En esta posición el cirujano no puede extirpar los ganglios linfáticos.

Este procedimiento toma menos tiempo que la cirugía retropúbica, pero existe un mayor riesgo de que se presente una disfunción eréctil. En la actualidad ya casi no se utiliza por los urólogos.

Para ambos procedimientos se puede utilizar anestesia general o epidural.

Adenectomía prostático abierta

Cuando el problema es que la próstata ha aumentado su tamaño y produce obstrucción a la salida de la orina desde la vejiga, habiendo descartado la presencia de cáncer, se realiza la resección de solo el adenoma de la próstata. Esta cirugía se puede realizar con la misma incisión que la cirugía radical, la diferencia es que se realiza extracción de solo el adenoma de la próstata, es decir como su parte central y la cápsula de la glándula queda intacta. 

Abordaje Laparoscópico

La cirugía laparoscópica es un procedimiento mínimamente invasivo utilizado en patologías de próstata. Por medio de él, se pueden realizar dos tipos de procedimientos:

Prostatectomía radical laparoscópica: en esta cirugía el cirujano tiene que realizar múltiples cortes diminutos para poder insertar los pequeños instrumentos quirúrgicos, el especialista emplea un tubo delgado con una cámara para ver el área.

Prostatectomía radical laparoscópica asistida por robot: algunas cirugías pueden incluir una interfaz robótica. Para realizar esta técnica, el cirujano se sienta en un quirófano y dirige un brazo robótico mientras va observando el monitor de una computadora. Este instrumento puede dar mayor maniobrabilidad al igual que precisión con respecto a otros procedimientos.

Existen otros tipos de cirugías de próstata utilizados para mejorar el flujo de orina como:

Cirugía láser de próstata: esta cirugía es realizada con láser para tratar principalmente la hiperplasia prostática benigna no requiere ningún corte fuera del cuerpo. El médico colocará un endoscopio de fibra óptica a través de la punta del pene hasta la uretra, el médico se encargará de extraer el tejido prostático que se encuentra bloqueando el flujo de la orina. Es importante mencionar que en ocasiones esta cirugía no resulta tan efectiva.

Cirugía endoscópica: es similar a la de láser, en este procedimiento no se hacen incisiones. El médico usará un tubo largo con una luz y una lente para extraer partes de la glándula prostática; este tubo pasa por la punta del pene, es considerado un procedimiento no invasivo.

Cirugía para ensanchar la uretra

Este tipo de cirugía es utilizada para el tratamiento de la Hiperplasia prostática benigna y se realiza por medio de dos técnicas.

Resección transuretral de la próstata (TURP): esta cirugía es utilizada para la hiperplasia prostática benigna. Se trata de un procedimiento estándar donde el Urólogo cortará los trozos del tejido prostático agrandado con un lazo de alambre, los pedazos de tejido entrarán en la vejiga y saldrán al final del procedimiento.

Incisión transuretral de la próstata (TUIP): para llevar a cabo esta técnica, se requiere realizar unos pequeños cortes en la próstata y el cuello de la vejiga para ensanchar la uretra.

Para algunos Urólogos este procedimiento tiene un menor riesgo de efectos secundarios que la resección transuretral de próstata.

Si presentas una patología de próstata consulta con tu urólogo de confianza él indicará cual es el procedimiento más adecuado para ti de acuerdo a la patología que va a detectar. 

¡Hasta pronto!

Artículo avalado por Héctor Corredor, Médico Cirujano especialista en Urología con Maestría en Sexología Clínica, Director médico internacional en Boston Medical Group.