El 13 de abril se celebra el Día Internacional del Beso. Un buen pretexto para hablar de la importancia de este gesto en las relaciones humanas y en la salud sexual. Los besos son el detonador del juego erótico, una demostración de amor, una expresión de intimidad en la pareja, pero también un excelente antidepresivo, analgésico y generador de neurotransmisores que mantienen el equilibrio mental. ¿Por qué es tan importante el beso para nuestra salud sexual? ¡Te lo explicamos en este artículo!
Historia del día internacional del beso
El Día Internacional del Beso se celebra como un homenaje al beso más largo de la historia. Ocurrió en Tailandia, durante la conmemoración de San Valentín.
El beso es mucho más que una manifestación romántica. Tal vez sea el acto que mayor sensación de comunicación y compenetración nos proporciona.
¿Cómo olvidar la escena final de la película Cinema Paradiso? Salvatore, convertido ya en un famoso director de cine, descubre la herencia que le ha dejado su amigo Alfredo, proyeccionista del cine del pueblo: la colección de besos censurados de las películas de su infancia. ¡Hay que verla con caja de pañuelos al lado!
O el cuadro llamado precisamente “El beso” de Gustav Klimt, una de sus obras más conocidas. Las obras de Klimt se consideraban “escandalosas” y eran calificadas de “pornográficas” o “excesivamente pervertidas”.
Sin embargo, “El beso” fue muy aplaudida y recibida con entusiasmo por los críticos. Según Wikipedia, se cree que Klimt y su compañera sentimental Emilie Flöge, son quienes están representados en este trabajo. Literatura más reciente interpreta este lienzo como una representación simbólica del momento en que Apolo besa a Dafne, que se está convirtiendo en laurel.
¿Cuándo comenzamos a besarnos?
Este dato cultural es sólo para ejemplificar la importancia del beso en la historia de la humanidad. No existen datos de en qué momento de la evolución humana empezamos a besarnos.
En la prehistoria, la cópula no era necesariamente frontal, aunque datos anatómicos en las mujeres -la posición de la vulva- indican que las relaciones sexuales cara a cara, podrían haber propiciado el acercamiento de las bocas.
De acuerdo con el portal “El Día Internacional de”, el beso proviene de La India y se expandió por Europa durante la época de Alejandro Magno.
Obras literarias tan antiguas como La Odisea o La Biblia, hacen alusión al beso como un hecho simbólico. Por ejemplo, cuando Judas besa a Jesús y con él sella su destino.
En la antigua Persia era común que los hombres se besaran. Los Celtas, por su parte, daban al beso un carácter “medicinal”.
En el Medioevo, se consideraba impuro besar a una doncella, mientras que en la Revolución Industrial, el beso ya era un acto normal entre personas con una relación afectiva, pero sólo podía llevarse a cabo en absoluta intimidad.
A partir del Romanticismo, cuando las personas gozaban de mayor libertad para expresar sus sentimientos, el beso se convirtió en una “revolución sexual” que dura hasta nuestros días.
Y es que besar es sumamente placentero…o no, dependiendo de la habilidad del besador y desde luego, de algo tan básico como la higiene.
De cualquier forma, nadie puede negar la importancia del beso en la sexualidad humana. Cuando dos personas se besan con pasión, es muy probable que se exciten y estimulen el deseo sexual.
Besar bien es un arte y requiere de técnica. Nuestro sexólogo de cabecera, Ezequiel López Peralta, describe el beso como “el principal instrumento de la sinfonía erótica, pues involucra todos los sentidos. Los besos estimulan la fantasía, encienden el deseo y son la promesa de lo que pude llegar a pasar eróticamente hablando.”
El beso como indicador de vínculo erótico
Pero lo más importante, tal vez, es que el beso es un indicador del tipo de vínculo erótico que se tiene con la pareja: ¿qué tan frecuentemente se besan, con qué intensidad, qué tipo de besos se dan?; y también es una herramienta maravillosa para enriquecer o recuperar la pasión.
El sexólogo, a propósito del Día Internacional del Beso, nos da algunos consejos para ser un buen besador:
- Cuidar el aliento. Un aliento desagradable termina con el beso y la pasión en ese momento.
- Imagina cuál es tu “beso soñado” y trata de transmitirlo con tu boca. Utiliza los labios, los dientes y la lengua de manera creativa.
- Usa las manos. Puedes acariciar, abrazar, rozar. Pon tus cinco sentidos en ese beso.
- No olvides que el beso es “la fusión de dos fantasías”.
- No beses de la misma forma siempre, hay infinidad de movimientos que se pueden hacer con la lengua.
El beso francés
Y ya que hablamos de la lengua, esta se compone de 17 músculos y se considera el órgano más fuerte y sensible del cuerpo, ya que, junto con los labios y las yemas de los dedos, es la parte del cuerpo que más terminaciones nerviosas tiene.
En la lengua hay unas 4.000 papilas gustativas que son el medio para conocer los 5 sabores básicos presentes en el ser humano: salado, ácido, dulce, amargo y sabroso.
Además del gusto, la lengua nos aporta información relacionada con tacto, la temperatura y nocicepción (información de daño potencial).
En el beso francés, también conocido como beso profundo, las lenguas se extienden para tocar los labios o bien la lengua de la otra persona. Este beso está considerado muy romántico, erótico y sexual.
Existen muchos otros tipos de besos, cada cultura le da un significado diferente y cada persona tiene “su estilo”. Pero para todos, el beso se da para demostrar lazos afectivos, pasión deseo sexual y amor entre los seres humanos.
Te invitamos a leer este artículo: Las posturas sexuales que seguro no conoces y van a ayudarte en tu vida sexual
La importancia del beso para la salud sexual
Un estudio de la Universidad de Oxford (2019) denominado Examining the Possible Functions of Kissing in Romantic Relationships, indica que los besos entre personas que tienen un interés sexual mutuo, liberan neurotransmisores como la oxitocina, endorfinas y la dopamina, entre otras; es por esta razón que los besos pueden asociarse a “una reducción de los niveles de cortisol, hormona que el cuerpo produce ante una situación de estrés.”
Por su parte, la sexóloga clínica Sonia García (España), afirma que besar incrementa los niveles de oxitocina (hormona del apego) y de dopamina, químico relacionado con la sensación de euforia, placer y deseo.
Según ha probado la ciencia, “las sensaciones y el nivel de excitación que provocan los besos son distintos en función de la persona que nos da el beso y el lugar: no es lo mismo un beso apasionado en los labios por parte de una pareja, que un beso en la frente de un familiar o amigo”, explica García.
“La clave está en la intención que adjudicamos a dicho beso, el vínculo con la persona y, en el caso de la pareja, la fantasía asociada al significado del beso. Si hablamos dentro de un contexto de pareja, un beso en la boca puede provocar excitación debido a que el hecho de besar estimula nuestro cerebro al producirse la liberación de diferentes sustancias”, concluye la especialista.
Según el citado estudio -en el que participaron 594 mujeres y 308 hombres entre 18 y 63 años-, los besos románticos durante las relaciones sexuales ayudan a “evaluar la idoneidad de la pareja, medir los sentimientos de apego entre los individuos y facilitar la excitación para iniciar las relaciones sexuales”.
La investigación sostiene que los principales roles de los besos románticos son la elección de la pareja y establecer un vínculo afectivo.
Para García, los besos con intención erótica son una práctica sexual más, equiparable al sexo oral o el coito. “Cuando a los besos se les da la consideración de mal llamado preliminar, se le está infravalorando y restando capacidad de disfrute. Es importante reconocer el papel protagónico que tienen los besos en las relaciones sexuales.”
Los besos aumentan los niveles de excitación, el cuerpo empezará a experimentar los cambios biológicos propios del estado de excitación: mayor circulación sanguínea en la zona genital, piel erizada, aceleración en el corazón, incremento de la frecuencia respiratoria, aparición de tensión muscular y aumento de la sudoración.
Por el contrario, cuando un beso no es deseado o resulta desagradable, el cuerpo activa una respuesta de rechazo o malestar que, en vez de producir excitación, causará incomodidad o incluso, asco.
Beneficios del beso en la salud general
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Reduce la presión arterial
“Besar apasionadamente aumenta tus latidos de forma saludable y ayuda a disminuir la presión sanguínea. Dilata tus vasos sanguíneos, la sangre fluye de una forma buena y firme, y llega a todos tus órganos vitales”, afirma Andréa Demirjian, autora de Besos: Todo lo que usted siempre quiso saber acerca de uno de los placeres más dulces de la vida.
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Reduce los calambres y dolores de cabeza
La dilatación de los vasos sanguíneos que proporciona besar, produce un efecto analgésico. Además de la generación de neurotransmisores como endorfinas, oxitocina y serotonina, que producen una sensación calmante.
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Combate las caries
Seguro lo has escuchado antes. La saliva ayuda a eliminar la placa dentobacteriana que produce caries. Al besar, secretamos más saliva, lo que es benéfico para nuestra dentadura. Aunque nunca hay que olvidarse de mantener una buena higiene bucal.
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Aumenta las hormonas de la felicidad
Al igual que las relaciones sexuales, besar relaja y reestablece los químicos cerebrales que segregamos al hacer ejercicio, por ejemplo.
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Quema calorías
Se estima que una sesión de besos apasionados quema entre de 8 y 16 calorías por beso. Son pocas, es verdad, pero más agradables que una sesión de elíptica o spinning.
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Sube la autoestima
Además de saberse atractiva, una persona que recibe y da buenos besos, se siente más feliz, productiva, segura de sí misma y sobre todo, amada, lo que se refleja en todas sus actividades.
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Ejercita músculos
No es propiamente una cirugía plástica, pero besar vigorosamente a diario, sí tiene un efecto lifting, pues se ejercitan los músculos faciales, del cuello, las mejillas y la boca, donde más se notan los signos de la edad. Besar ayuda a tensarlos y tonificarlos.
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Fortalece el sistema inmunitario
Debido al intercambio de bacterias que se produce durante los besos, estos ayudan a desarrollar anticuerpos.
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Es un medidor de la compatibilidad sexual
Al conocer a un prospecto y besarlo por primera vez, puede haber una explosión de fuegos artificiales…o no. No se trata de salir corriendo, sabemos que habrá una curva de aprendizaje. Si logran entenderse después de unas cuantas rondas de besos, hay buenas posibilidades de pasar a algo más.
¿Nos hemos olvidado de los besos durante el sexo?
Un estudio realizado con estudiantes universitarios, en parejas con al menos 6 meses de relación, se investigó con qué frecuencia se besaban durante las relaciones sexuales vs. los besos del día a día.
Se descubrió que aumentar el número de besos durante el sexo, facilita la generación de nuevos encuentros sexuales y aumenta la frecuencia del orgasmo femenino. Por otro lado, los besos del día a día incrementan la satisfacción general con la relación.
También se observó que, para las mujeres, besar implica mayor cercanía emocional y, en consecuencia, mayor excitación.
Otro dato importante fue que la ralentización del acto sexual que provocan los besos, ayuda a las mujeres a alcanzar el orgasmo, a diferencia de los varones, cuya estimulación proviene de otras vías, principalmente de los genitales.
Consideraciones finales
Pese a la importancia de los besos para tener relaciones sexuales más exitosas, se estima que esta manifestación afectiva solo está presente en un 46% de las culturas del mundo.
Tú, ¿eres de besar mucho, poquito o nada?
¡Hasta el próximo artículo!
Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, epidemiólogo, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.
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