Según los expertos en salud sexual masculina de Boston Medical Group, el tamaño promedio del pene de sus pacientes fluctúa entre los 7 y 16 cm en erección. Sin embargo, existe una condición llamada microfalosomía o micropene, que se considera cuando el falo erecto mide menos de 7 cm. Es una característica muy poco común, apenas 2.5% de la población mundial masculina la tiene. La microfalosomía no implica necesariamente una disfunción sexual, ya que la capacidad de erección no se ve afectada por las dimensiones. Entonces, ¿por qué a los hombres nos preocupa el tamaño? Tanto, que estamos dispuestos a correr los altos riesgos de una operación de pene. En este artículo te contamos todo sobre el alargamiento de pene: riesgos y peligros de esta intervención quirúrgica. ¡Conoce estos interesantes datos!
¿Cuáles son los riesgos de los procedimientos quirúrgicos para aumentar el pene?
En 2019, la revista Sexual Medicine Reviews publicó un estudio titulado Systematic Review of Surgical and Nonsurgical Interventions in Normal Men Complaining of Small Penis Size (Revisión sistemática de intervenciones quirúrgicas y no quirúrgicas en hombres normales que se quejan de tamaño pequeño del pene), en el cual se advierte de las complicaciones y altos riesgos de procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos para aumentar el tamaño del pene. Se informa también que la mayoría de estas intervenciones de alargamiento de pene, no sólo resultan “ineficaces”, sino que pueden derivar en serios problemas de funcionalidad como entumecimiento permanente, deformidad del miembro, acortamiento y desde luego, disfunción eréctil.
Si una operación de pene implica tantos riesgos, ¿por qué miles de hombres están dispuestos a correrlos con tal de conseguir alargar y/o engrosar su miembro viril?
A lo largo de la historia, un pene grande ha significado -en el imaginario masculino- mayor virilidad, poder, éxito, atractivo y seguridad; lo que los llevan a buscar procedimientos de todo tipo, incluida la intervención quirúrgica, con todos los peligros que eso implica.
Popularmente se dice que, si un hombre tiene un auto grande y ostentoso, se debe a que trata de compensar lo que le falta justo en la mitad de su cuerpo. Desde luego esto es sólo un chiste, pero aunque el tamaño del pene no tenga nada que ver con el tipo de vehículo, es un hecho que la pregunta “¿puedo aumentar el tamaño y grosor de mi pene?” Es una de las más frecuentes en los consultorios de urólogos y cirujanos plásticos.
Afirma el Dr. José Benítez, director médico de Boston Medical Group, que “más importante que la longitud del pene, debe tenerse en cuenta también el grosor (circunferencia), porque es el encargado del roce y de provocar el placer sexual. Pero, ¿realmente importa el tamaño del pene? La respuesta es NO. Por experiencia de los médicos en Boston Medical Group, es más importante, más allá de las dimensiones del pene, que éste cumpla su función fisiológica, que las erecciones sean firmes y mantenidas para tener una buena relación sexual.”
¿Cómo se mide el pene?
Te estarás preguntando ya cuál es la circunferencia de tu pene y cómo se mide. Para determinar el largo, el pene se mide erecto y desde la parte superior de la raíz hasta la punta del glande. En el ancho, se considera la circunferencia de la raíz.
Tanto los expertos en salud sexual masculina como investigadores de todo el mundo y un gran número de mujeres -si no es que la mayoría- coinciden en que el tamaño del pene no tiene relación alguna con la funcionalidad, la calidad de las relaciones sexuales o el nivel de placer. Un pene pequeño tampoco es causa de patologías como disfunción eréctil, aneyaculación o eyaculación precoz. Sin embargo, la razón por la que tantos hombres buscan cirugía de alargamiento de pene o cualquier otro tipo de intervención no quirúrgica como pastillas, dispositivos mecánicos o lipotransferencia (grasa corporal del mismo paciente inyectada en el pene para engrosarlo), es la autopercepción, es decir, el problema está en la mente de la persona.
Esta es una condición psicológica llamada trastorno dismórfico corporal o en el caso del miembro viril, dismorfia del pene. El hombre percibe su miembro más pequeño cuando en realidad es de una longitud normal.
Los procedimientos de alargamiento de pene, ¿funcionan?
Un equipo de urólogos del hospital King’s College en Londres e investigadores del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del mismo hospital, realizaron una revisión sistémica que incluyó 17 estudios. En total se evaluó a 1.192 varones que se habían sometido a un tratamiento quirúrgico o no quirúrgico para aumentar el tamaño de su pene.
Los tratamientos no quirúrgicos incluyen extensores, inyectables para aumentar la circunferencia y dispositivos de vacío. Los quirúrgicos consistían en incisión de ligamento suspensorio (una técnica de aumento que fue el método más popular de los revisados en el estudio), injerto de tejido y desmontaje del pene.
Al respecto, el urólogo Javier Belinki, encargado de cirugía reconstructiva genital y cirugía de género del Hospital Carlos G Durand, Sanatorio Guemes y Centro de Urología CDU, opina: “uno puede con tratamientos quirúrgicos elongar el pene unos centímetros, pero en uno de tamaño normal, no representa una significancia estadísticamente relativa y no tiene sentido realizarlos. Sin embargo, en micropenes o penes anormales, estas maniobras quirúrgicas pueden aumentar de 3 a 5 cm en promedio y con eso mejorar la apariencia de un micropene, duplicando su tamaño normal.”
Los hallazgos de los investigadores demostraron que los resultados generales de los tratamientos fueron muy poco satisfactorios en comparación con el alto nivel de riesgo y de complicaciones mayores. Los procedimientos de ampliación tuvieron una tasa de satisfacción de apenas 20%, concluyeron los investigadores.
En un artículo de la BBC, se afirma que en Reino Unido, el número de intervenciones quirúrgicas de alargamiento de pene, se ha duplicado en los últimos 10 años (Asociación Británica de Cirujanos Plásticos Estéticos) aunque este fenómeno está ocurriendo a nivel mundial.
Según el último estudio de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica (ISAPS), en 2014 se llevaron a cabo 15.414 operaciones de pene en todo el mundo, la mayoría de ellas en Alemania, seguido de países -en su mayoría latinos- como Venezuela, España, México, Colombia, Italia, Brasil, Argentina, Estados Unidos e Irán.
¿En qué consiste la intervención quirúrgica de alargamiento y engrosamiento de pene?
Este mismo medio, la BBC de Londres, investigó sobre este tipo de procedimientos y qué resultados dan, con información de médicos y pacientes.
David Mills, director de la clínica estética londinense Moorgate Aesthetics, en la cual se han llevado a cabo más de 400 alargamientos de pene, explica que “lo que la mayoría de los pacientes piden es llegar a unos 12 centímetros. Algunos tienen un pene muy pequeño. Es algo que no se puede negar y ellos lo saben…pueden tener la condición llamada micropene”.
La operación de alargamiento consiste en cortar un ligamento de la base del pene para hacerlo más largo (2,5 centímetros) cuando está flácido. El cirujano realiza un corte por encima del pene y divide el ligamento que lo ancla. Esta cirugía es conocida como incisión de ligamento suspensorio. Un dato curioso es que, después de esta operación, el pene tendrá el mismo tamaño en erección que flácido.
Sobra advertir sobre los riesgos y peligros de esta intervención quirúrgica para alargamiento de pene. La operación de pene deja a muchos hombres con secuelas físicas y psicológicas. De hecho, existe muy poca evidencia científica y experiencial de que los procedimientos para agrandar el pene produzcan buenos resultados.
GordonM uir, urólogo del hospital King´s College en Londres, e investigadores del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencias de la misma institución, opinan que “estos procedimientos casi nunca deberían hacerse. Pueden costar hasta 30.000 libras o incluso 40.000, a menudo el hombre termina con un pene que está desfigurado y no hay más del 20% de índice de satisfacción. Nuestra opinión es que sólo los hombres con problemas de funcionalidad, que han sido evaluados completamente, informados correctamente y que han pasado por una evaluación psicológica completa, deberían considerar este tipo de procedimientos”, concluyen.
Esto coincide con lo que explica el Dr. Benítez de Boston Medical Group: “de nada sirve tener un pene grande flácido, si no puede mantener la dureza para una relación sexual satisfactoria. Hay pacientes que relacionan el tamaño del pene con la prótesis. Debemos aclarar que el único objetivo de una prótesis de pene, es recuperar o devolver una erección a través de implantar dos cilindros artificiales dentro de los cuerpos cavernosos del pene, que son las estructuras que dan fisiológicamente esta función de erección al pene. El implante de una prótesis se hace a través de un acto quirúrgico que conlleva hospitalización, anestesia, recuperación, efectos secundarios y en algunos casos, complicaciones que pueden ser leves o graves. A la prótesis de pene se recurre sólo cuando los tratamientos médicos han fallado.”
Métodos no quirúrgicos para alargamiento o engrosamiento de pene
Para hacerlo más grueso, se inyecta grasa obtenida del estómago o del trasero del paciente (lipotransferencia), y en otras ocasiones, se agrega ácido hialurónico. Se supone que esto permite sumar unos 4 centímetros de grosor.
Informa la BBC que se trata de un procedimiento cosmético novedoso pero muy costoso, aunque en general los pacientes suelen quedar contentos.
Por su parte, el Dr. Javier Belinki declara a Infobae: “Los métodos no quirúrgicos como elongaciones y bombas de vacío han demostrado no tener ningún tipo de efecto. Las cirugías deberían realizarse sólo cuando están realmente indicadas, conociendo las potenciales complicaciones y cuando realmente va a beneficiar al paciente; no simplemente por una cuestión estética de algunos centímetros.”
En cuanto a los cientos de productos que se anuncian como alargadores o engrosadores de pene, se basan en el argumento de que, al estimular el flujo sanguíneo y el tejido elástico del pene, éste se “ejercita” y, al estirarse constantemente con las erecciones, el tejido llega a alcanzar un tamaño más grande de forma permanente. Es verdad que el pene se agranda en la erección, pero después de eyacular, vuelve a su tamaño normal. Esto es porque el pene no es un músculo que se desarrolle.
Explica el Dr. Thomas J. Walsh, Profesor adjunto y director del Centro de Salud Masculina de la Universidad de Washington “los cilindros fibrosos del pene están adheridos al hueso pélvico, por lo tanto, no son fáciles de manipular, están fijos en su lugar. Es por eso que el tamaño del pene que obtienen los hombres en la pubertad, es el máximo que alcanzarán por el resto de su vida.” La estructura del pene no cambia en ningún momento.”
Por otro lado, el Dr. José Benítez de Boston Medical Group, informa que “actualmente, en la fase de protocolos de investigación, se encuentra la implantación de tejido autólogo o células madre, el plasma rico en plaquetas o factores de crecimiento. Sin embargo, la ciencia médica avanza tanto que hoy en día, se hace muy largo el camino hasta llegar a una prótesis de pene.” Esto se refiere más a la disfunción eréctil que al alargamiento del pene.
Consideraciones finales
Hoy sabemos que condiciones como la microfalosomía, podrían deberse a niveles irregulares de testosterona. De ser así, únicamente un médico experto puede indicar si hay solución o no y con qué tipo de tratamiento.
Si bien la cirugía es una opción en casos de origen genético o por amputación, se debe tomar en cuenta que una cirugía reconstructiva o de alargamiento de pene, requiere de la pericia de los más calificados expertos en cirugía plástica y urología. Aún así, muchas veces, los resultados no son satisfactorios.
Ser consciente de los riesgos y peligros de una operación de pene, tal vez ayude a muchos hombres a tomar mejores decisiones sobre su salud sexual.
La intervención quirúrgica para alargamiento de pene debería ser la última opción a considerar. Antes, la terapia psicológica puede ser muy efectiva para ayudar al paciente con su autoestima y la aceptación del tamaño de su pene, entendiendo que lo importante no es la estética, sino la funcionalidad.
¡Hasta pronto!
Artículo validado por el Dr. Jesse Jarrod Jimenez, Médico Especialista en Cirugía General, Urología, Andrología y Medicina Sexual de Boston Medical Group en México, Monterrey.
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