La salud sexual incluye mucho más que los problemas de erección, los trastornos eyaculatorios o la falta de deseo. Los espermatozoides, células masculinas que aseguran la preservación de la especie, entran en este concepto.
En este artículo te daremos 5 datos que no sabías sobre el esperma, el semen y por qué son un indicador de salud sexual. ¡Acompáñanos con tu lectura!
¿Qué son los espermatozoides?
- Los espermatozoides son los gametos o células sexuales masculinas que contienen el material genético del hombre.
- Cada eyaculación puede contener entre 40 millones y 600 millones de espermatozoides; esto en un varón que goza de buena salud sexual.
- Una vez expulsado dentro de la vagina, los espermatozoides se desplazan mediante el movimiento de su cola -esa es la razón por la cual tienen una forma tan peculiar- para llegar hasta el óvulo (célula sexual femenina) y fecundarlo.
- Los espermatozoides se desarrollan en los testículos y se mezclan con el semen antes de la eyaculación.
Semen, esperma y espermatozoides, ¿son lo mismo?
Aunque los hombres solemos referirnos a estas tres cosas como lo mismo, no lo son. El semen es el fluido en el que se encuentra el esperma, y esperma se le llama al conjunto de espermatozoides.
Esperma, del latín sperma, significa ‘semilla’, y podría definirse como el conjunto de las “sustancias fluidas que se producen en el aparato reproductor masculino y contienen los espermatozoides”.
El semen es un líquido viscoso blanquecino compuesto por espermatozoides y plasma seminal, sustancia formada por una compleja variedad de elementos que no son indispensables para la fertilización, pero sí para proporcionar las condiciones adecuadas para la motilidad, resistencia y transportación de los gametos masculinos.
Varias fuentes bibliográficas o médicos utilizan el término «esperma» como sinónimo de espermatozoides, y «semen» para el conjunto de líquido seminal más los espermatozoides. Para efectos de este artículo, nos referiremos al esperma como el conjunto de líquido seminal más espermatozoides.
No hace falta ahondar en la anatomía del pene, sólo repasemos algunas generalidades. El semen está compuesto por el líquido seminal en un 90% y 10% de espermatozoides.
La cantidad de espermatozoides que produce un individuo es muy variable, ya que esto depende en gran medida de su salud sexual. Pero en promedio, el volumen que se considera normal es de entre 50 y 150 millones por mililitro de semen.
En su totalidad, el líquido seminal se compone de:
- Líquido proveniente de la vesícula seminal. Es entre el 40 y el 60% del semen y está compuesto principalmente por agua y fructosa, además de prostaglandinas E2, A y B, fósforo, potasio y aminoácidos.
- Líquido prostático. Entre el 15 y 30% del volumen de la eyaculación. Contiene ácido cítrico, colesterol, fosfolípidos, carnitina y enzimas como la fosfatasa, fibrolisina, fibrinogenasa y minerales (calcio, sodio y zinc).
- Líquido preseminal. Es secretado por las glándulas bulbouretrales y son básicamente mucoproteínas. Es el líquido que sale por la uretra antes de la eyaculación para lubricar.
Esperma y salud sexual
Factores como el estilo de vida, el medio ambiente o algunos químicos (medicamentos, lubricantes), pueden afectar la salud del esperma. Entre éstos, Mayo Clinic incluye:
- Cantidad. Si ésta es demasiado baja, hay menos espermatozoides disponibles para fertilizar el óvulo.
- Motilidad. Para llegar hasta un óvulo y fertilizarlo, un espermatozoide debe “serpentear” a través del cuello del útero, el útero y las trompas de Falopio de la mujer.
- Morfología. Los espermatozoides sanos tienen cabeza ovalada y una cola larga. Los espermatozoides defectuosos, no pueden desplazarse hasta el óvulo.
Por otro lado, los problemas de fertilidad masculina también pueden adjudicarse a problemas médicos como:
- Anomalías en el hipotálamo o la glándula pituitaria. Estas partes del cerebro indican a los testículos producir testosterona y espermatozoides. Se conoce como hipogonadismo secundario. Puedes leer más del tema aquí: Tratamiento para los bajos niveles de testosterona
- Enfermedad de los testículos.
- Trastornos del transporte de los espermatozoides. Incluye trastornos eyaculatorios.
- Edad. Con los años, la motilidad y cantidad de los espermatozoides disminuye.
Si quieres seguir leyendo puedes ampliar la información siguiendo este enlace: Hipospermia: ¿qué pasa si eyaculas muy poco?
Después de esta información básica que es importante conocer para cuidar de nuestra salud sexual, te presentamos estos 5 datos que no sabías sobre el esperma
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¿Cómo se descubrieron los espermatozoides?
El primer científico que estudió el semen fue el holandés Anton van Leeuwenhoek, conocido como el padre de la microbiología por ser pionero en este campo.
El primer microscopio compuesto creado por Van Leeuwenhoek, fue el instrumento para analizar pequeños organismos como piojos, microorganismos presentes en agua de lagos y desde luego, el esperma.
Cabe recordar que por esos años (1670) se consideraba impropio hablar o escribir sobre cualquier tema relacionado con la sexualidad humana.
Siete años más tarde, ante la presión de sus colegas, accedió a examinar una muestra de su propio semen.
Pese al impacto que le causó el descubrimiento de los diminutos “animálculos” vivos y móviles, se rehusó a compartir su descubrimiento. Únicamente informó de éste a la Royal Society de Londres (la institución científica más importante de Inglaterra) con este mensaje:
“Si su Señoría cree que estas observaciones pueden molestar o escandalizar a los eruditos, le ruego encarecidamente a su Señoría que los considere privados y que los publique o los destruya como su Señoría lo considere oportuno.”
Por fortuna para la ciencia y la humanidad, el presidente de la Royal Society publicó los hallazgos de Van Leeuwenhoek, abriendo así un nuevo campo de estudio de la biología.
Según el biólogo Bob Montgomerie (Universidad de Queen, Canadá) antes del descubrimiento del esperma, se creía que “el vapor emitido por la eyaculación masculina de alguna manera estimulaba a las mujeres a hacer bebés”, sin que la intervención de los varones aportara célula alguna.
Otra teoría explicaba el fenómeno de la reproducción como “los hombres fabricaban los bebés y los transferían a las hembras para su incubación.”
Incluso se llegó a pensar, según la periodista científica y ambiental Laura Poppick, que cada espermatozoide tenía un diminuto ser humano completamente preformado.
Tuvieron que pasar dos siglos para que supiéramos exactamente cómo se formaban los seres humanos.
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Los hombres no nacemos con la capacidad de producir semen
La capacidad de producir esperma se desarrolla en la pubertad, junto con las manifestaciones características del desarrollo masculino.
La primera eyaculación de un varón se conoce como espermarquia.
Explica el médico urólogo Irvin H. Hirsch (Sidney Kimmel Medical College of Thomas Jefferson University), que “la espermarquia no significa necesariamente el inicio de la fertilidad, ésta se alcanza hasta más tarde en la adolescencia.”
El semen empieza a fabricarse en los testículos, más específicamente en los túbulos seminíferos; los espermatozoides van madurando en el epidídimo y el conducto deferente. Desde allí pasan a la uretra.
Como ya hemos mencionado en otros artículos, el proceso de producción y maduración del esperma toma entre 9 y 10 y ½ semanas.
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Lo que comes influye en la calidad de tu esperma
Múltiples estudios internacionales evidencian la influencia de una dieta saludable en las probabilidades de concebir.
Por ejemplo, un estudio de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragano (España, 2018), indica que los frutos secos pueden contribuir a la salud del semen.
“Participantes de esta investigación que consumieron dos puñados de almendras, avellanas y nueces mixtas diariamente durante 14 semanas, mejoraron su conteo de espermatozoides y con mayor motilidad,” afirma la BBC.
- El conteo aumentó 14%
- Vitalidad 4%
- Movilidad 6%
- Morfología 1%
El estudio coincide con otros que han demostrado que una dieta rica en ácidos grasos omega-3, antioxidantes y el ácido fólico de vitamina B, mejora la fertilidad. Conoce más aquí: 7 alimentos que dicen mejorar la fertilidad masculina
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Los espermatozoides pueden permanecer congelados por años sin perder la capacidad de fertilizar
Parece ficción, pero es ciencia. Al igual que los óvulos de las mujeres, los espermatozoides pueden ser criopreservados y permanecer años en estado congelado, hasta que llegue el momento de utilizarlos para ser fecundados in vitro.
Los gametos nunca pierden su capacidad fertilizante, es decir, permanecen vivos y recuperan su movilidad y características completas al volver a la temperatura ambiente.
Otro dato importante es que, gracias al pH alcalino del semen, los espermatozoides sobreviven al medio ácido de la vagina, donde pueden permanecer varios días después del coito.
También se han encontrado espermatozoides vivos en los órganos reproductores de individuos pocos días después de fallecer.
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Existen formas de producir esperma más saludable
Mayo Clinic proporciona algunas medidas sencillas para aumentar las posibilidades de producir esperma sano:
• Mantener un peso saludable. Estudios respaldan el hecho de que la obesidad está asociada a la disminución en el conteo y motilidad de los espermatozoides.
Behzad Hajizadeh Maleki, investigador de la Universidad de Urmia (Irán), encabezó un estudio cuyos resultados parecen indicar que “hacer ejercicio puede ser un factor para mejorar la calidad del esperma en hombres sedentarios.”
La actividad física moderada puede aumentar los niveles de enzimas antioxidantes poderosas, que podrían ayudar a proteger el esperma, concluye Mayo Clinic.
• Mantener los testículos frescos. Las temperaturas altas afectan la producción y salud del esperma.
Conviene evitar la ropa interior ajustada y de materiales sintéticos, los baños muy calientes o el uso de dispositivos electrónicos (celular, computadora) cerca de los genitales.
• Prevenir enfermedades de trasmisión sexual (ETS). Las infecciones de transmisión sexual, como la clamidia y gonorrea, pueden causar infertilidad masculina.
Si el semen presenta coloración naranja, rosácea o rojiza, puede deberse a la presencia de sangre por alguna lesión o enfermedad (infección de vejiga, por ejemplo).
La salud sexual empieza por practicar sexo seguro. En muchas infecciones sistémicas o locales, los patógenos infectantes pueden pasar al semen y transmitirse por esta vía, como el VIH.
Te invitamos a continuar leyendo aquí: Cambios en el semen: conoce los signos de una mala o buena salud sexual
• Evita las sustancias tóxicas como tabaco y alcohol. Ambos pueden disminuir la producción de testosterona y esperma o causar disfunción eréctil.
• Evita la exposición a pesticidas, plomo y otras toxinas. Si tienes que trabajar con toxinas, usa vestimenta y equipo de protección. Evita el contacto directo con estas sustancias químicas.
• Consulta a un experto en salud sexual masculina. Hazte una revisión médica cada año, especialmente si piensas tener hijos.
Conclusiones
Si tomas medicamentos como como bloqueadores de los canales de calcio, antidepresivos tricíclicos, antiandrógenos u opioides, así como esteroides anabólicos, ten en cuenta que pueden afectar tu fertilidad. Pregunta a tu proveedor de salud cuáles son tus opciones.
La quimioterapia y la radiación para tratar el cáncer pueden dañar la producción de esperma de forma permanente. Habla con tu médico acerca de la posibilidad de extraer y almacenar esperma antes del tratamiento. Tu salud sexual y la calidad del esperma dependen de tus hábitos de vida.
Si después de un año de tener relaciones sexuales sin métodos anticonceptivos, no has logrado concebir, acudan con un especialista en fertilidad para encontrar la causa del problema y dar un tratamiento que les permita formar una familia.
¡Muchas suerte!
Artículo validado por Juan Manuel Martinez Preciado, Médico Cirujano con Maestría en Sexología clínica, epidemiólogo, integrante del grupo de dirección médica internacional Boston Medical Group.
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