En el 90% de los casos de disfunción eréctil la causa y el origen corresponden con factores orgánicos o físicos, en su mayoría relacionados con una mala circulación sanguínea, llamada “insuficiencia vascular”. La disfunción eréctil es un trastorno que suele estar asociado con: colesterol y/o triglicéridos elevados, obesidad, abuso de alcohol, tabaco y drogas (sobre todo la cocaína), o cirugía radical de próstata.